Había venido al mundo el 19 de febrero de 1880 en Villafranca
del Cid (Castellón) al igual que su hermano Cesar. Eran hijos de un profesional
de la medicina de ideas republicanas llamado Sixto Sebastián y Ortiz.
Pronto se traslada la familia al completo
hasta la villa de Porcuna de la provincia de Jaén, donde Don Sixto ejercerá
como médico hasta su muerte.
Ambos pudieron cursar estudios universitarios
en Madrid. Mientras que Cesar optaba por la Facultad de Medicina, nuestro
protagonista lo hacía por la Farmacia.
Cesar, algo más pequeño, ingresará en el ejército para dedicarse a la
Sanidad Militar. Emilio, al acabar con brillante expediente sus estudios en la Facultad
de Ciencias regresa a Porcuna donde se instala al poco tiempo con farmacia en propiedad
(Calle Colón).
Tentado desde un principio por las ideas
republicanas heredadas de su padre concurre a las elecciones a diputados
provinciales del año 1907 resultando
elegido por el distrito de Martos. En ese mismo proceso resulta elegido
también por las filas del partido conservador, otro porcunense, Ricardo Dacosta Ortega.
Las
huestes republicanas de la provincia celebraron los buenos resultados obtenidos
en aquel proceso con un mitin de propaganda en Linares:
“Aprovechando la estancia en Linares de nuestros
amigos y correligionarios D. Adriano Moreno, D. Emilio Sebastián, diputado
provincial por Martos, D. Antonio Cuesta representante de la Carolina, D.
Alfonso Gámez y D. Pedro Aguilar de Bailen, se efectuó un mitin de propaganda
en el Casino Republicano, poco después de verificado el escrutinio general de
las elecciones provinciales por aquel distrito.
Un numeroso público llenaba por completo los
pasillos y salón, atraído por la justísima fama que como orador elocuentísimo
de la que goza nuestro correligionario
D. Adriano Moreno.
Constituida !a Mesa, cede la presidencia nuestro
querido amigo D. Martín Merino al consecuente y batallador republicano.
Hablaron en términos y párrafos
grandilocuentes, los Sres. Sebastián, Anguita, Berenguer, Cuesta, Gámez y
Aguilar, que se extendieron
en
consideraciones verdaderamente sinceras hacia la Unión Republicana”.
(El
País de 18 de marzo de 1907)
Las
últimas noticias sobre su militancia republicana se remontan a finales del año
1909. Varias cabeceras de prensa anunciaban para el mes de enero de 1910 una
visita de propaganda del periodista y diputado a Cortes por Valencia, Rodrigo Soriano, a la provincia de Jaén.
Una de sus proyectadas escalas eran las
poblaciones pertenecientes al distrito de Martos, por su particular empeño de acabar con su odioso caciquismo. Se anuncia una conferencia en el nuevo
Círculo Republicano de la ciudad de la Peña, y “deteniéndose en Porcuna al lado de su entusiasta correligionario D.
Emilio Sebastián, con el que visitara Higuera de Calatrava, Santiago de
Calatrava y otros pueblos”.
Rodrigo Soriano |
Rodrigo Soriano en aquel momento era uno de
los más caracterizados defensores del bloque, o concentración revolucionaria
republicano-socialista, que terminaría cuajando para las elecciones a diputados
a cortes de mayo de 1910. Éstas permitieron al líder del partido socialista
obrero, Pablo Iglesias, sentarse por
primera vez en el hemiciclo de las Cortes españolas.
Desconocemos si el anunciado viaje del
diputado valenciano llegó a realizarse o no.
Tuvo que
ser a lo largo de ese año de 1910 cuando el farmacéutico Emilio Sebastián
González abandona el republicanismo político para ingresar en las filas del
Partido Liberal. A finales de año su vida se rige ya por actitudes burguesas.
Se aficiona a la caza y participa en una
montería por parajes de Sierra Morena al lado del Marqués del Mérito, Conde de
Hornachuelos, don Florentino Sotomayor y su gran amigo y correligionario el
loperano Bartolomé Valenzuela, entre otras fortunas.
