Como sigo con los apetitos desataos y lo único que pasa últimamente por mi cabeza son artículos alimenticios, ahí va una segunda entrada al respecto:
San Marcos en Porcuna
Durante mi niñez, era obligada la visita al Santo en su ermita coincidiendo con la explosión de la primavera. Tanto con las Monjas, como con posterioridad con los maestros de Los Grupos, se nos reservaba esa tarde para peregrinar en ordenadas filas hasta la Ermita del Señor San Marcos provistos de una merendilla compuesta por pan tierno y un par de jícaras de chocolate o torta de aceite / azúcar para los más afortunados. Tarde de juegos en plena naturaleza y de cánticos:
El ritual se completaba con la elaboración de píticos con la caña fresca del tronco del cereal y la ingesta de unas espigas de los cercanos trigales. Las niñas solían ser propensas a hacer ramos de flores con margaritas y amapolas.
Señor San Marcos, la flor de los campos,
señor San Benito, la flor de los pitos,
la letanía, cinco panes me comía,
dos por la mañana y tres al mediodía.
señor San Benito, la flor de los pitos,
la letanía, cinco panes me comía,
dos por la mañana y tres al mediodía.
(Demasiado comer parece eso)
El ritual se completaba con la elaboración de píticos con la caña fresca del tronco del cereal y la ingesta de unas espigas de los cercanos trigales. Las niñas solían ser propensas a hacer ramos de flores con margaritas y amapolas.
Un año, nuestros queridos maestros tuvieron la deferencia de otorgarnos la jornada escolar completa, con una excursión al Cortijuelo provistos de un bocadillo y cantimplora para echar el día. El mío solía ser de caballa con tomate Musa y pepino, a cuya mezcla sigo siendo gran aficionado. Aunque el Musa creo que dejaron de fabricarlo pues ya no lo encuentro. Los maestros se lo montaban algo mejor en lo gastronómico. Una vez en el paraje don Enrique Benito nos reclamaba con su particular entonación: “A Ver niños acercaros un momento” ¿Sabéis lo que son los espárragos? Si… maestro. Pues daros una vueltecilla y los vais trayendo hasta aquí (la frondosa encina bajo la que permanecían guarnecida la comunidad docente).
Como consecuencia de nuestra generosa y competitiva participación obtenían una importante cosecha. Una vez más, don Enrique entonaba el cierre: “Vale ya muchachos, ahora buscaros una buena sombra y a comer”.
La recolección le servía a Don Enrique, que era muy dado a las artes culinarias, para obsequiar a sus compañeros con unas sabrosas tortillas de espárragos acompañadas de unos tragos de vino de la bota que el susodicho portaba garbosamente en su hombro. Aquel año se prescindió de la visita al Santo.
Fruto de la amistad de don Enrique con mi progenitor y de su intercambio de recetas salió uno de mis platos favoritos “la gallina en pepitoria”, plato estrella de la cocina de mi casa, miestras mi padre vivió. De él heredé el sibaritismo gastronómico y la afición al guiso de "Juan Palomo".
San Marcos en Castro del Río
Hasta hace poco, el municipio cordobés de Castro del Río podía presumir de disponer en su calendario de fiestas locales de una Romería estrictamente laica, con origen historicista y militarista.. La referencia al Santo se debe, a que se conmemora ese día la victoria sobre los moros en una batalla que tuvo lugar cerca de la población (éstos con la precipitación de la huida olvidaron un tesoro). Para recordarlo y celebrarlo, se sale al campo a comer y los niños llevan tambores, sables de madera y gorretinas, como recuerdo de aquella gesta guerrera..
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El Socorro de Castro del Río (moros y cristianos ) PINCHAR |
De hecho, en su término no ha existido nunca ermita bajo esa advocación, ni sus templos han albergado imagen alguna del Santo, hasta que un grupo de caballistas con extrañas influencias rocieras decidió incorporar el caballo y el santo al festejo, aunque los auténticos sanmarqueros serán siempre los de a píe, los que cuando el día es riguroso se meten en el Quemas Castreño (Guadajoz), sin necesidad de caballerías, para rebajar la temperatura corporal.
