Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

16 agosto 2010

UN NEGRO POR LA CALLE ANCHA

   Por una de esas casualidades de la suerte, por una de sus locuras tal vez, apareció el 14 de Enero de 1910 un negro en Castro.
¿Quién era?
¡Vaya usted a saber!
Se hicieron comentarios infinitos, caprichosos, gratuitos…
Una carta de recomendación al ilustre jurisconsulto y violinista D. Francisco Algaba Luque, nos sacó de la incertidumbre.
¿Quién era el negro?
Ah, era un notable violinista, una estrella del arte, un coloso del pentagrama. Era Brindis de Salas, artista consumado, rey de los unísonos…
La imposibilidad de dar un concierto por falta de acompañante al piano, quebró en un principio nuestras alegrías, porque veíamos que aquella ocasión se nos marchaba sin esperanza de reintegro.
Pero una señorita, una linda señorita, la incomparable Lolita Aguado, vino a la imaginación de todos y una vez hecha la proposición a su señor hermano, éste consiguió de ella que (gratuitamente desde luego) acompañara al señor Brindis.

   Lolita Aguado Remón era hija de José Aguado del Río, escribano, impresor y procurador, que entre 1887 y 1893 con el nombre simbólico de “Moisés” ostentó el cargo de Venerable Maestro de la logia masónica García Vao de Castro del Río perteneciente al Gran Oriente Español. Tras una etapa de residencia en Baena, motivada por cierta animadversión hacia él de ciertos sectores de la sociedad local, vuelve a Castro del Río a principios del siglo XX. En 1910 obtendría una concejalía por el partido Liberal Democrático (Fernandistas). Sus relaciones profesionales y de amistad con D. Francisco Algaba (prohombre local de los fernandistas) le debieron de servir de gran ayuda para normalizar su situación social en Castro.

   La proyectada velada musical iba a celebrarse por fin, imagino que tras unos días de ensayo, precisamente en el domicilio de D. José Aguado, Plaza de la Iglesia 16:

   “A las ocho y media de la noche empezó el concierto, con una concurrencia selecta, y a bien decir, la inteligente de Castro. ¡Dios mió que concierto! Nada más magnifico, nada más hermoso, nada más brillante. Una de esas veladas musicales que perduraran para siempre en la memoria.
La señorita Aguado y el señor Brindis ejecutaron el programa siguiente: Romanza al sol (Beethoven), Minuetto (Boccherini), Pizicatto o vals lento ( Leo Delibes), Recuerdos de Hayden (violín solo) de Leonard, Clara Luna (piano solo) de Beethoven, Il Trovatore (Verdi), Capricho Hungaro (Hauser), Trémolo (piano solo) de Gottchalch, Dúo de amor (violín solo) de Brindis de Salas, Faust (Gounod), Serenata (Moszkowski), Recuerdo de España (Monasterio), Grossmu-Herchen (Lauger), terminándose con el Carnaval de Venecia de Paganini.
Todos los números fueron muy aplaudidos y ovacionados, terminando tan encantador espectáculo a las doce con harto sentimiento de la concurrencia, no solo por la inmensa labor artística que se presenció, sino también por las atenciones recibidas por los dueños de la casa.
Creo que el próximo siete de febrero se dará otro concierto a beneficio de los pobres".

   Hasta aquí las noticias entresacadas de la crónica de José María Jiménez Carrillo, excelso poeta y activo corresponsal del Diario Defensor de Córdoba durante la primera década del siglo en Castro del Río.

   Mi sorpresa, mi curiosidad se satisface, cuando, recurriendo a la barra de Google, descubro a Claudio José Domingo Brindis de Salas y Garrido, nacido en La Habana (Cuba) el 4 de Agosto de 1852, que llegaría a convertirse en uno de los violinistas más famosos de todos los tiempos.

