Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

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04 junio 2011

Futbol en Porcuna durante los años 30.


  

   Desinfectando y transfiriendo documentación desde mi viejo PC al veloz y ultramoderno portátil, he reparado en una vieja carpeta en la que está almacenada la escasa información de la que dispongo sobre el fútbol en Porcuna durante los años treinta, anterior a la guerra civil.

   La tenia como aparcada, esperando complementarla cuando la prensa histórica jiennense digitalizada y colgada en la red, hiciese acto de presencia, o encontrar el momento para personarme in situ en las instituciones jiennenses que conservan prensa histórica (trabajo de chinos sin buscadores).
   Como, en el momento actual, ambas cosas parecen casi quiméricas, he optado por darle forma y divulgarla definitivamente.
   Se trata de escuetas informaciones procedentes de la prensa histórica cordobesa, sobre los partidos jugados por equipos porcunenses contra los de las vecinas localidades de Bujalance, Cañete de las Torres y Valenzuela.

   Los dos equipos existentes durante el periodo inmediatamente anterior (Obulco y Mixto Obrero) parecen subsistir, aunque por las relaciones sociales derivadas del nuevo marco histórico, ya sin la tutela y proteccionismo de los primeros para con los segundos ejercido en tiempos pasados.

   Son tres crónicas de las que dispongo, todas pertenecientes al periodo festivo y estival, por lo que intuyo que el fútbol en Porcuna no llegaría a alcanzar nunca durante estos años la pujanza y regularidad que adquiere en otras poblaciones, caso de la cordobesa de Castro del Río, donde éste durante los años 30, aparte de dividir sociológicamente a su afición, toma el rango definitivo de espectáculo, con un rosario de partidos amistosos organizados por sus dos equipos (Unión Deportiva y Sporting) durante todo el año, con sus respectivos terrenos de juego vallados y acondicionados con vestuarios. Esa fiebre, terminaría traduciéndose en una importante respuesta por parte del público en taquilla, lo que facilitaba el recurso al refuerzo foráneo y la contratación de rivales de cierta entidad.

   Alguna ocurrencia, de las relatadas en vida por Manuel Heredia Espinosa (mi chacho) que fuera jugador del Obulco o Porcuna F.C. me lo corrobora. Ya me detendré en ello más adelante.

   La primera referencia,  es anterior a la proclamación de la República, de un partido jugado en Bujalance frente al primer equipo de esta localidad durante el carnaval del año 1931. El equipo de Porcuna aparece reseñado en las crónicas como Porcuna F.C. “En uno de los partidos mas interesantes de los celebrados en la presente temporada; los forasteros, pese a mostrar bastante pericia en el juego, fueron derrotados por los locales por tres goles a cero” (El Defensor de Córdoba 13 de febrero de 1931).




   Las alineaciones las sacamos de la también escueta crónica que del mismo partido hace el corresponsal local del diario gráfico La Voz:

   Bujalance F.C.: Sabater; Mestanza, Benito; Latorre, Alfonso, Aragón; Cerezo, Lora, Ibáñez, Curita y Mohines.
    Porcuna F.C: Sevillano; Alcázar, Vallejo; Ruiz, Espinosa, M. Torres; Quero, Peña, Morente, Cordón y Bellido.

Alineaciones del Infantil del Obulco F.C (verano de 1924)

   Reparando en los nombres de los equipiers del Obulco F.C Infantil del verano de 1924, podremos apreciar como este denominado Porcuna F.C viene a ser un continuador de aquel. Exceptuando al portero, Sevillano, que debe ser un refuerzo ocasional (un guardameta con ese mismo nombre, aparece en alineaciones de equipos de la capital cordobesa o alineado con equipos de la provincia en partidos amistosos durante los años treinta), la mayoría de los jugadores de Porcuna en este partido de Bujalance ya habian jugado con los infantiles del Obulco F.C. (Heredia Espinosa, Alcázar, Vallejo, Morente, Cordón y Bellido).


   Durante el mes de agosto de ese mismo año de 1931, un equipo de Porcuna comparecía en la vecina localidad de Cañete de las Torres, para contender frente al recién creado Gimnástico de Cañete. Era el tercer partido en el corto historial de los cañeteros, que ya habían perdido previamente contra el Lopera F.C en su debut, por una respetable diferencia, y vencido al asequible equipo de Villafranca de Córdoba.

   A las cinco y media de la tarde, en un campo cercado por una muralla humana, saltaron los equipos al terreno de juego. Victoria de los cañeteros por un claro y contundente 8 a 0.


 
   Este segundo equipo no creo que se trate del mismo que perdiera ante el potente Bujalance F.C. (“señoritos”) manteniendo el tipo dignamente. Estos nuevos futbolistas porcunenses, les supongo herederos de aquel otro equipo local ya reseñado en crónicas de los años veinte como “Mixto Obrero”. Son o serían, los que, como bien recoge Fernando Enrique Salas Herrera en su trabajo “Memorias del Fútbol en Porcuna (1904-1970)”, terminarían siendo conocidos a nivel popular como el equipo de “los diez galgos y el pachón”, integrado en su mayoría por jugadores de extracción social humilde. Fernando, ha rescatado de la tradición oral los nombres de algunos de los jugadores estrella del periodo, pero sin terminar de encuadrarlos en sus respectivos equipos: “El Moreno Galones”, “El Niño Salas” o “Cordón”.
   Supongo, que este mismo equipo de Porcuna, pero con la peculiar denominación de Alpargate F.C, es el anunciado para contender, durante las concurridas Ferias y Fiestas de Valenzuela del año de 1932, frente al potente y prestigioso Recreativo Vinagorro F.C.
   Los vinagorros, aquel año, no repararon en gastos para sus tradicionales fiestas de Agosto. La Banda Municipal de Porcuna, en dianas floreadas y conciertos vespertinos, ofreció al pueblo de Valenzuela lo mejor de su repertorio. Por la noche, bailes en el “Centro Recreativo” hasta altas horas de la madrugada, una compañía de teatro, y la actuación estelar durante el ultimo día de “El Niño Marchena” y su trouppe flamenca.

   Las tardes festivas estuvieron consagradas al deporte de la pelota (la proyectada plaza de toros seguía aparcada), con tres encuentros consecutivos celebrados en el recién inaugurado Stadium de San Roque (tierra calma de ruedo, con tres vueltas de rulo y butacas caseras con el culo de enea) entre el Recreativo F.C. local y equipos de la comarca:


 
   • Día 15: Recreativo F.C.- Nacional Baenense. 4 a 1 a favor de los locales, reforzados por los porcunenses “El Moreno” (delantero centro) y “Cordón” (medio centro). Como guardameta local se alinea un tal “Ruano” que tuvo una destacada actuación. Otros aborígenes mencionados: Gómez, Castilla, Manolito y Gallardo.
   • Día 16: Terremoto F.C. de Santiago de Calatrava (Jaén)- Recreativo F.C. Infantil: “partido soso, demostrando ambos equipos la falta de entrenamiento”. 5 a 4 a favor de los locales.
   • Día 17: Recreativo F.C – Alpargate F.C. de Porcuna (ver recorte prensa).




