Antecedentes
Tanto por las Actas de los Consejos de la
Región Española de la A.I.T. como por las cartas, comunicaciones y circulares
de su Comisión Federal, podemos constatar la existencia en la ciudad de Motril de una pequeña organización nacida en el año
1874, afecta a aquel primer obrerismo inspirado en los principios de la Primera Internacional. Al frente de la misma se
hallaba un trabajador llamado Agustín Fernández.
Durante los primeros años del siglo XX
existieron en Motril dos sociedades obreras nacidas al abrigo de un pequeño,
aunque muy activo, grupo de republicanos y librepensadores: “La
Resistencia” y “La Cultura”, presididas
respectivamente por Aurelio Valentín Asensí y José Arquero García. Presidente
honorario de ambas en 1904 era el
hostelero y director del Colegio Politécnico, Adolfo Hernández Avancini, a su
vez máximo responsable de la Junta Municipal Republicana.
A la necesidad de encauzar al proletariado
electoralmente hacia las ideas e intereses políticos del republicanismo debe
responder el nacimiento de una nueva sociedad obrera intitulada “La
Obra” que surge en el año 1912,
y de la que la única noticia de la que disponemos es la fotografía que aparece
a continuación:
El obrerismo inspirado por los principios del
Partido Socialista Obrero Español tardaría en llegar a las costas mediterráneas
granadinas. Las propagandas del activo militante Manuel Yudes son mayormente las
responsables de ello. Con fecha de 10 de abril de 1914 aparece inscrita en el registro de asociaciones “La
Democracia Social”, constituida como agrupación socialista local. Manuel
Yudes se vanagloriaba en las páginas de El Defensor de Granada de la
propagación de sus ideas: “Ya era hora de
que las ideas emancipadoras traspasasen el Suspiro del Moro”.
Fruto de aquellas propagandas y del activismo
de aquellos primeros socialistas motrileños, nacería ese mismo año una sociedad
obrera agrícola denominada “El Despertar”. No tardarían en
fusionarse ambas entidades (septiembre de 1914). Si damos crédito a la noticia
aparecida en El Socialista su potencial humano se correspondería con las siguientes
cifras: 690 asociados en “El Despertar" frente a los 1.110 que había conseguido
alcanzar ·”La Democracia Social” durante sus primeros meses de vida. Como
secretario del nuevo comité figura Francisco P. Alonso.
El mitín de Pablo Iglesias en Motril
Con la idea de consolidar estos primeros logros,
Manuel Yudes, amigo personal de Pablo Iglesias, consigue convencer al líder
nacional de su partido para que se desplace hasta Motril al objeto de impartir
un mitin, que no pudo ser confirmado y anunciado hasta última hora.
En la
tarde noche de 17 de octubre de 1914 llegaba Pablo Iglesias a Granada, recibido
en la estación de ferrocarril por Manuel Yudes y una comisión motrileña desplazada
al efecto. Al día siguiente, de mañana, atraviesan en automóvil el Suspiro del
Moro con dirección a la costa:
“A las doce y media llegó a la ciudad
costera Pablo Iglesias, acompañado de
los señores de la comisión, Moreu, Peña, Almoguera y Yudes.
Un
gran trecho antes de la población, había esperándolo más de 2000
personas y todas los sociedades obreras
con sus banderas, la de la Agrupación socialista rompió la marcha. Con gran trabajo pudo Pablo Iglesias llegar al Centro Obrero; los vivas al
Socialismo y a Pablo Iglesias no cesaron, teniendo este que hacerse oír desde
el balcón del Centro”.
Por la tarde se organizó un mitin al aire
libre en la Rambla de Capuchinos, donde se levantó una tribuna con exorno
floral y sobre la que se colocaron todas las banderas de los centros y sociedades obreras. El citado acto
estuvo muy concurrido pese a contar con la competencia de una novillada de las
programadas para la feria de octubre (unas 5.000 personas).
Las crónicas
destacan la comparecencia de un público heterogéneo: “Asistieron muchos ciudadanos que no tuvieron inconveniente de
mezclarse con los obreros para escuchar el discurso de Iglesias”.
Fueron
sucediéndose en el uso de la palabra Manuel Pérez (Presidente de la
Agrupación), Eduardo Castro (Presidente de las Juventudes Socialistas
motrileñas), Manuel Yudes (de la Agrupación granadina), hasta que llegado el
turno de Pablo Iglesias, al levantarse, “fue recibido con entusiastas vivas y aplausos”.
Con
respecto a su discurso, salieron las
típicas alusiones a las ventajas de la organización obrera, esbozó la finalidad
del programa socialista y los procedimientos utilizados con vistas a alcanzar
la tan deseada emancipación del proletariado.
Terminó con un consejo: “Motrileños, dice, yo no conozco este pueblo, pero por las noticias que
tengo de él, parece que hay algo de tirantez entre obreros y patronos. Eso no
debe de existir, pues como los patronos y gente acomodada d este pueblo, sigan
por ese camino, cada vez se ahondaran mas las diferencias, y tened en cuenta
que el que siembra vientos recoge tempestades” (ovación delirante que duro
quince minutos).
