Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

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20 septiembre 2014

Nuevos aportes documentales sobre las Misiones Pedagógicas en la provincia de Jaén (1935-1936).



    El Patronato de Misiones Pedagógicas fue creado por decreto de 29 de mayo de 1931 del gobierno provisional de la II Republica, estando al frente de la cartera ministerial de Instrucción Pública y Bellas Artes el republicano catalán Marcelino Domingo. Después de varios meses de organización y  programación se ponía en marcha a finales de ese mismo año 1931 y principios de 1932.

     El encargo que el Ministerio confiaba al Patronato aparece declarado en el preámbulo de aquella disposición: “Se trata de llevar a las gentes, con preferencia a las que habitan en localidades rurales, el aliento del progreso y los medios de participar en él, en sus estímulos morales y en los ejemplos de avance universal, de modo que los pueblos todos de España, aun los apartados, participen de las ventajas y goces nobles reservados hoy a los centros urbanos”. Esta aspiración generosa señala de modo claro el alcance de un propósito que lo es fundamentalmente de justicia social, de relación cordial y estimuladora entre los hombres. Los medios recomendados por el decreto organizador fueron: bibliotecas, lecturas y conferencias, audiciones de música coral y de discos seleccionados, exposiciones circulantes de arte, cursos para maestros, proyecciones fijas y cinematográficas, etcétera. Con posterioridad se añaden otros servicios: el teatro ambulante y el guiñol.


    La provincia de Jaén, era una más de las muchas dejadas y abandonadas a efectos de educación y cultura. Especialmente afectadas por ese aislamiento, a paliar y corregir urgentemente, las poblaciones de la Sierra de Segura. 
    Poco debió de cambiar la situación desde que Luis Bello Trompeta publicará su “Viaje por las escuelas de España” (1926-1929) en relación a la realidad social y educativa que se encontró el gobierno provisional de la II República cuando se pone en marcha el Patronato de Misiones Pedagógicas.


Santiago de la Espada (Jaén)

   Arriba, a todo lo largo, una calle de jornaleros y menestrales, con casas bajas, de tapiería, de puerta y ventana. Y hay callejas de escalinatas por donde se trepa al barrio pobre. Mujeres de facciones bellas, de tipo moruno, diríase que aguardan no sé qué. Siempre nos parece que las mujeres de los pueblos, si son hermosas, esperan el desencantamiento. Pero en esa calle alta observe una extraña inquietud al paso de los señoritos. Esto es lo que me dio más confusa sensación de pueblo señorial. Vive en Santiago de la Espada una casta de gentes sumisas y dulces. Como en Segura de la Sierra. El ea, en vez del sí, es una fórmula de resignación más que de afirmación.
    Vamos a entrar a fondo en el corazón de Santiago de la Espada. De estos hombres que nos rodean saben leer diez por cada ciento. De entre las mujeres saben leer el 4 por ciento. Ese 92, 8 es la cifra máxima de analfabetismo en España. De 8.282 habitantes, según el censo de 1920, saben leer 590. Yo quise abrir información en cuanto me pude quitar el barro del camino, preguntando ante todo a los maestros; pero el único que había acababa de salir con licencia. Fui, en vista de este primer fracaso, a ver a las maestras. Encontré una; buena, voluntariosa; pero tenía yo que levantar mucho la voz para que me oyera. La escuela – ya se sabe – en el antiguo Pósito; grande y húmeda. Tenía de matrícula 37 niñas. Asistían casi todas. ¿Inteligencia? “Regular…como en todas partes…”. Esto, que parece un tópico de los maestros, aquí me sonaba a verdad; y a verdad interesante. “el material humano” de Santiago de la Espada es, no diré yo que como en todas partes, pero si como esa anchísima franja que viene del antiguo reino de Murcia, y por el de Jaén corre hasta la costa granadina.
    Había también una maestra particular, muy inteligente; y como institución supletoria, la miga: “la hermana Urbana”. ¡Terrible escuela, a puerta de calle, cuatro palmos de terreno; los niños a un lado, las niñas a otro, y la hermana, cojita, entreteniéndolos a todos, dulcemente, con gestos y llamada de pastor! Todo de pena. Quiero que lean algo. Deletrean los mayores. Trato de saber si entendieron. Nada. Cerrazón absoluta.
    Junto a la rectoral – me dicen – hay un chico muy listo, hijo del maestro de un cortijo, maestro de afición, claro está.
    Vamos a verle. Su escuela es cortijera también. Los muchachos van haciendo algo. Uno de aspecto tosco, pero no torpe, lee una página de Agricultura: “para el arrastre del arado se emplean mulas o bueyes. En América usan locomotoras de vapor”.
    ¿Qué es una locomotora?
    No lo saben, no han visto nunca locomotoras. Pero, señor, ¿Cómo van a ver locomotoras si no han visto carros?”. ¡Si, a Santiago de la Espada no llegan carros! Hubo un labrador rico , hace tiempo, tan caprichoso y novelero que hizo construir un carrito de ruedas y anduvo con él unos días por el camino de Zumeta, y por el de las Cuevas de Engarbo; pero se cansó y lo arrinconó o lo quemó. No podía ir más allá de dos kilómetros.