Stadium San Roque (veinte años después)
 
   La fotografía anterior, catalogada como JJ-003 perteneciente a la Fototeca de Arqvipo, ha sido capturada en pantalla del PDF encriptado que alojan en su página. Como de leyes y protección de patrimonio, propiedad intelectual y material, estos señores están suficientemente versados y preparados (sargento jurídico incluido) , y no quisiera tener que afrontar innecesarios gastos en minutas de abogado/a por usurpación, si no fuese del agrado de usías mi arrebato ("es que me viene de p.m"), háganmelo saber y la sustituyo inmediatamente. La solicitud, aunque tardíamente, esta cursada por correo electrónico.

   A destacar, esas ingeniosas y socorridas soluciones puestas en práctica por ingenieros vinagorros, como los  improvisados largueros de la portería, conformados por gruesas varas, de las utilizadas para derribar la aceituna, amarradas entre ellas. Los problemas vendrían, cuando algún acreditado cañonero tuviera el atino de estrellar la pelota sobre el mismo (imagino que habría repuestos).


   Aparte de estas concisas crónicas periodísticas, de la única información escrita que se dispone, de momento, sobre el fútbol porcunense del periodo, es la recogida en un programa de Feria Real del año 1933, en la que se hace referencia a la celebración de un trofeo durante la misma.

   Ya sólo me queda por recurrir a un testimonio recabado en vida de Manuel Heredia Espinosa (mi tío), quien fomentará durante mi infancia tanto la afición taurina, como la futbolística.

   La primera, con el regalo de un conjunto de prendas y utensilios taurinos (montera, capote, muleta, banderillas y estoque de madera), que mi madre me obligaba a lucir aquellas tardes en que casi todo el vecindario se congregaba en el salón comedor de mi domicilio, para visionar aquellas primeras retrasmisiones de toros en un aparato de televisión sin marca de los que fabricaba Pablo del Pino.



   La anhelada equipación de futbolista jamás llagaría, ni por parte de padres ni tíos. Eso si, gracias a mi chacho Manuel, tuve la ocasión de asistir por primera vez en mi vida (con tan sólo 4 años) a todo un espectáculo deportivo, grabado a fuego en mi memoria, el encuentro internacional entre las selecciones B de España y Portugal celebrado en el viejo Arcángel de Córdoba.



   Manuel Heredia (Espinosa) aprendió a jugar al fútbol durante su estancia en los seminarios de Baeza y Jaén. Su testimonio nos puede servir para hacernos una idea sobre como transcurrían aquellos trofeos de Feria en Porcuna.

   Los protagonistas de la anécdota, los jugadores del Lopera F.C., que después de haber recibido en el terreno de juego y obsequiado con bailes y agasajos al equipo de Porcuna durante la Feria de los Cristos, devolvían visita durante la Feria Real (pudiera tratarse de ese trofeo anunciado para 1933).
   El trasporte se realizaba en camionetas con sillas de enea ancladas a sus laterales. Los loperanos se presentaban vestidos con sus mejores galas, que a la postre eran las que les iban a servir para impresionar a las jóvenes locales durante los bailes nocturnos.



  Como el stadium local “Ejido de Napoleón”, carecía de vestuarios, el cambio de equipación se realizaba en unos cobertizos próximos al terreno. Durante el transcurso del partido, cuyo trofeo por "bemoles" debía quedar en las vitrinas del club local, el elemento pulga saltarina se cebó con los trajes de los futbolistas loperanos.
   Al terminar el partido, tras los correspondientes hurras por parte de los vencedores y caras de circunstancias de los loperanos derrotados, tocaba aseo con unos barreños y cantaros de agua, que hospitalariamente se habían puesto a disposición de los visitantes. Aseados, pertrechados y perfumados, todos al ferial a esperar a los futbolistas de Porcuna que les proporcionarían el pase a los bailes de sociedad.
   Una vez en las casetas, prestos a hacer gala de sus dotes de bailarines, la pulga saltarina instalada en los trajes, empezó a desplazarse y a cebarse sobre la piel de los “vecinos meloneros”. Algunos parecían padecer el “mal de san vito”. Ante el contagio colectivo y las burlas, optaron por tomar su camioneta y casi en pelotas dirigirse prestamente hacia su localidad de origen. Creo que prometieron no jugar en Porcuna de por vida.



01 junio 2011

Impresiones de un aspirante a guardameta desde un asiento de peseta.


   La elaboración de entradas de carácter histórico, requiere de un meticuloso y laborioso proceso previo de documentación (horas: muchas, muchísimas…). Aunque, sigo teniendo perfilados y en mente otros temas que desarrollar, de momento, entre el letargo casi veraniego, los partidos de tenis de Roland Garros y ciertos contratiempos informáticos, casi no toco tecla a mi nivel habitual.
   Los últimos, derivan de una licencia caducada de antivirus no renovada a tiempo. La promiscuidad a la que se ve sometido el PC de mi dependencia de trabajo, al que todos/as acuden apresuradamente a meter su lápiz con el exigente propósito de una rápida y eficaz impresión por parte de la Ricoh a la que se haya conectado, ha provocado una epidemia en regla de enfermedades venéreas que se suponían extinguidas (ñores/ñoras no se puede meter en pendrive en cualquier sitio sin la protección adecuada). Alertados los servicios sanitarios, se ha procedido a la oportuna desinfección, aunque en numerosos casos, el virus se ha trasladado a ordenadores caseros mal protegidos. Es mi caso.
   De ahí, que haya tenido que dedicarle alguna que otra tarde a tratamientos sanitarios domiciliarios. Como prácticamente carecía ya de espacio en su disco duro, he tenido que adquirir otro (portátil), que también exige tiempo y cuidados para la instalación de  nuevos programas y terminar de configurar los existentes. Para colmo, trae una nueva versión de Windows con la que tengo que familiarizarme.
   Así que de momento, para mantener el blog vivo, seguiré echando mano a las socorridas humoradas y futbolerías del Reporter X, y su inestimable y dadivoso amigo, don Blas Cabello Chocero “el mago de la pelota”.
   En esta ocasión, aunque le suponemos presente como acompañante del cronista, don Blas queda relegado a un discreto segundo plano. Se trata de dos crónicas, casi taurinas, que “el mago del periodismo” elabora como si de nuevas experiencias se tratara, después de aquella su primera toma de contacto con el deporte de la pelota, ya reflejada en entradas anteriores.