Mis San Marcos castreños empezaban a primera hora de la mañana con un café y unas palomitas blancas en el Bar Pepín, donde se hacia la concentración de hermanos para proveernos de los avios en el supermercado familiar anexo. Para nuestro particular “Que no nos falte de na” se incorporaba lo típico: carnaca (chuletas, chorizo, morcilla, panceta..) e ingredientes para un arroz, amen de cuatro cosillas que se aportaban desde casa, a título particular, y el imprescindible jamón o paletilla. En el apartado etílico lo de siempre la cervecita fresca, el vino de la tierra, refrescos y los destilados para confeccionar vasos largos fresquitos durante la sobremesa. El “Arroz a como salga”, del que nos hacíamos cargo Paco “El Bola” y un servidor, solía tener poco éxito pues el personal previamente ya se había atiborrado de otros géneros. Aunque al final se terminaba limpiando a base de uvitas de vino y platos de arroz ofrecidos a los transeúntes más desamparaos de apaños (que también los había).
No quiero despedirme sin referir antes a algunos de los más significativos componentes de aquella hermandad. Pepe Millán, Pinicri, Blascri, el ya mencionado Bola, Chamarín y respectivas (Mª Salud, Claudia, Mariana, Ana ,Toñí, Fali….e Isabel Cuevas Cordobés). El último varón mencionado, ostentó durante muchos años el cargo de fundador y presidente honorífico de la hermandad de “Los Karsonss” (Carsonasos), cuyos estatutos redactó personalmente, antes de hacerse duquesa (aprecien su belleza actual pinchando sobre el enlace). Otro personaje célebre, que no quiero dejarme atrás, ya que fue el primer gorretina , tambolirero y espadachín de la cuadrilla hasta que se fueron incorporando nuevos miembros (que ya estará como para procrear), es José Garrido Pinillos (El Jose).
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Mameluco con gorretina and family |
Como las fotos que he encontrado en la red sobre este equipaje infantil están alojadas en blog amigos las he utilizado sin permiso previo.
En ellas se puede apreciar a la perfección la frondosidad y valor paisajístico de ese maravilloso paraje a orillas del río, conocido como La Alameda, o más popularmente como “Fabrica de la Luz” o "Campamento", ya que en ese mismo lugar estuvo instalada la empresa Eléctrica del Guadajoz encargada de proporcionar suministro eléctrico a los castreños, sucesora de la Electro-Harinera surgida a principios del siglo XX, y un campamento de la Organizacion Juvenil Española (OJE).
Me ha llamado la atención que una entrada que Mameluco incluye en su blog sobre San Marcos, se recoge una de las canciones entonadas durante ese dia de campo, que coincide plenamente con otra del acerbo popular de Porcuna:
Qué llueva,
señor San Marcos, rey de los charcos,
para mi triguito que ya está bonito,
para mi cebada que ya está granada
para mi melón que ya tiene flor,
para mi sandía que ya está florida,
para mi aceituna que ya tiene una.
señor San Marcos, rey de los charcos,
para mi triguito que ya está bonito,
para mi cebada que ya está granada
para mi melón que ya tiene flor,
para mi sandía que ya está florida,
para mi aceituna que ya tiene una.
(Y seguimos comiendo)
¡Que poca espiritualidad!
Lo gracioso, Alberto es que yo aprendí esa canción, como comento en mi entrada, por El libro Gordo de Petete.
ResponderEliminarCosas curiosas que pasan. Este año ha sido otro San Marcos. Hemos comido y bebido, pero ya no he llevado gorretina. Lo que he echado de menos mucho es la espada de madera.
Por lo visto se trata de una canción tradicional infantil de corro, especie de rogativa, propia de regiones agrícolas comos las nuestras. De hecho los cultivos que se mencionan son los propios de nuestra comarca, agricultura mixta cereal- olivar.
ResponderEliminarLo que no es original de nuestras tierras es el chuletón de ternasco que te metes entre pecho y espalda en vuestra tradicional concentración gastronómica corocapillera del Viernes Santo.
“Son las ventajas de la economía globalizada frente a la descentralizada y local, por la que deberíamos de apostar, por su menor impacto medioambiental”.
