Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

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31 octubre 2013

INGENIERO DAMIAN QUERO (2ª PARTE Y FINAL)



    Como ya anunciábamos, en el año 1876 el ingeniero Damián Quero Díaz y familia, después de aquella larga e insalubre experiencia colonial, fija su residencia en Córdoba cuando entra a formar parte de la plantilla de la Jefatura Provincial de Obras Públicas, su nuevo destino profesional.

MILITANCIA MASÓNICA


     Las noticias sobre su pertenencia la Masonería nos las proporciona el libro sobre la Masonería en Córdoba, del que ya tomamos su retrato. 


     En el cuadro de la Logia Estrella Flamígera de la capital cordobesa, cuyos orígenes se remontan al año 1871, encontramos al ingeniero Damián Quero con grado 13º y nombre simbólico “Pelagio” en el año de 1876, prácticamente coincidiendo con su establecimiento en la ciudad de Córdoba. Su grado nos invita a pensar que pudiera ya venir iniciado del archipiélago filipino. El principio de ayuda mutua, por el que se rige la masonería, le tuvo que resultar bastante útil a la hora de darse a conocer e introducirse en la sociedad cordobesa.
      De su puño y letra, perfectamente reconocible por su espectacular caligrafía, es  una plancha emitida el 8 de diciembre de 1876 por la Aug. y Resp. Log. Estrella Flamígera núm. 102 regularmente constituida en el Valle de Córdoba bajo los auspicios del Gr. Or. Lusitano Unido, dirigida a la masonería universal manifestando su opinión sobre la guerra que venía desarrollándose en los Balcanes desde 1875. Damián Quero presidió la comisión encargada de su redacción, en la que se hace un análisis del conflicto en base a los principios masónicos del pacifismo y la neutralidad.


    Aparece incluida como anexo documental dentro del libro de la Masonería en Córdoba, siendo el verdadero origen de estos documentos el por entonces A.H.N. de Salamanca, hoy Centro Documental de la Memoria Histórica, a donde fueron a parar muchos de los papeles emanados por la masonería española al ser puestos a disposición del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, que tuvo su sede en aquella ciudad castellana.

    Durante ese mismo año de 1876, el de su ingreso en la Log. Estrella Flamígera, trasciende a través de la prensa cordobesa esa vocación propia de la masonería de involucrarse en cuestiones educativas y filantrópicas:

     “Fomento de la Enseñanza.- Se ha presentado al Sr. Gobernador para su aprobación el Reglamento que ha de regir una sociedad bienhechora que llevará por título el epígrafe, y que tiene por objeto dar segunda enseñanza gratuita hasta el bachillerato a algunos niños pobres, procedentes de las escuelas gratuitas de esta capital, en las que deberán haber obtenido la nota de sobresaliente. Forman parte de la Junta los señores D. José Abela, D. Juan Velasco, D. Eduardo Solier, D. Damián Quero, D. Francisco González Candelbac, D. José Sánchez, D. Guillermo Poole, D. Antonio Caro Fresneda, D. Bonifacio Campos y D. Manuel Martín”.

(Diario de Córdoba 31 de agosto de 1876)

     
    La práctica totalidad de los relacionados aparecen en los cuadros de las logias cordobesas Estrella Flamígera y Patricia, aunque con claro predomino de la primera. No debió ser autorizada pues no volvemos a tener noticias sobre ella. La mayoría de los integrantes de este activo y laborioso grupo de masones cordobeses se hallaban también relacionados con la Sociedad Económica de Amigos del País de Córdoba. Se trata de hombres proyectados social y profesionalmente durante el extinguido régimen republicano. 
    