   Aunque aporto un enlace, pero como la información sobre él es tan abundante, y no me fío demasiado de la síntesis de la wikipedia, copiando y pegando de un lado y de otro, y aportando algo sobre sus relaciones con la provincia de Córdoba (prensa histórica) os ilustro un poco sobre su peculiar trayectoria vital:

   Brindis de Salas comenzó los estudios con su padre (también violinista y contrabajista, integrante de la orquesta Concha de Oro, muy popular en los salones de baile habaneros) y los continuó luego con Van der Guth, un famoso concertista belga radicado en La Habana a quien llamaban cariñosamente “violín de ataque”, con quien progresó extraordinariamente. Dió su primer concierto con tan solo 11 años. Pero fue gracias a sus estudios en el Conservatorio de París, con los profesores más famosos de la época, que la unión del talento y las condiciones ideales dieron por resultado a una de las figuras musicales más extraordinarios del siglo XIX.
   Desde el comienzo de sus estudios, y en cada actuación en París, Brindis comenzó una larga carrera de triunfos. Sus dotes naturales, afinadas y enriquecidas con los estudios, le dieron una envidiable maestría en el dominio del instrumento y del auditorio. “Diríase –escribió una de los comentaristas franceses de la época– que una mano oculta arranca al instrumento las más sublimes notas, haciéndolas aparecer como emanadas del cielo.”

   Una vez culminado sus estudios triunfó en Italia –país originario del violín–, actuó en el Conservatorio de Milán y en el Teatro Scala; en Berlín se le designó músico de cámara del Emperador. También San Petersburgo, Londres, Portugal y España fueron testigos de su maestría. En Argentina sus admiradores le obsequiaron un auténtico Stradivarius; en México, a pesar de actuar casi simultáneamente con José White –otro violinista negro de Cuba, graduado también en el Conservatorio de París– también triunfó. Venezuela, América Central y La Habana disfrutaron de sus excelencias.

El "Pagagini negro" a los 28 años con su Stradivarius y la condecoración prusiana de la Orden del Aguila Negra (Hoher Orden vom Schwarzen Adler).

   La crítica internacional especializada hizo elogios de su arte y lo bautizó como el Rey de las Octavas y el Paganini cubano. En esos comentarios críticos encontramos expresiones como: talento extraordinario que habla seis o siete lenguas; poseedor de un portamento de arco legítimo y al mismo tiempo de una energía que lleva impresa el ímpetu característico de su raza; acusa un profundo conocimiento; revela una maravillosa espontaneidad en sus creaciones y una audacia en su estilo digna del inmenso talento del artista.
En Alemania, contrae matrimonio con una aristocrática dama de la alta sociedad y es nombrado concertista del emperador. El Káiser le otorga el título de Barón de Salas y la Gran Cruz del Águila Negra. Nacionalizado alemán, sus últimos años en tierra germana los vivió en Berlín, en una enorme mansión, en cuyo primer piso esta instalada una fabrica de pianos de la que era copropietario.

   En el año 1898 su hogar se derrumba. Su mujer demanda el divorcio, angustiada de genio tan excéntrico y andariego, y Salas se lanza una vez más a recorrer el mundo dejando en Alemania sus bienes y tres hijos, violinistas también.

   Dicen que a partir de entonces empezó a padecer de frecuentes estados de melancolía y depresión, durante los cuales se encerraba en una habitación. Dicen que “empezó a sentirse negro” y buscaba desesperadamente inspiración en su origen para crear una música auténtica: durante 1903 y 1905 estuvo visitando en Santiago de Cuba una Sociedad Negra que existía en la calle Alta de Sagarra y, aunque continuó haciendo con bastante éxito giras internacionales por el mundo, se notaba su decadencia física y material. Dicen, también, que llevó una vida demasiado desordenada y bohemia.

   Ganó mucho, muchísimo dinero y de la misma manera lo derrochó. El violinista cubano fue víctima de su raza y su talento. Tenemos que tener en cuenta que la mayoría de los artistas negros que alcanzaban una fama como la de Brindis, representaban para los empresarios y el público de la época una diversión más. En palabras más crueles: para ellos, él y los otros eran como bestias de feria que funcionaban mientras llenaban el auditorio y las arcas.

