Esta fotografía, que adolece de los defectos propios
de las rotativas de prensa de las primeras décadas del siglo XX, recoge una instantánea
tomada por el médico naturista Eduardo Alfonso en una huerta de la localidad
cordobesa de Castro del Río. Los retratados son quienes participaron en una
gira campestre, organizada en su honor, por el naciente grupo de adeptos al
naturismo de la localidad. Fue durante el primer viaje del médico madrileño por
estas tierras regadas por el Guadajoz, que, con el tiempo, terminaría convirtiéndose
en su particular Jordán.
Con
anterioridad a la constitución del referido grupo (1919), hay un largo
recorrido de iniciación y germinación, durante el cual este tipo de corrientes
higienistas fueron introduciéndose entre los receptivos militantes del Centro
Instructivo de Obreros de Castro del Río (calle Colegio nº 15). Se propagan a través de la prensa ácrata hasta la aparición de publicaciones especializadas..
Además de
las suscripciones a periódicos y revistas que se realizaban a nombre de la
sociedad, era corriente que algunos de sus máximos valedores se dirigieran a
las redacciones de los periódicos para hacerse cargo, a título individual, de
suscripciones y pedidos, que con posterioridad eran intercambiados o
revendidos.
Tierra y Libertad (1910) |
Es el
caso de Pedro Villatoro Garrido "El Bueno", domiciliado en la calle Sin Salida nº 1, que en
1910, mostraba interés por hacerse con la obra de “El Hombre y la Tierra”
de Eliseo Reclus, publicada por la editorial de la Escuela Moderna de
Barcelona.
Terminaría haciéndose con los 21 primeros cuadernos, que a principios
de 1913 ofertaba en las páginas de Tierra y Libertad, para así poder
destinar el importe de su venta a nuevas adquisiciones.
Reclus y Tolstoi están considerados como los precursores de lo que terminaría denominándose
naturismo libertario. Eliseo Reclus (1830-1905), geógrafo y teórico del
anarquismo, tuvo gran influencia en el movimiento libertario español por la
rapidez con que sus obras fueron
traducidas. Es el caso de su gran estudio de geografía social “El Hombre y la Tierra” (1905-1908), empleado como material didáctico por la Escuela Moderna de
Ferrer y Guardia.
En el
volumen VI se encuentran numerosos elementos de los cuales se
nutre el naturismo libertario. Reclus, que era vegetariano, defiende, como un
gran acontecimiento revolucionario, recuperar el derecho de los antiguos
griegos a ir desnudos a la luz del sol, pasando a ser la ropa una cuestión
exclusivamente climatológica. La obra, donde mejor plasma la interrelación entre
naturaleza y sociedad, de una manera breve, bella y didáctica es, sin duda, El arroyo (1864).
Pedro
Villatoro debió quedar seducido por estas lecturas. No tarda en
mostrar interés por cuanto relacionado con el tema apareciera en la
prensa libertaria. En las páginas de Regeneración de México, de la que era
suscriptor, descubre referencias sobre los métodos terapéuticos de curación
(sin medicinas ni operaciones) empleados por el Doctor Luciano Soto de La
Habana (Cuba), con el que intentaría ponerse en contacto.
1916 |
Tenemos que
contemplar la posibilidad de que pudiera hallarse afectado por alguna dolencia o
enfermedad, que despertara esa su especial atención por
la medicina naturista. Con el tiempo, un conocido anarquista sevillano se entregaría de lleno al régimen vegetariano y al naturismo en una huerta de Castro del Río, para curarse de una grave parálisis de la que se hallaba aquejado.
Ante el progresivo auge del movimiento naturista
surgen publicaciones específicas que tienen excelente acogida en los medios
libertarios. Nos consta que la mayoría de ellas (Helios, Acción Naturista, Naturismo,
Salud y Cultura…) llegaron hasta los estantes del armario- librería del C.I.O-S.O.V
de Castro del Río.
Son precisamente
estas publicaciones las que nos permiten seguir y valorar la implantación del Naturismo en Castro del Rio desde la creación del primitivo grupo en el año 1919 hasta su
extinción durante la guerra civil. De principio a fin es Pedro Villatoro
Garrido quien encabeza cuantas iniciativas (giras, conferencias, proyectos de
colonias, etc.) se fueron sucediendo en el tiempo.
La primera
visita de Eduardo Alfonso a Castro del Río tuvo lugar en octubre del año 1919. Acude
invitado por Villatoro y su grupo, contando con el patrocinio y respaldo del Centro
Obrero. Pronunció una conferencia en el Teatro Cervantes.
“En
Castro del Río (Córdoba) el día 19 de octubre se celebró una conferencia
naturista, organizada por el Grupo Vegetariano Naturista del mismo.