    Pese a la pujanza de la organización del Partido Socialista Obrero en la provincia y su peso en el gobierno de la República durante el primer bienio republicano (1931-1933), de las diferentes manifestaciones ofertadas tan sólo se benefició la provincia Jaén de la política de creación de bibliotecas:


    De las bibliotecas relacionadas, 21 fueron creadas durante el año 1932, 49 en 1933 y 16 durante el primer trimestre de 1934. Muchas no pasan de  simples lotes con destino a escuelas o sindicatos. La Biblioteca Pública Municipal de Porcuna, según Juan Vicens de la Llave (Inspector de Bibliotecas del Estado), que llegó a inspeccionarla en persona durante el mes de enero de 1934, era de las mejor dotadas y organizadas:

   “Hacía poco que habían recibido los libros. La inauguración habrá tenido lugar el 28 de enero (después de mi visita). El local es muy bueno, y bien amueblado y acondicionado y en el mejor sitio del pueblo. El ayuntamiento está lleno de fervor por la biblioteca. El alcalde es un hombre ejemplar, jornalero con 9 hijos que llega todo lo más a vivir y que sin embargo ha administrado el ayuntamiento con extraordinaria honradez. Es un entusiasta de la biblioteca. El bibliotecario es un excelente muchacho, obrero zapatero, pero ha aprendido a leer y hecho estudios en clases nocturnas que pagaba con lo que cobraba tocando en la banda municipal”.


Interior de la Biblioteca Publica Municipal de Porcuna (enero de 1934)

    Desde la llegada al poder del Partido Republicano Radical (Lerroux) que había virado hacia posicionamientos de centro derecha coaligado con la Coalición Española de Derecha Autónoma (CEDA) liderada por el abogado José María Gil Robles, el presupuesto destinado al Patronato de Misiones iría menguando paulatinamente. En los presupuestos para 1935 se recortan drásticamente las cantidades que tenían asignadas hasta entonces. 
    Durante el propio debate de presupuestos celebrado en el mes de junio del año 1935, una enmienda defendida por el diputado liberal demócrata asturiano, Manuel Pedregal, que solicitaba se mantuviese la partida del Patronato sería rechazada por la comisión parlamentaria creada al efecto: “Las misiones sólo sirven para que se diviertan algunos señoritos”.No faltaron quienes bautizaron a los voluntariosos misioneros como "titiriteros de la cultura". Pese a ello, desde las Inspecciones de Primera Enseñanza y las Universidades se siguen programando misiones.
    Las primeras noticias de auténticas Misiones Pedagógicas organizadas en la provincia de Jaén son del mes de junio de 1935 (entre el 19 y el 30) en la que un equipo dirigido por el geógrafo, inspector de Primera Enseñanza y delegado del patronato, Modesto Medina Bravo, recorre varias poblaciones de la Sierra de Segura, con especial dedicación a esa población de Santiago de la Espada con tan alto porcentaje de analfabetismo. Se corresponde con el modelo de Cine-Música.
    Sobre otra Misión que aparece sucintamente relacionada en la web de la Residencia de Estudiantes – CSIC hemos tenido la suerte de recuperar unos documentos de excepcional valor. Se trata de la desarrollada en Alcalá la Real, sus aldeas y cortijadas a finales de marzo de 1936, con el gobierno del Frente Popular instalado en el poder.
    Cuando quien guarda halla, quien custodia conserva y además si se tiene la suficiente generosidad para compartir, se permite y posibilita la recuperación de aspectos ocultos o desconocidos de nuestra historia reciente. Hemos tenido la suerte de disponer de la desinteresada colaboración del nieto de un maestro de escuela, natural de Porcuna, que participó en aquel periplo primaveral lúdico-pedagógico.

    Un recorte de prensa, de origen desconocido, unas fotografías y unas originales planillas manuscritas con la programación de cada una de las sesiones, nos van a permitir conocer el nombre de los misioneros, el de los maestros y maestras de las respectivas aldeas, las diferentes escalas realizadas, así como las poesías, cuentos, canciones populares, audiciones musicales, proyecciones didácticas y películas que llevaban entre su repertorio, 

Alcalá la Real

MISIONES PEDAGÓGICAS

    Continuamos nuestro itinerario misionero por la cortijada de Ribera Baja. El trayecto entre una y otra Ribera (Alta y Baja) lo hicimos en sendas caballerías por un camino pintoresco, llegando a las 2 de la tarde. Aun no nos habíamos terminado de sentar cuando se presentaron todos los chicos y chicas muy vestidos de limpio a darnos la bienvenida e inmediatamente se pusieron a jugar al corro cantando unas canciones preciosas. Este anejo es muy grande y lo riega el mismo río que ayer describíamos en nuestra crónica, de donde se derivan multitud de acequias que fertilizan sus campos.

