La historia de los pueblos está llena de
personalidades que quedan injustamente olvidadas o relegadas intencionadamente,
y cuya trayectoria vital y profesional apenas
si trasciende por cuestiones mayormente de índole ideológico.
El
nombre de Damián Quero le resultará familiar a muchos hijos de Porcuna, ya que
permanece todavía en el callejero local asociado a la conocida Plazoleta de los
Gallos, ubicada a espaldas del templo parroquial.
El homenajeado es su propio nieto, Damián Quero Morente, que alcanzará tal distinción por su condición de “Caído por Dios y por España”. Era hijo a su vez de Eduardo Quero Goldoni, otro porcunense con
calle dedicada, compañero de promoción y amigo del General Queipo de Llano e implicado
de lleno en la trama golpista que propició el éxito de la conspiración contra
la II Republica Española en la capital cordobesa.
Hasta su hermano José de Quero, quien fuera alcalde
de Porcuna durante de la I República y vicepresidente de la Diputación Provincial
de Jaén, obtuvo el reconocimiento de sus paisanos casi veinte años después de
su muerte. La antigua calle Real adoptó su nombre y fue colocada una placa conmemorativa
en la fachada de la casa en la que nació.
En esta misma casa debió venir al mundo Damián Quero Díaz,
nacido el 27 de septiembre del año 1837.
Sus padre
fueron Manuel Benito de Quero y Partal, escribano de actuaciones públicas
(notario) y Juana Josefa Díaz Izquierdo. Tuvieron varios hijos además de los ya
citados. Francisco que seguiría la carrera de las armas, alcanzando la graduación
de Comandante de Infantería y otro presumiblemente desaparecido a corta edad.
En el trabajo de Don Antonio Aranda sobre el
Archivo Parroquial de Porcuna aparece un hijo de este matrimonio bautizado en Porcuna por el
sacerdote Francisco de Quero y Partal, hermano de Manuel Benito y cura párroco de San Martín de
Arjona. Creemos que pudiera tratarse del primogénito, a quién se le puso por nombre Benito, alargándolo con el Bonoso Maximiano típico entre los moros blancos.
José de
Quero estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Central (Madrid), licenciándose
en el año 1857. En 1860 fallecería el padre. Pese a tal circunstancia, Damián
Quero pudo trasladarse hasta Madrid al objeto de prepararse para el ingreso a la
Escuela Especial de Ingenieros de caminos, canales y puertos, a cuenta del
metálico y efectos que se le adjudicaron a la muerte de su padre.
Conseguido
su primer objetivo, inicia su formación en el seno de tan prestigiosa institución educativa. Según sus planes de estudio, superado el cuarto año se
producía el ingreso automático en el cuerpo. En su de hoja de servicios, a
la que hemos podido tener acceso y de la que hemos sacado la fecha de su
nacimiento, consta con la antigüedad en el cuerpo desde el 3 de noviembre de
1864.
Superado
el periodo de prácticas se produce su nombramiento definitivo:
Por estas fechas ya se hallaba casado con Concepción
Goldoni y Rivas, de cuyo matrimonio habían venido al mundo dos varones llamados
Luis y Juan.
El hecho
de tener ya responsabilidades familiares y el de haber tirado previamente de su
parte de herencia, creemos que tuvo que ser determinante a la hora de optar por
un destino colonial mejor retribuido.
Por R.O.
de 24 de noviembre de 1866 fue nombrado Ingeniero 1º con destino a las obras
públicas de las Islas Filipinas con un sueldo anual de 1.200 escudos y 2.800 de
sobresueldo.
Inmediatamente
se desplaza hasta la villa de Porcuna para hacer testamento en la notaria de
don Francisco Funes Merino, y así dejar atadas una serie de cuestiones
sucesorias en previsión de cualquier incidencia durante su aventura colonial.
Nombró como albaceas a su tío Fermín de Quero y Partal, y a sus hermanos José y
Francisco de Quero y Díaz, propietario y militar en activo respectivamente.
El 19 de diciembre embarcaba en Marsella con
destino a las Islas a través del Canal de Suez.
