Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

31 octubre 2010

De cuando la Torta Real de Motril se hizo republicana.


   En una entrada anterior, entre promocional e histórica, de este emblemático dulce de la gastronomía de la costa tropical, introduzco como epílogo este recorte publicitario de la acreditada confitería de don  José Videras Ruano, en la que se pone a la venta con importantes descuentos, los vinos y licores de la fonda de su malogrado amigo Adolfo Hernandez.
   Es de 1909,  y está extraído del único ejemplar al que he podido tener acceso del periódico motrileño El Defensor de Motril.


   Estos dos comerciantes motrileños, fueron correligionarios y compañeros de ideas, durante una larga etapa de sus vidas.
   Las primeras noticias que tenemos sobre su adscripción política se remontan al año de 1884. En la fonda café restaurant El Porvenir, regentada por los hermanos Adolfo y Alberto Hernández Avancini, se reúne y constituye un comité local republicano federal histórico “ante la imperiosa necesidad de que todas las fracciones republicanas se unan y apresten para llevar a cabo, tal vez un día no muy lejano, la coalición honrada y leal de todas las fuerzas de la democracia pura; coalición que ha de dar por resultado el triunfo de la causa común, que es la Republica”.


   Resultaría elegido presidente Adolfo Hernandez Avancini; como vicepresidentes José Hernandez Agudo y Pedro Aulé García; como secretarios Antonio Almoguera Cardona y Guillermo Avancini Puig; y un numeroso grupo de vocales entre los que citamos a Francisco Videras Montero, Alberto Hernández Avancini y José Videras Ruano. Se nombra como presidente honorario a Don Ramón Chies, director de Las Dominicales del Librepensamiento, y se suscribe por unanimidad una firme adhesión a las ideas y principios que encarna dicho periódico.

   Este rotativo madrileño, del que era paquetero corresponsal Adolfo Hernández, se destaca por su anticlericalismo manifiesto, que terminaría por arraigar entre sus lectores motrileños, entre los que se encontraba el confitero José Videras Ruano.
 
   Supongo que la laicidad de nuestro protagonista tendría algo que ver en la salida de la Torta Real de Motril de ciertos circuitos comerciales religiosos donde se había comercializado hasta entonces. Recordemos que empezó a venderse por primera vez en Madrid en una Estampería (establecimientos dedicados a la venta de estampas de santos y vírgenes) especializada en dulces procedentes de conventos granadinos que eran puestos a la venta por Navidad. Otra hipótesis es, que al confitero republicano motrileño  se conformara con la venta a nivel local y provincial sin más pretensiones.

   Unos meses después de constituirse el comité republicano algunos de sus miembros van a ingresar en la logia masónica nº 182 “Lux Sexitana” perteneciente a la obediencia del Grande Oriente Nacional de España. Esta logia fundada por el joven abogado Horacio Aizpolea Bellido en 1883 iría nutriéndose progresivamente de nuevos miembros, hasta alcanzar los 42, en su momento de máximo apogeo. Consta la iniciación de José Videras Ruano el 5 de mayo de 1885, con el nombre simbólico de Aristóteles, confitero, casado, 29 años y residente en la calle Espaderos.

   Otros adeptos del republicanismo federal ingresarían igualmente en ella:
  • José Hernández Agudo. Simb. Linneo. Propietario. Soltero. 24 años.
  • Guillermo Avancini Puig. Simb. Daoíz. Propietario. Soltero, 29 años.
  • Alberto Hernández Avancini.  Simb. Orantes. Propietario. Soltero, 29 años.

    Republicanos de otras corrientes y liberales, también participaron de esta experiencia masónica. Es el caso, del  joven abogado y periodista Gaspar Esteva Ravassa. En 1884, el mismo año que se licencia en Derecho, se hace cargo de la presidencia del comité local del partido liberal dinástico, ingresando al siguiente en la logia “Lux Sexitana” con el nombre simbólico de Teófilo.  Fue director y fundador del periódico de información local y literario La Revista (1883-1885). Llego a ser alcalde y diputado provincial por el partido liberal. Profesionalmente se dedicó a la Banca. Su evolución ideológica le llevaría a militar en las filas del conservadurismo, por cuyo partido volvería a ser  elegido alcalde en 1914. Se le conoce principalmente por su doble faceta de poeta y dramaturgo, por la que se le concedió el honor de hijo predilecto de la ciudad de Motril y rotulada con su nombre una céntrica plaza de la localidad.

Gaspar Esteva Ravassa
    La fonda café restaurant “El Porvenir” de los Hermanos Hernández se publicitaba en la Revista, incluso Gaspar Esteva le dedica unos versos al establecimiento comercial de su amigo Hernández, lugar habitual de café y tertulia de aquel Motril de finales del XIX, que se destaca por la pujanza de una burguesía emprendedora, que con mayor o menor acierto, crea riqueza, frente a lo que es habitual en otras zonas de Andalucía.

  
   La corta vida de la logia “Lux Sexitana” no va más allá de 1886, año al que corresponden los últimos cuadros lógicos que se conocen.
   Otra experiencia de la que participó nuestro protagonista confitero, es la agrupación local de librepensadores (aglutinante del sector federal del republicanismo local). De ella tenemos bastante información por el semanario de Las Dominicales del Librepensamiento, con el que el numeroso grupo motrileño mantenía asidua comunicación:  

  “De Motril nos avisan que se ha verificado con gran solemnidad, pues allí, es la primera vez que ocurre, la inscripción en el registro de la hija del Sr. Videras Ruano. Asistieron todos los librepensadores. Ese es el camino, ese”(Las Dominicales 18870813).

   Videras no sólo fue el primer motrileño que proscribió la pila bautismal, sino que, como espiritista (espíritu libre) y consecuente republicano, mantuvo cierta gallardía a la hora de contrarrestar la  propaganda ejercida por algunos presbíteros locales temerosos de que determinadas manifestaciones externas se generalizaran en la localidad:

Las Dominicales 18881103


   Figura la adhesión de los librepensadores motrileños a todos y cada uno de los Congresos Internacionales de Librepensadores que se celebraron durante los primeros años del siglo XX, y cuya agrupación se iría desarrollando progresivamente en cuanto a número de adeptos:




   Entre la extensa nómina de librepensadores motrileños aparece un tal G. Bruno Videras, que debería ser hijo o sobrino de José Videras. Para su  inscripción en el registro civil, tras su nacimiento, se recurrió al santoral laico: Giordano Bruno.

