Cuando empezamos a adentrarnos en la trayectoria (vida
y obra) de los más destacados militantes del sindicalismo campesino en Castro
del Río (Córdoba), allá por la década de los 90 del pasado siglo XX, nuestros
conocimientos informáticos y los medios técnicos de los que disponíamos eran más
bien parcos. De ahí que, numerosas informaciones de las rescatadas del Archivo
Histórico Municipal de Castro del Río (fotocopias de documentos, anotaciones,
etc.), así como los testimonios orales extraídos de prodigiosas memorias de personas
mayores, fueron a parar de una manera algo anárquica y desordenada a carpetas,
clasificadores, libretas, agendas o a simples notas tomadas en una
servilleta de papel. A raíz de nuestro reciente intento de retomar y
reorganizar estos materiales hemos descubierto dos documentos relacionados con Juan Pérez “El Maestro”, que desfiguran un poco la narración sobre su devenir final que
recientemente trasmitíamos:
“Las mismas lagunas persisten con respecto a
su devenir durante la guerra civil y sobre de qué manera pudo afectarle la
posterior represión franquista. No le hemos encontrado en las listas de
prisioneros o ajusticiados. Su nombre común dificulta la tarea. La única y
última referencia que tenemos sobre él procede de un incierto y dudoso
testimonio oral recabado en Castro del Río, que refiere que pudo eludir la
represión fijando su residencia en un pueblo de la provincia de Córdoba o
Sevilla, y que se ganó la vida profesionalmente como barbero”.
Dentro de
una de esas carpetas hemos localizado un oficio de correspondencia fechado en
vísperas del inicio de la recolección de la aceituna del año 1948, que procede
de un expediente abierto a quienes se dedicaban a impartir enseñanzas particulares
durante el primer franquismo. Junto al nombre de Dionisio Quintero Garrido, ya
referido, aparece también el de Andrés Jiménez Tapia “Cagachin” y el de un tal
Juan Pérez.
Se trata de un escrito dirigido por el Alcalde de Castro del Río al
Delegado Administrativo de Enseñanza Primaria, en el que se menciona una
instancia previa presentada por el
vecino Juan Pérez, en la que solicita ser nombrado Instructor Auxiliar de
Temporada para el ejercicio de la enseñanza en los caseríos de este término
conocidos por “Cuadrado” y “Cuadradillo”:
Aunque no aparece su segundo apellido, que nos
permitiría certificar al cien por cien de que se trata de la misma persona, todo
indica que así fue. Por esas fechas nuestro protagonista tenía 57 años y una
edad difícil para emplearse en los trabajos ordinarios de recolección. Su
pasada experiencia como docente le habilitaba para este puesto de auxiliar, que
vendría a ser como una especie de guardería temporera de la época, habilitada
en dependencias de la propia cortijada durante el tiempo que durara la campaña, y
costeada a escote entre los aceituneros/as que arrastraran prole a los caseríos.
En una libreta aparte encontramos la siguiente
anotación procedente de una entrevista de panadería: “Juan Pérez pasó la guerra en la zona de Jaén; no volvió a Castro
temiendo las típicas represalias; se instaló en Córdoba con su familia hasta
pasados unos años en que regresó. Volvió a marchar a Córdoba con uno de sus
hijos llamado José Pérez Elías, que era barbero”.
Me alegra mucho ver este archivo, ya que habla de mi abuelo, mi madre y mis tios, y todo lo que se dice es verdad.
ResponderEliminarUn saludo
Me gustaría poder contactar con usted. Dígame, por favor,donde reside, su dirección teléfono o alguna cuenta de correo electrónico para ponernos en contacto.
ResponderEliminartecnicentro@gmail.com resido en cordoba
ResponderEliminarfuente de la salud nº7 es donde estoy el mayor tiempo del dia es mi trabajo
mi tfn.610420525
Como podrán apreciar la interrogante que aparecía en el lugar de la fecha de defunción ha desaparecido gracias a la intervención de su nieto Juan Pérez, que nos informa que su abuelo falleció en Córdoba en el año 1989 a los 92 años de edad, que además nos ratifica como verídicos y reales cuantos extremos relacionados con su vida y militancia narrábamos en entradas que hasta ahora le hemos dedicado. Tengo la intuición que de la relación amistosa que pretendemos establecer con él pudieran salir a flote nuevos documentos e informaciones. Esta noche misma nos ponemos en contacto. Gracias a quienes puedan haber ayudado a que estos escritos lleguen hasta sus ojos.
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