Impresiones desde un asiento de tres reales.

 


     Mi acompañante- yo siempre voy al Stadium acompañado- me dice, con gran alegría:
   - Fíjate, esta nublado, como en Londres. Así da gusto presenciar un partido de fútbol. En su salsa. Los toros con sol; la pelota con nubes pardas y sucias… ¡Viva el deporte!
   Mi amigo está, desde luego, un poquito tocado de la cabeza. No se explica de otra manera esto.
   Pero dejemos el prólogo a un lado. Vamos a presenciar el segundo partido de pelota, como aprendizaje, para ocupar en su día el puesto de “Guardameta” en cualquier equipo local.
   En la puerta del Stadium veo que guarda fila para sacar entrada el diestro cordobés Zurito, con toda su familia…
   - ¡Ah! ¿Tu también?
   - Si, hombre, pero no me pongas…Yo vengo al partido para aprender; además todos los buenos aficionados a los toros desfilan por este sitio. Hasta Guerrita quizá venga un día.
   - No me extraña nada…
   Tomamos asiento cuando Joaquinito P. Madrigal saca el pito - ¡ay que pitito! – para dar la orden de romper filas.
   Luchan el equipo “Iberia F.C” de Sevilla y los de casa. Los primeros de jersey negro y azul; los de acá blanco amerengado. ¡Un encanto de traje!
   Y… ¡Vamos al toro!
   Los de Sevilla parece que vienen despiertos, y dispuestos a todo. Pero seguimos con la fatalidad de los porteros. El del domingo anterior estaba “lelo”, y el de ayer casi, casi…Trianero era el pollo.
   Miraba al cielo, luego a un guardia que había cerca, y hacía el palco donde había unos paisanos, y mientras, los de casa, apretando que era un primor por los alrededores de la puerta. El señor Burgos – nombre del pollo en cuestión – salió en varias ocasiones fuera de la portería, y una de las veces que se salió más de la cuenta Barragán, el mago, que lo mismo mete un goal con la pierna que con un codo, que con la oreja, que con la cabeza, metió uno maravilloso, limpio, acabado, con el occipital, que le valió una ovación estruendosa, imponente, merecidísima…



   Poco tiempo después, le dio un cate al balón con el pecho, hizo una coquetería balompédica, miró a una negra que había en primera fila de butacas, hizo un mohín al portero, y ¡zas! otro “goal”.
   Horrillo aprovechó una “melée” y, en un momento que el portero de Triana estaba fuera de la puerta, metió el tercero nuestro.
   Los sevillanos también metieron uno. Tuvo la culpa Tejado, que tiene poca fuerza en los pies. Tiene que hacer ejercicios gimnásticos, flexiones, para desarrollar las canillas…Este Tejado tiene jaramagos. Salió, fue a dar un puntapié a la pelota y marró, y Borrego del equipo “Iberia”, que estaba avisado, coló el balón en la puerta nuestra.
   Aparte de esto no hubo nada saliente. Unas gotas que cayeron y el público de “a tres reales” que se metió en el de “a dos pesetas”. Mejor, porque nos quedamos más claros…
   Hacemos punto final, dándoles un palito a los chicos del “Sporting”. Hay que traer más enemigo, de mayor calidad. Con los de ayer no se lucha. Son poquita cosa. Y ustedes que lo sabían no trabajaron nada, ni hicieron nada, nada más que aburrirnos.
  Y en resumen. Nuestro equipo, generoso, hizo un obsequio a los derrotados, variándoles el jersey negro para ponerlos “verdes”.
                                                                                                               REPORTER X




 
Impresiones desde un asiento de peseta.





   Hoy tomamos nota desde un asiento de peseta. Ha subido la localidad democrática un realito. Según dicen, para “beneficencia”. Si es así, pase, aunque mejor sería que la empresa cediese un real o dos del precio corriente, y no cargárselo al público. Así es muy fácil ser filántropo y benéfico…
   Hay gran expectación para el partido. Contienden con los de casa el equipo “Nacional de Cádiz” campeón de su provincia.
   - Hoy hay “hule”- dicen “los intelectuales”. Verá usted Córdoba esta tarde…
   Cádiz es un equipo de gran fuerza, y trae al portero y al delantero centro del “Español”…Para colmo, los nuestros llevan el jersey “verde”. Es un aviso…
   Madrigal no actúa de árbitro, y es una lástima, porqué podía lucir su magnífico traje modelo turismo, once años de garantía. En su lugar figura de “referee” un señor bajito, con una camisa a rayas, que, según “los intelectuales” entiende mucho.
   El portero de Cádiz tiene más barba que un capuchino. ¡Y han bajado de precio las hojas de Gillette! Se alinean, suena el pito y a la carga.



   El partido empieza soso, hasta que Abad nos levanta del asiento y está a punto de meter el esférico en la portería del pollo de la barba crecida. Luego, bravo chus alto y la emoción que se masca… ¡Bien!
   Sigue el partido con interés y los de casa están trabajadores.
   En esto, un gaditano recibe un fuerte golpe y cae al suelo privado de conocimiento. Buscan un compañero, para que les sirva de colchón y se le hace la respiración artificial. El público guarda religioso silencio…Nosotros vemos ya al médico, al cura de San Nicolás, y a Moreno, el de la calle de Pompeyos, rondando el Stadium para quitarle la presa al Aguililla…
   Hay unos minutos angustiosos, hasta que el de Cádiz se levanta de golpe, sacudese las manos, mira al público sonriente y avanza. ¡Lo mismo que los picadores!
   Los de aquí y los de allí cometen faltas que el árbitro no señala. Nos enteramos que es porque el pito no funciona, no le sale el aire.
   Viene la media hora de tedio, de aburrimiento, de guasa de estos partidos. Es lo más feo que tiene el deporte. Los de Córdoba se ponen muy pesados, muy malos, y hasta Barragán se dedica a leer el anuncio de Ebanistería Cordobesa.
   ¡Ah! El portero de Cádiz se enfada con sus compañeros, y les dice cosas feas. ¡Estáis muertos! ¡Ya os arreglaré luego! Y otras que no se pueden transcribir.
   Muy nervioso se pasea por su jurisdicción quitando los chinos, y hasta trozos de adoquín que hay en el campo. Y las redes, de viejas, ya no sirven ni para cazar pajaritos…
   En el segundo tiempo hay que anotar una parada formidable y serena de Miguel. Este chico promete. Tiene mucha pasta, mucho hígado, que es lo necesario para ser portero. En una portería, verdad, no dejaría entrar ni al cobrador del inquilinato; para muy bien.
   El público se cansa, quiere que se haga un goal, sea el que fuere. Y Barragán nos complace porque de remate de pecho cuela uno, y la concurrencia le tributa una ovación.
   A pesar de esto no ha estado como otros días.
   El público increpa al arbitro porqué no está en su sitio; no va como debe detrás del balón. No hay quien lo menee de junto el anuncio de Jabón la Toja, y claro las faltas se suceden y el de la camisa a rayas no se entera.