   En diciembre de 1906, republicanos y librepensadores motrileños celebraron una velada. Cierto clérigo los criticó severamente desde el púlpito y desde la prensa católica. Adolfo Hernández, encontró una original manera de responderle, el patrocinio de un abultado folleto de 72 paginas cuidadosamente editado, bajo el título de “Ramo de flores rojas” en el que se recogen artículos firmados por Víctor Hugo, Nicolás Salmerón, Joaquín Dicenta, Menéndez Pallarés, Ignacio Santillán y  Fernando Lozano “Demófilo” ( a quién está dedicado).

Demófilo

   Fernando Lozano le correspondería desde las páginas de su periódico con los siguientes halagos:
“Sólo las grandes causas tienen obreros de la fibra sensible de Adolfo Hernández, que está haciendo el más grande de los bienes al proletariado de su región, ofreciéndoles sus talentos, su posición independiente y sus energías heroicas para ayudarle a desatar la cadena de la servidumbre sacerdotal a que viene estando sujeto siglos y siglos. Las líneas enérgicas y vibrantes con que esmalta las páginas de su ramillete rojo, son las más apropiadas para hacer saltar de sus tumbas e esos Lázaros populares que duermen”.

   El primer asociacionismo obrero motrileño del siglo XX, las sociedades La Resistencia y La Cultura, giran en la orbita del republicanismo federal, siendo Adolfo Hernández Avancini  presidente honorario de ambas.
   Adolfo Hernández fallecía a principios de 1909. El diario republicano El País se hace eco de la muerte del batallador republicano motrileño, que durante los últimos años de su vida había ejercido como Director del denominado Colegio Politécnico.
   Aunque no he tenido la oportunidad de corroborarlo, presupongo a los hermanos Hernández Avancini, como hijos del republicano federal Francisco Hernández, elegido alcalde de Motril en las elecciones municipales de diciembre de 1868, en cuyo cargo permanecerá hasta octubre de 1869.

   Sobre el devenir de José Videras Ruano, no tenemos noticia alguna.
   
   Su torta real, a pesar de su condición de masón, republicano y librepensador se seguiría despachando en su acreditada confitería.
   El escritor granadino y diplomático, Melchor de Almagro San Martín (1882-1947), en la revista argentina “Caras y Caretas” en un artículo que titula “Nochebuenas de España, evocaciones y recuerdos”, rememora aquellas navidades de su infancia. 

"Caras y Caretas" (19361219)
   
    En la línea trazada medio siglo antes por el Dr. Thebussem y un cocinero de S.M. en sus cartas, enumera y localiza geográficamente todos y cada uno de los productos estrella que formaban parte de la comilona abundante de aquella noche. La Torta Real de Motril aparece entre los postres tradicionales de esta familia granadina, junto a otros productos de la costa:


   A la altura de 1913, José Videras tendría en torno a los 57 años, y a punto de ceder el testigo a una nueva generación de artesanos confiteros. Durante las navidades de ese año volvemos a encontrar su producto anunciado en el diario barcelonés “La Vanguardia”:



   Próximas las celebraciones navideñas, este año, a pesar de la crisis y de los recortes salariales, procuraré endulzar mi mesa, si cabe, con mas honra, con este particular manjar. Y a falta de almíbares de las Comendadoras de Santiago, la acompañare de las sabrosas hojaldrinas de Alcaudete y de los exquisitos anisados de Rute.

 
FUENTES UTILIZADAS

Prensa histórica

El Defensor de Motril, 1909.
La Revista (1883-1885).
Las Dominicales del Libre Pensamiento (1883-1909).
El País 1909.
Hemeroteca Digital de la Vanguardia.

Bibliografía

Francisco López Casimiro / Masones en Granada. Último tercio del siglo XIX. Ed. Comares. Granada, 2000.
Antonio Checa Godoy / Políticos y Periodistas. Apuntes sobre el poder en el Motril contemporáneo. Trocadero: Revista de historia moderna y contemporánea. Nº 5, 1993.

28 octubre 2010

"La Niña de Castro" y otros flamencos.



   En la revista de Feria de Castro del Río del presente 2010, Juan Luís Navajas Carvajal  publica un elaborado, extenso y cuidadoso trabajo sobre la cantaora castreña Maria Cordobés Quintana “Niña de Castro”.
   Durante mi etapa de residente en esa villa recopilé alguna información, incluso tuve la oportunidad de comunicarme personalmente con ella por teléfono. Aunque siendo sincero, mi interés estaba puesto, más  en su tío, el sindicalista y maestro racionalista Benito Cordobés Herencia.
   Maria, a sus 84 años, generosamente, me puso en contacto con su familia cordobesa, lo que me sirvió para conseguir el ansiado retrato de Benito, pero al mismo tiempo, ante mi curiosidad, me esbozó unas pinceladas sobre su trayectoria artística. Todo esto coincide con cierta crisis existencial que me obligó a abandonar la villa del Guadajoz, y a aparcar todo lo relacionado con ella.
   Con posterioridad con mis vaciados de prensa histórica, seguí almacenando recortes e información sobre su trayectoria artística. Buena parte de ellos están recogidos en el artículo publicado por Juan Luís Navajas, aunque con algunas lagunas razonables sobre sus orígenes.

   Efectivamente, tal como me trasmitió Maria en su día, arranca en el mundo artístico a raíz de ganar un concurso celebrado en la vecina Baena durante su feria y fiestas del año 1926, cuyo premio le fue entregado por José Tejada Martín “Niño de Marchena”.
   Pero con anterioridad ya se había subido a un escenario en su ciudad natal. Durante el Carnaval de ese mismo año, con motivo de las actuaciones del emperador del cante jondo “Cojo de Málaga” en el Teatro Cervantes de Castro del Río, el empresario Miguel Porcel Redondo organizó en paralelo un concurso para cantaores locales con un total de diez aspirantes. La ganadora de las cincuenta pesetas de premio, una precoz niña de 12 años, María Cordobés Quintana que se presentaba como “La Niña María”:

“Fue la primera que cantó y gusto tanto al respetable, que después de cantar las coplas reglamentarias, le hicieron, a fuerza de aplausos, cantar un sinnúmero más”.
“También gustó mucho, siendo muy aplaudido, Francisco Tomajón Elías (a) Rusindo, que de haberse otorgado un segundo premio, hubiese sido para él, pues en la votación salió en segundo lugar”.

