Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

17 mayo 2011

Teatro en Porcuna durante las primeras décadas del siglo XX.



   Una vez más me sirvo de la Historia de Porcuna de Manuel Heredia Espinosa para adentrarme en esta faceta lúdica y cultural de la vida sus ciudadanos durante las primeras décadas del siglo XX.
   Entre 1906 y 1910 las compañías cómico-líricas o cómico-dramáticas que recalaban en Porcuna, utilizaban para sus representaciones los patios o salones del antiguo Convento de San Francisco, perteneciente a los Propios del Ayuntamiento desde el proceso desamortizador del siglo XIX.
   A partir de 1910 se habilita para uso teatral un solar propiedad de Luís López Garrido ubicado donde posteriormente se construiría el Teatro-Cine Carrera.

    A un nivel inferior en cuanto a calidad artística, aunque con diferente estímulo para sus asiduos concurrentes, estaría el Café Cantante instalado en el nº 12 de la calle de Alharilla, conocido por Posada del Jabonero. Los ciudadanos del género masculino que osaran cruzar el umbral de su puerta, podían escuchar y disfrutar de famosos cuplés, como El Morrongo o La Pulga, interpretados por atractivas tiples. Heredia Espinosa circunscribe su corta existencia a los años 1905 y 1906. Posiblemente este establecimiento, servido por camareras, sucumbiera ante las frecuentes desavenencias conyugales y las más que presumibles presiones del estamento eclesiástico encargado de velar por la buena salud de la moral pública.




   La ausencia de colecciones de prensa histórica jiennense digitalizada y de libre acceso a través de la red, limita, de momento, esta pequeña aproximación al estudio de este aspecto de la historia de la vida cultural y cotidiana de Porcuna, a las escasas referencias tomadas de la prensa nacional alojadas en las hemerotecas digitales.

   Una primera noticia se remonta a la temporada de verano del año 1910, en que la compañía de zarzuela y opereta dirigida por sus primeros actores Sres. Zambruno y Gutiérrez, estrenaron y representaron, “con éxito lisonjero”, en el nuevo Teatro de Verano la zarzuela “Amor ciego”.




El Eco Artístico  15 de agosto de 1910


 
   En la temporada siguiente, la de 1911, podemos constatar la presencia de la Compañía cómico-dramática Camarero-Robles.  Destaca su primera actriz, Aurelia Camarero, que tras varias temporadas al lado de José Vico, decide conformar compañía propia para lanzarse de gira por provincias. Su compañero de aventura el ya veterano actor José Robles.

La Corespondencia de España 3 de julio de 1911



   En el mes de julio de 1913, durante la festividad de Santiago, Santa Ana y la Niña, cuando se produce en el cortijo de San Pantaleón aquel luctuoso suceso en el que se vieron implicados los Hermanos Nereos, repetía plaza la compañía de zarzuela de Manuel Zambruno. La buena acogida tributada por el público durante aquellas fiestas, les permitiría abrir un nuevo abono por 15 funciones.
   Su elenco artístico estaba compuesto por las señoras Rey y Barrera, las señoritas Ruiz (A. y L) y Cabanes, y los Sres. Zambruno, Rodríguez, Córdoba, Escribano, Cabanes y Zambruno (hijo). Entre las zarzuelas y operetas que llevaban entre su repertorio: La Comisaria, Apaga y vámonos, El ratón, Molinos de viento, La banda de trompetas, Sangre moza, Musas latinas, El Nuevo Testamento, Los cadetes de la Reina,  o La canción del trabajo.
   El especial éxito alcanzado por esta última aparece reflejado en la crónica enviada desde Porcuna:

   “La canción del trabajo ha sido un verdadero acontecimiento artístico, siendo repetidos todos los números de la partitura, especialmente "la canción del pajarito", cantada admirablemente por la Sra. Rey, y los cuplés del tercer cuadro, por la señorita Somavilla y el Sr. Zambruno”.

   Aquellas exitosas actuaciones tuvieron forzosamente que traducirse en pingues beneficios para el empresario, que vuelve a contar con el Sr. Zambruno y Cia. para una nueva temporada de abono que se inicia durante la Feria Real.

La Correspondencia de España 8 de septiembre de 1913


   Esta compañía del Sr. Zambruno, acudiendo a las crónicas teatrales de los periódicos, podemos observar que durante varias temporadas consecutivas estuvo muy vinculada a las provincias andaluzas de Córdoba y Jaén, en las que se desarrollan primordialmente sus temporadas de verano. En concreto, aquella temporada de verano de 1913 que se inicia en Cabra, continuando por Porcuna, Bujalance, Lopera, nuevamente Porcuna, otra vez Bujalance, se cierra en Martos y Andujar en escenarios ya cubiertos durante el invierno.