   Le da el balón a uno del Córdoba, y el de la camisa cree que es penalty. ¡Se le fue otra vez el aire por el pito! Y se forma un escándalo mayúsculo. Los pobrecitos papás y las pobrecitas mamás, sin tener culpa, salen a relucir. Huele el campo a bofetadas y estacazos…
   Los de “sol” le dicen al arbitro que es más malo que la carne de pescuezo. Y los jóvenes que hay próximos a nosotros, pretenden saltar al campo y acabar con aquel. ¡No tanto, señores! Ya tiene el lo suyo por dentro.
   Termina este incidente el equipo de Cádiz, que nobilísimo y caballeroso no tira el discutido penalty.
   Al terminar el partido, el de la camisa a rayas se va más que deprisa, sin quitarle la vista a un guardia de seguridad que hay próximo.
   De público, regular. En preferencia, escaso; en general, casi lleno. Muchos nenes, una barbaridad de nenes, todos los nenes que no han tenido las cuarenta y seis pesetas para ir al partido de Madrid. Cuarenta y cinco del billete de ferrocarril y la peseta para los dos bocadillos en un bar de la Puerta del Sol.

                                                                                                       REPORTER X


    En ambas impresiones aparecen relacionados algunos nombres de peso en el fútbol cordobés de la época. Es el caso del capitán-jugador estrella y entrenador, Francisco Martín Barragán, ex bético y ex sevillista, que los años finales de su carrera como “profesional” los pasaría en Córdoba, primeramente en el Real Sporting, del que salió por la puerta falsa (debilidad por la nocturnidad), para terminar encuadrándose en las filas del su máximo rival a nivel local, el Electromecánica F.C, con el que colgaría las botas definitivamente.
  En la década de los treinta, hallándose casi en la indigencia, el fútbol cordobés llegaría a tributarle un homenaje para aliviar la penosa situación por la que atravesaba.

 
   También es mencionado Joaquín Pérez Madrigal en su faceta de árbitro. Antes había sido jugador de campo y guardameta de aquel Sporting aficionado, que se iniciara en la práctica del foot-ball en los improvisados terrenos de la Victoria o en los patios del cuartel del Regimiento de Infantería de la Reina allá por 1921. 
  Quiero recordar (no me hagan demasiado caso) haber leído que trabajaba en Córdoba como empleado de banca, labor que compaginaba con incursiones periodísticas en la prensa local. En la década de los treinta, llagaría a alcanzar cierta fama y celebridad por su participación en política, como incisivo diputado (jabalí) por el partido republicano radical socialista en las primeras cortes republicanas. Tras la derrota de la izquierda en las elecciones de 1933, se fue desprendiendo progresivamente de su radicalidad. Ya durante la guerra civil se convertiría en un eficaz agente de la propaganda del régimen franquista.
   En un libro de memorias publicado en 1943 ( "Memorias de un converso: Vida, rango y escuela de un español del 31") cita su paso por Córdoba y su relación con al Real Córdoba Sporting Club.

28 mayo 2011

Locos por el fútbol: "El mago cordobés de la pelota "



  Para quienes puedan mostrarse interesados en las humoradas satíricas de don Blas Cabello y Chocero (por los apellidos me suena a que pudiera ser natural de Bujalance)  y su íntimo el Reporter X, que en esta ocasión coinciden como compañeros de redacción en el diario LA VOZ de Córdoba, incluyo una entrevista que el segundo le realiza al primero (personaje célebre en la Córdoba de aquellos años), fechada en noviembre de 1923, cuando aún el conflicto marroquí estaba sin resolver.

  Como consecuencia de la emergente afición al foot-ball, coincidiendo con el inicio de la temporada 1923/24, nace en Córdoba el Semanario Córdoba Deportiva, de cuyas páginas ya me he servido para escudriñar los orígenes del fútbol en Castro del Río y Porcuna. Al frente de la nueva publicación, un tal Escobita, que se había curtido y rodado en esta nueva faceta del periodismo deportivo en la redacción de La Voz. Su hueco, en funciones de redactor deportivo, lo ocuparía, nada más y nada menos, que don Blas Cabello, mas conocido por el sobrenombre de “El mago de la pelota” (Veremos más adelante el porqué).



   Firmaba sus crónicas como Blas (a secas), y por la especial atención que, durante los escasos tres meses que ejerció de periodista, le dedicó al fútbol modesto cordobés, se ganó la simpatía de amplios sectores de la sociedad cordobesa, con la que pudo convertirse en un batallador “concejal de cuarto de hora”.




Blas Cabello que lo mismo extirpa un callo
que hace un penalty.

Hablando con "el mago de la pelota"

-         ¿Pero que estás leyendo con tanta atención, amigo Blas?
-         Calla hombre, lo más grande “El Balón Oxigenado”. Fíjate lo que dice: “Los del El Viso Sporting Club hicieron todo lo que les dio la gana, venciendo al Alcaracejos K.K. por quince goals a cero. El Alcaracejos ante la calidad del enemigo huía a la desbandada.
-         ¿Pero eso es en Marruecos?
-         ¡Qué te calles! “Pérez carga violentamente contra Régulez, quedando este jugador en el suelo sin sentido. De la enfermería dicen que tiene los intestinos fuera”.
-         ¡Que bárbaro!
-        ¿Quién?

-        El autor de la carga.
-        No digas tonterías. Este juego es el más culto y europeo de todos. Además, tú, como todos los compañeros, te dedicas a tomarme el pelo porque sabes que en el periódico el que corta el bacalao soy yo… ¿Quién tiene más lectores de todos? ¿Quién? ¡Dilo enseguida!...
-        Tu, hombre; tu… ¡No faltaba más!
-        Como que los lunes cuando sale LA VOZ  hay más de diez mil chiquillos esperando leer mis brillantísimas crónicas.
-        ¿Eres buen redactor deportivo Blas?
-        El mejor del mundo. ¡No tengo competidor!
-        Entonces como el purgante Besoy… ¿Qué dinero tienes en el bolsillo?
-        Lo de siempre; treinta o treinta y cinco duros en la cartera y mira, veintitantas pesetas sueltas…
-        Pues convida a toda la redacción.



          Nuestro compañero Blas toca el timbre y llama al botones. No necesitamos presentar público al redactor deportivo de LA VOZ. Se presenta él sólo, y además es más popular que el caimán de la Fuensanta. ¿Quién no ha visto en los balconcillos de la barbería de Domingo Fernández, un hombre enjuto, ni alto ni bajo, afeitado, relamido, con una tirilla de pajaritas que se la colocó el día de su boda y aún le dura? Ese, ese mismo es Blas Cabello, profesional del callo, malabarista, ex vendedor de décimos de lotería, ex aventurero y ex vendedor de cocos.