Destinado
en un principio al distrito de Nueva Caceres realiza varios reconocimientos y
replanteos de edificios públicos, así como estudios para el establecimiento de
algunos puentes en la provincia de Batangas.
Obsérvese el excepcional grado de perfección de su caligrafía.
Con el tiempo sería nombrado Ingeniero Jefe del
distrito de Cebú en el trascurre la mayor parte de su carrera profesional
durante su estancia en la Isla.
Sobre
sus proyectos y realizaciones materiales conocemos algunas muestras, cuyas
litografías, sacadas de fotografías, fueron publicadas en la Ilustración
Española y Americana.
Se tratan
de la nueva Casa del Gobierno de Iloio
en la Isla de Panay y un puente de
madera sobre la ría de Iloio,
Casa del Gobierno de Iloio. |
Detalle del Puente sobre la Ría.
En el reportaje publicado en la Ilustración se le
atribuye el mérito al Jefe de Obras Publicas. Tal circunstancia no pasó
desapercibida para Quero, que inmediatamente se encargó de clarificar la
verdadera responsabilidad de las mismas:
“Rectificación. La Ilustración Española en
su último número, presenta los notables dibujos de las obras ejecutadas en
Iloio (Filipinas) , atribuyendo el mérito de su ejecución al jefe de obras
públicas: y nosotros, mejor informados, debemos rectificar que han sido
ejecutadas y dirigidas por el ingeniero de caminos, jefe del departamento de
Las Visayas, don Damián de Quero y Díaz”.
(La Iberia 1875)
Coincidiendo con la terminación de estos trabajos resulta afectado su estado de salud:
“Don Damián Quero, ingeniero civil, padece
una afección disentérica, que se hace tenaz a cuantos medios se han venido
poniendo en práctica para su curación, y que produce ya serios trastornos
debido a su falta de nutrición, por lo que hoy su vida se encuentra en grave
peligro y estando sostenido el padecimiento por causas climatológicas, creo de
imprescindible necesidad su más pronto traslado a la Península, como único
medio de salvación”.
(De
un certificado médico expedido en marzo de 1875)
Atendida su solicitud de licencia temporal, el 9 de
abril de 1875 sale del puerto de Iloio a bordo del vapor ingles Benladi, que
tenía por escala Singapur y por destino Londres.
Tras una
larga travesía, el 31 de mayo desembarcaba en el puerto de Málaga a bordo del
vapor mercante “Alegria” procedente de Gibraltar.
La familia, que había crecido durante esos 8 años de
estancia en el archipiélago, debió permanecer a la espera.
Durante
este periodo fijo su residencia en Porcuna al lado de su madre y hermanos. La
recuperación, al parecer, no terminaba de llegar, por lo que inició los
trámites para la obtención de la licencia definitiva, a la que termina
accediendo el Ministerio de Ultramar “sin
prejuicio de ser preferido para volver a su destino si cuando se restableciese
por completo hubiese vacante”.
|
Su familia regresa inmediatamente y es destinado a la Jefatura Provincial de Obras
Públicas de Córdoba, en la que se desarrollará el grueso de su carrera
profesional, y de la que llegaría a ser Ingeniero Jefe.
Este nuevo periodo de su vida, durante el cual
militaría en las filas de la Masonería cordobesa, y adquiriría cierto peso y
ascendencia dentro del Partido Republicano Federal de la provincia de Córdoba, lo
dejamos pospuesto para una nueva entrada.
FUENTES
UTILIZADAS
Expedientes y documentos varios alojados en el
Portal Pares de Archivos del Ministerio de Cultura.
Testamento de don Damián Quero y Díaz, dado en Porcuna
el día 10 de diciembre de 1866 ante el notario don Francisco Funes Merino. Protocolos
Notariales (AHPJ). Obtenido
por gentileza de un amigo con el que comparto aficiones llamado Jesús Morales
Quesada.
Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional.
Biblioteca Digital Hispánica.
El retrato procede del libro de Francisco
Moreno Gómez / Juan Ortiz Villalba: La Masonería en Córdoba. Ed. Albolafia.
Córdoba. 1985.
No hay comentarios:
Publicar un comentario