En 1912
concurre como candidato a la Alcaldía de la ciudad de Porcuna a la que consigue
acceder y ostentar por espacio de dos años (1912-1913).
De este
corto periodo al frente de la máxima responsabilidad local ha pasado a la historia la popular frase “Don Emilio que haiga toros”, que el pueblo entonaba al unísono para que se quebrantara
la nueva legislación que prohibía la celebración de las típicas capeas durante
las fiestas. Amparado siempre por esas insistentes peticiones populares
terminaba accediendo.
Por lo visto le sobraba tiempo para atender su afición por lo cinegético, especialmente en la modalidad de la caza de liebres con galgo. En enero de 1917 concurre a la Copa La Ina en Jerez de la Frontera con una perra llamada Rázaga, que quedó eliminada a las primeras de cambio:
Por lo visto le sobraba tiempo para atender su afición por lo cinegético, especialmente en la modalidad de la caza de liebres con galgo. En enero de 1917 concurre a la Copa La Ina en Jerez de la Frontera con una perra llamada Rázaga, que quedó eliminada a las primeras de cambio:
Los
numerosos aficionados locales a los galgos (propietarios de jacas recortadas),
así como los de las poblaciones de alrededor (destaca el loperano Bartolomé
Valenzuela) crean a finales de la segunda década del siglo XX el famoso coto El
Lebrel ubicado en terrenos del cortijo de Casasola, propiedad del rico
propietario Pedro Funes Pineda, actuando siempre como secretario don Emilio
Sebastián.
En esta
foto, datada sobre 1919-20, y sobre cuya ubicación mantenemos alguna duda
(Casasola o San Pantaleón) el tercero
por la izquierda creemos que pudiera tratarse de Don Emilio. Lástima que no
dispongamos de otra muestra gráfica de mejor calidad a la mostrada en la
cabecera para ratificarlo.
Adquieren
cierto prestigio las cacerías de El Lebrel por la fecha de su celebración
(noviembre), ya que servían a los galgueros para preparar, probar y seleccionar a los perros que luego
concurrían en enero a la prestigiosa cita jerezana.
La vida de este coto se extiende hasta la
proclamación de la II República. Las últimas noticias de su actividad son de la
temporada de 1930:
Temporada de 1927
Después de aquel efímero paso por la Alcaldía de Porcuna volvió a la Diputación Provincial, alcanzando la Vicepresidencia durante los años 1918-1919. Por estas fechas ya se hallaba encuadrado políticamente
dentro de la familia política del liberalismo encabezada por don Niceto Alcalá Zamora (Nicetistas) . Para los comicios de 1918 se llegó incluso a barajar su
nombre como posible candidato por San Sebastián.
Una extraña y documentada campaña electoral para 1923
En plena crisis de la Restauración es presentado como
candidato a diputado en las elecciones a celebrar el 29 de abril de 1923.
Tendrá que ganarse el acta en dura pugna con el conservador don Manuel Ruiz Córdoba (el acaudalado Manolito Ruiz) que la había ostentado y disfrurado desde 1919.
El resultado final (ganadas por estrecho margen) va a depender en gran parte de la actitud adoptada por las agrupaciones socialistas, sectores obreristas y republicanos del distrito.
El resultado final (ganadas por estrecho margen) va a depender en gran parte de la actitud adoptada por las agrupaciones socialistas, sectores obreristas y republicanos del distrito.
El partido
socialista obrero no atravesaba su mejor momento. Después de aquellos años de
efervescencia del trienio en los que el candidato socialista Ramón Lamoneda
estuvo a punto de hacerse con el acta de diputado por Martos (junio de 1919), el
socialismo comarcal y provincial entró en un nuevo periodo de crisis que se agudiza con la
fractura que se produce en el III Congreso
Extraordinario del PSOE (abril de 1921), entre los partidarios de adherirse a
la III Internacional y los que no.