   Posthumio (José Rodríguez Rodríguez), corresponsal del diario gráfico “La Voz” en Castro del Río le augura un futuro prometedor, y según parece está pendiente de un contrato para actuar en varios teatros de la provincia.
   Efectivamente, al poco de ganar el concurso en Baena, Vedrines el  empresario que llevaba al “Niño Marchena” la incorpora a su trouppe artística. Su padre, Francisco Cordobés, tuvo que pedir excedencia en el Ayuntamiento, donde trabajaba, y así poderla acompañar a tan temprana edad.
   Me contó Maria, que la primera cartelería, los primeros retratos promocionales se los hizo su tío Benito, establecido como fotógrafo primero en Fernán Núñez y con posterioridad en Espejo.
   En febrero de 1927 actúa junto al “Niño Marchena” y  Juan Soler “El Pescaero” en el Salón Moderno de Bujalance. 
   En esa misma tournée, el segundo día de Carnaval en el Teatro-Cine de la villa de Espejo “debutó con gran éxito la precoz niña, pero gran artista, María Cordobés, Niña de Castro, que en el arte flamenco ocupará pronto uno de los primeros puestos”. Ese mismo día debutó El Pena (hijo) “que es una verdadera pena no gustase a este público”. Vedrines  incorporaba siempre jóvenes cantaores/as (los famosos niños y niñas) con efectistas resultados ante los públicos, por lo que para el pase del día siguiente “reina gran entusiasmo para el debut del famoso Antoñito Chacón, que por ser hijo de este pueblo, su presentación será todo un acontecimiento”.



   El tal Antoñito Chacón, venía precedido de cierta fama por su precocidad y por sus exitosas actuaciones en el Price de Madrid. Pronto se le empezaría a conocer como Chaconcito. Se conoce poco de su biografía. La peña flamenca Curro Malena de Aguilar de la Frontera ha recopilado alguna información sobre él y le atribuyen un origen aguilarense. Su trayectoria artística se vería truncada por la guerra civil. Apoyo abiertamente la causa republicana, actuando en teatros colectivizados de aquel Madrid del No Pasaran y para los soldados en el frente. Sus coplas dedicadas al ejército nacional que sitiaba y hostigaba la capital de España, terminarían por costarle la vida al final de la guerra. Consta como desaparecido en 1939. Sus cantes están recogidos en el volumen 25 de la Cátedra del Cante (se mezcla su etapa infantil y de madurez) y en un compacto editado por la firma sevillana Pasarela en el que se remasterizan  grabaciones inéditas realizadas en 1928, con doce temas en los que se demuestran los conocimientos y la largura inusitada para un niño de trece años.

   Otro destino de la gira cordobesa de febrero de 1927 sería el teatro de Fernán Núñez, corriendo la presentación de la novel cantaora a cargo de su orgulloso tío Benito.

   No volvemos a tener noticias de actuaciones en Córdoba de la Niña de Castro hasta finales de 1932, cuando visita nuevamente la provincia con el espectáculo de Opera Flamenca Chicote del que son principales figuras la Niña de Castro y  Manolo Vega “Carbonerillo”. En Cerro Muriano la Niña de Castro “cosechó muchos aplausos haciendo gala de su voz diáfana y potente”. Actúan también en las plazas de Toros de Bujalance y Baena, en un espectáculo mixto con la banda cómico taurino musical los Califas.



   En el verano de 1934 nueva gira por la provincia enrolada ahora en la trouppe flamenca que capitanea Corruco de Algeciras, con Niño de los Rosales, Niña de la Huerta, Gonzalillo y  Niño de Azuaga, con quien terminaría casándose al año siguiente. 

   La nueva pareja artística y sentimental recorren España con la compañía de Pastora Pavón “Niña de los Peines” y Pepe Pinto. Durante el mes de  septiembre de 1935 actúan en Espejo en el Cine de Verano, con un desgraciado accidente que provoco varios heridos graves. Movidos por la espectación y al no poder pasar por taquilla “se subió tal número de gente a la puerta lateral derecha, que la arrancó de cuajo, desprendiéndose la obra de mampostería y la verja de hiero quedando sepultados varios muchachos”.
   Su siguiente destino el Cine de Verano de Castro del Río, con un público entregado y deseoso de reencontrarse con su paisana, ya consagrada como cantaora de estilo depurado y voz melodiosa. Deleito al auditorio con las bulerías de Curro Molina, “que no pueden expresarse ni con mayor sentimiento ni con entonación superada, por lo que fue justamente ovacionada y obligada a la repetición”. Fueron así mismo muy ovacionados la Niña de los Peines, Pepe Pinto, El Sevillano y demás elementos. Se le dio la alternativa a un conocido aficionado de la localidad, cuyo nombre real  no aparece en la crónica periodística, pero si el artístico “El Bailaor”, “que comienza ahora su carrera artística y ha de ser con el tiempo una de las primeras figuras del cante andaluz, y que mantuvo al publico en constante emoción con sus fandangos y milongas, que también merecieron los honores de la repetición, siendo despedido del proscenio con aplausos y vítores de sus paisanos”.
   Ese mismo verano del 35, la Compañía de Circo Ideal, dirigida por el señor Ferroni, el último día de  la Feria de Santiago y como despedida, organizó un concurso de cante flamenco en el que tomaron parte los artistas locales Fernando Salido, El Machaco y El Niño del Tomate, adjudicándose el premio en metálico este último “por el buen estilo con que canto fandangos, milongas y guajiras, como ya quisieran hacerlo muchos profesionales”. Aunque el veredicto del jurado no estuvo exento de polémica. Cierto sector entendido de entre el mismo, era de la opinión de que “las soleares y alegrías por Canalejas, interpretadas por Machaco eran de la ejecución de la  antigua escuela, sin amaneramientos, y por tanto merecedoras del premio”.

   Cuando estalla la guerra andaban de gira por la provincia de Jaén, donde permanecerán durante todo el conflicto. Los testimonios aportados por Juanito Valderrama en sus memorias, y que Juan Luís Navajas recoge en su artículo sobre la trayectoria artística de la Niña de Castro, coinciden plenamente con mis anotaciones de la conversación mantenida con Maria Cordobés, allá por 1997. En más de una ocasión, durante sus giras por la retaguardia republicana, con aquel régimen artístico socializado, se alojaron en cortijadas convertidas en colectividades de productores consumidores, donde se reencuentra con amigos y paisanos, de los que se refugiaron en la provincia vecina tras la caída de Castro.



