Con tal remoquete, en singular, llegó a bautizar Monseñor Franceschi (un prelado argentino, a quien ya conocimos encaramado a todo lo alto de La Torre de Porcuna en 1937) al malogrado cantante Carlos Gardel, escandalizado
por el candoroso tributo que le dispenso el pueblo, a raíz de su
accidentada desaparición en 1935.
La misma calificación, pero en plural, es la que empleamos
para referirnos a unos jóvenes pertenecientes a las más distinguidas familias
de Porcuna, que acompañados de criados y provistos de escaleras para
favorecer sus intenciones, durante varias noches, intentaron adentrarse en el
convento de las Madres de la Doctrina Cristiana.
Al parecer, tuvo que tomar cartas en el asunto el Sr. Obispo
de la Diócesis, denunciando el hecho ante el Gobernador Civil, que dio las
órdenes oportunas a la Guardia Civil y autoridades locales para que tales
hechos no volvieran a repetirse.
La curiosa noticia fue publicada en primicia por el diario La
Correspondencia de España el 23 de septiembre del año 1904. En los días
siguientes, otras rotativas, la recogerían desde su particular impronta.
El
Imparcial la precede de un teatral encabezamiento:
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El Imparcial 24 de septiembre de 1904 |
Desde El Globo se trasmitirá la información recurriendo al pareado:
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El Globo 25 de septiembre de 1904 |
La primera duda que me asaltaba, era sobre esas Madres de la Doctrina Cristiana. Pensé, en un principio, que se trataría del tradicional convento de clausura de las Madres Dominicas (ubicado donde el Cine Nuevo). No terminaba de cuadrarme. ¿Qué buscaban allí aquellos señoritos? ¿Tal vez una joven novicia?
Ha sido precisamente en el Semanario “El Socialista” (Hemeroteca Fundación Pablo Iglesias), buscando información para una futura entrada sobre la Agrupación Socialista de Porcuna y su filial Sociedad de Agricultores Paz y Libertad, donde he encontrado la respuesta.
Eran religiosas de la Compañía de María quienes se establecieran en Porcuna durante el curso académico 1904/05, para hacerse cargo de un internado femenino y un establecimiento de enseñanza, patrocinado por el “monterilla local” don Luis Aguilera y Coca, quien les proporcionara una casa de su propiedad para tales fines. Su iniciativa, responde al firme propósito de contrarrestar, en la medida de lo posible, los logros de la recién constituida sociedad obrera, que para aquel mismo curso había conseguido poner en marcha, con éxito, su escuela obrera:
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Don Luis "El Chato" |
Pintura al oleo de Julio Romero de Torres
Aquellos señoritos y sus respectivos padres, se
debieron de coger un buen mosqueo por la difusión y la guasa que había generado
la noticia (inocentes efluvios juveniles en busca del 15 “La Niña
Bonita”).
Un humilde dependiente de comercio del
ramo textil de la localidad, que a los pocos días de publicarse lo de la
escalada nocturna en el diario El Imparcial (uno de los que le dio
cobertura), remitiera y se le publicara una carta en dicho periódico,
explicando de que manera le había afectado la entrada en vigor de la famosa ley del
descanso dominical, se convirtió en chivo expiatorio de aquel desaguisado.
El pobre muchacho, tendrá que remitir
una misiva a la desesperada a La Correspondencia de España (el
primero en hacerse eco) para desvincularse del chivatazo:
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La Correspondencia de España 7 de noviembre de 1904 |
El hecho fue verídico y así lo recoge el Dean de la Catedral de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas, en el artículo “La Parroquia de Porcuna a caballo de los siglos XIX y XX” incluido dentro del libro recientemente publicado con motivo del Centenario de la misma. Se vale, mayormente, de los legajos de correspondencia del Archivo Histórico Diocesano de Jaén, aportándonos ligeros y nuevos detalles sobre aquel alboroto:
“Las Madres de la Enseñanza , que abrieron una residencia en Porcuna en estos años, y cuya presencia no estuvo exenta de dificultades y contratiempos, como cuando, en 1904, varios jóvenes de familias distinguidas intentaron entrar en clausura por casas adyacentes al convento, y los vecinos lo impidieron, debiendo de intervenir el Gobernador Civil y el Teniente Coronel de la Guardia Civil ”.
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El Siglo Futuro 10 de octubre de 1905 |
Cambiemos de tenorios, y centrémonos ahora en el bueno de Benito J. Toribio, que según nos relata en la carta remitida a la prensa, tenía su particular conventillo en casa de los suegros, junto a los que pasaba la mayor parte de la jornada dominical, a la vera de su enamorada.
¿QUÉ HACE USTED EL DOMINGO?
Último escrutinio
Antes del descanso no trabajaba en el establecimiento, por existir un acuerdo entre el gremio de tejidos de esta población, de no vender en domingo; pero salía a dar vueltas por el pueblo para cobrar a los muchos deudores morosos que hay en el establecimiento, y cuyas visitas están a cargo, en estos pueblos, de la dependencia. Hoy, con la ley Sánchez Guerra, me levanto por la mañana, sobre las siete; doy un paseo y a almorzar. Una vez terminado el almuerzo, a ver a la novia. No tengo nada que hacer y claro esta, que en parte alguna, paso mejor el rato. Allí permanezco hasta las tres o tres y media, hora de comer. Después, vuelta a casa de la novia hasta las ocho y media o nueve, que está en casa la cena dispuesta. Terminada la cena, otra vez a casa de la novia, hasta las once de la noche ¡Y porque no puedo estar hasta las doce, para apurar hasta el último minuto del día de descanso! En estas condiciones, Sánchez Guerra es un buen amigo: favorece los amores de los
dependientes. Hay que felicitarlo y exclamar: ¡Viva Sánchez! ¡Viva el descanso dominical!
B.J. Toribio. Porcuna, 26-9-904
(El Imparcial 23 de octubre de 1904)
Alberto tu buen vecino y amigo don Rafael Ruiz de Adana y de Torres, seguro que te habrá mostrado en más de una ocasión, aunque ahora no lo recuerdes, una fotografía de "MAMÁ" acompañada de dos monjas de la Doctrina cristiana, de cuando "MAMÁ" iba al colegio, Él seguramente te diría más de una vez que el colegio estaba en la calle el Albercón y los corrales daban a la calle del cuartel viejo y que por allí entraron los asaltantes y antes daba pelos y señales de quienes fueron.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por la información complementaria que aportas. No conocía esa retahíla de Rafael, a pesar de las veces que le he sonsacado historias y esas otras en que las he soportado estoicamente (como buen vecino). Sigo sin entender, como para una curiosa contribución como la que haces (gracias a la prodigiosa memoria del bueno de Rafael R. de A.) tengas que recurrir al anonimato. Pero bueno…..Saludos y Gracias.
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