Panorámica de la aldea de Ribera Alta (tomada por el equipo misionero)
    Después de comer (también tienen derecho los misioneros a la vida) comenzamos a preparar el tinglado en una escuelita preciosa y muy cuidada por manos de su maestra, doña María Escavias, todo arte y sentimiento.

Hospitalidad de Doña María Escavias (almuerzo rematado con café y licores)
    A las seis dimos principio a la primera sesión dedicada sólo a niños y niñas, haciendo la presentación y el saludo el jefe de la misión don Miguel Baena; después el señor Morente contó un precioso cuento que los peques oyeron con deleite y del que sacaron muchas y provechosas enseñanzas. Se leyeron poesías y romances, música regional explicada por el señor Garrido y dos películas, una instructiva y otra cómica, en la que estos angelitos, que no conocían el cine, disfrutaron lo indecible, exteriorizando su contento con sabrosos comentarios y una serie de interjecciones como ¡huy!, ¡huy!, con las que demostraban su placer, al ir oyendo las explicaciones que tan acertadamente les hacía el señor Ruiz Saura. Se terminó la misión con vivas a España, la República y Ribera Baja, que fueron unánimente contestados.
    Sin tiempo a penas para descansar, se dio comienzo a la sesión dedicada a los adultos que se vio concurridísima, más que nada por el afán tan desmedido que tienen por el cine y con el que estuvieron muy entusiasmados hasta el punto de pedir  se les proyectase más a pesar de lo intempestiva de la hora, ya que eran las una de la noche.
   Al día siguiente salimos en caballerías hacia la vecina cortijada de Santa Ana, que dista 8 kilómetros de la anterior, haciendo una misión mixta para chicos y grandes en un local muy amplio habilitado para cine y en el que resultó muy bien, no extrañándose tanto el personal de estos adelantos, por tenerlos muy cerca en el magnífico pueblo de Alcalá la Real. En cambio, constituyó un éxito las demostraciones que con el micrófono les hizo don Benito Palacios y en el que cantaron los pequeños algunas coplas y les dirigieron la palabra a sus compañeros entre la admiración de todos al reconocer sus vocecitas infantiles.
    Por no hacer más larga esta crónica, en la de mañana se darán noticias del acto celebrado en Fuente del Rey y en otros lugares que esta tarde misionaremos.

    Aparece firmado por M. y parece formar parte de una serie completa de crónicas publicadas, suponemos, en la prensa provincial, por desgracia perdidas o inaccesibles.

EQUIPO MISIONERO

    Como jefe de la misión figura Miguel Baena Rodríguez (1902-1966), un maestro y abogado natural de Fernán Núñez (Córdoba) que tras pasar por diferentes escuelas de su provincia de origen obtiene plaza en Madrid donde prepara y gana las oposiciones a Inspector de Primaria Enseñanza. Su primer destino, del que toma posesión para el curso 1935/36, es precisamente la provincia de Jaén. 

    El referido Sr. Saura o Ruiz Saura (Antonio Ruiz Saura) era un maestro murciano con destino en Lopera (Jaén) desde 1926. Era un hombre de contrastadas inquietudes sociales y culturales, ferviente republicano y cercano al PCE en lo político. Hemos localizado algún artículo firmado por él en 1933 abogando por el frente único.

Don Antonio Ruiz Saura con un alumno loperano (1934)
   
    Quienes conozcan o estén un poco familiarizados con la historia contemporánea de Porcuna habrán reconocido a don Benito Garrido Palacios (se comen el primer apellido en la crónica). Desde muy joven había tenido inquietudes literarias. Fue junto al incógnito ex socialista y periodista Manuel de Quero Morente y el también maestro Francisco A. Ruiz Ollero (FARO), los auténticos impulsores y principales redactores de la Revista Cultural Obulco (1914). A lo largo de su vida cultivo la poesía y solía remitir colaboraciones a numerosas cabeceras periodísticas de la provincia.
   El cuarto misionero era el querido y recordado maestro porcunense don Fernando Morente Quero, por aquellas fechas ejerciendo su docencia en la vecina población de Arjona (Jaén). Atesoraba experiencia y dominaba las tablas escénicas desde muy joven. Formó parte de cuantos grupos de teatro aficionado se conformaron en Porcuna entre las familias acomodadas cuyo concurso era obligatorio en cualquier función  de carácter benéfico. 

Véase Teatro, Beneficencia y Sociedad.

   Por lo tanto quienes aparecen en la fotografía ya mostrada de café y copa en casa de doña María Escavias, maestra de Ribera Alta, son de izquierda a derecha el Sr. Morente, don Antonio Ruiz Saura y don Benito Garrido. La instantánea debió de tomarla don Miguel Baena, jefe de la expedición.



