Estas fotografías, según unos fascículos publicados
recientemente por el Museo Municipal de Historia de Motril, se corresponden con
una plaza de madera instalada en el año 1907 en un denominado “Corralón de Castro”.
Nos hemos sumergido
en diferentes hemerotecas en busca de festejos taurinos que pudieran haberse
celebrado durante aquel año al objeto de poder certificar dicha fecha que
desconocemos si es real o estimada, con un resultado totalmente infructuoso.
Por la indumentaria de los espectadores y los
tipos de la segunda de ellas, en que se pueden apreciar detalles de la actuación
en Motril del célebre Don Tancredo o de cualquier émulo de de los muchos que le
salieron, si parece corresponderse con los inicios del siglo XX. Con respecto a la primera no lo vemos tan
claro. Pudiera tratarse de un ciclo festivo de mojigangas o festejos menores
que no llegan a trascender a las páginas de la prensa periódica.
Será para la Feria de Octubre (antigua Feria de Ganados) del año 1914 cuando volvamos a tener constancia documental de
la celebración de festejos taurinos en Motril.
Dos
novilladas fueron incluidas en el Programa Oficial de Festejos (días 16 y 18) para los prometedores novilleros granadinos Antonio
Samos “Moni”, Manuel Moreno “Lagartijillo IV” y Antonio Zúñiga “Espartero”, con
sus correspondientes cuadrillas.
El primer festejo fue mediocre y marcado por unos
incidentes previos ocurridos en una de las puertas de la plaza. El jefe de los
municipales, Juan Pérez Jiménez Cazorla, y el Teniente de Alcalde, D. Francisco Jiménez
Cuevas, que eran parientes, discutieron y llegaron a las manos, siendo agredido el primero, que
automáticamente presento la dimisión del cargo. No se cerraron las diferencias.
A la noche volvieron a encontrarse degenerando nuevamente en riña, efectuándose un disparo de arma de fuego que hirió
en la pierna a la segunda autoridad municipal.
Del segundo
festejo no disponemos de crónica, sólo que tuvo que soportar la competencia del
mitin organizado a la misma hora por la naciente agrupación socialista “La
Democracia Social” en la Rambla de Capuchinos. Sobre un escenario acondicionado
al efecto dirigió la palabra a los motrileños que se congregaron (más de 5.000 según El Defensor de Granada) el padre del socialismo español,
el carismático y admirado Pablo Iglesias, venido ex profeso hasta Motril para
participar en este acto.
Esta fotografía, que hemos localizado en
todocolección (plaza de toros
primitiva de Motril), creemos que debe de corresponderse con el modesto coso en que
se desarrollaron aquellas novilladas. Se trata de una edificación mixta de
madera y obra, y por las características de los edificios que se ven al fondo,
pudiera tratarse del Barranco de las Monjas, el mismo emplazamiento elegido
para la construcción de la plaza de toros permanente inaugurada dos años después.
Las novilladas de feria despiertan la afición taurina entre un selecto y cerrado grupo de motrileños. A principios de 1915 se constituye una tertulia cofrade de taurómacos, denominada “Las Animas”, integrada por 25 miembros y hermanada con otra de similares características existente en la ciudad de Granada que tenia por nombre “La Oración de la tarde”. Los motrileños brindaron hospitalidad a los granadinos en más de una ocasión, mediante la organización de encerronas de becerras rematadas con suculentos almuerzos a la orilla del mar. Entre los invitados a participar en las mismas encontramos a matadores de toros como el granadino Lagartijillo Chico o el sevillano Juan Belmonte, homenajeado y admitido como miembro honorario de tan peculiar cofradía en un banquete dado en la playa.
Las novilladas de feria despiertan la afición taurina entre un selecto y cerrado grupo de motrileños. A principios de 1915 se constituye una tertulia cofrade de taurómacos, denominada “Las Animas”, integrada por 25 miembros y hermanada con otra de similares características existente en la ciudad de Granada que tenia por nombre “La Oración de la tarde”. Los motrileños brindaron hospitalidad a los granadinos en más de una ocasión, mediante la organización de encerronas de becerras rematadas con suculentos almuerzos a la orilla del mar. Entre los invitados a participar en las mismas encontramos a matadores de toros como el granadino Lagartijillo Chico o el sevillano Juan Belmonte, homenajeado y admitido como miembro honorario de tan peculiar cofradía en un banquete dado en la playa.