El corresponsal en Motril de El Noticiero
Granadino, don José Garcés Herrera, consideraba inoportuno el día y la hora
señalada para tal acto, por hallarse el pueblo celebrando sus tradicionales
fiestas. Aunque no da cifras de asistencia, manifiesta que el acto resulto frío y que se resintió seriamente por hallarse una gran parte de los
correligionarios de Iglesias en la novillada festiva celebrada aquella misma
tarde:
“No pudimos ver allí el calor de pasión y de
entusiasmo que esperábamos de un núcleo socialista tan numeroso como el que
aparece afiliado bajo la bandera de “La Democracia Social” y tan lleno al
parecer de alientos y de fe.
De cualquier suerte, sería absurdo negarle
importancia al acto realizado el domingo último; y acaso la prueba más notoria
de ella es la asistencia al mismo de muchos elementos que ni están ni pueden
estar, al menos actualmente, con el socialismo. De ahora más, en el retablo
político motrileño ha actuado cada “maese Pedro”, que mejor es no recordar,
preciso es considerar un nuevo factor y factor importante, pues a la
indiscutible fuerza que tiene toda organización numerosa y disciplinada, únase
la no pequeña que le presta al estar alentada y urgida por la palabra
persuasiva del patriarca”.
Tras abandonar Motril, Pablo Iglesias celebró
esa misma noche una conferencia en el Centro Ferroviario de la placeta del Alcázar
de Granada. Le precedieron en el uso de la palabra dos integrantes de la comisión
motrileña que le acompañó en el viaje de regreso a la capital.
Eduardo Castro y
Fernando Moreu dirigieron un saludo a los obreros granadinos en nombre de la
clase trabajadora de Motril.
Llama la atención la presencia de un miembro de la familia
Moreu (burguesía liberal tradicionalmente ligada a actividades comerciales e
industriales) relacionado que aquel primer socialismo motrileño. El tal
Fernando Moreu, ateniéndonos a sus palabras, se hallaba plenamente seducido por
aquel nuevo ideario: “El socialismo es la
Moral y la Justicia, lamentándose de la poca unión existente entre los obreros”.
Sin poner
la mano en el fuego, no sea que nos quememos, este motrileño de la cáscara amarga,
especie de oveja negra de su familia, bien pudiera ser el ingeniero industrial Fernando Moreu Díaz,
iniciado en los principios del
socialismo durante su etapa universitaria en la capital de España. La primera
actividad profesional que se le conoce fue como director de la Azucarera de San
Fernando entre 1907 y 1914, cuando por problemas económicos sus accionistas,
entre los que se encontraba su padre, de deshicieron de ella. En las páginas de
El Socialista del año 1915 constan varias contribuciones a su nombre, de una
respetable cuantía. para el sostenimiento del diario. En 1951 llegaría a ser Alcalde
de Motril.
La visita de Pablo Iglesias a Motril respondió a las
expectativas de sus organizadores. Inmediatamente después empezaron a
aproximarse al socialismo, obreros pertenecientes a los diferentes gremios
laborales.
Los obreros empleados en las obras del puerto
se constituyen en una sociedad denominada “La Hércules”, que en abril de 1915
se declararán en huelga por no acceder el contratista a concederle las nueve horas
de jornada de abril a septiembre, manteniéndose el resto del año de sol a sol.
Destaca entre ellos por su liderazgo un obrero llamado José Peña Gálvez.
Otro importante contingente de entre el proletariado
lo constituían los obreros de la construcción organizados en torno a una
sociedad de albañiles bautizada como “El Trabajo” cuyo presidente era
Manuel Fernández Denia, actuando como secretario Manuel Avellaneda.
Los
chóferes y conductores también se organizaron en una Sociedad de Transportes, presidida por Rafael
Herraste.
Uno de los
principales logros del socialismo motrileño, a la vez que banderín de enganche,
fue la puesta en marcha de una cooperativa de pan, “La Redención”, que llegó
a fabricar tres mil kilos diarios. Al frente de la misma se hallaba en 1915
Miguel Pérez Fuentes y Francisco Antonio Domínguez.
Las
columnas de El Socialista se llenan de artículos remitidos desde Motril por el
responsable de las Juventudes Socialistas Motrileñas, Eduardo Castro, un controvertido personaje que tenía buen manejo de la pluma en comparación al resto de sus compañeros, por lo que se
hará pronto con la dirección y secretaría de la agrupación socialista motrileña.
Aspectos
relacionados con la posterior evolución del movimiento obrero en Motril, quedan
en reserva para una próxima entrada.
FUENTES
UTILIZADAS
Antonio Mª
Calero Amor / Historia del movimiento obrero en Granada (1909-1923). Ed.
Tecnos. Madrid, 1973.
Salvador Cruz Artacho / Caciques y campesinos: poder
político, modernización agraria y conflictividad rural en Granada (1890-1923).
Ed. Libertarias, 1994.
El Socialista (Hemeroteca de la Fundación Pablo
Iglesias).
Prensa periódica granadina (El Noticiero Granadino,
El Defensor de Granada…) alojada en la Biblioteca Virtual de Andalucía.
Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional y
Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
Algunas muestras gráficas proceden del exitoso grupo
de facebook Recuperar
la Historia de Motril.
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