Agrupaciones fuertes dentro del distrito de Martos, como Torredonjimeno,
optan por la nueva vía. El nombre de Francisco Villar, el antiguo y carismático
líder de la agrupación local, aparece entre los firmantes del manifiesto
secundado por todos aquellos delegados partidarios de la Internacional
comunista.
La Agrupación Socialista de Porcuna y su filial
sindical “Paz y Libertad” se mantuvieron fieles a la línea oficial, aunque
menguado considerablemente en cuanto a número se asociados.
Sera precisamente uno de sus principales valores,
Manuel Biedma Quero “La Lata”, cuyos artículos de opinión solían ver la luz en El Socialista con relativa asiduidad,
quien en un suelto titulado “Maniobra indigna” (A los
trabajadores de Martos) publicado en el mes de enero de 1923, pone en entredicho la honorabilidad de Pedro Álvarez, el líder de los
socialistas marteños:
“Conocida
es de la mayoría de vosotros la reunión celebrada en esa Casa del Pueblo por
los elementos socialistas del distrito con el sólo fin de designar nuestro
candidato para las próximas elecciones.
En dicha reunión fuimos engañados todos, y
principalmente vosotros que fuisteis convocados para presenciar la venta del
Judas que os ha vendido.
Ya visteis con que despotismo fuimos
tratados los pocos camaradas que quisisteis volver por la dignidad de la clase
trabajadora
Los elementos obreros de los pueblos que
constituyen este desgraciado distrito fuimos engañados, y no porque no
conociésemos al sujeto que nos citó, sino porque en la citación tuvo el cinismo
de hacer uso del sello de la Agrupación, que no existe, y como para todo hombre
que pertenezca a una sociedad o
agrupación el sello de una entidad así es un documento oficial, una garantía y
por eso acudimos a la citación.
Mas, después de todo, el engaño puede darse
por bien empleado, porque así tuvimos el gusto de descubrir la farsa y tirar
por tierra el castillo de naipes que tan torpemente habían levantado.
Compañeros de Martos: Ha llegado la hora de
que despertéis del letargo en que se os ha sumido y arrojéis la carroña que hay
entre vosotros. Pensad que los farsantes no tienen derecho a convivir con las
personas decentes, y que en esa noche memorable pudo repetirse en vuestra Casa
del Pueblo el hecho lamentable de la Casa del Pueblo de Madrid. Al ser recusado
por mi modesta intervención, pero hecha con todas las fuerzas de mi alma, el
candidato burgués que nos brindaba el señor Álvarez.
Preciso es que sepáis todos los trabajadores
de Martos lo que nos contaron personas que nos merecen entero crédito por su honradez y perseverante
actuación, y que es esto:
El candidato reformista preguntó ¿Qué le
hace falta a la Casa del Pueblo? Y le contestaron obra. Esto quiere decir que
aquí a unos y a otros lo que les hace falta es dinero.
Esto no lo debéis tolerar, es preciso,
imprescindible que vayáis echando a patadas de vuestro lado, a los farsantes, a
los que se ofrecen al mejor postor, a quienes prostituyen las ideas.
Aquí lo que nos hace falta es un hombre con
solvencia moral, afiliado a un partido obrero. Para que nos represente en las
Cortes. Y si vuestra Casa del Pueblo esta falta de obra, sois vosotros, los
trabajadores, los obligados a hacerla y no ellos los burgueses”.
Sobre el presunto comprador de voluntades ajenas se
barajaron dos nombres. Primero el de un jiennense, Catedrático de Derecho Civil
de la Universidad de Granada, llamado Gabriel Bonilla Marín, amigo y compañero
del socialista Fernando de los Ríos, adscrito a la corriente o partido reformista
liderada por Melquiades Álvarez. Más tarde se menciona al Eduardo Fernández del
Pozo de la misma familia.