   Coincido plenamente con Juan Luís Navajas, en que Castro del Río tiene una deuda con su paisana cantaora. Sería cuestión de rendirle un pequeño homenaje póstumo. Sus dos hijos casi seguro que viven aún. Se me ocurre una especie de exposición antológica o un montaje audiovisual con fotografías, carteles, nuevos testimonios…, que estos pudieran aportar, y por supuesto, sus cantes, grabados en su día en discos de pizarra del sello  “La Voz se su Amo” y que María Cordobés ansiaba recuperar cuando me entreviste con ella. Dos temas suyos (Na más que  pa mi y Tiki-Tan) están incluidos en la colección de discos compactos Enciclopedia del Flamenco. Volumen 3. Las grandes niñas del flamenco (1920-1950); y otros dos en “La mujer en el cante” (Al pasar la barca y Caminito que va al río). Sería cuestión de contactar con especialistas por si se puede recuperar algo más.




   María Cordobés Quintana fallecía en Madrid el 4 de abril de 2003 a los 90 años de edad. Si durante sus últimos años de vida, no le falto lucidez, pudo haber tenido tiempo de escuchar su propia voz remasterizada en los compactos antes referidos editados en 1999 y 2002 respectivamente.
   Sea la Peña Flamenca, instituciones, asociaciones o particulares quienes se atrevan a poner en marcha ese homenaje, que cuenten con mi desinteresada colaboración. Tengo cierta deuda de agradecimiento hacia ella que me gustaría saldar. El año 2012, centenario de su nacimiento, sería una buena fecha para volver a acordarse de esta, ya no tan olvidada, cantaora castreña.

25 octubre 2010

Un inventor de Porcuna

Ánforas olearias romanas  

    El aceite de oliva a lo largo de la historia, además de base insustituible de la cocina popular tradicional (migas, gazpachos, fritos, guisos, dulces, conservas, etc.…) ha compartido este uso con otros, como la fabricación de jabones para el higiene personal y doméstico, y hasta la llegada de productos derivados del petróleo y de la electricidad, como fuente principal luminosa tanto en hogares como en vías públicas.

Candil andalusí. Siglo X.

   A finales del siglo XVIII, como consecuencia de una sucesión de malas cosechas, se entra en un periodo de carestía, lo que excitó a Don Esteban de la Torre, Visitador Principal de los Reales Maestrazgos de Andalucía, residente en Porcuna (Jaén) a investigar sobre el modo de sustituirle por otras materias oleosas “que aún cuando no sirvan para alimento, suplan para los demás usos”


   Hizo experimentos con varios frutos, a fin de examinar si se le podía extraer algún aceite. Recurrió a unos granos parecidos a la pimienta que produce el lentisco, obteniendo aceite de esta semilla.
   De dos fanegas y media de semilla obtuvo arroba y media de aceite superior para las luces, con la cualidad de durar una quinta parte más que el de olivas, según el experimento que por si mismo ha hecho con media panilla de aceite de cada clase.

Resultado: “Habiendo puesto en dos candiles con iguales torcidas, el de olivas duró cuatro horas, y el otro cinco, con la circunstancia de que este último dio la luz mas clara.
Inconveniente: “Como esta semilla se cría en los montes, y los ganados de cerda, cabrio y lanar se la comen, no puede recogerse en abundancia, a no ser en dehesas cerradas para yeguas, en donde no entran ganados menores”.



   El gacetillero cree que no debe de descuidarse este descubrimiento. Aunque no se le debió prestar demasiada atención, pues casi 60 años después en una exposición agrícola celebrada en Jerez de la Frontera, se presentaba como innovador el aceite de lentisco.
   En determinadas  regiones como Cataluña, Baleares, Extremadura..., por la abundancia de materia prima, si se ha utilizado, hasta hace relativamente poco tiempo, para rellenar el candil.
   Su utilización para otras aplicaciones estaba muy extendida desde muchos siglos atrás. El escritor agronómico romano Lucius Junius Moderatus, de sobrenombre Columela,  en uno de sus numerosos tratados de agricultura incluye al aceite de lentisco como eficaz remedio para curar la sarna en los ganados.

   

   No soy experto en botánica, ni asiduo visitante de los campos del termino municipal de Porcuna, así que desconozco si la especie pervive o no, aunque la supongo desaparecida junto a la encina y otras que proliferaban en las dehesas de monte bajo, progresivamente ganadas por el olivar a lo largo de los siglos XIX y XX, y de las que solo queda un residuo testimonial en el paraje conocido como Huerta del Comendador, hasta hace poco, lugar de esparcimiento y recreo de varias generaciones de porcunenses.

23 octubre 2010

Torta Real de Motril

  

 La “Torta Real de Motril” es un dulce emblemático de esta ciudad de la costa granadina, especie de versión mediterránea del mazapán toledano, a la que se le atribuye un origen árabe, morisco o mudéjar. Sus ingredientes esenciales, el azúcar de caña de su fértil vega (ya casi desaparecida) y la almendra (cultivo que hasta hace poco estuvo muy extendido en las cotas más altas de su término, hasta ser  sustituido por los subtropicales).
  
   Aunque las materias primas ya no son autóctonas,  la tradición se mantiene ligada al apellido Videras, desde hace ya varias generaciones de artesanos confiteros, y cuya formula original, celosamente guardada, se remonta a 1840. Se trata de una pasta exquisita hecha a base de harina, azúcar y almendras, y bañada con una capa superficial de espeso merengue blanco, con un sabor, en el que contrasta maravillosamente el amargo de las almendras con el dulzor del azúcar.


   El apellido Real de esta torta motrileña, quizá obedezca a que en determinado momento fuese demandada por la casa real durante el reinado de Isabel II. Como mera hipótesis, un motrileño ilustre, Francisco Javier de Burgos, personaje influyente durante la regencia de Maria Cristina y primeros años del reinado de Isabel, pudiera haberla publicitado e introducido en la corte.