     Figura el nombre del Venerable Maestro de la Logia Estrella Flamígera, el pintor, escenógrafo y decorador Francisco González Candelbac, que dejó su particular impronta artística en el edificio del Gran Teatro inaugurado en 1873.
     Algunos con el tiempo, a medida que prosperan con éxito en sus respectivos negocios, evolucionan hacia posicionamientos conservadores. Es el caso del industrial Antonio Caro Fresneda (Fundición de la Merced) que llegó a ser una figura destacada en las filas del Partido Conservador en la capital cordobesa tras su etapa de militancia masónica y republicana. Otro caso similar es el del sombrerero e industrial José Sánchez Muñoz (1845-1919), heredero de José Sánchez Peña, también iniciado en política en las filas del Partido Republicano Federal, y con el tiempo llegaría a ser varias veces concejal y teniente de Alcalde por el Partido Conservador.


    Al año 1877 se corresponde un extenso trabajo periodístico firmado por Damián Quero, que apareció publicado en el Diario de Córdoba, titulado  “Un Pensamiento Benéfico”, en el que aflora la típica filantropía que inspira a la masonería.
     Se trata de un artículo de divulgación social sobre una experiencia cooperativa puesta en marcha en Madrid por un cordobés llamado Rafael Saldaña “cuya realización ha de producir en breve tiempo una transformación en la actual manera de ser de la clase menesterosa y desvalida”.
     Entre las pretensiones de la Cooperativa “El Porvenir”, por cuya extensión apostaba Damián Quero con su proselitismo, se hallaba la de:

    “Sustituir las viviendas miserables y malsanas en las que se aglomera la familia del infeliz bracero, sufriendo todo género de molestias y enfermedades, por una habitación sola e independiente, extensa y ventilada. Mediante un alquiler fabulosamente exiguo, que por medios indirectos llega a reintegrarse, facilitarle gratuitamente los elementos más amplios posibles para que pueda educar a sus hijos y darles la instrucción científica y práctica necesaria, a fin de formar excelentes obreros en las diferentes industrias, como fin principal”.

    Tras desarrollar detalladamente todos los pormenores para conseguir hacer viable tan utópico proyecto, concluye con la obligada referencia a la necesidad de transportarlo hasta Córdoba:

     “Esperamos que el director de la empresa, nuestro ilustrado amigo, que al hacer extensiva la realización de su fecunda y filantrópica idea a las principales capitales de España no se olvide de su ciudad natal, donde hasta hoy nada se ha llevado a cabo para sacar del abismo de ignorancia y miseria en que yacen sepultadas las clases proletarias”.

(Diario de Córdoba 17 de julio de 1877)

     El tal Rafael Saldaña debe ser el hermano de su correligionario y amigo, también masón, el diputado por el distrito de Montilla en las Cortes de la I Republica, don Ramón Saldaña y Álvarez.
     Es la única colaboración suya que hemos sido capaces de localizar en la prensa de la época, y desconocemos el impacto que pidieran haber causado sus denuncias en el seno de la estamental sociedad cordobesa.
     Para 1883, cuando la logia Estrella Flamígera de dio de baja en el Gran Oriente Lusitano Unido  para regirse por la obediencia del Gran Oriente Español, creemos que Damián Quero ya no debía de pertenecer a la misma (lo argumentaremos más tarde).

MILITANCIA REPUBLICANA


    Los años del Sexenio Democrático en España, durante los cuales se operan importantes transformaciones políticas en nuestro país, los vivió Damián Quero en su destino colonial. 
    Desconocemos hasta qué punto los postulados ideológicos democrático-republicanos profesados por  su hermano José pudieran haberle influido.
    En 1881, tras seis años de gobierno conservador, Alfonso XII puso al frente de los destinos de la nación a Práxedes Mateo Sagasta. Era la primera vez, que de forma pacífica, llegaba al poder un partido heredero del viejo progresismo liberal.
    Dentro de un nuevo marco de libertades se reorganiza el movimiento obrero y las diferentes familias del republicanismo.
    Los republicanos históricos federales cordobeses en noviembre de 1882 eligen comité local y provincial con vistas a retomar su pasada actividad política. En aquella embrionaria organización participó el ingeniero Damián Quero que resultara elegido para formar parte de ambos. Labora al lado de históricos como Ángel de Torres o Ramón Saldaña, ambos masones, o los ya referidos Antonio Caro y Rafael Sánchez. 