                    Blas – y volviendo a la charla- extrae del bolsillo un duro y dice olímpicamente.
                   - Niño, ponte a las órdenes de la concurrencia.
           Rafael Manzini pide café con copa y puro; Julifer, un café y dos puros, porque no bebe; “Don Paco” gran gastrónomo, una ración de riñones; Aquino, para trotar bien las calles, pide un par de medios; Miranda, bicarbonato; Juanito Aguilar, unos pastelitos de cabello de ángel, y el cronista no pide nada, porque lo prefiere en metálico.
      -        Eres un hombre desprendido. ¡Viva Blas!
      -        ¡Viva!
      -        Señores, muchas gracias por todo, pero este homenaje que me tributáis es inmerecido. Todo el dinero que tengo yo es vuestro…
     -        (Este tío me paga el alquiler de la casa, me dice Miranda por lo bajo).
     -        Y es vuestro porque el dinero no tiene valor…
     -        ¡Bien!
     -        No tiene valor alguno. Y si el placer de gastarlo, de disfrutarlo, de vivirlo.
     -        ¡Castelarino! ¡Viva el mago de la pelota!
     -        ¡Hurra!
   La redacción se revoluciona, y a costa de grandes esfuerzos impongo silencio para seguir preguntándole.
-        Vamos a ver, Blas ¿Cómo nació en ti la afición a este deporte?
-        Hijo, mi profesión. Soy callista, y siempre he estado cerca de los pies.
-        ¡Es posible!
-        Natural. Yo, desde que tenía quince años, me he dedicado al arte de arreglar los pies. Media vida que me he pasado en el suelo.
-        Como los betuneros. Y dime, inmenso Blas ¿Qué es eso que llevas en el lado izquierdo del chaleco?
-        ¡Ah! Una ampliación del delantero centro del Barcelona F.C. ¡Un coloso!
-        ¿Pero en serio, sientes estas cosas?
-        ¡Vamos hombre!, mira a mi me cuesta el deporte del foot-ball de veinte a veinticinco mil pesetas anuales.
-        ¿En serio?
-        La biblioteca que poseo a base de libros y folletos de este incomparable deporte, vale una millonada. Además, todos los nenes que forman sociedades de balompié, me eligen presidente de honor para costearle de todo. Y convido a café al que hable bien del juego de la pelota.
-        ¡Viva el foot-ball! ¡Mueran las corridas de toros! – grita Miranda con vistas al moka.
-        Nada, nada, lo dicho.
-        ¿Y eso que tienes en la cinta del sombrero, que es?
-        Un retrato en miniatura de Santizo.

-        ¿Quién es ese?
-        Otro fenómeno.
-        ¿Y lo del cinturón?
-        Una composición preciosa de Zamora, el portero.
-        Estás loco, Blas. Pero sigamos: ¿Qué se dice por ahí de “no se yo que pendiente” entre Escobita y tu?
-        Nada, que se han empeñado en que le pinche y lo van a conseguir. ¡Pero yo soy el más grande! ¡¡El más grande!! Ponlo con letras “así”.
-        ¡Basta, Blas! Dejemos el deporte a un lado, y vamos a otra cosa. ¿Es verdad que has sido prestidigitador?
-        Clarísimo. Con el nombre de Monsieur Saball. Por cierto que en el año 1908, en Linares, anuncié que iba a hipnotizar a un burro, en la plaza de toros. Ante miles de espectadores hice el experimento, y con disimulo le metí al semoviente en las narices un algodón impregnado de amoniaco; pero se me olvidó extraérselo y el burro la diñó en serio. ¡Bueno, el público me comía!
-        ¿Y que más has sido?
-        ¡Uf! Necesitaríamos dos periódicos para contar cosas. Hasta cura.
-        ¿Cura?
-        Si, hombre si, cura, en Méjico, cuando la Revolución. ¡Pocos muertos que he levantado yo!
-        Lo creo.
-        ¿Qué tiempo hace de eso?
-        Ya ves, nací en 1858.
-        ¿El 58? ¿Pero tu has visto edificarse la Malmuerta?
-        Tanto no, pero he asistido a la batalla de Guadalete.
-        ¿Y con esa edad quieres jugar todavía a la pelota?
-        Vaya. Mañana quizás juegue de portero contra el de Sevilla. Verás que agilidad... Pero vamos a dejar esto de lado. Préstame atención, que voy a continuar con la lectura del “Balón Oxigenado”. Íbamos por la enfermería.
-        Justamente.
-        Por la patada…Espérate…¡Ah! Ya está “Gracia le pasa el centro que tira un cañonazo…”
-        ¿Seguimos en Marruecos?
-        ¡Silencio! “Tira un cañonazo que el portero bloca”.
-        ¡Bravo!
-        ¡Silencio! “La línea de delanteros se le echa encima”.
-        ¡Pobrecitos!
-        “…y los esquiva valiente y con agilidad”.
-        ¡Bueno, señores! En vista de la guasa un servidor ahueca el ala para asistir a la reunión que el “Puerta del Puente F.C” celebra en la taberna de la fotografía.
Con que…
   El botones interrumpe:
-        Un hombre pretende ver a don Blas.
-        Que pase.
-        ¿Quién es don Blas Cabello?
-        Servidor.
-        De parte de mi señorito que vaya usted enseguida, porque el “juanete” se le ha hinchado y no puede meterse la bota.



                                                                                   EL REPORTER X



20 septiembre 2010

HISTORIA DE UNA PASIÓN. FÚTBOL CASTREÑO: AÑOS 30.

    Los ecos de los triunfos del mítico combinado nacional (Zamora, Cariaco, Quinconces...) profusamente difundidos por la prensa, alentaban a jóvenes de todo el país, sin distinción de clases, a la práctica del fútbol. La selección nacional se convirtió en el primer equipo no británico en vencer a Inglaterra (“La pérfida Albión”) por 4 goles a 3 en un partido amistoso disputado en Madrid (1929). En 1930 se celebró en Uruguay la primera Copa del Mundo, pero la Federación Española, alegando el largo viaje en barco hasta Uruguay, rechazó tomar parte en la misma.

1931: Arranque.

    En Castro del Río, a finales de 1930, existían tres equipos perfectamente diferenciados por su extracción social, y que competían entre ellos, en un terreno habilitado al efecto junto a la ermita de Ntra. Señora de la Salud: Real Athletic Club (señoritos),  Deportivo Comercial (industriales y artesanos) y la Unión Deportiva (proletarios).