   En su origen, debió ser un dulce esencialmente navideño.
   Por la sección de anuncios de la prensa madrileña, sabemos, que en vísperas de tan señaladas fechas del año de 1869 empieza a ser comercializada por primera vez en la capital del reino, en la estampería de los Hijos de Pelegrini C/ Caballero de Gracia, especializada en la venta de dulces granadinos.
   Debió de tener buena acogida, pues en el mes de febrero del año siguiente, un recorte publicitario de la prensa hace alusión a “las exquisitas tortas de Motril que tanto han agradado”.










   Su presencia en años posteriores nos corrobora que termina por arraigarse entre los productos típicamente navideños.


El Imparcial 18771226




Concretamente en 1879 el Diario la Época anunciaba la llegada de la Navidad, celebrando que Madrid empieza a convertirse por estas fechas, en una Exposición Peninsular de sus mejores productos y manjares:

“Han llegado los mejores turrones de Jijona y de Alicante, los polvorones de Laujar, las tortas de Motril, las almendras pestañetas de Valencia, los besugos del Cantábrico, los chorizos de Extremadura, los monumentales mazapanes de Toledo, los exquisitos almíbares de Granada, los peros del Castillo, los pavos de todas partes y las mil y una golosinas más que constituyen la clásica cena de Navidad y comida de Pascua”.

También disponemos de una referencia literaria, que menciona a la Torta Real de Motril como reina entre las de su género”. Se trata del libro escrito por el ingenioso y erudito gaditano Mariano Pardo de Figueroa, que hizo famoso el seudónimo de Doctor Thebussem: 

La mesa moderna [Texto impreso]: cartas sobre el comedor y la cocina cambiadas entre el Doctor Thebussem [seud.] y un cocinero de S.M. [seud. de José de Castro y Serrano] 2ª ed.  Madrid: Librerías de Fernando Fe y de Leocadio López y sus corresponsales, 1888. 



   Estas cartas ya habían sido alojadas, una década antes, en las páginas de la Ilustración Española e Iberoamericana, de la que Thebusem era asiduo colaborador.

   Se trata de un cuaderno de apuntes, un cambio de impresiones a propósito del comer y del beber, verificado por dos individualidades que, aun cuando no beben ni comen mucho, son partidarias de que se coma y se beba bien.

    A partir de 1880, la Tortal Real de Motril, desaparece de los escaparates navideños del Madrid finisecular. ¿Motivos?  ¿Que fue de ese emprendedor empresario motrileño, que durante una década, había sido capaz de colocar su producto estrella en las mesas navideñas madrileñas? 
   Tras analizar concienzudamente diferentes fuentes, con argumentos, que cabalgan entre la hipótesis y la realidad, en una próxima entrada intentaré desvelar el misterio. Sirva como avance, otro recorte publicitario:


20 octubre 2010

Sociedad Obrera Luz del Porvenir de Castro del Río (1903-1905) 3ª parte y última


1905: Crisis y obrerismo.


   Durante este año de 1905, el campo andaluz y cordobés se vio afectado por una climatología extremada y adversa, que llevará a la población a una de las situaciones más críticas del siglo XX. La expresión "el año de la pertinaz sequía", que luego se haría famosa asociada a la crisis de subsistencias de 1945, empezó a ser utilizada por la prensa ya durante este año.
  Tras un invierno seco, durante la primavera, no llegaron las esperadas lluvias, y cuando lo hicieron, resultaron insuficientes y tardías. La pérdida de las cosechas (la cebada, las habas y otras legumbres se perdieron casi por completo, del trigo se salvó algo, pero muy poco), trajo consigo, además de la escasez de alimentos y la consiguiente carestía de la vida,  una importante y prolongada crisis de trabajo. Ambas cosas van a conducir a la clase trabajadora al terreno del hambre y la desesperación.


   La presencia de sociedades obreras anarquistas en la mayoría de los pueblos de la campiña cordobesa, además de la propia magnitud de la crisis, va a determinar que remedios tradicionales (resignación cristiana, cocinas económicas, alojamientos, préstamos del posito, etc.) resulten insuficientes, entrándose así, en un periodo de fuerte conflictividad, promoviéndose revueltas y agitación por todas partes.   
     
Por lo que respecta a Castro del Río, la conflictividad aflora ya desde el primer día de ese difícil año de 1905, en el que más de 1.000 personas se concentraron en torno a la Casa Capitular en la Plaza de la Constitución, para protestar por haberse establecido la Administración Municipal de Consumos, solicitando el reparto vecinal, a lo que el Sr. Alcalde, el conservador José Navajas Moreno, tuvo que acceder "ante la imponente manifestación que tenía a la vista". Durante la misma se registraron algunos incidentes: la muchedumbre destruyó cuatro casetas de los puestos de resguardo de los empleados de consumos, que algunos de ellos tuvieron que abandonar al sentirse amenazados; ninguno de los testigos presénciales de los hechos quiso implicar a nadie como autor o inductor de los mismos, y por lo tanto no tuvo consecuencias judiciales (1).
   Evidentemente detrás de este típico Motín de Consumos, se debía encontrar la S.O.“Luz del Porvenir” y el republicanismo local, muy bien representado en el Ayuntamiento (2).
  Durante estos primeros compases del año, la clase jornalera, parece intuir los problemas que se le avecinaban, y cuando todavía no había acabado la recolección de aceituna, quienes se van quedando parados, se aventuran en la "rebusca". El 23 de Enero el señor Alcalde se manifestaba en los siguientes términos: "El vecindario se ha lanzado a la rebusca con el pretexto de robar. Son tantos los robos que los guardias rurales y la escasa dotación de la Guardia Civil no los pueden evitar, viéndose desbordados por las numerosas personas que entran en los predios" (3).
   Cuando llegó el mes de Marzo, una vez terminada la recolección de aceitunas, tanto la legal como la ilegal, la tradicional crisis de trabajo que todos los años se suele dar por estas fechas, se agudizó ante el retraimiento de los labradores, que paralizaron casi por completo todas las labores agrícolas en espera de la tan deseada lluvia.
   Desde el 8 de Marzo, fecha en la que se produjo delante del Ayuntamiento, la primera concentración de jornaleros en demanda de trabajo y medios de subsistencia, son reiteradas las ocasiones, a medida que se agrava la crisis y no se encuentran soluciones, en las que estas manifestaciones se producen, terminando por convertirse en auténticas invasiones, permaneciendo el Ayuntamiento tomado por los obreros en algunos momentos, y observándose en estos, a su vez, una progresiva actitud levantisca.
   La situación adquiere verdaderos tintes dramáticos: "Seguramente pasarán de 3000 los seres que van de puerta en puerta implorando la caridad, con sus caras tristes y demacradas, con su andar torpe y confuso, falto de firmeza y de la vitalidad propia de un cuerpo satisfecho de alimentos" (4).