Diario de Córdoba (20 de noviembre de 1882)


    Por su condición de funcionario público se mantuvo siempre en un segundo plano. Lo publicado en El Nuevo Régimen a su muerte nos sirve para hacernos una idea sobre cómo vivió la política:

   “En política fue invariable. No abandonó nunca la democracia, la federación, ni la republica; no tuvo nunca veleidades dentro de su partido. Era hombre ajeno a toda ambición política, a quien no movían sino sus ideas y el amor a la patria”.

    Prueba de ello es que en la mayoría de las cabeceras de prensa afines a sus ideas podemos encontrar su nombre entre los suscriptores, así como participando en las típicas cuestaciones. Sirva de ejemplo la realizada por La República en el año 1.888 en favor de una Asociación Benéfica encargada de socorrer a los presos y emigrados políticos republicanos:





CULTURA Y SOCIEDAD



    En octubre del año 1879 participa en un ciclo de conferencias agrícolas organizado en Córdoba, impartido por Ingenieros en sus diferentes ramas, profesores y catedráticos de la Escuela de Veterinaria, del Instituto y de la Normal de Maestros. El tema desarrollado por Damián Quero fue “La Arquitectura rural”.
    En 1881 formaba parte, como vicepresidente, de la Junta Directiva del Centro Industrial en cuyos locales celebraba sus reuniones y actos públicos un recién nacido Ateneo de Córdoba. Integrado en el mismo dentro de la Sección de Ciencias exactas, físicas y naturales.
    Durante los años 1883 y 1884 formó parte de la Junta Directiva del elitista y aristocrático Circulo de la Amistad de Córdoba. Suponemos que por estas fechas ya había dejado atrás su militancia masónica.
    Ya había adquirido cierto prestigio a nivel social, por lo que lo mismo le encontramos actuando como jurado en los tradicionales concursos hípicos, en las típicas muestras de ganado y maquinaria o como responsable a la hora de dictaminar los premios en los certámenes científico-literarios.


OBRAS PÚBLICAS

    Exceptuando un corto destino provisional en la provincia de Almería (1883), el grueso de su carrera transcurre en la Jefatura Provincial de Obras Públicas de Córdoba, como Ingeniero Jefe desde 1887 hasta su fallecimiento en 1889.
    Tuvieron que ser innumerables los proyectos en los que se estampara su firma.


     Entre los de mayor envergadura podemos citar el de la desviación de la carretera Madrid-Cádiz a su paso por la capital cordobesa, con un nuevo trazado entre la Cruz del Rastro y el Puente Mayor sobre el Guadalquivir, que llevaba aparejada la prolongación del famoso Murallón de la Ribera. Se realizaron algunas expropiaciones y se iniciaron los trabajos en 1890, que quedaron pronto interrumpidos por falta de liquidez.
    Su obra llega hasta los mas remotos lugares de la provincia:

Cuesta de la Traición (Ctra. Córdoba-Villaviciosa)
Paseo de la Cruz (Espiel)