    El dominio parece ser abrumador a favor de estos últimos. Las primeras crónicas de las que disponemos nos hablan de la “Invencible Unión” y de su incuestionable autoridad. En un partido celebrado el 1 de febrero de 1931 en el Estadio de la Salud, entre la Unión y el Real Athletic, se resuelve con un claro marcador de 6-0 a favor de los primeros, “gracias al trabajo que lleva a cabo el competente entrenador Sr. Bononato”; “El arbitraje a cargo del Sr. Pinillos Alba, acertadísimo”. A los Athléticos, en partido jugado como visitantes frente al Bujalance la semana anterior, les habían endosado otros 6 goles.
Athléticos y Comerciales, hartos de ser humillados por los Unionistas, deciden unir sus fuerzas, fusionándose en un nuevo equipo, el Castro del Río Sporting Club bajo la tutela de una junta directiva formada por José Rodríguez Millán, Rafael Pinillos Porcel, Antonio Pinillos García y Manuel Aparicio Aparicio.


    El primer partido de esta nueva era se jugó el 8 de febrero. El resultado, a interpretar: para el corresponsal unionista (A. Jiménez de Criado) 1-1, y para el sportinguista (Antonio Alcántara) 1-0 a favor del Sporting. Las discrepancias parten de un gol anulado, que unos computan y los otros no: “empieza el segundo tiempo, y eso por parte de la Unión no es un partido de fútbol, sino de lucha grecorromana, y así jugando de esta forma logran formar una maleé en la puerta del Sporting, logrando un tanto que el arbitro Don Antonio Cubero Sánchez invalida por falta,  protestas por parte de los de la Unión y este presionado abandona el cargo” (de la crónica de Alcántara).Este incidente aparca de momento los enfrentamientos entre locales.

    La Unión jugará un partido en casa, ante más de 3000 personas, frente al Club Deportivo Aguilar F.C al que vence por 2 a 0. Mientras que el Sporting se desplaza a Bujalance donde es derrotado por 1-0.

    Para un nuevo derby habría que esperar al 29 de marzo. El problema del arbitraje se subsana sustituyendo a Antonio Cubero (recusado por parcial) por el Sr. Pinillos Alba. El partido, sin incidentes, se salda con un empate 1-1.

    Proclamada la República, es la Unión quien se prodiga más en encuentros con equipos de diferentes puntos de la provincia. Una nueva victoria ante el Aguilar por 3-1 (abril) y otra ante el Deportivo Lucena por 2-1 (1 de mayo) con la que conseguirá el magnífico trofeo en disputa ganado en justa lid por los locales.
El 17 de mayo, con motivo de la inauguración oficial del Stadium España (ubicado en la carretera de Bujalance) propiedad del Sporting, se celebró una nueva confrontación local: “Dada la rivalidad existente el partido tuvo gran emoción, cruzándose entre los espectadores numerosas apuestas, venciendo los del Sporting por un contundente 4 a 0. Arbitraron los señores Santaella de Baena y el local J. Cubero, alineándose los equipos de la siguiente manera:

Sporting. Conde; Camargo, Cubero; Meléndez, Aparicio, López; Algaba, J. Alba, Del Rió, M. Alba, Sánchez.

Unión Deportiva: Jiménez;  Fonti II, Bello II;  Bello I, Fonti I, Martín; Cortes, Salido, Madero, Rojano y Garrido.

    Los puntos y coma que introduce el cronista, nos sirven para conocer la disposición táctica de los equipos en el campo, basada en dos defensas centrales, tres medios y cinco delanteros, conocida como “WM” (por el dibujo que de estas dos letras forman sobre el campo las posiciones de los jugadores, habitual en el fútbol español y europeo hasta finales de los sesenta, en que se introducen nuevo sistemas).

    La Unión no tardaría en hacerse también con su propio terreno de juego. Para  San Pedro, se inaugura oficialmente el Stadium Nacional (más conocido como Stadium Unión). Arbitrará el Sr. Pinillos (de confianza para unionistas). Las alineaciones son parecidas a las de la crónica anterior con leves modificaciones. Al Sporting (con vistosa camiseta roja, pantalón azul y medias a juego) se incorporan Luque, Cubero (F),  y Rodríguez (Daniel); mientras que por La Unión (blanco unicolor) debuta el pequeño y espectacular portero Antoñuelo y  Ramón Cubero (Ramoné).El partido lo ganó clara y cómodamente el Sporting por 2-0, dando pruebas de deportividad y nobleza, pues dos penaltis dudosos pitados a su favor, son arrojados fuera deliberadamente. Las crónicas resaltan que el Sr. Pinillos arbitró muy bien, dando muestras de ser un gran profesional.

    El Sporting parece haber conjuntado un buen equipo, que a la semana siguiente vence también con claridad a la Balompédica Montillana por 6-3.

    El campo de la Unión se ubicaba en la Redonda, frente a la refinería de Carbonell y Cia, en un lugar conocido como “casas pascual” (durante los primeros años 30, sería muy utilizado por el centro obrero anarcosindicalista para sus actos de afirmación sindical y controversias).



    En ambos club, con sus respectivos terrenos vallados, lo que les permita hacer billetaje en taquilla, y ante el emergente interés mostrado por las respectivas aficiones, proliferan los partidos amistosos con otros club de la provincia. El calendario festivo de verano contribuye a un mayor realce y esplendor y son numerosos los partidos que se organizan:

·      
            05.07.31: Sporting Club-Balompédica Montillana (6-3)
·         12.07.31: Unión Deportiva-Agrupación Deportiva Egabrense (0-1)
·         16.08.31: Sporting Club – Balompédica Cordobesa (0-3). Un Sporting reforzado por las figuras del Racing de Córdoba (primer equipo de la capital): Priego, Tassani y Ocaña.
·         13.09.31: Unión Deportiva – Agrupación Deportiva. (3-0). Con una copa en juego ante un rival nuevo, un tercer equipo local.
·         16.09.31: Unión Deportiva-Sparia Sporting Club de Córdoba  (0-1)
·         17.09.31: Sporting Club- Club Deportivo Genilense  (3-3)
·         18.09.31: Sporting Club- Hispania de Puente Genil (10-1)



    La Agrupación Deportiva Castreña, por carecer de campo propio, solo juega algún que otro bolo fuera de casa. Integrado por jugadores del desaparecido Deportivo Comercial y  reforzado por jugadores de la Unión, interpreto su creación como una disendencia dentro del seno del Sporting, en el que un grupo de jugadores, hartos de chupar banquillo, emprenden esta aventura representando a Castro en algunos partidos con equipos de la comarca.
Su corto historial no va más allá del mes de octubre cuando juegan tres partidos como visitantes: Bujalance (3-0), Baena FC (otra derrota) y CD Andaluz de Fernán Núñez  (3-0). La alineación sería Quintero; Garrido, Rodríguez; Camargo, Sánchez, Bello; Morenito, Fonti, Bello, Cobos y Nicolás.