CALENDARIO E ITINERARIO

  Nos serviremos de esas valiosísimas planillas manuscritas de puño y letra por Don Benito, puestas a nuestra disposición por su nieto Alberto Ruiz de Adana Garrido, habitual y generoso colaborador de esta página y otros compañeros o colectivos con los que compartimos intereses y afición por la historia local.
   La misión arranca el 24 de marzo de 1936 desde la pequeña población de Frailes:


      
  Valiosas e ingeniosas algunas anotaciones e impresiones anotadas a pie de página: ¡Ay! ¡Estos tíos lo que nos traen aquí! o aquella otra correspondiente a la aldea de Santa Ana: “Quieren que se vaya el maestro. Si no se va, lo echan ellos”.
    El 25 nueva sesión ahora de mañana en Frailes, partiendo por la tarde hacia Ribera Alta donde debutan por la noche.


    Épica ascensión a pie a Ribera Alta con los bártulos a cuestas. La foto debió de tomarla Antonio Ruiz Saura lo que nos permite conocer al jefe de la misión e Inspecctor de Educación don Miguel Baena (primero a la derecha).
    El día 26 doble función en la cercana Ribera Baja, una primera infantil a primera hora de la tarde y otra para adultos a la noche.

Jornaleros andaluces asistiendo a las Misiones.
    El 27 a las 5 de la tarde sesiones mixtas en la cortijada de Santa Ana. Debían de estar sus pobladores bastante enemistados con el maestro: “Quieren que se vaya el maestro. Si no se va lo hacen echan ellos”.
    El 28 le llega el turno a Alcalá la Real, capital y centro comercial de la comarca. Por la noche se desplazan a San José de la Rabita y a la Rabita.
    El 29 el preceptivo descanso dominical, mientras que el lunes 30 se finiquitaba el periplo en Ermita Nueva por la tarde y en Mures a la noche.
   




PROGRAMA Y REPARTO DE TAREAS


    Don Miguel Baena, que llevaba la jefatura, era el encargado de abrir los actos y colaboraba en la puesta en funcionamiento de los proyectores cinematográficos, en las audiciones musicales y comentando las películas proyectadas. También imparte alguna que otra charla sobre educación cívica y ciudadana y se reserva el cierre de la misión con el anuncio de la preceptiva audición del Himno de Riego.
    El resto son polivalentes aunque cada uno parece estar especializado en su materia.
    El Señor Morente (don Fernando) compagina las audiciones musicales con los romances y la narración de cuentos infantiles. También participa en las explicaciones didácticas.
     El señor Ruiz Saura, destaca como cuenta cuentos, recitador de poesía,  y también participa en las audiciones de gramola.
     El Sr. Garrido Palacios parece estar especializado en la radio. Provisto de un micrófono recita, programa música e invita a los niños a que colaboren y participen. 



REPERTORIO




    Entre las audiciones musicales predominaban los cantos populares regionales: “Los novillos”, “Seguidillas gitanas”, "El pescador sin dinero", “Coplilla de Granada”, “Los cuatro muleros”, “Los moros de Monleón”, “Romance de los peregrinos” “Sevillanas del siglo XVII”, “Nana de Sevilla”, “Las tres hojas”, “Canción montañesa”, “Muñeira”, “El Pastoret”.
    En las proyecciones cinematográficas se combinaba lo didáctico y documental con el cine cómico: “Plantas carnívoras”, “La princesita rana”, “La pesca del tiburón”, “La selva del amazonas”, “El arte del vuelo sin motor”, “Los grandes marineros”, “Una película china”, “Animales mamíferos”, “Tomasín el aventurero” y las siempre bien acogidas películas de Charlot.
     Entre las poesías recitables citaremos “Una cena”, “Rimas”, “Romance de la linda Alba”, “Romance de la loba parda”, “Encanto de luna y agua”, “El soldadito de plomo” o  “Romance de Blancanieves”. Entre los cuentos  “El petimetre don Merengue”.
    En las destinadas a los adultos se solía reservar un corto espacio de tiempo, para no aburrir a los concurrentes, a la charla o conferencia: “Charla sobre la constitución republicana”, o “Derechos y deberes de la ciudadanía” impartidas por el Sr. Baena, 
una lección sobre cine y fotografía por el Sr. Morente, o una lección sobre radio a cargo del Sr. Garrido Palacios. 


    Sorprende que los tres maestros seleccionados para participar en ésta Misión por el Inspector Sr. Baena estén entresacados del triangulo geográfico de la campiña jiennense Porcuna - Lopera- Arjona, Probablemente compartieran de antes inquietudes culturales y amistad, a pesar de sus diferencias ideológicas, Lo más probable es que fueran directamente seleccionados por el Inspector, conocedor de sus aptitudes. Su colaboración tendría fiel reflejo positivo en sus respectivas hojas de servicio. 
    La base de datos de www.residencia-csic.es (misiones) recoge una somera información sobre la celebración de una tercera misión en el pueblecito de Santo Tomé (Comarca de Cazorla) con fecha de 1 de julio de 1936. Seguramente se trata del punto de salida y se extendería por otras poblaciones cercanas.