Alcantarillado en Espiel



LA FAMILIA

     Por la notoriedad alcanzada en el seno de la sociedad cordobesa la prensa se hará eco de todos aquellos acontecimientos relacionados con su familia.
     Especialmente doloroso tuvo que ser el año 1892 durante el cual se produce el fallecimiento de su madre en Porcuna (31 de mayo) y el de sus hermanos Francisco y José, que dejaron de existir los días 25 y 28 de agosto, en Lopera y Porcuna respectivamente.
     Se le conocen cinco hijos varones: Luis, Juan, Carlos, Fernando y Eduardo. Sobre Juan no han trascendido noticias, y muy posiblemente falleciera joven durante su estancia Filipinas.
     Luis, el primogénito, había nacido en Madrid, estudiaría para Ingeniero de Montes integrándose en el escalafón de dicho cuerpo. Su carrera profesional trascurre fuera de Córdoba, en los distritos forestales de Palencia, Tarragona y Cádiz. Fallece en Madrid en 1933.
     Carlos (Ingeniero de Caminos) y Fernando (Ingeniero de Montes) residieron en Córdoba. Compaginaron sus respectivas carreras con el mundo de los negocios. Se hicieron con pertenencias mineras y dirigieron, como presidente y vicepresidente respectivamente, una sociedad minera intitulada la Conquista del Valle (1909).
     Los hermanos Fernando y Carlos Quero Goldoni fueron también principales accionistas y miembros del consejo de administración de la sociedad de seguros, caja de ahorros y previsión “La Mutual Latina” con sede en un céntrico edificio de la moderna avenida del Paseo del Gran Capitán.



     Fernando, casado con una prima hermana, Dolores Quero Taberner (hija de su tío Francisco), falleció en Córdoba en 1924.
     El poderío económico y social del ingeniero Carlos Quero resulta afectado considerablemente cuando contrae matrimonio, en segundas nupcias, con la señorita Soledad Cabrera Trillo-Figueroa “Marquesa de la Mota del Tejo” (1915).
    Ya como Marqués de la Mota del Trejo traslada sus inquietudes económicas al mundo de la industria. En 1922 se embarca en dos proyectos complementarios: “La Frigorífica Cordobesa” dedicada a la fabricación de hielo y “La Mezquita” dedicada a la fabricación y comercialización de de cerveza, primer establecimiento de este tipo nacido en Córdoba.


    Fallece en Córdoba en julio de 1933, al no conseguir recuperarse de las graves lesiones sufridas en un accidente de automóvil.
    El menor de los hermanos, Eduardo Quero, rompe con la tradición de la ingeniería y sigue la carrera militar dentro del arma de caballería. Es quien mantiene unos lazos más estrechos con la localidad de origen de su padre. En 1904, con la graduación de teniente, contrae matrimonio en Porcuna con Josefa Morente del Castillo, perteneciente a una familia de acaudalados propietarios. Su carrera militar se desarrolla en Córdoba. Retirado con la graduación de Teniente Coronel en 1931 (Ley Azaña). Sus servicios en favor de la sublevación militar de 1936 serian recompensados con la Presidencia de la Diputación Provincial de Córdoba que ostentaría entre 1936 y 1941.


UN PANTEÓN SINGULAR




     Los restos mortales del ingeniero Damián Quero Díaz y los de su esposa Concepción Goldoni y Rivas, así como los de sus hijos Fernando, Carlos y Eduardo, reposan en un singular panteón, exento de simbología religiosa, dentro del Cementerio de la Salud de Córdoba. La tumba aparece rematada por una enorme columna, que representa a un mojón de carretera con el escudo de la Escuela de Ingenieros de Caminos.

22 mayo 2012

Los orígenes del cinematógrafo como espectáculo en Castro del Río (1904-1905).

Los orígenes del cine


    El primer contacto que tuvo la población cordobesa de Castro del Río con la proyección de imágenes en movimiento (cinematógrafo) fue durante la Feria Real del año 1904:
    “Pocos han sido los espectáculos de Feria, sólo un Trip-to-the-moon o cronofotograph que ha actuado en el teatro de “Vista Hermosa” y la compañía del señor Espejo en el del “Truco”. 