En un artículo firmado por Wenceslao Carrillo en El
Socialista se elogia la valiente denuncia que había partido de la Agrupación
Socialista de Porcuna, que motivó su desplazamiento ex profeso hasta Martos por encargo de la UGT:
Wenceslao
Carrillo seguirá arremetiendo contra las inmoralidades del marteño Pedro Álvarez, con una carta denuncia que le llega a través de los compañeros de la
Carrasca de Martos y otros artículos:
“Conocimos a un líder de la organización de
campesinos que nos produjo un efecto desastroso. La afectación con que se
expresaba, su aire de suficiencia, el yo que a cada palabra se escapaba de sus
labios y la falta de sinceridad en todos sus actos, nos hizo adquirir la
convicción de que estábamos ante el hombre que había redactado una carta
dirigida a la Agrupación Socialista de Porcuna proponiendo designar a Fernández
del Pozo como candidato, aduciendo argumentos que avergonzarían a cualquiera
que no fuera el autor de la citada carta”.
¿Cómo
se atreve Pedro Álvarez a defender una candidatura reformista, llamándose
socialista y luchador incasable?
Finalmente
no concurren los reformistas. Serán el ex diputado conservador Manuel Ruiz
Córdoba, el nicetista Emilio Sebastián González y el socialista Andrés Ovejero
quienes serán proclamados candidatos oficialmente y quienes se disputen el voto.
El Partido
Conservador parece que no encajó demasiado bien la competencia desde un
principio. Su líder provincial, el ex diputado señor Prado y Palacio, escribía
en las páginas de La Regeneración, su órgano oficial, un artículo titulado “Nuestro
deber” donde se lamenta de que el gobierno liberal no le guarde las
consideraciones, que según él, se merece. Niega importancia a la fracción de
Alcalá Zamora y a la de los reformistas. Se lamenta de que el Gobierno esté
atropellando a sus amigos de Martos y de La Puerta, nombrando alcaldes de real orden
y que el juez de Orcera haya amenazado a los conservadores con procesarlos si
no dejan las varas.
Andrés Ovejero |
La comparecencia final como candidato socialista de Andrés Ovejero, que también lo hacía por el distrito de Linares, es puramente simbólica y
testimonial. No existían expectativas algunas de éxito. La única población
importante del distrito de Martos que llego a visitar fue Porcuna, bastante antes incluso
de iniciarse la campaña, el 18 de marzo:
“Recibido en la estación de Villa del Río
por una comisión. A su llegada a Porcuna toda la Agrupación y bastantes
simpatizantes le hicieron un gran recibimiento en las afueras de la población,
dirigiéndose todos a la Casa del Pueblo, de la que el compañero ovejero hizo
gran elogio.
A las
nueve de la noche se celebró un mitin de propaganda electoral, el cual estuvo
tan concurridísimo que, a pesar de lo amplio del local, resulto insuficiente,
quedando la mitad del pueblo disgustadísimo por no haber podido escuchar al
compañero Ovejero.
Su disertación fue tan acertada y tan
elocuente, que cautivó por completo a los oyentes, subyugando totalmente su
atención.
Hizo
historia de la desastrosa actuación de los políticos monárquicos, culpables del
actual desbarajuste económico y del desastre marroquí.
Al final fue delirantemente aplaudido por
la multitud. Era su propósito regresar a Madrid el día 19, pero a requerimiento
de una Comisión del Círculo de Artesanos, accedió a dar una conferencia en sus
amplios salones, también insuficientes.
Al presentarse en el escenario, una nutrida
salva de aplausos acogió al querido y elocuente maestro. Hecho el silencio,
diserto sobre el valor universitario y la importancia de la instrucción
primaria- Cariñosas ovaciones. El presidente del Círculo de Artesanos,
contrincante suyo en la próxima contienda electoral, uniéndose al entusiasmo de
todos, no vaciló en darle un abrazo fraternal.
El triunfo del compañero es seguro. Dentro
de unos días irá a Martos y Torredonjimeno, no habiéndolo hecho ahora por no
disponer de tiempo.
A
saludar al maestro han venido a Porcuna comisiones de Santiago de Calatrava, la
Higuera y Lopera, llevándose gran esperanza en su triunfo.
