TERCERA Y ÚLTIMA DE FERIA
Abusando traidoramente de la confianza, refugiado en la distancia y aprovechándome de que los interfectos, a los que promociono artísticamente, lo más probable es que durante estos días anden estregaos al parrandeo que se pone en práctica en la particular manera de vivir la feria durante el día en la localidad cordobesa de Castro del Río, que algunos valientes saben incluso empalmar con la de la noche, intentaré trazar unas semblanzas sobre estos nuevos valores de la tauromaquia, nacidos a orillas del Guadajoz, de cuya carrera artística pretendo hacerme responsable a partir de ahora.
Me estoy refiriendo a los ya famosos y populares, Rafael Arroyo “Arroyito” (barajo otros nombres con más gancho para los carteles) y Pepín II “Tabernerito” Hasta ahora su paso por esta arriesgada profesión se limita a la adquisición de unos bonitos y completos trajes de luces, que llevan ya luciendo durante varias temporadas en las fiestas del carnaval. Se ve que les ha gustado ese porte gallardo que otorga el vestuario (por lo de la marca) que desisten de cambiar. Aunque si no me falla la visión, este pasado año quiero recordar que recurrieron a unos tipos de color purpura con bonete (demasiada dignidad para personajes tan populares).
Son precisamente esas fotos que tienen colgadas en sus muros de facebook y su espectacular parecido físico con grandes maestros del toreo actual como Cayetano Rivera o Manzanares, por citar sólo algunos de los más aclamados y admirados entre las del bello sexo, las que me han servido de espoleo para involucrarme en su lanzamiento, a ver si de camino fuéramos capaces de ir saliendo poco a poco de la estrecheces económicas que algunos estamos ya padeciendo.
Como ya he referido, su experiencia es mayormente de salón y escaparate, aunque me consta que valor no les falta a ninguno de los dos.
"Arroyito", es el nombre artístico con el que le bautizó en su más tierna infancia un ganadero, intimo de su señor padre. Fue en una Feria Real cuando se le presentó la oportunidad de debutar en un festival taurino celebrado en las cabrerizas de su mentor ante un lustroso choto negro bragado. Aunque de cornamenta incipiente, su lidia precisó de un importante derroche de valor por parte del aspirante. Los encargados de dar muerte y posterior aderezo de la res fueron los miembros de la cuadrilla, capaces de dar buena cuenta del mismo regado con los reglamentarios caldos de la tierra.
No llegó a materializarse aquel proyecto de torero porqué su inclinación por la canaricultura terminó desplazando a la taurina. Hoy, en su nueva finca, se consagra al cultivo de hortalizas, consolidado ya como un experimentado criador de aves de todas clases (su especialidad los chamarines). De manera que huevos, lo que se dice huevos no le faltan al figura (de todos los colores y tamaños, y mu bien organizaicos).
Su ponedero
Para su regreso a los ruedos barajo otros apodos diferentes al original. Creo que Niño de las Coles o Hortelanito se ajustan mejor al momento actual.
Con respecto a “Tabernerito”, aunque lo suyo históricamente ha sido el deporte de la pelota (de los mejores peloteros castreños de las últimas décadas), nunca le faltó valor y coraje a la hora de exponer el físico ante las acometidas de las defensas rivales, ni tampoco para lidiar detrás de una barra con la popular y peculiar clientela de la famosa taberna de barrio que regentó su padre. A ese arrojo creo que se le puede y de se le debe sacar partido.
Que no se levanten falsas expectativas ante una inminente presentación en público. Quiero planificar sesudamente (estilo Pipo pero sin cigarro puro) la manera de poder lanzarlos al estrellato con ciertas garantías. Si tuviéramos la suerte de poder acceder a la ayuda económica de la concejalía de festejos o al patrocinio de firmas comerciales como Pepsi Cola o Cruzcampo, que deberían mostrarse interesadas en su lanzamiento, debutarían en lides taurinas reales con un emocionante y reñido mano a mano para la festividad de San Marcos (patrón de la localidad) a celebrar en el frondoso paraje de la Fabrica de la Luz donde se desarrolla esta popular acampada festiva (público y sombra garantizada).
Espero que para entonces el rio haya recuperado su caudal habitual, ya que para su presentación ante la afición castreña les tengo reservados "6 galápagos 6", de la acreditada ganadería del Marqués de la Ribera del Guadajóz.