   Otra compañía, ahora cómico-dramática, también históricamente vinculada a espacios escénicos de estas provincias vecinas es la de Eustaquio Salado. Se trata de la típica compañía familiar de provincias, con el Sr. Salado como primer actor, la señora Elisa Catalán como primera actriz, y sus hijos que se van incorporando con el tiempo, caso de los hermanos Elisa , Eduardo y Carmencita Salado.
   Actúan en Porcuna al final de la temporada de verano del año 1915 (octubre). Por la fecha, ya otoño, y por la novedosa referencia en la crónica al “Teatro Obulco”, me induce a pensar que pudiera existir ya un espacio cubierto para el teatro.
   Como por entonces los porcunenses no conocerían de la existencia y presencia de su heroica paisana Maria Bellido (que nomina nuestro actual espacio escénico) con su cántara, en el "teatro de operaciones" de la famosa y patriótica Batalla de Bailén, con la se consiguió frenar el avance del invasor gabacho, aquel empresario optó por recurrir a la historia local para nominar su sala. De ahí que tomase el glorioso y antiguo nombre de la ciudad (Urbs Victrix Nobilis - Obulco) de sus antiguos pobladores.

Heraldo de Madrid 4 de octubre de 1915
   Esta corta reseña no menciona el repertorio, por lo que recurro a sus actuaciones en la vecina localidad cordobesa de Castro del Río durante aquel verano:



  “En todas las obras representadas se advierte el magnífico y ordenado conjunto de los artistas que dirige el señor Salado.
   Tanto en “La Malquerida” como en las demás obras representadas, que fueron “El lobo” “Celia en los infiernos” y “El misterio del cuarto amarillo”, tributó el público grandes ovaciones a la primera actriz Elisa Catalán, que en unión de la gentilísima dama joven Elisa Salado y del notable galán joven Eduardo Salado, interpretaron sus respectivos papeles de modo admirable y exquisita naturalidad.
   Muy bien las Sras. Fernández, Villamartín y Santiago, Srtas. Guerrero, LLovet y García y los señores Díez, Sola, Gonima, Navarro, Cortés y Pueyo.
   La compañía sale para Cabra a inaugurar el magnífico teatro de verano que en aquella ciudad ha construido el laborioso industrial y conocido empresario Sr. Manchado.”



   Ya finalizando esta segunda década del siglo XX en la que nos estamos centrando, también la prensa nacional nos aporta información sobre las representaciones en Porcuna de la compañía cómico-dramática Carrasco-Carreras, en la que destaca su primera actriz Margarita Carrasco, y el joven actor malagueño Luís M. Carreras, que hace también las veces de director.

Heraldo de Madrid 5 de junio de 1920

   Es de ésta actriz la única de la que he encontrado fotografías alojadas en la prensa gráfica de la época, que utilizo como ilustración.



   Esperemos que algún día, cuando definitivamente la prensa histórica jiennense salga de las catacumbas, podamos complementar y ampliar este trabajo.

  Por cierto, no recuerdo si el Obispado de Jaén o su Cabildo Catedralicio disponen de una buena colección de “El Pueblo Católico”. Si no tuvieran o tuviesen en la actualidad los medios económicos necesarios para digitalizarla y divulgarla, si las instituciones culturales jiennenses, en la actual coyuntura, no pudiesen tampoco financiarlo, y fuera preciso recurrir a una cuestación, cual aquella de "la perra gorda" realizada por el célebre padre jesuita Tarín en Porcuna a finales del XIX y principios del XX, para la edificación de su templo parroquial, un servidor, y creo que otros muchos aficionados a la historia de nuestra provincia, estaríamos dispuestos a contribuir a dicho fin en la medida de nuestras posibilidades.
  Nuestro Padre Tarín había estudiado arte dramático y dominaba magistralmente la escena. Pero de su variado y adaptable repertorio, de sus representaciones en Porcuna y Castro del Río, y se sus numerosas giras misionales por provincias ya me ocuparé cuando proceda.

   Como el epílogo pudiera prestarse a erróneas y torticeras interpretaciones por parte de cabezas huecas o descerebrados/adas, propensos/as a homologar al disidente con la digna y honrada profesión de clown o payaso de circo, permítanme que sea algo más explicito.

  Mi más profundo y sincero respecto para con el Cristianismo bien entendido (auténticos seguidores de la doctrina de Jesucristo). Aunque en ese contexto histórico, le pese a quien le pese (le suele costar a la Iglesia reconocer errores históricos), el jesuitismo representado por el famoso Padre Tarín y similares de su congregación, labora en pro de un claro y único objetivo: evitar el avance de “propagandas disolventes” entre el proletariado rural (con el urbano no se atreven), con la resignación cristiana como receta y única alternativa a la lucha de clases. En concreto, la última misión del Padre Tarín en Porcuna, la de 1904, cuando echa mano de lo mejor de su repertorio, coincide con el despegue del obrerismo local a través de la sociedad obrera Paz y Libertad.

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