(De
la crónica remitida por Manuel Biedma a El Socialista)
Fachada actual de La Pildora (C.A.C) |
El referido Círculo de Artesanos no es otro que el
viejo casino de La Píldora, cuya presidencia ostentaba justamente el candidato
nicetista o liberal independiente don Emilio Sebastián González. Algo de
anómalo o sospechoso tiene esa deferencia por parte de los socialistas, que
analizaremos más tarde.
La postura
oficialista del P.S.O.E. y el análisis del panorama electoral los resume de
manera magistral (desde su particular óptica) Manuel Biedma en un nuevo artículo, que titula ¡Despierta Pueblo!
“Son tantas y descabelladas las cosas que
se dicen de este pobre pueblo respecto a os aspirantes a representar en Cortes
este distrito, que yo, un modestísimo obrero, me voy a permitir comentar y refutar
todas esas habladurías.
Se dice, por parte de los conservadores,
que el único candidato que llena por completo las aspiraciones de ricos y
pobres es el señor Ruiz Córdoba, porque en las dos veces que ha representado al
distrito ha mostrado por él un interés grande.
Don Manolito Ruiz de montería en El Ronquillo (Sierra de Córdoba) |
No lo
dudamos; pero ese interés sólo lo ha mostrado para defender los privilegios de
la clase capitalista. En cuanto a los trabajadores, sólo ha mostrado para ellos
un afán grandísimo en qué se les redujera sus míseros jornales, y que esto es
cierto lo demuestra, entre otras cosas, su asistencia a las reuniones
patronales, como aquella famosa de los olivareros, celebrada para encarecer el
aceite y bajar los salarios; lo demuestra, además, su actuación en cuantos
conflictos se han suscitado en el distrito entre el capital y el trabajo, en
los que nunca se ha ofrecido, ni aún siquiera para servir de árbitro, pero si
ha estado diligente para acudir al despacho del gobernador y reforzar con su
influencia la petición de los alcaldes
demandando fuera armada para atropellar a los obreros, reducirles a la
miseria y restablecer el “orden” burgués, siempre a costa del pan de los hijos
de los obreros del distrito, d los mismos obreros a los que ahora se pretende
por sus verdugos que voten al mismo señor que tanto contribuyó con su
influencia a que la fuerza ahogara conflictos que sólo la razón podía hacerlo.
¡Qué cínicos son estos caciques!
Los liberales trabajan
en favor de su candidato, en el cual, salvando la honorabilidad personal del
paisano, no encontramos diferencia alguna con su contrincante, pues debéis
suponer que cuando, movidos por la necesidad y por el amor paternal, os lancéis
a hacer peticiones de jornal y de trabajo, observará este señor la misma
conducta que ha observado en el pasado.
La
ocasión se os presenta votando en las próximas elecciones al candidato
socialista, candidato del pueblo, candidato de un Partido que desde el primer
día protestó contra la guerra de Marruecos, contra el despilfarro de vidas y
millones que en ella se hacía.
Al votar a un candidato burgués lo hacéis
para que continúe el despilfarro de la Hacienda Pública, porque vuestros hijos
sigan siendo enviados al matadero africano; votáis también porque siga habiendo
tierras yermas mientras los jornaleros y su hijos mueren de hambre; votáis para
que se enriquezcan a costa de vuestro sudor de aceituneros acaparadores y toda
clase de parásitos.
Triunfando el candidato socialista tendréis
un compañero de trabajo en el Parlamento, que será el portavoz de vuestras
aspiraciones, que expondrá en él vuestras miserias y dolores, e impedirá seáis
atropellados impunemente por caciques sin conciencia.
Considerad, trabajadores, que el pueblo
español en estos momentos es un pobre ciego que va guiado por un lazarillo
malvado, el cual le lleva por malos caminos para que se despeñe. Para que esto
no ocurra unámonos todos y llevemos al parlamento hombres honrados, diputados
socialistas”.