    Estas funciones debieron suscitar el lógico asombro general entre aquellos pobladores de principios del siglo XX.  La información la proporciona el activo y culto corresponsal-poeta José María Jiménez Carrillo. Se ve que no asistió a las mismas, el empresario del Vista Hermosa no era santo de su devoción y además era más aficionado a las elitistas representaciones teatrales de abono. Si a ésto añadimos sus escasos o nulos conocimientos del idioma utilizado por el Imperio Británico, no fue capaz de captar y reflejar en su crónica que detrás de esa concatenación de sonidos raros (Trip-to-the-moon) estaba la famosa cinta del "Viaje a la Luna" de Julio Verne, rodada en 1902 por Georges Méliés y que por aquellas fechas había sido ya proyectada exitosamente en todo el "orbe civilizado".

 
    Las tecnologías actuales se prestan a que podamos disfrutar de aquellos cuadros transcurridos 108 años. Apaguen las luces, pónganse cómodos y disfruten de la película. La única diferencia es que ésta lleva la música acoplada, mientras que en la original el acompañamiento musical estaría a cargo de la propia empresa exhibidora o a través del consurso de algún avezado aficionado local en el golpeo de las teclas del piano o pianola.


    
     Al año siguiente (1905), en unas fechas poco usuales (entre el 21 de enero y el 13 de febrero), con la población empezando a sufrir las consecuencias de una aguda crisis agraria y enfrascada aun en la recolección de la aceituna, un empresario llamado Antonio Ramírez de Aguilera instala “una hermosa barraca de cinematógrafo de su propiedad" en la Plaza de la Iglesia, que es anunciada con el altisonante encabezado de Pabellón Modernista.

 
    En esta ocasión, nuestro amigo Jiménez si entra en detalles y termina quedando encandilado por el novel invento, tal como se refleja en su crónica:

   “Se ofrecen dos funciones diarias en las que se exhiben magníficos cuadros, que hacen pasar el rato admirablemente a la numerosa concurrencia que honra, en las dos secciones, con su presencia al magnífico Pabellón Modernista”.


    “Entre el extenso repertorio que trae el Sr. Ramírez podemos contar con cuadros verdaderamente notables: “El viaje a Italia”, “Novela de Amor”, “Cacería del Sábalo”, “Los siete Castillos del Diablo”, “Una hojeada por piso”, “la Huelga o drama social” (para complacer o adocrtinar a los asociados de La Luz del Porvenir), “Drama en el aire” y otra infinidad más que, o nos deleitan con escenas de verdadera gracia o nos hacen sentir grandes emociones, como sucede con “La guerra ruso-japonesa”.
    “Es un verdadero agosto el que está haciendo el señor Ramírez. Por nuestra parte le deseamos siga la prosperidad, siquiera sea en remuneración de su trabajo, y agradecidos por habernos traído espectáculo tal, que viene a sacarnos de la monotonía del sentir del pueblo”.


    Al despedirse el empresario de la plaza, por tener que cumplir una contrata en Málaga, anuncia su regreso para primeros de marzo para amenizar las fiestas de carnaval. Promete hacerte acompañar de un magnífico órgano, ya repuesto de las averías causadas en el transbordo de Marsella a Málaga, y que había sido adquirido por una elevada suma en la casa de los señores Lamonaire Freres de París.
    “Cuando así suceda, traerá según nos ha dicho bastantes cuadros, entre los que se cuentan como muy notables “La Pasión” y otros varios cuyos nombres no recuerdo”.
    Aunque por el progresivo avance de la crisis agrícola generada por la pertinaz sequia, lo más probable es que este emprendedor empresario desistiera de su gira por la provincia de Córdoba, gravemente afectada por la misma.
    He pasado por mi cabeza el intento de localizar alguna de esas cintas anunciadas para volver a proyectarlas. Lo más probable es que muchas de ellas estén ya perdidas para siempre. Como “La Pasión” sí se conserva y me ha resultado muy fácil acceder a ella, acomódense que empieza un nuevo cuadro:



 
     A finales de ese mismo año de 1905, Antonio Ramírez de Aguilera regresará a la provincia con su Pabellón Modernista. Se instalará en la capital en un solar arrendado ubicado en la principal arteria de ocio y expansión de la ciudad, el Paseo del Gran Capitán, justo en frente del frecuentado Café Colón y muy cerca del Gran Teatro.