    Acabadas las ferias y fiestas del verano, un equipo cordobés, el Sparia, lanza una propuesta a través de la prensa: unos campeonatos interprovinciales de clubes no federados (Córdoba-Jaén). En un principio, son bastantes los pueblos que se sienten atraídos por el proyecto, sin embargo su organización partía de la gran dificultad para estructurar unas reglas comúnmente aceptadas y en el arbitraje (fuente permanente de discordias). A la postre, dejando aparte el grupo de la capital, que ya venía compitiendo internamente desde atrás, se suman Villa del Río, Bujalance, Baena, Unión de Castro (Córdoba), La Carolina y Úbeda (Jaén). El sistema sería por eliminatorias. Al campeón del grupo de Córdoba capital, se sumarían los campeones de los cruces a doble vuelta en el mismo orden antes citado. La liga local cordobesa se desarrolló con orden y normalidad, venciendo el Colón F.C. Mientras que en los cruces con los pueblos cordobeses, de los que tengo noticia, el ambicionado título de campeón interprovincial, degeneraría en conflictos, arbitrajes descaradamente parciales y agresiones hacia los visitantes, como la denunciada por el presidente de La Unión Deportiva Castreña en la prensa:

Protestando por una salvajada

    “Firmada por el presidente de la Unión Deportiva de Castro del Río, recibimos una comunicación en que dicho señor protesta de la actuación de unos cuantos “zulúes” que al finalizar el encuentro de fútbol en Baena, apedreó a los futbolistas de Castro del Río rompiendo los cristales del automóvil que los transportaba y causando lesiones al chofer.
Nuestro comunicante a la vez que da cuenta del suceso agradece las atenciones que con ellos tuvieron los guardias, ya que primero los protegieron de la chiquillería, y después de las iras de los que hasta en la carretera los hicieron objeto de la agresión”.

    No conocemos el resultado, pero por crónicas posteriores sabemos que el Baena Athletic Club, se vanagloriaba de haber sido semifinalista del campeonato interprovincial. A la postre parece ser que el campeonato se lo adjudicaría el Colón F.C.


    Para cerrar el año, tenemos noticias de nuevos partidos disputados por el Sporting ya en el mes de diciembre:
  • 12.12.31: CD Andaluz de Fernán Núñez – Sporting (5-0)
  • 25.12.31: Sporting Club – Balompédica Cordobesa (2-0). Meritoria victoria ante un equipo federado en 2ª categoría B Preferente.
  • 27.12.31: Sporting Club – Córdoba F.C (3-1). También federado en 2ª categoría B Preferente.
  • 01.01.32: Sporting Club – Cultural Deportiva España de Montilla (2-2). Éxito en taquilla, a pesar del tiempo desapacible, por el masivo desplazamiento de afición montillana.
   Este calendario de Pascua, nos sirve para incidir en el mayor poderío y estructura organizativa del Sporting, a la hora de contratar a equipos de cierta entidad.

    Durante estas navidades, “El Sporting,  para allegar fondos para atender los gastos que ocasiona este deporte, fue organizada una velada de cine y boxeo amenizada por la Banda Municipal (cedida galantemente, en atención al fin para que era requerida) constituyendo el mayor éxito de la temporada, pues aun se sienten los aplausos con que el respetable premiaba a los directivos, cantando a coro junto a la Banda el Himno del Club”.
    Se conserva la letra del himno, incluido por Emi Jiménez en su libro Canciones Tradicionales de Castro del Río:

Viva el Sporting Club
que es el equipo
de la nueva juventud...

¡Vencer! siempre es su afán
y darle gloria al valiente
al valiente capitán...

Vamos corriendo
aligera el paso
que vamos a ver
al defensa Paco.

Viva nuestro poeta
que es Manuel García Ruz
que defiende los colores
que lleva puesto el "Sporting Club".

[Con respecto a la partitura musical, cabe la remota posibilidad de que pudiera estar en manos de descendientes de aquella Banda Municipal de los años 30].
 

Año de 1932: Consolidación.

    El domingo 10 de enero, La Unión Deportiva, precedida de cierta fama, se desplaza a Cabra para contender con la potente Agrupación Deportiva Egabrense (los del potaje) en el campo de Villa Lourdes. El dominio de los de Cabra fue aplastante pues se impusieron por un global de 5 a 0, y esto gracias a la gran colocación y valientes salidas de Antoñuelo, que fue muy aplaudido en varias de sus magníficas estiradas.
    Tras un parón, motivado por la recolección de las aceitunas, hay que esperar hasta el mes de marzo.
    El Ayuntamiento presidido por el republicano federal Federico Millán, solicita el concurso de los dos club locales, para celebrar un campeonato con una magnifica y valiosa copa en juego, y cuyo taquillaje estaría destinado a socorrer a los obreros parados de la localidad. Se organiza para los días 19 y 20 de marzo, a doble partido en sus respectivos terrenos:
  • Stadium España (Sporting): 1-4 a favor de la Unión, que demostró gran superioridad, pese a un arbitraje casero que anuló tres tantos a los visitantes.
  • Stadium Nacional (Unión): 0-1 para los visitantes con un gol marcado de penalty.
    Con estos resultados se adjudicó la copa el equipo de la Unión Deportiva, quedando proclamado Campeón Local.
Los equipos se alinearon  así:
Sporting: Quintero; Ayala, Luque; Alba (M), Maestre, Sánchez; Algaba, Alba (J), Aparicio (M), Del Río y Aparicio (J).
Unión: Antoñuelo; Fonti I, Cubero (F);  Fonti II, Ramón Cubero (Ramoné), Bello (C); Rafaelillo, Centella, Bravo, Cortés y Rojano.

    Se vuelve a acelerar el ritmo de partidos:
  • 24.04.32: devolución de visita de A.D. Egabrense en el Stadium de la Unión (0-0).
  • 01.05.32: Sporting-Colegio de la Asunción de Cabra (no conocemos el resultado)
  • 05.05.32: Colegio de la Asunción- Sporting (5-0)
  • 08.05.32: Unión Deportiva (campeón local)-Colón F.C. de Córdoba (campeón de club no federados de la provincia de Córdoba y Jaén), con una copa en disputa. (4-0).  El cronista se entusiasma con este triunfo: “Es digno del mayor elogio la brillante actuación desarrollada por este novel equipo que tan numerosas como merecidas victorias viene alcanzando en esta temporada, pudiendo asegurar que en breve tiempo llegará a figurar en uno de los primeros lugares de la provincia. Un Hurra por el local Unión Deportiva”.
Unión Deportiva Castreña (de blanco, en el centro con camiseta oscura el pequeño y habilidoso guardameta Antoñuelo)