RECTIFICANDO
ResponderEliminarPor ser una entrada más de carácter gastronómico y festivo, que histórico, no he reparado mucho en cuestiones documentales. Cuando afirmo que jamás existió Ermita ni Santo en Castro del Río, me refiero al periodo posterior a la guerra civil. Algunas fuentes, sin contrastar, citan una primitiva y desparecida ermita durante el medievo, y Pascual Madoz en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus ..., vol. 6, cita la existencia en la capilla mayor de la parroquial de Ntra. Sra. De la Asunción de un retablo de dos cuerpos y de muy buena arquitectura, fabricado en el año 1826:el inferior contiene en un arco el tabernáculo, y a los lados San Juan y San Marcos; el superior presenta a N.S. de la Asunción en el centro... (continua con la descripción). Desconozco si con posterioridad existió otra imagen aparte de la del retablo. Por cierto, la actual muestra escasa relación iconográfica con la del Santo Evangelista.
Perdonen el lapsus.
LO que sacan ahora por las calles -lo he visto por la tele- lo ha hecho alguien que no tiene ni idea de lo que es un evangelista ni la madre que lo trajo. A mí plín, la verdad, pues querer dar a San Marcos un carácter religioso, cuando aún tratándose del milagro de un santo, es algo que no me gusta.
ResponderEliminarSan Marcos es una cosa profana, pastoril, más báquica que cristiana, más de los sentidos que de la supuesta alma. Aunque sangre de Cristo se bebe a espuertas.
Hay algunas coplillas o retahílas de marcada referencia guerrera:
ResponderEliminar"Guerra, guerrilla,
guerra, guerrón,
que tos los de la villa
son un maricón".
Esta es una de ellas que hace referencia a nuestro Barrio de la Villa. Otra dice también:
"Paz con paz,
guerra con guerra,
tú conmigo, yo contigo,
tripas afuera".
Y se hacia como un ritual de lucha, como no, con los formidables sables de madera.
En este enlace hay algunas muestras de la lucha guerrera y de la mayoría de los pernajes a los que te refieres. http://www.facebook.com/home.php#!/media/set/fbx/?set=a.1820269279913.100875.1635604452
Un saludo sanmarquero.
Pd. Siempre es un placer leerte y disfrutar del buen hacer de un sanmarquero.
Y respondian los de la villa: Déjalos venir, déjadlos venir, que a fuerza de garrotazos, se tendrán que ir.
ResponderEliminarSin mirar nada, a voz de pronto, no recuerdo que año metieron a San Marcos en el río; castigado por una sequía interminable o rogándole para que lloviera.
Salu2.
Yo creo que las huestes guerreras de los barrios bajos (usease de calla Ancha hacia abajo)tendrían que ser de las más temibles y agerridas. Los de la villa, pese a contar con la ventaja de la posición dominante,en mas de una ocasión recularían, de ahi lo de "maricón/es" a los que hace referencia Blas en su retáhila. Por cierto me ha encantado esa palabra tan en deshuso amigo Blas.
ResponderEliminarSaludos villano Diego.
estimado alberto en lo referente al tomate musa , no estas en lo cierto ,pues en mi abaceria de mas de 60 años de antiguedad lo puedes encontrar.un abrazo entrañable, de un incondicional. LA TIENDA DE FRANCI
ResponderEliminarLlevas toda la razón Franci, precisamente durante estos días la acreditada marca cordobesa concurre a un certamen internacional gastronómico, junto a otras cuarenta empresas andaluzas, en los EEUU. Mi padre se surtía de ella en sus viajes a Córdoba. El hecho de que me desligara de su consumo obedece a la cómoda costumbre de hacer la compra semanalmente en una gran superficie. Coincidiendo con la fiesta de Ntra. Señora de la Cabeza en Porcuna (patrona de la industria y comercio local) abogo por que no nos olvidemos del comercio tradicional como el que vuestra familia regenta, donde se suelen encontrar delicatessen y productos de calidad que no entran en los circuitos comerciales de las grandes multinacionales de la alimentación. Cuando me deje caer por Porcuna, os prometo una visita para hacerme del preciado tomate y caballa de buena calidad, que seguro sabréis recomendarme con acierto.
ResponderEliminar"Déjalos que vengan,
ResponderEliminardéjalos venir
que a fuerza garrotazos
tienen que morir."
Creo que era así amigo Diego.