   A partir de 1906 peregrina por diferentes escenarios, ya más humildes, teatros de provincias, sociedades musicales, reuniones particulares… En 1906 y 1908 deambula por España, y nos consta su presencia en Córdoba y provincia, donde al abrigo de la protección que le presta el Centro Filarmónico Eduardo Lucena ofrece conciertos en el Gran Teatro de la capital. Se presentaba como el “Chevalier Brindis de Salas” (algunas fuentes indican que estaba en posesión de la condecoración otorgada por el gobierno francés de “Caballero de la Legión de Honor”). Sobre el celebrado en enero de 1906 en su honor y a beneficio de la cocina económica, en las apreciaciones del crítico musical del Diario de Córdoba, aflora esa decadencia y esa inestabilidad emocional a la que antes nos referíamos:

   “En la Fantasía Española que figuraba en la tercera parte del programa, noté falta de unión entre el violín y el piano, hasta el punto que hubo momentos en que cada instrumento marchaba por su cuenta. Lo que después pasó no me lo explico. El señor Brindis de Salas tocó con visible contrariedad, y a paso de ataque, un bolero y no se que otras cosas más, abandonando precipitadamente el escenario. El público se quedó tan frío dentro de la sala, como frío era el ambiente exterior”.

   Cuando a finales de 1909 recala una vez más en Córdoba, era ya un personaje decrépito, enfermo, desaliñado, aunque manteniendo aún cierto porte elegante, cuya única fortuna radicaba en su inseparable violín. Los melómanos cordobeses que en otros tiempos le rindieron honores, se lo quitan de en medio, derivándolo al culto, caritativo y enamorado del violín, el castreño Francisco Algaba Luque. Como hemos podido comprobar  le ofreció su hospitalidad temporalmente. A renglón seguido, nuevos derroteros, hasta que durante el verano se asienta en Cádiz donde se dedica a amenizar con su violín las veladas nocturnas celebradas en el balneario de la Victoria. Desde Cádiz en el vapor Satrústegui hasta Buenos Aires, donde en sus tiempos de gloria le regalaron un Stradivarius.
   En una casa de huéspedes del Paseo de Julio de Buenos Aires el uno de Junio de 1911 ( apenas año y medio después de haber visitado Castro del Río) fue recogido moribundo por la policía, muriendo pobre y olvidado de cuantos en vida le hicieron calurosas ovaciones.

   Para documentarme sobre las circunstancias de su muerte y obtener una fotografía de él en su lecho de muerte, he intentado en vano acceder a la revista argentina Caras y Caretas donde el periodista Agapito Candilejas nos narra pormenorizadamente los últimos momentos de su vida. La citada revista esta ubicada en la Hemeroteca Digital de la BNE, pero el número en cuestión esta dañado y me ha resultado imposible su descarga. Pero como, quien busca halla, resulta que un bloguero hispano, el investigador literario, escritor y cineasta cubano Javier de Castromori, sintetiza, vacía y ordena el contenido de dicho reportaje bajo el título de ICONOGRAFÍA CUBANA DEL XIX: “Si, soy Brindis de Salas pero me muero…”

No lo paséis por alto por favor, es fuerte, emotivo, real como la vida misma.


   Su intensa y agitada vida y las penosas circunstancias de su muerte lo convierten en un personaje de leyenda. El novelista franco-cubano Eduardo Manet, se interesó por su figura, plasmándola en una biografía novelada que con el titulo de "Maestro" ganó el gran premio Telégramme de Brest el año 2002.

14 agosto 2010

"NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD"



Fotograbado de la Patrona de Castro del Río.
Publicado en la Revista Mariana (Julio de 1926)



     Acompaño de unas notas sobre el origen de su advocación en Castro del Río, sacadas de un articulo publicado por el corresponsal del Diario Defensor de Córdoba (28.8.1922).