   La responsabilidad de solucionar la crisis, parece recaer desde un primer momento en el Ayuntamiento, pues en las clases pudientes, que tradicionalmente habían colaborado, se observa cierto retraimiento o indiferentismo premeditado como consecuencia, sin duda, de la actitud reivindicativa mantenida por los jornaleros castreños durante las huelgas de los años anteriores. De manera que, al ser convocados por el Alcalde para que colaborasen en la solución de la crisis, su respuesta dejó mucho que desear: "Entre los pocos contribuyentes que han concurrido no se observa el mayor deseo de prestación, mientras no acudan en su totalidad, cosa difícil de conseguir dada la resistencia pasiva que en los mismos se nota a pesar del llamamiento que se les hace" (5).


   
   Incluso desde la prensa conservadora se mandan mensajes subliminales del tipo: "lección bien mandada en los tiempos presentes, en que se menosprecia a la religión, se blasfema y se maldice y no se admite otro Dios que la razón" (6).
   De manera que, desde un principio, será el Ayuntamiento, quien a pesar de su  exhausta economía, se hará cargo de aportar soluciones, y desde él se irán arbitrando recetas que resultaran siempre insuficientes, y que sólo servían para aliviar el problema durante unos días (7):
   a) Las 3000 pesetas en efectivo de las que disponía el Pósito Municipal., fueron repartidas entre los obreros en préstamos mancomunados en lotes de 5, 7.50 y 10 ptas., según el número de hijos, y a un interés del 6%.
   b) Se hizo traer al pago los créditos del Pósito, para lo que se nombró un agente ejecutivo, siendo pasados éstos a la Caja Municipal como préstamo, para dar trabajo a los obreros: limpieza de Ronda y arroyos que circundan la población, limpieza de cloacas y caños, y otra obra de más envergadura: la traída de aguas de los pozos del arroyo de la Rejerguera.                                        
  c) Como medida para allegar fondos para esta última obra se pensó en la venta de terrenos pertenecientes al inventario de bienes del Ayuntamiento, pero la obligada observancia de los preceptos legales que exigían unos plazos en los oportunos expedientes de venta convertían esta solución en demasiado lenta.
   d) A principios de Abril, una vez agotados los escasos fondos, el Ayuntamiento publicó un Bando en el que da a conocer que carece de recursos para continuar con las obras emprendidas, lo que provoca el descontento general. El 3 de Abril, en Sesión Extraordinaria ante el difícil cariz que empezaba a revestir el conflicto, se adoptaron nuevos acuerdos:

    1 - Repartir equitativamente a los trabajadores parados entre los mayores contribuyentes (alojamientos a los que antes se habían negado).
    2 - Constituir una cocina económica en el Hospital de Jesús Nazareno, distribuyendo bonos entre los que no consiguen trabajo.

Colas de racionamiento. Crisis 1945

   Sin embargo, ambas soluciones resultaron poco eficaces. Los labradores a los dos días del alojamiento, ya se negaron a sostenerlos, provocando esto gran malestar entre los jornaleros, que se tradujo en ciertas acciones coactivas para con los pocos obreros que tenían trabajo, que van a ser obligados a volverse durante la mañana del día 8;  la cocina económica también fue rechazada: "los obreros se niegan a tomar comida y piden el jornal, los contribuyentes hacen serios esfuerzos para dar trabajo pero los obreros se oponen al no haber para todos" (8). Detrás de estas actitudes, se ve claramente la influencia de la S.O. con un orgullo obrero latente que rechaza la caridad como única solución a sus problemas.
   e) Los Funcionarios del Estado en Andalucía, van a empezar a promover obras públicas por todas partes, al contar con un crédito especial de 2.000.000 de pts que había librado el Consejo de Ministros para remediar tan angustiosa situación (9). Algunos contingentes de parados de Castro del Río van a ser colocados en las carreteras de Córdoba a Adamuz (200) y en el camino vecinal Baena-Nueva Carteya. Desde Castro se pensó, que la solución podía venir del ramal férreo de vía estrecha o trenes secundarios a construir desde la estación de Luque-Baena hasta la de Torres Cabrera pasando por Castro y por Espejo, pero este proyecto no llegó a ponerse en marcha a pesar de estar aprobado (10). 
                                                    
   Paralelamente las clases pudientes y los profesos de la fe católica, realizaban sus actuaciones espirituales para mitigar, a su manera, los efectos de la crisis:  rogativas desde Jesús hasta la ermita del Calvario, en procesión todas las noches con cruces al hombro y rezando el Vía Crucis; y como éstas no surtían efecto, se organizó una multitudinaria procesión de Ntro. Padre Jesús Nazareno con bendición de los campos incluida. Se celebraron numerosos quinarios y novenas costeadas por los labradores, en los que no faltaban las ricas colgaduras de damasco, profusión de arañas y candelabros y exquisito adorno en los altares, hasta, eran traídos expresamente desde Córdoba tenores y barítonos para una mayor lucidez, se constituían mesas petitorias, y aprovechándose de la numerosa concurrencia, los sacerdotes invitados lanzaban sermones y manifiestos sobre: "Esa sociedad falsa que pretende formar al hombre por medio de la razón, de esa razón loca y descaminada que nos lleva a la duda sobre María como madre y mujer" (11).


   Díaz del Moral, nos ilustra sobre los medios empleados en diferentes pueblos cordobeses conducentes a combatir el mal:
   “Instituciones y personas piadosas costearon funciones de rogativas, en las que elocuentes predicadores hacían llorar a las devotas mujeres; todavía las milagrosas imágenes descendieron de sus camarines, recorrieron las calles y se alejaron varias semanas en templos que no eran los suyos; las vestidas esculturas de Jesús Nazareno bendijeron, con sus manos rígidas, temblorosas y pausadas, los secos campos y las exhaustas fuentes. Pero en estas manifestaciones religiosas se notó un grandísima diferencia con respecto a la sequía de 1882. En bastantes pueblos, no se vieron ya como en tiempos antiguos, trabajadores descalzos siguiendo, con grandes cruces al hombro, a las imágenes de mayor devoción”.