GUERA, POSTGUERRA Y DEPURACIÓN


    El señor Ruiz Saura, era el mas comprometido con los posicionamientos del Frente Popular Suponemos que permanecería en Lopera al frente de su escuela hasta la caída de ésta a finales de diciembre de 1936. Se traslada a su provincia de origen, Murcia, donde colabora con la Agrupación de Amigos de la Unión Soviética.
    Don Benito Garrido Palacios, de familia conservadora, fue uno de los fundadores en Porcuna de Acción Popular recién proclamada la República. que en 1933 se integra en la CEDA. En el mes de junio de 1933, cuando regresaba de Córdoba tras asistir a un mitin de José María Gil Robles celebrado en el Gran Teatro, sufrió un grave accidente al ser arrollada la motocicleta que conducía por un automovil; 

Diario de Córdoba (20 de junio de 1933)
    Don Fernando Morente también pertenecía a una familia de extracción social conservadora, aunque no le conocemos militancias. Se integró como vocal 2º (Interventor-Instrucción Pública) en la comisión gestora franquista constituida el 1º de enero de 1937, presidida por don Alberto Barrionuevo Casado.
    Al Inspector de Primera Enseña don Miguel Baena tampoco se le conocen militancias. Sabemos que durante el tiempo que residió en la capital de España fue secretario del Liceo Andaluz, cuyo presidente era el abogado y diputado a Cortes por Huelva (Republicano Radical) Fernando Rey Mora. Permaneció durante la guerra en zona roja hasta que pudo pasarse a la nacional en 1938. Nombrado en agosto de 1938 para que desempeñase la Inspección de Primera Enseñanza de la zona de la provincia de Jaén liberada y adscrito a la plantilla de Córdoba. Debió de hacerse falangista ya que en octubre de ese mismo año se le nombra Delegado Provincial del Auxilio Social de la provincia de Jaén (Porcuna, Lopera y poco más). Al finalizar la guerra vuelve a la capital del Santo Reino donde sigue desempeñando la jefatura del Auxilio Social y dedica su tiempo a la apertura de comedores sociales por toda la provincia.
    La práctica totalidad de los profesionales de la enseñanza de nuestro país una vez finalizada la guerra civil, con el resultado por todos conocido, serán sometidos a expedientes de investigación y depuración.

  Las paradojas de una guerra civil. Un voluntarioso grupo de cuatro profesionales de la enseñanza que convergieron por unos días en el común empeño de transmitir cultura, ilusión y conocimientos a los pobladores de esas pequeñas aldeas, llevados por su vocación docente y aparcando sus respectivas militancias o ideologías, terminarían siendo investigados y expedientados, según consta en la base de datos de víctimas del franquismo ubicada en el portal de archivos Pares.
    Don Benito Garrido, pese a que permaneció detenido y encarcelado durante gran parte de la guerra, no se libró del oportuno expediente que incluye un carnet de la FETE-UGT a la que se unió al poco de la proclamación de la II Republica, 



    No resulta para nada anómalo en aquellos albores de la II Republica que una persona conservadora militase en un sindicato socialista. Era el único existente en su gremio. En torno a él se aglutinaron la mayoría de maestros y profesores para romper con el histórico mal trato, la poca valoración y consideración que habían padecido durante la monarquía.   
    Creo que el único que fue apartado, por un periodo largo o definitivo, de su carrera profesional fue don Antonio Ruiz Saura. Su expediente de depuración podría despejarnos la incógnita. No he vuelto a localizar su nombre y apellido por ningún sitio.
    Los dos maestros porcunenses apenas si sufrieron interrupción en el desempeño de sus respectivas carreras profesionales. Don Benito llegaría a alcanzar la Alcaldía de Porcuna en febrero de 1940, que suspende en 1949 y retoma partir de 1952. Con un pequeño periodo de apenas un año de descanso la mantiene hasta 1964. Terminaría convirtiéndose en el alcalde por antonomasia del franquismo en la ciudad de Porcuna.
    Al inspector de Primera Enseñanza don Miguel Baena Rodríguez, con calle dedicada en su Fernán Núñez natal, aquellos servicios prestados a la causa nacional le evitaron la inhabilitación. En 1941 es nombrado Inspector de Enseñanza Española en la zona del  Protectorado de España en Marruecos. En 1946 correspondiente de la Real Academia de Córdoba, fuera de la capital. Tras un efímero paso por la Secretaria de la Inspección de Enseñanza Primaria de la provincia de Guadalajara pasa a la capital de España como Inspector de Enseñanza y Director de la Escuela de Sordomudos en cuyo cargo permanece hasta 1966 en el que le sobreviene la muerte. 