(El Socialista de 3 de marzo de 1923)
Desconocemos hasta que puntos estos sinceros y consecuentes
consejos de Manuel Biedma fueron secundados. No hemos sido capaces de dar con
la fuente que nos permita el verdadero apoyo electoral de los socialistas
de Porcuna y del distrito hacía su candidato, que de hecho después de aquella
visita aislada de pre campaña a Porcuna, con doble sesión de conferencias (Casa del
Pueblo y Casino de La Píldora), no volvió a asomar el pelo ni por Porcuna ni por
ningún otro pueblo del distrito. Aquel abrazo fraternal de Ovejero a Don
Emilio, se contradice bastante con los postulados expuestos por Biedma.
Antes de
entrar en los datos sobre la elección de Don Emilio, en reñida pugna con Ruiz
Córdoba, nos detendremos en una valiosa documentación electoral relacionada con
aquellos comicios. Son un total de 5 manifiestos tirados por imprenta y
repartidos mano a mano durante los dias previos a la cita con las urnas y que podemos encontrar en la web deporcuna.com, gracias, una vez más, a la generosidad y desvelos de un profesional de la medicina , paisano y amigo,
llamado Alberto R. de A, genuino enamorado de la historia y costumbres de su pueblo.
Aparece un
primer manifiesto "A los electores del distrito" tirado en la Imprenta Garrido de Martos, con fecha de 19 de abril
y firmado por un total de 6 personas en nombre de la Casa del Pueblo. Sus
nombres son Pedro Álvarez, Antonio Morales López, José Ruiz Pérez, José
Chamorro Santos y José Garrido Espejo. Aquellas acusaciones contra Álvarez de
tomar dinero a cambio de apoyo electoral siembran la duda sobre este nuevo
puntual apoyo al candidato nicetista.
El apoyo del partido republicano a don
Emilio Sebastián, se recogió en otra hoja suelta que
reproduce un discurso pronunciado por el concejal republicano de Porcuna, José
Rafael Juárez: “En Martos de palabra y en Porcuna por escrito”
Para Don Emilio es también el favor de un
desconocido obrero agricultor que firma como Francisco Rosell Pérez: “Al Pueblo” (pudiera tratarse de un destacado integrante de la junta directiva de ese denominado Circulo de Artesanos - La Pildora, que don Emilio presidía).
El lote lo completa la hoja suelta tirada por
la Imprenta El Sol de Porcuna titulada “A mi Pueblo” firmada por el propio
Emilio Sebastián, y, por último, la
correspondiente al jefe local del partido conservador, ex alcalde, ex diputado
provincial y ex Gobernador Civil de Lérida, Salamanca y Badajoz, don Ricardo Dacosta Ortega: “A los electores de Porcuna”.
Las elecciones se celebraron con aparente normalidad
el domingo 29 de abril. El candidato demócrata independiente (Nicetista) don
Emilio Sebastián se impuso por un estrecho margen al conservador Ruiz
Córdoba que concurría encabezando la candidatura de la Unión Monárquica, extraña amalgama de conservadores y liberales
romanonistas. Estos últimos estaban liderados a nivel provincial por el abogado y ex ministro de Instrucción
Pública, Joaquín Ruiz Jiménez (por entonces Alcalde de Madrid).
Es otra vez, Manuel Biedma quien nos despeja y analiza los entresijos políticos de este singular enfrentamiento entre los liberales. Se hace eco de unas declaraciones del Conde de Romanones publicadas en el diario jiennense El Pueblo Católico;
“El comentario mejor sobre la actitud del señor Alcalá Zamora es el silencio, porque entiende que las cosas que ocurren entre las cabilas de aquí tiene mejor arreglo que las que suceden entre las cabilas de Marruecos”.
Dice al respecto Biedma, con su buena dosis de ironía y gracejo:
Tiene razón el señor conde en su razonamiento, pero hemos de decirle, como moro notable que ha sido en esta contienda, mejor dicho en este desastre, en este Annual, que su jarka no ha salido nada airosa de la lucha, protegiendo al partido conservador y sacrificando para ello todas las esencias liberales de que blasona estar en posesión.