   En nota: "El dramatismo del pueblo andaluz no se ha dado por satisfecho con vestir a las esculturas, pintarlas, ponerles ojos de cristal y cabello postizo; ha querido además darles movimiento y vida. Algunas imágenes de Jesús tienen un mecanismo que les permite mover el brazo derecho y hacer el signo de la bendición. Al efecto, un individuo, escondido bajo las andas, tira de la cuerda en el sitio convenido y hace mover el brazo de la imagen, trazando una cruz en el aire, este momento produce una intensa emoción en los fieles, que reciben, arrollidados, la bendición" (12).


   El notario de Bujalance, debía conocer la tradición de la vecina localidad jienennse de Porcuna cuyo Nazareno tenía y tiene los brazos articulados, para así poder impartir a su pueblo la bendición en la noche del 14 de septiembre.


Bendición de Ntro. P. Jesús Nazareno (Porcuna)


   La magnitud y extensión de la crisis hacía imposible colocar a todos, de manera que a partir del día 22 de Abril se agravó considerablemente la situación: son detenidos 10 individuos por robar habas, los jornaleros salieron a los caminos y robaron el pan que los labradores conducían a los cortijos, numerosos braceros recorren las calles en actitud levantisca, se convocaron varias reuniones del Ayuntamiento a las que no acudió nadie al  estar la casa consistorial permanentemente ocupada (13).
   Las medidas hasta ahora adoptadas para conjurar el conflicto obrero, habían abierto un paréntesis, que si bien no resolvió el problema, ofrecía al menos tiempo para poder dilucidar con relativa tranquilidad sobre las posibles soluciones.              
   A finales de Abril y principios de Mayo, la situación se hace ya insostenible, los rumores de despido de los aproximadamente 200 trabajadores colocados en la carretera de Córdoba-Adamuz por falta de fondos, y el embargo de Hacienda de todos los ingresos del Ayuntamiento, no hacen sino complicar aun más el asunto.
   El Sr. Alcalde dirige este mensaje desesperado al Gob. Civil:
  "Como quiera que el mal se agrava, y la solución resulta quimérica, el Ayuntamiento recurre a V.S. en busca de auxilios, pero que no traigan adicionada medidas de fuerza o de rigor, porque esto excitaría los ánimos bastante exaltados ya por desgracia, y no conjuraría el conflicto.", "ruego interponga su valiosa influencia y autoridad para que no sean despedidos los obreros de la Ctra. de Adamuz y persuadir al Delegado de Hacienda para que no se haga efectivo el embargo" (14).

   En la mañana del día 10 de Mayo, el esperado e inevitable estallido de violencia se hizo realidad, los jornaleros, al parecer estimulados por la S.O., irrumpieron en el mercado público en la Plaza de la Constitución, llevándose el pan de las tablas (la prensa dice que también el metálico). Las carreras, voces y gritos asustaron al vecindario en general, los comercios cerraron todos y los propietarios se atrincheraron en sus respectivos domicilios, ante la posibilidad de que también fueran asaltados (15). 

   
   El testimonio de los panaderos perjudicados condujo a la detención y puesta a disposición judicial en la cárcel del Partido, de 6 personas (16): 
      
 - Salud Lucena Bracero (Cascajara)
 - José Fernández Merino (Capote)
 - Francisco Villatoro Reinoso (Chailo)
 - José Bello Millán (Chino)
 - Miguel Redondo Reyes (Espartero)
 - José Bello Ortiz

   Este último, un joven capataz de carretera, que desempeñaba cierto papel relevante dentro de la S.O., aparece como principal promotor inductor de estos actos (17). Tras tomársele declaración a todos, fueron puestos en libertad por el Sr. Juez de Instrucción, lo que fue muy criticado por las clases pudientes, porque de alguna manera se le hizo responsable a éste de los posteriores incidentes del día 12, al dar pie con su actitud a un envalentonamiento de los obreros (18). Ese día 12, los obreros quisieron celebrar un Mitin, sin autorización, en las afueras de la población; la G.C. intentó impedirlo,"la muchedumbre corrió de nuevo hacia la villa, y, dividida en grupos numerosos trabó refriega con la fuerza pública", "gran número de hombres y mujeres agredieron a pedradas a la Guardia Civi. que trataba de restablecer el orden, de cuya agresión resultaron heridos o contusos dos guardias". La detención y puesta a disposición judicial de varias personas y la declaración del estado de excepción serviría para aplacar los ánimos (19).
   El corresponsal en Castro del Río del Diario de Córdoba aporta una crónica bastante pormenorizada de aquellos sucesos, que inserto a continuación:


   Estos hechos determinaron la clausura inmediata o suspensión de funciones de la S.O., por orden directa del Gobernador, en base a la comunicación que le pasara el propio Tte. Coronel de la G.C. de la Comandancia de Córdoba, Sr. Rodríguez Rubio, para quien "en dicho centro se venía haciendo propaganda anarquista, incitando a la realización de hechos constitutivos de delito" (19). Inmediatamente se personaría en ésta el Sr, Tte. Coronel antes citado, junto a un Capitán y una sección de guardias, permaneciendo acuartelados durante varios días en previsión de nuevos incidentes (20).
   En los días siguientes, el Juzgado inició sus investigaciones para confirmar la presunta relación de la S.O. con todos estos hechos delictivos, y su intención estaba muy clara desde un principio, implicar a la Alcaldía en la delación de los responsables.                                                    
   La primera contestación parece un tanto ambigua (21): "Esta Alcaldía ignora los nombres de los socios que concurren al C.O. Luz del Porvenir, pero de los informes que me ha facilitado el jefe de la Guardia Municipal, resulta que Dionisio Garrido Zamora, José Bello Ortiz, Andrés Jiménez Tapia, Juan Viudez Hervas y Juan Garrido Mármol, son miembros de la mencionada sociedad". Evidentemente de estas palabras no se desprende una responsabilidad clara de la S.O., sobre todo, porque el Sr. Alcalde eliminó del texto definitivo enviado al Juzgado la información que entre tachaduras difícilmente se puede leer en el C.C.A.J: "Todos ellos han dado frecuentemente conferencias incitando a los demás socios a que realicen hechos como los ocurridos en el mercado público, sin que tuvieran temor alguno, porque las autoridades no podían castigar a nadie que robase para satisfacer el hambre". Parece como si el Alcalde no quisiera delatar a los responsables, exculpándolos con el atenuante del hambre.
   En la segunda respuesta al Juzgado, el Alcalde vuelve a salir con evasivas (22): "Las diligencias practicadas por los agentes de mi autoridad no se ha podido averiguar quienes son los asociados o concurrentes a la sede de la S.O.L.P. responsables de los hechos que motivaron la clausura."
   Por fin, seguramente presionado por otras instancias superiores, el Sr. Alcalde dio los nombres de un numeroso grupo de personas cuya "conducta desde hace algunos meses deja mucho que desear, incitando a los tumultos y desordenes públicos"(23).  Entre ellos figuran: los 6 asaltantes ya conocidos, Dionisio Garrido Zamora y Andrés Jiménez Tapia como dirigentes de la S.O. y 19 más (responsabilidad bastante difuminada).