  • 29.05.32: Sporting- AD. Egabrense (2-2). Ganaban 1-2  los forasteros, y según el cronista de la Opinión: “desde que se adelantan los de Cabra, el árbitro se dedica a la busca y captura del empate de los suyos, que lo consiguen de un penalty imaginario. La actuación del árbitro, como la de todos de aquella campiña, dejó  mucho que desear”.
  • 05.06.32: Sporting- Nacional FC de Cabra (los del bistec) capitaneados por el veterano jugador Luís Pallarés, (1-0). Se vuelve a arremeter desde la prensa egabrense contra los árbitros de la campiña: “Magnífica actuación del Sr. Alcántara. Si, señor, Alcántara. ¿Qué quien es Alcántara? ¿Que no conocéis a Alcántara? ¡Digo no conocer a Alcántara… Pues Alcántara es…, es…,  hombre, si, ya está. Alcántara es paisano de Conde (músico de feliz recordación); ambos, fervorosos devotos naturaca del Sporting castreño, y habilísimos en eso de tocar el pito”. Conde, procedente del extinguido Castro del Río F.C de la década anterior, se alineó en alguna ocasión como guardameta del Sporting. Era muy conocido en Castro, porque amenizaba las sesiones cinematográficas con su piano.
  • 12.06.32: C.D. Andaluz de Fernán Núñez – Unión Deportiva (2-2).
  • 29.06.32. Unión – Gimnástica Deportiva San Juan de Puente Genil (4-0).
  • 30.06.32: Unión – C.D. Genilense (2-0). Alinea a su once habitual, con la sensible ausencia de Antoñuelo captado por el eterno rival. No era fácil encontrar un portero con garantías, y la Unión le suple contratando a Eugenio portero titular de U.D. Ferroviaria de Córdoba (federado).
 Castro del Río Sporting Club (ya con Antoñuelo en la porteria)

     Entramos en el calendario festivo, y recurro una vez más a la presa egabrense:

Apuntes para la historia deportiva

“Feria de Castro del Río; una copa de plata ofrecida por el presidente del Sporting de aquella, y que se disputa la Agrupación Deportiva Egabrense en dos partidos: 26 y 27 del actual; La agrupación que pierde por 4-3; tres legítimos castreños, actuando de árbitros, que con descaro ganan la copa para sus paisanos; un público ignorante y ligero en fraseología ruborizante; una excelente exhibición de fútbol por nuestros muchachos…, etc., etc”. (Laguna)


                                                                                                     
    Durante la segunda quincena de agosto, un equipo de fuera de la provincia juega por primera vez en Castro. Se trata del Andujar Deportivo, despertándose un enorme interés ante las nuevas incorporaciones de la Unión Deportiva: el meta Tomasín (procedente de la Ferroviaria, y que sustituye al lesionado Eugenio) y “el Hércules Cano” un portentoso delantero centro procedente de Andujar (2-0).

    Entramos así, en una nueva etapa del fútbol local. La Unión con su marchamo de campeón local que reiteradamente se repite en las crónicas, rechaza nuevos enfrentamientos; el caso Antoñuelo ayudaría a ahondar las diferencias. La rivalidad se centra ahora en la contratación de  rivales de la mayor entidad posible, y para poder dar la talla se recurre a fichajes foráneos. Ya hemos comprobado cómo lo había hecho la Unión, pero también el Sporting que se hace de los servicios de Cifuentes (un medio centro cordobés de contrastada calidad, con experiencia en competición federada), Toscano, Maestre (otro cordobés que colocaron como chofer con Antonio Merino que tenía una Bodega en la calle Córdoba) y  Santaella de Baena, apodado el “mohoso”.

    Todavía antes de la Feria real se jugaría un partido entre la Unión Deportiva y el Deportivo Aguilarense, pródigo en incidentes y con resonancia en la prensa provincial. Parece ser, que en las carteleras de pizarra que se utilizaban para publicitar los partidos, el citado encuentro fue anunciado como si se tratara de un mach de Boxeo: el “Hércules Cano” frente al Moro (Mahdani, un excelente jugador que jugaba descalzo).


 Las consecuencias:


    Por la noche en el cine y en la sede social de La Unión se iban a producir unos desagradables incidentes entre jugadores locales. Solo conocemos la versión de una de las partes, tomada de la contestación a la anterior crónica aguilarense:
    “Maestre, estuvo en el club de la Unión, desafiando chulescamente a cuantos allí se encontraban, y al pedirle explicación de su conducta uno de los señores ofendidos, contesóo a patadas, y al aprestarse el unionista a la defensa, cayeron sobre él dos hombres más del Sporting que lo golpearon fuertemente”.

    Insertamos a continuación la crónica completa remitida desde Castro, bajo el título de “Salvando el honor de un club modesto” que además incluye los partidos disputados por la Unión durante la Feria Real:


    Durante los partidos de Feria se levantan ciertas sospechas de boicoteo. Como las crónicas de que dispongo son suficientemente jugosas e ilustrativas, os dejo directamente con ellas:




Calendario 4º Trimestre 1932

  • 16.10.32: Sporting – Nacional F.C. de Cabra (2-0). A beneficio del jugador Algaba que marcha al servicio militar. El cronista (Pelotones) felicita al Sporting por el éxito obtenido en el “sorteo de quintos”, pues de tres que se sorteaban, dos resultaron exentos y al tercero le ha tocado en la Península. Una nueva adquisición, Rojano, procedente del eterno rival: “un buen interior que pasa muy bien a su extremo y no desperdicia ocasión de chutar”.
  • 30.10.32: Sporting – F.U.E (federación de estudiantes universitarios, pro régimen republicano) (2-0).
  • 01.11.32: Sporting – Selección Cordobesa (3-1).
  • 02.11.32: Sporting – C.D. España de Córdoba (otra victoria).
  • 06.11.32: Unión Deportiva – C.D. Genilense (2-0). Formidable actuación del meta Tomasín.
  • 13.11.32:  C.D. Martos – Unión Deportiva (2-0).



    Por cuestiones de tiempo y espacio, y para no aburrirles y abrumarles con más concatenaciones de nombres y resultados, voy a interrumpir de momento el desarrollo de esta etapa del fútbol local. Solo comentar que el primer apartado de estas crónicas ha sido ¿o será  publicado? en la Revista de Artesanos, y el tercer y último apartado, “Crisis y decadencia” aparecerá lo antes posible.
Como epílogo, un recorte de prensa, en el que un anónimo y sensato aficionado aboga por la fusión de ambos club. Es una especie de presagio:


Este trabajo ha sido publicado recientemente en la Revista, que con motivo de su Feria Real, publica anualmente el Ayuntamiento de Castro del Río (Córdoba).
La Revista completa, sin publicidad, en formato PDF, descargable en la web municipal de Castro del Río.




Continua en. Futbol Castreño: Epílogo años 30.