Dicho acto tuvo lugar en el Teatro Cervantes,
siendo presidido por el compañero Juan García Redondo, de la localidad, quién después
de hacer un pequeño bosquejo del Naturismo, presento al Dr. Eduardo Alfonso.
Éste, con gran elocuencia, nos dio a conocer el por qué de la eficacia de la
medicina natural; la gran importancia que ejercen todos los elementos
naturales, como lo son el sol, el agua, el aire, etc., sobre la vida y
desarrollo de los seres orgánicos; la riqueza de salud y de vida que poseen los
que se alimentan de vegetales, en su mayoría frutos; lo exenta de enfermedades
que estará la humanidad del porvenir si se educa con arreglo a la moral y a la
higiene, y en fin, tantas buenas cosas dijo, que para enumerarlas serían
precisas muchas páginas. Para terminar, sólo decir, que hasta los médicos
alópatas que le escucharon le acogieron con satisfacción”.
La crónica está firmada por Francisco Mármol Lucena, que al
igual que el veterano Juan García Redondo, que actuó como presidente, formaba
parte de una de las Juntas Directivas del Centro Obrero que se fueron
sucediendo durante aquel convulso y conflictivo año de 1919.
Otros
detalles sobre esta conferencia y noticias sobre los especiales vínculos que mantendría
Eduardo Alfonso con Castro del Río y otras poblaciones de la provincia, pueden
consultarse en un ilustrativo y divertido libro de memorias titulado “Mis Recuerdos”.
“Tras de breve estancia en Córdoba, nos dirigimos a Castro del Río, pueblo de 13.000 habitantes, bordeado por el río Guadajoz, cuyas riberas, asiento de riquísimas e innumerables huertas, producen una enorme cantidad de exquisitas frutas, sobre todo granadas.
Di una conferencia en Castro del Río, con el teatro lleno. El alcalde me favoreció amablemente y puso a mi disposición al Jefe de la Policía. Mucho le agradecí este rasgo, tratándose de que yo era un desconocido, pero la presencia de mi mujer, que me acompañaba y mi buena fe en mis trabajos, inspiraron confianza a todos. Dos médicos me escucharon. Terminada mi disertación tuve la satisfacción de no oír ni un solo aplauso; en cambio de entre la muchedumbre surgieron algunas voces de “mu agradecios”. Este original comentario final a mi conferencia me satisfizo grandemente. Allí juntos, en un ambiente en que se habló de la salud y la vida, escucharon unidos por un momento la autoridad, los médicos y el pueblo.
Durante mi estancia en Castro del Río, vivimos en una huerta, en la que nos dio cariñosa hospitalidad mi amigo y cliente Antonio Pérez.
La gente de Castro (la musa popular castreña) se desbordó en coplas dedicadas al naturismo que fueron cantadas por las estudiantinas con música del cuplé “El Liberal”:
“Don
Eduardo el naturista
lo
lleva todo a la vista”.
“Los
hortelanos de Castro
con
esto “der” vegetal
han
subido la cebolla
que
es una barbaridad”.
“Las
hortalizas
perdieron
su valor
y
piden un sentido
por
una mala col”.
“También
las “papas”
no
se pueden comprar,
los
pimientos y acelgas
¡tan
caros como están!”
“Pero
estas cosas
hay
que “aburrir”
porque
con esto hoy
no
podemos vivir”
“Seremos
vegetarianos
pero…ya
no puede ser
porque
“tos” los hortelanos
venden
con gran interés”.
“También
ha subido
el
“cazón” a millón
garbanzos
y habichuelas
y
hasta el triste ”picón”.
En Castro del Río, el principal
propagandista del naturismo fue Pedro el Bueno, vendedor de Baratijas".
Incluimos como enlace una definición teórica práctica
sobre El Naturismo formulada por el propio Dr. Eduardo Alfonso y Hernán.
Como
estamos en temporada de frutos y vegetales, y esas huertas del Guadajoz, otrora
ricas en una variedad local de manzanas y ciruelas muy estimadas por Eduardo Alfonso, deben de estar ya en plena producción, rematamos con
unas sencillas recetas de ensalada para quienes se quieran aproximar al nuevo
régimen:
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ResponderEliminarSólo se admiten comentarios anónimos cuando procedan de personas que un servidor sea capaz de identificar por firma, abreviatura, estilo o correo electrónico. No quiero líos. Por lo que el remitido por un hortelano de Santa Sofía ha sido eliminado. Conozco el paraje, pero a ningún horticultor instalado en el mismo.. Si quiere promocionar sus rabanillas, que se identifique, y lo haremos gustosamente.
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