FUENTES UTILIZADAS



www. residencia.csic. es (web dedicada a las Misiones Pedagógicas en sus diferentes manifestaciones).

Antonio Pantoja Vallejo: “La educación en Lopera enla segunda república y la Guerra Civil Española (1931-1939). Conferencia XXV Jornadas de Historia de Lopera. Diciembre de 2013. He tomado de este trabajo una fotografía y algunos detalles relacionados con la vida del maestro Antonio Ruiz Saura.

Documentos varios: fotografías , recorte de prensa y papeles celosamente guardados y custodiados por don Benito Garrido en vida, que su nieto Alberto Ruiz de Adana está digitalizando y compartiendo con cualquiera de sus paisanos que se los solicite sin fines espurios. 




29 marzo 2014

MAGISTER IGNOTUS DE CASTRO DEL RÍO



     Durante los años finales de la tercera década del siglo XX aparecen publicados en la prensa cordobesa, así como en otras publicaciones de carácter nacional, numerosos artículos relacionados con la educación y la pedagogía, firmados por un misterioso “Magister Ignostus” desde Castro del Río (Córdoba).
    Movidos por la curiosidad, dimos los pasos oportunos a fin de intentar desvelar la identidad de quién, tanto por su seudónimo como por la temática de sus trabajos, debía de tratarse de un vocacional y entusiasta profesional de la educación.
    Despejada la incógnita, pudimos comprobar que detrás del mismo se encontraba un joven maestro de escuela, de nacionalidad venezolana, llamado Rafael Olivares Figueroa (1893-1972).

    En el curso académico 1927/28 es destinado a Castro del Río para hacerse cargo de la cuarta escuela elemental de niños. Llegó desde el pueblo toledano de Corral de Almaguer, su primer destino desde que ganara las oposiciones en el año 1924. Permanece entre la nómina de maestros de Castro del Río hasta 1932, en que se traslada al municipio sevillano Fuentes de Andalucía.

Anuario 1932

    En 1934, por concurso oposición, accede a una plaza en la escuela graduada de niños aneja a la Escuela Normal de Maestros de Córdoba.
    Se trata de un verdadero apasionado de la pedagogía. Durante el tiempo que permaneció en Castro del Río, aparte de volcarse en cuerpo y alma en su misión educativa, y de prodigarse con la pluma, obtuvo algunos permisos y licencias que le permitieron ampliar su formación con cursos impartidos en la capital de España: escuela de Puericultura de Madrid (1929), curso de “Rítmica aplicada a la educación” (1929),  curso en la escuela de sordomudos (1930).
    En mayo de 1929, enmarcada dentro de los actos organizados por la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba con motivo de la Exposición Iberoamericana, por su origen y vasta formación, pronuncia una conferencia bajo el título de “La raza y la cultura precolombina”.
    Pronto se decanta por otros temas, la poesía, que ya venía cultivando desde joven, el estudio del folklore y el de las costumbres populares. Por esta época son innumerables los artículos y reportajes periodísticos publicados con la firma de Rafael N. Olivares.
     En 1933, en la colección Cuadernos de Cultura, publicó un opúsculo sobre la psicología infantil que tituló El estudio del niño y sus aplicaciones, dedicado al ilustre pedagogo Antonio Gil Muñiz.


    En 1934, fruto de sus constantes inquietudes, sale al mercado otro libro: “Poesía infantil recitable” M. Aguilar editor, Madrid, “antología dirigida a padres y maestros, y, en general, a los educadores que han de llevar estas poesías a los niños”. Comparte el mérito con el inspector de educación, escritor y crítico literario José Luis Sánchez Trincado. Una rigurosa selección de poesía “para que los niños la digan como si fuera suya” (Salvador Rueda, Manuel y Antonio Machado, Rubén Darío, Fernando Villalón, Miguel de Unamuno, Gabriela Mistral, Altolaguirre, Pedro Salinas, Federico García Lorca, Rafael Alberti…)
     Su amor por la poesía y la educación se funden nuevamente en otra de sus obras: “La invención poética en el niño”. Córdoba. Tipografía artística.1935. Un folleto de 24 páginas, en el que se recoge la comunicación leída en sesión ordinaria de la Real Academia de Córdoba, de la que llegó a ser miembro correspondiente. Juicio crítico acerca de la poetisa chilena de 9 años Alicia Venturino Lardé, con motivo de una visita que ésta hizo a Córdoba en compañía de sus padres.

    Este auténtico profesional de la enseñanza se prodigará como conferenciante por toda la geografía andaluza, como animador de la vida cultural de la capital cordobesa, como promotor y organizador de concursos provinciales de recitación poética infantil y desde las emisiones radiofónicas infantiles de la cadena E.A.J. 24. que dirigía personalmente.