Entre los anfitriones se destaca en alguna crónica
el valor derrochado en la suerte de banderillas por D. Emilio Moreu “Emilichi”.
La plaza de madera que mostrábamos en la cabecera y cuya fecha cuestionábamos,
bien pudiera tratarse de un coso provisional construido por la “Cofradía de los 25” para su recreo.
El 3 de
junio de ese mismo año, en el la plaza todavía provisional del Barranco de las
Monjas o en la de madera referenciada, se lidiaron novillos de Pérez Quijano para el novillero “El Tato” de
Granada. No constan nuevos festejos desarrollados durante ese año.
Plaza Nueva de Motril (octubre de 1916)
El 18 de octubre de año 1916, con un lleno rebosante,
se verificó la inauguración de la nueva plaza de toros de Motril construida en
un tiempo record. Cuatro toros de la ganadería de Pérez Padilla para el diestro de Triana Curro Posada.
“La afición acude ávida de entusiasmo por
contemplar las hazañas de Curro, por tener hambre de toros y por no haber
toreado hacia ya treinta y tres años ningún matador de toros en Motril, cuando existía
la plaza vieja de madera que se construyó en Capuchinos”.
Preside el
festejo el alcalde Sr. Francisco Pérez Santiago, asesorado por el conocido aficionado
granadino Eladio Pericás, Prior de la Cofradía de “La Oración de la tarde”.
Una pareja de alguaciles, montados en briosos potros
enjaezados y vestidos con unos flamantes
trajes de de terciopelo negro hacen el despeje de plaza.
Un toro
castaño, marcado con el nº 61 de la ganadería de Pérez Padilla (antes Marquesa Viuda de Cullar de Baza) llamado “Brujito”, fue el primero en salir de chiqueros.
El marcado con la cruz es Brujito
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Curro Posada se mostró voluntarioso y entregado
durante la lidia, a pesar de hallarse afectado anímicamente por el accidente de
automóvil sufrido cuando viajaba hacia Motril en el que perdió la vida el
chofer de su cuadrilla. De azul y oro brindo la muerte del primer toro a la
presidencia y a Motril por la feliz inauguración de la plaza. Un espectador le
arroja el sombrero, que Posada, al terminar un molinete, lo cuelga en el cuerno
del astado. Se cortaron dos orejas y un rabo, siendo sacado a hombros de la
plaza y llevado hasta la fonda “La Granadina” en la que se hospedaba. Como
sobresaliente actuó Lagartijillo III.
Vista parcial del tendido de la Plaza Nueva
“Resumen:
El ganado manso perdido, escurrido de carnes, sin edad ni pitones, impropio
para correrse como toros y menos en una corrida de inauguración. Para una
novillada hubieran sido aceptables. Entre todos tomaron doce varas y mataron en
el ruedo cuatro caballos. El único que sobresalió algo fue el primero y se
pensó mandar cortar su cabeza para disecarla, pero no se llevó a efecto”.
En vista del éxito alcanzado la empresa le
contrató para una nueva corrida a celebrar el domingo 22, en la que habrían
de lidiarse cuatro toros de la ganadería de Romualdo Jiménez de La Carolina (Jaén).
Se perpetró una gran estafa con la consiguiente
decepción de quienes pasaron por taquilla. Se anunció como gran corrida de
toros la de cuatro becerros. Parece ser que estos estaban reservados para unos
novilleros a los que Posadas consiguió desplazar del cartel original.
“Si los toros de la anterior corrida
encajaban en una novillada, los becerros de hoy eran a propósito para una
capea; yo los hubiera puesto en adobo que es como menor están los chotos. A
estas horas desde que hay toros en Motril, no hemos visto matar a un toro, ¡
bien matado!, más que al “Moni” hace dos años en la Plaza de Retana”.
(De una crónica remitida por un revistero motrileño
que firma como Paquiro)
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Esta es la vieja plaza que estaba en la calle de Las Monjas ¿ verdad ?
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