En primer plano a la derecha el Salón Ramirez (antes solar del pabellón)

   Hasta 1915 funcionaría como tal, incorporando números de variedades simultaneados con las habituales proyecciones cinematográficas. Esos diez años de explotación, permitirían a su propietario embarcarse en la adquisición del solar para edificar sobre el mismo un teatro-cine que pasará a la historia de la ciudad con el nombre de Salón Ramírez, que según Ricardo de Montis durante muchos años fue el teatro popular más concurrido de Córdoba, hasta su cierre definitivo en los años finales de la década de los veinte.


    Como para poder confeccionar esta entrada he tenido que adentrarme en los entresijos del negocio cinematográfico en la provincia de Córdoba durante aquellos primeros años del siglo XX, casi que da como para embarcarse en una nueva aventura en la que esas primeras barracas de feria ambulantes y las diferentes empresas que se dedicaron a su explotación en la provincia, principalmente en la capital, sean las protagonistas. Para entonces, tal vez cambiemos de género y proyectemos algunos cuadros un poquito más frescos, de aquellos que en sesiones extraordinarias de última hora, algunos empresarios proyectaban pese a la cuantiosa multa que podría acarrearle tan popular osadía.

28 abril 2012

"El tío de la cámara" (3º parte y final).

En plena faena



     Esta vista panorámica de la villa de Espejo, así como la fachada y torreones del Castillo del Duque de Uceda, de esta misma villa, proceden del cuaderno nº 52 (Castro del Río) del Porfolio Fotográfico de Andalucía, que no pudimos mostrar en su día.
     Como podrán comprobar, la segunda es idéntica a la presentada en la entrada anterior tomada de la revista gráfica La Esfera, firmada por "Fot. Castella" De manera que queda definitivamente certificada la autoría de ese portfolio, y creo que, también de camino, la del resto de los de la provincia de Córdoba (menos Posadas).
     Un segundo reto planteado, pasa por poder averiguar, con nombres y apellidos, la persona que se esconde detrás de esa firma. Ya vimos la producción fotográfica asociada a Enric Castella Marqués, circunscrita exclusivamente al ámbito de la ciudad de Barcelona, que arranca en 1905 y que desaparece misteriosamente a finales de 1913. 
     Un pie de foto y otras referencias nos advierten sobre la existencia de un Baltasar Castellá (fotógrafo), también barcelonés, presumiblemente emparentado con el anterior. Podemos estar ante un hermanado equipo, o bien que fuera este segundo quien heredara la técnica y la firma del primero. Son simples conjeturas que sólo podré despejar el día que tenga la posibilidad de dar con las fuentes necesarias.
     De momento, lo único que puedo refrendar es que ambos estuvieron relacionados con tiradas diversas de la casa editorial A. Martín de Barcelona, aunque quien parece ser responsable de los porfolios, tarjetas postales y otras publicaciones relacionadas con la provincia de Córdoba es Baltasar. 







    La labor de estos profesionales traspasa el encargo principal, y aprovechan su gira por provincias para remitir a prensa gráfica placas tomadas de acontecimientos y actos de sociedad desarrollados durante  la misma, lo que les permitiría obtener unos buenos ingresos complementarios. 

     Es el caso de la visita girada a la capital cordobesa en  por S.A. la Infanta Dª Isabel de Borbón y Borbón, hermana mayor de Alfonso XII, conocida popularmente como La Chata, de la que ha quedado testimonio grafico gracias a fotografías Castellá: 


Señoritas pertenecientes a´lo más granado de la aristocrática sociedad cordobesa
(octubre de 1915)

     Disponemos de otra muestra de las mismas características datada en diciembre de 1915, en la que sus cámaras dan cobertura a un acto de carácter literario celebrado en el los aristocráticos salones del elitista Circulo de la Amistad de Córdoba, del que era vicepresidente en aquel momento Fernando Quero Goldoni (de origen porcunense).
     Donde encontramos a Fotos Castellá asociada definitivamente el nombre de Baltasar, es en una noticia publicada en el Diario de Córdoba sobre el benéfico acto de reparto de juguetes efectuado en el Centro Obrero Conservador durante la festividad de Reyes del año 1916:

     “Al final de la fiesta impresionó notables placas el fotógrafo de prensa gráfica Baltasar Castellá”.