     “Este nombre de Maria Santísima de la Salud le fue impuesto por los favores recibidos en las invasiones de cólera morbo. Cuentan las crónicas, que en el año 1610, siendo día del Señor causo cien víctimas en la población, y al traer a la Virgen a la parroquia desde su ermita, cesó el cólera a los dos o tres días”.

    El cronista corresponsal confunde la fecha, debe de tratarse de la epidemia de peste bubónica de 1601 de la que se ocupa Antonio T.Pineda en un articulo inserto en la revista publicada con motivo de la XIX romería en honor de la Virgen (Junio de 2008). El nombre de Castro, afectado en sumo grado por la pandemia, figurará en el listado que habría de estar presente en todas las puertas de las ciudades prohibiendo terminantemente “so pena de muerte” que nadie procedente de alguno de los lugares allí recogidos pudiese entrar en ella.

     “En 1834 se presentó el terrible azote con grandes estragos, y se efectuaron grandes milagros al bajar la Virgen desde su ermita, extramuros, hasta la parroquia. Una niña moribunda fue sacada por su padre al balcón, y recobró al momento la salud. La cólera del Cielo la pagaron los animales: pues al día siguiente 26 de Julio, aparecieron muchos peces muertos en las orillas del Río Guadajoz, y pájaros muertos en la huertas”.

     Con fecha 22 de junio de 1834 la Junta Provincial de Sanidad comunica a las municipales de todos los pueblos de la provincia: "que los municipios de Castro del Río y Pozoblanco han dado parte de que sus respectivos vecindarios se hallan afectados por enfermedades sospechosas, cuyos síntomas son análogos con el cólera morbo epidémico, y en consecuencia prevengo a V. de acuerdo con esta junta, que no admitan la procedencia de los expresados pueblos por habérseles decretado una rigurosa incomunicación".



     Los fallecimientos por el cólera morbo se dejaron sentir especialmente en los sectores más menesterosos cuyas condiciones de vida estaban caracterizadas por el déficit alimenticio, el hacinamiento y la ausencia de toda higiene. Durante los tres primeros días de Julio se iban a producir un total de 70 fallecimientos en Castro del Río, que son los que aparecen en el primer parte de afectados publicado por la prensa: invadidos 228, curados 54, fallecidos 70.
Un segundo parte entre los días 7-10 de Julio: 255 invadidos, 122 curados y 61 fallecidos.

     A mediados de Agosto parece haber remitido considerablemente la enfermedad: En Castro disminuye el numero de invadidos no habiendo perecido ningún enfermo desde hace tres días.
Sobre la alta mortandad de peces y pájaros no he localizado noticia alguna.

     La insana costumbre de ubicar el cementerio en un recinto contiguo a la iglesia parroquial de la villa, pudo guardar relación con el brote epidémico Consecuencia inmediata fue la construcción de un nuevo cementerio: por Real orden de 29 de septiembre S.M. la reina gobernadora autoriza al gobernador civil de Córdoba para la venta de cuatro fanegas de los propios de Castro del Río, con el fin de que se construya con su valor un cementerio en aquella población y manda que se haga extensiva esta medida a otros pueblos de la provincia, amen de no acceder a los solicitudes de algunos párrocos para seguir practicando enterramientos en las iglesias.

     "En 1855 también se presentó dicha enfermedad dándose muy pocos casos. Al igual que en 1860 también con escasa intensidad. En 1885 afectó a toda la provincia y en los pueblos limítrofes se dieron numerosos casos, sin afectar a Castro, causa por la que acudieron con ofrendas a tan milagrosa imagen numerosas personas por haberlas librado de tan terrible enfermedad".

      Los datos que aporto sobre la epidemia de cólera de 1834 están tomados de prensa histórica: El Eco del Comercio, La Revista Española y Tecnológico Nacional. (HD-BNE).
      La crónica completa de las celebraciones y cultos en honor de la patrona del año 1922, en Diario Defensor de Córdoba (BVPH-MCU).