     A finales de 1935, el joven poeta cordobés José María Alvariño publica su libro de poemas titulado “Canciones Morenas”, prologado por”el culto maestro y académico” R. Olivares Figueroa.
     En la primavera de 1936 un grupo de poetas y literatos cordobeses se aglutinan en torno a la revista literaria Ardor. Su nombre aparece entre los editores al lado de su compañero de la escuela Aneja de la Normal y amigo, Juan Bernier Luque. El grupo de Ardor se reunía para leer sus poemas en torno a una copa de vino y unos discos de música (iban a oírla a casa del profesor don Carlos López de Rozas y la gente le llamaba a aquello "la academia de la Gramola").
    El golpe de estado del 18 de julio de 1936 impide la continuidad del proyecto editorial y frustra las inquietudes del grupo poético. Ante los horrores, inestabilidad e incertidumbre que genera cualquier conflicto, nuestro protagonista optaría por regresar a su patria.

    En su país seguiría enseñando y cultivando la poesía: “Sueños de arena” (1937)  o “Teoría de la niebla” (1938), aunque hacía donde orientó su labor fue, mayormente, en la recopilación de cuentos, poemas, coplas, adivinanzas, bailes, diversiones y fiestas tradicionales de Venezuela, que divulgó a través de libros y revistas. Sus publicaciones son numerosas.


     Desde 1975, un liceo o instituto de la ciudad venezolana de Santa Teresa de Tuy  lleva el nombre de este poeta, folklorista y docente caraqueño, formado en España, y tan ligado durante una etapa de su vida al municipio de Castro del Río y a la provincia de Córdoba.
    De su producción periodística nos hemos sentido especialmente atraídos por un reportaje, que bajo el título de “Cortijos cordobeses”, apareció publicado por primera vez en la revista gráfica malagueña la Unión Ilustrada (1930), residiendo aún en la villa de Castro del Río, por lo que el cortijo donde se desarrolla la acción, bien pudiera tratarse de alguno de los numerosos que jalonaban su vasto y feraz termino municipal. Lleva acompañamiento fotográfico, que, aunque de escasa calidad, incluiremos por considerarlo valioso desde el punto de vista antropológico.

“Cortijos cordobeses”




LA HORA DEL GAZPACHO

-           ¡Alabado sea Dios!
-           Sea por siempre, responden en la lejanía.
     Pronto se nos acerca un gañan.
-            ¿Son ustedes los periodistas?
-           Justamente.
-           Voy a avisar al “aperaor”. Está en el “aforí”. Nada tarda.
     Dos minutos más tarde el aperador está con nosotros.
-         Pa servirles, señores.-Llegan a buena hora. ¿Quieren un poco de gazpacho?
     En efecto: agrupados en torno a una larga mesa, los gañanes consumen el que hay contenido en unas “macetillas” de tierra; otros aplacan su ardiente sed con agua fresca de los cántaros.




    El gazpacho, la comida típica de los cortijos, compuesta por ajo macerado, sal vinagre y un poco de aceite, nos trae a la memoria la sopa negra de Esparta, aunque su color sea blanco lechoso.
    Una vez servido el gazpacho, los cortijeros pican y proyectan sobre él sendos panes, en densa granizada; pero nadie está autorizado a comerlo antes de las palabras rituales: ¡Caigan sobre los calderos. . ! ¡caigan! que deben pronunciarse en voz recia.
    Las listas de los manjares de los cortijos es bien corta y nunca hay más de un plato por sesión. Al amanecer las migas o el tomate con sal y aceite; a media mañana el gazpacho; comerse la puchera de tocino y garbanzos por la tarde y al anochecer otro gazpacho. Recientemente se ha agregado a la relación un nuevo plato de patatas fritas, no sin sus pintorescas discusiones, juergas y otros excesos; la carne la ven “en vivo”, según la ingeniosa expresión de un estimado amigo.

PANZAS Y TEMPOREROS

    El “aperaor” es el jefe del cortijo. Siguen en importancia el “casero”, que asume las funciones de encargado de la cocina, el “guarda”, el “pastor”, el “porquero”, el “vaquero” o “pensaor”, el “sota” y el “yegüero”. Como ejercen cargos de plantilla se les denomina los “panzas”. Otros destinos hay que sólo se conceden por temporadas, como el “erero” o celador de los trabajos de era.
    El personal movible forma la “gañanía”, que oscila entre 25 o 100 hombres, según las necesidades,  y efectúa las tareas diarias del cortijo, con arreglo a las instrucciones del aperador.
    Se alistan por “viajadas” de 10, 15 o 20 días. Durante las faenas de la recolección ganan cuatro pesetas y aún más; pero en las estaciones restantes, el jornal desciende a su tercio. Con las lluvias, se detienen las operaciones agrícolas y es frecuente que sean despedidos hasta que el tiempo cambie.
    En la época de la recolección de la aceituna, los gañanes se trasladan a los caseríos, en donde suelen ser mejor remunerados.
    La ausencia accidental del aperador suele solemnizarse en el cortijo con alguna pintoresca comilona. Como existen enormes piaras de pollos, patos, pavos y otras aves, un par de estas son condenadas a pena capital y consumidas por la congregación con gran regocijo; se suspenden momentáneamente todas las labores y la gañanía se entrega a la holganza y a la diversión, no siendo extraño que sean sorprendidos en su actitud por el aperador o los mismos amos, que al fin concluyen por sumarse al movimiento general.