Estas cosas ocurren para que los trabajadores aprendamos. Hemos visto desfilar por la plaza pública, poniéndose como guiñapos a hombres afines en política, como don Virgilio Anguita, diciendo que don Emilio Sebastián representa el desorden y la anarquía.
¡Aprende, pueblo trabajador, lucha por ti y no por tus verdugos!
Manuel Biedma
Porcuna
Llama la
atención la participación directa en la campaña del famoso y poco querido y considerado
en Porcuna, el ex diputado por el distrito Virgilio Anguita. Recuerden como
durante la campaña a las elecciones a diputados del año 1918 tuvo que soportar estoicamente las acusaciones del
candidato de la coalición republicano-socialista, el periodista Augusto Vivero,
de no asomar la cabeza por Porcuna durante las sucesivas campañas que le reportaban
el acta.
De la advertencia final de las palabras de Biedma parece desprenderse que los socialistas de Porcuna, exceptuando quizá algunos mas consecuentes, en su mayoría terminaron introduciendo en la urna la papeleta del candidato liberal independiente, su paisano, el farmaceútico don Emilio Sebastián.
De la advertencia final de las palabras de Biedma parece desprenderse que los socialistas de Porcuna, exceptuando quizá algunos mas consecuentes, en su mayoría terminaron introduciendo en la urna la papeleta del candidato liberal independiente, su paisano, el farmaceútico don Emilio Sebastián.
De hecho, parece que éste llegó a corresponder a
esos apoyos. Atiende la invitación de la comisión organizadora encargada de
planificar un ciclo de conferencias a celebrarse en la Casa del Pueblo de
Porcuna:
El Socialista (junio de 1923) |
Motivos de fuerza mayor impedirían aquel ciclo de
conferencias y el rodaje como Diputado de nuestro paisano. El 13 de
septiembre de 1923 el Capitán General Miguel Primo de Rivera dio un golpe de
Estado contra Gobierno de España elegido legalmente y exigiendo que el poder pasase a manos
militares.
El 8 de mayo había causado alta en el Congreso de los
Diputados. El 24 de ese mismo mes se procedió a la apertura solemne de las
nuevas Cortes, que no tuvieron vacaciones ante la urgente necesidad de abordar numerosos
problemas que arrastraba el país. Permanecieron abiertas hasta la militarada de
Primo de Rivera que contó con la aquiescencia de Alfonso XIII, y que, de camino, ponía fin al caduco sistema
político de la Restauración. Habria que rastrear entre las actas de sesiones del Congreso para conocerr si llegó a tener participación activa en pro de los intereses del distrito por el que había resultado elegido. Creemos que no le dio tiempo. Fueron cuatro meses durante los que tuvo acceso a los sillones del hemiciclo.
Durante los años de la Dictadura permanece en Porcuna al frente de su farmacia. Por su experiencia política es requerido alguna que otra vez por las autoridades locales. Formó parte de la comisión encargada de estudiar la viabilidad de un nuevo proyecto de ferrocarril en el año 1927. Su presencia era obligada en cuanto acontecimiento de cierto relieve tuviese lugar en Porcuna. Se centra durante esta época en su histórica afición por los galgos.
Detalle foto de grupo de 1929
Apreciamos cierto vacío sobre su posterior trayectoria
durante la II Republica, Guerra Civil y postguerra. No conocemos tampoco el año exacto de de su fallecimiento. Demandamos la colaboración de quien pueda ayudarnos a completar su
biografía, así como de quien pueda aportarnos alguna foto, con mejor calidad y resolución que esas otras que hemos
podido obtener.
Me ha resultado muy interesante esta entrada por haber descubierto en ella a nuestro paisano "La Lata" ¡ Vaya que pluma sabiendo defender a los oprimidos peoneros ! De D. Emilio he oído hablar más ,tanto mi madre como sus hermanos tenían los nombres de los familiares de este señor ,pues se ve que mi abuelo ,le servía de recadero ,aunque la familia decían que era su escudero ¡Mi abuelo era un Sancho Panza con aspecto de Quijote jajaja! La Abadesa.