05 agosto 2010

Castro del Río: Fotografías 1927

Andalucía Ilustrada


Revista cordobesa que comienza a editarse en 1919 como publicación mensual y contenido general, que dirige su creador Pedro Sánchez.
En agosto de 1925 se fusiona con Andalucía, revista de contenido turístico creada poco antes por Antonio Sarazá Murcia. La revista, animada por Sarazá, se convertirá en “órgano oficial del turismo” alcanzando ámbito supraprovincial.
Se mantiene, editando en total más de 100 números, hasta el año 1929, considerándose como la primera publicación netamente turística de la comunidad.

En su número 82 (año VIII) de fecha 1 de Febrero de 1927 encontramos un especial dedicado a Castro del Río en el itinerario del proyectado ferrocarril Córdoba-Granada.(BVPH-MCU)

Son ocho las páginas de las que consta el reportaje (23-30). Tras incidir brevemente en los beneficios que para Castro, como importante centro productor, podrían reportarle los caminos de hierro,se ocupa extensamente de su Historia, para terminar ensalzando la gestión que al frente de la corporación municipal viene realizando su Alcalde Presidente Don Juan Fuentes y López de Tejada.
Su valor especial está en el material gráfico que le acompaña,un total de 14 fotografías de lugares emblemáticos de la villa. Su calidad es bastante aceptable para lo habitual en la prensa de la época.














28 julio 2010

DE VUELTA CON EL GOYA DE ESPEJO (CÓRDOBA)


   El descubrimiento o divulgación del cuadro de la Anunciación en 1928 por el crítico de arte e historiador Julio Cavestany de Anduaga, hay que enmarcarlo dentro de la celebración ese año del Centenario de la muerte del genial pintor aragonés. Este revestirá los caracteres de todo un acontecimiento nacional: idealistas y realistas, clásicos y modernos, todos ven en Goya a la vez, ejemplo y lección.
Cavestany, que posiblemente ya tuviera noticias del cuadro con anterioridad, se reserva su descubrimiento para hacerlo coincidir con la conmemoración. Así el 16 de marzo de 1928 en el diario La Época publica una carta, “Sobre un importante cuadro de Goya” dirigida al Director del Museo del Prado, instando a este para que hiciera las gestiones oportunas para incluir dicho cuadro en la magna exposición sobre la obra de Goya que preparaba el museo. Os dejo con la carta luego nos ilustra sobre sus pesquisas:





   No me consta que estuviera presente en la citada exposición. Un año después en la Ibero-Americana de 1929 celebrada en Sevilla, incluido en el pabellón de antigüedades, si pudo ser admirado por el público por primera vez, junto a otros tesoros procedentes de conventos, iglesias y casas nobiliarias, que allí se dieron cita.

   En la entrada anterior, manejé como fuente la crónica de sociedad publicada por el diario ABC con motivo de la boda de la duquesa en 1946. La leí por encima, pero ante tanta grandeza, pompa y boato, interrumpí precipitadamente su lectura, obviando ciertos detalles importantes que tras una segunda lectura recupero:

“Llegados a la Iglesia de San Bartolomé se colocaron los contrayentes en unos sitiales blancos, frente al altar, ante un retablo gótico del siglo XV, que representa escenas del martirio de San Andrés. En el presbiterio del lado del Evangelio, se hallaba dispuesto un lienzo de Goya (La Anunciación), propiedad de la duquesa de Osuna; también en el altar había una reliquia de San Francisco de Borja, perteneciente a la casa de Gandia”.

   Lo que yo planteaba como suposición, también me lo corrobora:

   “Con motivo de este grato suceso la señora Viuda de Osuna, ha obsequiado con numerosas comidas y donativos a los pobres de Sevilla y Espejo”.


   Doña Petra Duque de Estrada y Moreno, duquesa viuda de Osuna, Uceda y Escalona, estaba adscrita ideológicamente al carlismo y tradicionalismo. Ya durante el golpe de estado del General Sanjurjo de Agosto de 1932 parece ser que en su castillo de Espejo se celebraron reuniones. En Espejo precisamente seria detenido el jefe local de los carlistas de Castro del Río el farmacéutico Lucas Criado Tejada.