El proyecto requiere los oportunos permisos de la Delegación Provincial de Medio Ambiente y de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, despejar la incógnita sobre si el ganado a lidiar está catalogado como especie protegida, y por supuesto, obtener el beneplácito de asociaciones protectoras y colectivos ecologistas, comprometiéndose a que los morlacos ribereños no van a recibir ningún tipo de maltrato.
Había pensado que un funcionario público, íntimo de los matadores, bien relacionado con las altas instancias administrativas y gubernativas, podría resultarnos de gran ayuda a la hora de salvar posibles trabas. Se le reservará, como es lógico, un buen porcentaje en los beneficios y algo más por si hubiera que comprar alguna voluntad ajena. En este mundillo, para triunfar plenamente, no valen prejuicios de carácter moral.
Antes, tendríamos que calibrar el trapío y juego que pueda dar este tipo de ganado en un tentadero campero (paella incluida), para no defraudar a los potenciales paganos dispuestos a pasar por caja en la explanada acondicionada al efecto.
Tabernerito
Lo de matadores es por el uso de la costumbre. Aquí no se mata nada y a nadie. El negocio está precisamente en dejar el ganado con vida. Si fuéramos capaces de adiestrarlos para que a su ritmo se pudieran hilvanar unas buenas tandas de naturales rematadas con su correspondiente pase de pecho, tendríamos un hueco seguro en las mejores ferias de España y hasta para hacer la temporada invernal en las Américas.
Niño de las Coles
(obsérvense voladeros y ponederos al fondo)
Que no se preocupe el maestro que ya pagaremos a alguien para que se ocupe del huerto y de las aves ponedoras. Con dos o tres temporadas buenas, tampoco hay que ser demasiado ambiciosos y tentar la suerte (siempre existe el riesgo de una peligrosa cogida), nos hacemos con varios cortijos en la campiña (cereal, olivar y viñas con lagar), así como de una hermosa finca en la sierra con bellotas para cochinos chatos.
Eso sin contar los ingresos generados por derechos de imagen y caché en programas morbosos de la caja tonta. Tenemos que contar con el visto bueno de sus respectivas familias para tramar algún que otro montaje de perdularios, que eso vende mucho. Para el Niño de las Coles lo que mejor le cuadra es una verdulera que le enseñe a hacer “la lechuguita” como a Jesulín. A Tabernerito a ver si pudiéramos introducirlo en la casa de Alba con la Eugenia.Vale ya de disparates guasones que me están empezando a salir billetes de quinientos euros por las orejas. ¿Serán alucinaciones por falta de nicotina?
Ruego encarecidamente la máxima discreción a aquellos castreños que durante estos días hagan el paseíllo, compartan plaza en caseta o cualquier otro establecimiento de hostelería con alguno de mis patrocinados. No quiero que mis ilusiones y quimeras se derrumben a las primeras de cambio. Ya me los trabajo yo personalmente a través del facebook. Se aceptan colaboradores para la posterior campaña de promoción.
Para despedirme recurro de unas letrillas alusivas, interpretadas por una murga de mi pueblo durante los carnavales de los años treinta:
Esta murga de toreros
aunque somos pequeñitos
tenemos más contratas
que Belmonte y Joselito.
En la primera contrata
estuvimos muy valientes
estuvimos toreando
a los hortelanos de la fuencaliente..."
Me da la impresión de que estamos abusando de la verdura y del noble gremio de hortelanos. Y ahora que me acuerdo, no me quedan lechugas para la ensalada nocturna. Habrá que tirar de las rabanillas tiernas que están bien sabrosas.
He recibido vía facebook el beneplácito de uno de los diestros que apadrino (Tabernerito). Del segundo espada, “Niño de las coles” las únicas noticias de las que dispongo es que en la jornada final de Feria se celebraba una comilona festiva en fincas de su propiedad, con la asistencia de potenciales rivales a la hora de hacerse cargo de su proyección (a este se le ha subió el éxito mu pronto a la cabeza). Le recomiendo que no se deje embaucar por cualquier advenedizo oportunista. El banquetazo creo que tenía poco de vegetariano, habida cuenta de la especial afición que profesan otros integrantes de sus respectivas cuadrillas por el ternasco a la brasa. Para implicarlos también en el proyecto, y a sabiendas de las habilidades musicales de algunos de los asistentes, pongo en su conocimiento que para amenizar la salida de chiqueros de los morlacos ribereños tengo pensado incluir la música como parte del espectáculo.
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