ResponderEliminarSabes madre Abadesa que me identifico mucho con esa etiqueta de tu abuelo: "Sancho Panza con aires de Quijote", aunque mi panza se esta perdiendo. No hay mal que por bien no venga.
EliminarBuena pluma la de Manuel Biedma, un socialista de los pies a la cabeza, no como tanto arribista que hemos padecido en nuestro pueblo. Creo que era hojalatero de profesión y en invierno trabajaba en un molino aceitero. Admirable ese afán de superación de un trabajador manual de formación autodidacta. Hombres como este, sencillos, honraos y formaos, necesita el Socialismo de Porcuna para poder arrebatarle la Alcaldía a ese otro. Algunos insensatos hablan del regreso de Luis Carlos. Será un mal sueño. Creo repetirá Miguel si no lo fichan para un cargo superior. Tiene al pueblo más o menos contento con su gestión. Me consta su buena disposición a la hora de intentar solucionar los problemas del día a día que les surgen a los ciudadanos que recurren a él. Intenta vender que las arcas están saneadas ¿Cuestionable? A ver esa casi inminente campaña que sorpresas nos depara. No sabemos las promesas por donde pueden y deben de ir. Tenemos casi de todo menos aeropuerto y un centro comercial con multicines. que guay.
EliminarRusticus Ibericus (aparayade@ hotmail.com)
No tengo ni pajotera idea sobre quien puede ser Rusticus Ibericus, ni ese correo lo tengo asociado al mío. Como hace tiempo que tomé la decisión de eliminar los CANI (comentarios anónimos no identificados) y sólo mantener aquellos reconocibles por estilo. abreviatura o correo electrónico, debería de fulminarlo. Como creo que carece de malicia ni resulta especialmente lesivo para nadie, por su ingenio y la misteriosa incógnita que deja caer lo mantendremos. Si alguien no lo estima ético ni consecuente que se dirija al correo de un servidor.
EliminarAlberto, te remito la papeletas de voto de Emilio Sebastián y un interesante pasquín de Manuel Biedma para un mitín de Wenceslao Carrillo, por si deseas incluirlo sen este artículo, aunque ahora me doy cuenta que por este medio no puedo enviártelos, trataré de remitírtelos de otra forma.
ResponderEliminarGracias Antonio, insertaré la papeleta. El anuncio del mitin queda fuera de campaña (es de 1922) y de contexto, aunque nos sirve para explicarnos esa especial comunicación entre Wenceslao y Biedma que sirvió para destapar la presunta maniobra de compraventa puesta en práctica por el marteño Pedro Álvarez.
EliminarResulta chocante lo poco que se conoce sobre la trayectoria humana y política de Manuel Biedma. A mi juicio, uno de los socialistas históricos de Porcuna de mayor talla intelectual. Parece como si hubiese quedado su figura como relegada al olvido,o ensombrecida por la de Rafael Montilla con quien compartió fatal destino en Baza (asesinados e 1939). Por razones que desconocemos se distancia de la primera fila del socialismo político sobre 1927. No se encuentra entre quienes resultaron elegidos concejales en febrero de 1931. Sólo a partir de 1936, con el nuevo ayuntamiento del frente popular se le concede y otorga confianza al ser nombrado jefe de la policía municipal. Desde la agrupación local del PSOE se debería intentar conseguir la obtención de alguna fotografía suya para colocarla en la galería de retratos que luce en la actual Casa del Pueblo.
ResponderEliminarCreo que un hermano de Manuel Biedma, llamado Tomás Biedma Quero, fué ayudante de Julio Romero de Torres durante su estancia en Porcuna para pintar los murales de la Iglesia parroquial. Quiero recordar que fue ejecutado en Guadix y no en Baza, según me dijeron. También recuerdo haber visto un cuadro suyo y que era propiedad de un hijo llamado Octavio.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo. No conocía nada del hermano a quien asocias con Romero de Torres, Queda pues una puerta abierta para obtener ese cuadro o retrato entre sus herederos. Los descendientes del tal Octavio.
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