    De manera que, mientras no se demuestre lo contrario, las producciones de Alberto Martín relacionadas con la provincia de Córdoba son de Baltasar Castellá, y creo que también bastantes de las que se conservan entre los fondos del Archivo Fotográfico de Barcelona, atribuidas y catalogadas como correspondientes a Enric.

Tarjetas Postales - España Regional

    Una vez terminados, o la par que los porfolios, la editorial se sirve de su numeroso fondo fotográfico para poner en circulación una tirada de tarjetas postales bajo este título, perfectamente identificables por su particular impronta en rojo. La única que conocemos perteneciente a la localidad cordobesa de Castro del Río es la de su Casa Consistorial.



    El carteo e intercambio de fotografías, a manera de cromos, con una amiga de Barcelona, ha puesto en mis manos muestras procedentes de una tercera publicación de la tantas veces mencionada editorial A. Martín:


Ficha catálogo BNE:

    España Regional [Texto impreso] descripción por Ceferino Rocafort y Casimiro Dalmau ; cartas corográficas por el comandante de ingenieros Benito Chías y Carbó y otros facultativos. Barcelona: Alberto Martín, [1913-1919] 4 v. : il., map. col., plan. col. ; 39 cm.

    Viene a ser un compendio de los portfolios fotográficos de las capitales españolas y de los diferentes partidos judiciales. Detallada descripción del territorio nacional con más de 3000 fotografías y su correspondiente aparato cartográfico.
    Entre ellas, una para mi inédita y desconocida de Castro del Río, con su río, el Guadajóz, una vez más como protagonista:



    El importante número de estampitas que contienen estos volúmenes sobre los pueblos de la provincia de Córdoba, sumadas a las procedentes de prensa gráfica y otros archivos fotográficos, nos permitirá más adelante (toca cambiar de registro) exponer la prometida muestra “Baltasar Castellá: un periplo por tierras cordobesas”, de la que de momento sólo dejo un pequeño adelanto:



     Se corresponden, la primera con los archiconocidos y desaparecidos Arcos de la Puerta de Aguilar de la ciudad de Montilla, y la segunda, menos vista, con la Fuente Redonda de Fernán Núñez.

    Secuencia completa:

El tío de la cámara (3ª parte y final)

"Baltasar Castellá: un periplo por tierras cordobesas" (próximamente)




26 abril 2012

Porfolio Fotográfico de Castro del Río. El tío de la cámara (2ª parte)

Fachada y torreones del Castillo de Espejo

     En la primera parte citábamos a Enric Castellá como autor responsable de la firma “Fot. Castellá” durante el periodo comprendido entre los años 1905-1913, con una producción circunscrita exclusivamente al ámbito de la ciudad de Barcelona, exponiendo valiosas muestras de las fotos salidas de su objetivo y enlazando con otras.
     Enigmáticamente se interrumpe su rúbrica en las revistas gráficas (las digitalizadas y de libre acceso por la red) durante todo el año 1914, y no volvemos a tener constancia de ella hasta el mes de junio de 1915, con un atractivo reportaje gráfico de la Feria de Nuestra Señora de la Salud celebrada en la capital cordobesa entre los días 25 y 28 del mes de mayo:

Exposición Regional de aceite de oliva
Pabellón de la Remonta
Grupo de ganado caballar
Feria de Ganado - Bueyes pastando
Ganado vacuno descansando