  El día 6 de Junio, se celebraría un mitin en la capital, organizado por las S.O. de la calle Fitero, para pedir la libertad de los presos de Castro del Río por los sucesos recientes (24). Ese mismo día el Juzgado de Instrucción del Partido confirmaba la Suspensión de Funciones impuesta por el Gobernador, a la que los obreros van a intentar oponerse al considerarla fuera de plazo (más de 20 días desde la clausura) con la pretensión de celebrar un mitin que no fue autorizado (26).
   Decretada la disolución de la S.O.L.P., se ponía fin a la corta, y no menos intensa vida de esta primera sociedad obrera de la historia del movimiento obrero en Castro del Río.
   En adelante la crisis obrera y la conflictividad social parecen remitir, con la movilización de los obreros en paro hacia nuevas obras en diferentes puntos de la provincia, lo que provocó su dispersión, a la vez que se solucionaba el problema del hambre (la visita del Ministro de Fomento Sr. Romanones a la provincia vino acompañada de nuevos créditos).

   En el otoño, el obrerismo local intentará reorganizarse en torno a una nueva sociedad  bajo la denominación de "Amor al Trabajo" de la que nos ocuparemos en otro momento.

   Años después, una comisión mixta de sindicalistas y republicanos, a través de  las páginas del diario El Pais, cuando se inicia la onda conflictiva del trienio (1918-20), orgullosamente incluyen a  “Castro del Río, como acreedor de figurar  entre los pueblos que, como titanes, pelean desde antaño para extinguir los fueros del caciquismo y poner freno a la sed de riqueza de los capitalistas, que, con ella, pierden todo instinto de humanidad”, rememorando viejas luchas del proletariado castreño como la desarrollada aquel año de 1905, que concluyó con el cierre del centro obrero y la prisión de 25 trabajadores, entre ellos cuatro mujeres, a los que se les  aplicó la jurisdicción militar, haciéndoles conducir de cárcel en cárcel durante un buen periodo de tiempo, y que así les sirviera de escarmiento (27).



ABREVIATURAS

S.O : Sociedad obrera
C.O: Centro obrero
S.O.L.P: Sdad. Obrera Luz del Porvenir.
G.C: Guardia Civil
A.H.M. de C.R : Archivo Histórico Municipal de Castro del Río.
C.C.G.C: Copiador de correspondencia con el Gobierno Civil.
C.C.A.J: Copiador de correspondencia con las autoridades judiciales.
D.M: Díaz del Moral, Juan. " Historia de las agitaciones campesinas andaluzas”.
Def. de C: Diario El Defensor de Córdoba.
D.C: Diario de Córdoba


NOTAS


(1) C.C.A.J. 1905 ( nº 2: 4 de enero )
(2) Los consumos eran un impuesto indirecto, que como su propio nombre indica, gravaba el consumo, incluidos los productos de primera necesidad, no muy del agrado de las clases populares; mientras que el repartimiento era una solución más progresiva que gravaba la riqueza.
(3) C.C.G.C. 1905 ( nº 4: 23 de enero)
(4) Def. de C. (11 de mayo de 1905)
(5) C.C.G.C. 1905 ( nº 10: 16 de marzo)
(6) Def. de C.( 13 de abril de 1905)                                     
(7) Actas Capitulares: varios informes sobre la crisis obrera; C.C.G.C. de 1905 y Def. de C.( 4 de abril de 1905).                                               
(8) C.C.G.C. 1905 ( telegrama 8 de Abril).
(9) Vaquero, Eloy / "Del drama de Andalucia". Ed. de la Posada. Col. Díaz del Moral. Córdoba 1987.
(10) Def. de C. ( 9 de mayo de 1905)
(11) Def. de C.( 4 y 6 de abril, 5 y 22 de junio de 1905)
(12) D.M. página 207 y nota a pie.
(13) Varios: Def. de C. 22 y 28 de abril, C.C.G.C. de 1905 y Actas Capitulares de 1905.
(14) C.C.G.C. 1905 ( nº 18: 29 de abril)
(15) Varios: D.M. pg. 211, C.C.G.C. 1905 ( tel. 9 de Mayo ), y  Def de C. de 11 de Mayo de 1905.
(16) C.C.A.J. 1905 ( nº 60: 12 de mayo)
(17) Merino Cañasveras, Francisco / "Castro del Rio del Rojo al Negro”. 2ª Edición ampliada, 1989. Pequeña Historia del movimiento obrero en Castro del Río, elaborada principalmente con testimonios orales y recuerdos de militantes cenetistas ya desaparecidos.       
(18) Def. de C. ( 13 de mayo de 1905)
(19) Varios: D.M. pg. 211, C.C.A.J. 1905 (nº 65 de 13 de mayo), Def. de C. 12 de mayo y Diario de Córdoba 14 de mayo.
(20) C.C.A.J. 1905 ( nº 70 : 19 de mayo)
(21) Def. de C. ( 13 de mayo de 1905 )                                    
(22) C.C.A.J. 1905 ( nº 66 : 15 de mayo)
(23) Ibidem ( nº 70 : 19 de mayo )
(24) Ibidem ( nº 80: 5 de junio )
(25) D.M. pg. 203 en nota.
(25) C.C.G.C. 1905 ( nº 24 : 6 de junio ).
(26) D.M. pg. 214.
(27) El País 19180112.