VIDAS HERÓICAS

   Bajo el cálido azote del sol andaluz o ya hundido en el barro de la “besana” durante el invierno, los gañanes ven deslizarse su monótona existencia con la serenidad del estoico.
   Desconocedores de las comodidades ciudadanas, no las envidian. Nutridos de aires puros y de luz, les basta un sobrio refrigerio para reponerse de la fatiga física. Defiéndeles, como una cúpula, el ancho sombrero de palmas, guarnecido de tela; sobre el torso acerado, la recia blusa amarillenta deja caer sus pliegues anchurosos.
   Como los monjes, se levantan aún muy antes del día para comenzar los trabajos. Resuenan en la noche el pisar de las bestias de tiro y el rechinar de los arados, mientras el resplandor de la “cangarria” proyecta sus haces espaciadas y la “canga” dibuja surcos sobre la tierra.
   Al sol poniente buscan la “zahúrda”, el común dormitorio alfombrado con la clásica “torna” o disputan el tibio establo a yeguas y bueyes.
   Como no hay ociosidad en ellos, suelen carecer de vicios; sus distracciones, mezcla de ingenuidad y rudeza, se reducen a algún sencillo juego de naipes o ejercicios de fuerza bruta; también leen el libro o periódico que cae en sus manos, pues no todos son analfabetos.

TRADICIONES PERDIDAS

   Hasta hace varios lustros, los cortijos eran depositarios de una suma de costumbres típicas que se han ido perdiendo poco a poco. Nada tan pintoresco y divertido como el folklore especial, monástico y silvestre, incongruente y jovial, que apenas si queda en el recuerdo.
   Se despertaban los gañanes al “echarles el cristo “, que no era sino un pregón litúrgico y estimulante.
   “Levantaos, feligreses y poned los huesos de punta”, o bien:

“Despertad y levantaos,
hermanos en el Señor
que la alondra mañanera
ha cantado en el terrón”.

   Prácticas piadosas  urgían de mística paz todas las acciones y trabajos; un refranero copiosísimo brindaba la fórmula requerida para cada situación particular; todo estaba acordado, resuelto, establecido, sin que restase margen al espontaneo pensamiento. Así la vida rodaba, invariable, como un tornillo sin fin.

EL GANADO



    El “aperaor” no bien nos ha informado de todas estas cosas que, por mi cuenta, ahora te digo, lector ansioso, nos ha hecho visitar, una por una, las diferentes partes de la casa: el “tinao”, o departamento de los bueyes, el “aforí”, donde se depositan los granos, la “pajareta” o dormitorio de zagales, el “ahijaero” de los cerdos, etc, etc. ; nos han mostrado las máquinas de labranza, las labores, en plena actividad, la llegada de las carretas, atestadas de rubias mieses, los rebaños de cabras y ovejas, los asnos entrando en la “yegüeriza”…
    La prosperidad del cortijo depende del ganado en primer lugar, nos dice señalando una gran piara de toros y becerros que llegan en el instante. El labrador que prescinde de este recurso, muy pronto viene a la ruina, ya que los animales, a más de su trabajo rinden el beneficio de sus crías, la leche y el queso, la lana, los huevos, etc, etc., según la especie y compensan la penuria de los malos años.


RECUERDOS DE BANDOLERISMO


   A la hora del cigarro nos ponemos a descansar bajo la sombra de una antigua casa cortijera. Uno de los presentes evoca el recuerdo de aquellos “generosos bandidos” que hicieron de la campiña y la sierra su campo de operaciones.
   Se habla de “Pacheco”, “El Jaco de Carteya”, “Pernales”, “El Vivillo”…
   En los cortijos se les amparaba y proveía de dinero y víveres, ya por simpatía, ya por miedo, dándose el caso de que se les ofreciera más de lo que pedían.
   Cuando “El Vivillo” llegó a “El Blanquillo”, el propietario, lejos de denunciarle, le llevó vino, jamón y otros comestibles. Le ofreció su cortijo como refugio; más al ofrecerle unos billetes “El Vivillo” se negó a aceptarlos diciendo que le bastaba con lo que ya había hecho por él, asegurándole que el robo y los incendios no devastarían sus posesiones.
   La conversación se anima y todos quieren relatar algún caso histórico; pero ya comienza a anochecer y nos dirigimos al coche que ha de llevarnos de nuevo a Córdoba.
    Pasados unos segundos, nos internamos por la asfaltada y moderna pista. Comienza a levantarse un grato airecillo. En el cielo, profundamente azul, acaban de cuajarse algunas estrellas…