     La Esfera, durante lo que resta de ese año de 1915, nos proporciona otros ejemplos de su producción, todos relacionados con la provincia de Córdoba. A la del Castillo Ducal de la casa de Uceda-Osuna de la villa de Espejo, que mostramos en la cabecera, se le suman éstas otras:

Detalle Coro Mezquita-Catedral de Córdoba

Balcón casa solariega (Cabra)
Retablo de Santo Domingo (Castro del Río)
     Fue precisamente ésta última, la que nos puso en la pista, por cotejo, sobre la relación de la firma “Fot. Castellá” con el contenido gráfico del cuaderno nº 52 del Porfolio Fotográfico de Andalucía dedicado al partido judicial de Castro del Río, editado por la casa A. Martín de Barcelona (sf).
     Un primer razonamiento lógico, nos induce a especular con que durante gran parte de ese año 1915 “Fot. Castella”, por encargo de la empresa editorial ya mencionada, recorre la provincia de Córdoba a la caza y captura de placas estereoscópicas de todo lo artístico, típico y pintoresco que pueda encontrarse a su paso por los diferentes pueblos y cabeceras de partido judicial objeto de elaboración de porfolios fotográficos, ya en marcha y publicados, sobre otros lugares de Andalucía.
     El correspondiente al partido judicial de Posadas fue el único de la provincia de Córdoba que vio la luz entre esa primera remesa editada a lo largo de la primera mitad de 1914.

     Magnificas fotografías de diferentes poblaciones de la geografía de la provincia de Córdoba y otras tantas, en las que se plasman los atractivos estéticos de la Mezquita-Catedral y de otros monumentos emblemáticos de la capital, siguen aflorando en prensa gráfica hasta el año 1918.

Retablo Iglesia de Fuenteovejuna


Puente romano sobre el Guadalquivir

    A partir de entonces se le pierde definitivamente la pista al sello fotográfico Castellá. No relacionadas con la provincia, sólo he podido recolectar tres de Sevilla capital (una vista panorámica tomada con teleobjetivo desde la Pasarela, otra de la Giralda y una  arcada de la parte alta del “patio de las muñecas” del Alcázar), algunas de Madrid (Puerta del Sol y salones del Palacio Real), y sólo una de Toledo, Salamanca y Barcelona.

Puerta del Sol (Madrid)
      Asociadas al mismo autor se conocen otras dos fotografías de Castro del Río, no incluidas en el famoso cuaderno del porfolio. Una primera, de calidad excepcional, conservada y catalogada como de "Fotos Castellá" en el Archivo General de la Administración (AGA): 


Puente Viejo sobre el Guadajoz


     Aunque pudiera parecer una fotografía aérea, apuesto por que esta panorámica fue tomada con teleobjetivo desde lo alto del Castillo. Del mismo autor y de ese mismo fondo, conozco otras cinco fotografías cordobesas, que sin lugar a dudas, tuvieron que ser realizadas durante aquel periplo por la provincia al que nos venimos refiriendo. Una de ellas, la del puente romano de Córdoba, tirada desde el mismo lugar de la anteriormente expuesta (Torre de la Calahorra), aunque con diferente transito y superior calidad:





      Como esta entrada ya la creo lo suficientemente densa e ilustrada, la siguiente fotografía de Castro del Río, inédita o poco conocida, obtenida gracias a la información proporcionada por un nada carpetovetónico amigo, coleccionista a pequeña escala de tarjetas postales y otras antiguallas, profesional del Montilla-Moriles, natural y vecino de aquella, la dejamos para una tercera y definitiva entrada, en espera de que me entren nuevas informaciones y unos materiales que tengo solicitados.
      La proyectada “mostra catalana” de Enric Castellá, queda pospuesta o suspendida. Depende de cómo se desarrolle el tramo final de las pesquisas. De momento las he puesto en manos de una amiga de Barcelona, con la que me carteo por estos medios, que se ha interesado por ellas.