   En 1935, durante el bienio derechista republicano, El Siglo Futuro (Dios patria rey) recoge la noticia de una ostentosa celebración en el castillo ducal de Espejo en honor de un nuevo sacerdote (el espejeño Luis Castro Márquez):  
   “A este grandioso acto por si solo quiso una aristocrática dama darle el realce mayor posible, con el propósito de que el ejemplo sirviera de estímulo para unir fuertemente al pueblo con la Religión. Se trata de la virtuosa y caritativa excelentísima señora duquesa viuda de Osuna y Uceda que fue madrina del misacantano, en unión de su hija, preciosa niña de nueve años, que educada en el amor al prójimo y al desvalido, no desmiente los bellos sentimientos de su madre”;  “La magnanimidad de la excelentísima señora mostrose una vez mas pródiga con los habitantes del bello pueblecito cordobés, que tal ejemplo de religiosidad dieron. Ofreció un banquete a todo el pueblo: ricos y pobres. Banquete que presidió una estatua del Corazón de Jesús, y bajo tan sagrada enseña se agruparon mas de dos mil personas de todas las clases sociales”; “Hubo bandas de música traídas al efecto de los pueblos próximos, de los que también acudieron gran número de personas, entre ellas significados tradicionalistas del vecino Castro del Río”.

   La guerra civil la pasó en Sevilla, mientras su Castillo de Uceda en Espejo se convirtió durante unos meses en puesto de mando del Comandante de Artillería republicano Joaquín Pérez Salas, y por su posición dominante fue bombardeado por la aviación nacionalista durante las operaciones previas a la toma o pérdida de Espejo. Supongo que el cuadro marcharía a Sevilla junto a su propietaria antes del conflicto y volvería a su término. ¿Tal vez fuera traído ex profeso para la ceremonia nupcial?


30/10/1946 - ABC (Madrid) - Página 9
La crónica completa de la boda en
29/10/1946 - ABC SEVILLA (Sevilla) 
Consultar Hemeroteca digital del diario ABC

   La duquesa tras su matrimonio siguió pasando largas temporadas en Espejo: “viviamos en nuestro castillo de Espejo, que recorta sus duros perfiles almenados hasta herir el cielo, entre piedras y recuerdos medievales, cerca de mi Sevilla dorada”.


Reportaje para Blanco y Negro (05.05.1962) páginas 56-63
Hemeroteca Digital ABC

26 julio 2010

UN CUADRO DE GOYA EN EL CASTILLO DE UCEDA (ESPEJO)



Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828)

Hacia 1785
Óleo sobre lienzo
280 x 177 cm.


   Este soberbio lienzo fue pintado para la capilla de los padres capuchinos de San Antonio del Prado, por encargo de los duques de Medinaceli, de Madrid. Al destruirse el templo, en 1890, el cuadro pasó a la duquesa viuda de Medinaceli.
   Sobre como y cuando recala en Espejo para albergarse en el Castillo de la casa ducal Uceda-Osuna tenemos el mas absoluto desconocimiento. En 1928 se empieza a tener noticia de él, cuando Julio Cavestany, un historiador del arte, lo saca a la luz:

   Cavestany, Julio. La Anunciación (cuadro inédito de Goya). En “Arte Español”. Madrid año XVII, tomo IX, nº 2, segundo trimestre de 1928, pp. 351-358.
Dice: “este cuadro pintado para la Iglesia de San Antonio del Prado, de Madrid, en 1785, fue prácticamente ignorado durante mucho tiempo. Actualmente pertenece a la Duquesa Viuda de Osuna, en su castillo de Uceda, en la villa de Espejo provincia de Córdoba”.








   En la Fototeca de la Universidad de Sevilla, se conservan los celuloides de dos instantáneas del cuadro tomadas por el fotógrafo R. de Salas, fechadas el 13 de Junio de 1930, con referencias a su propietaria (Duquesa Viuda de Osuna) y su localización (Espejo-Córdoba). También incluye la ficha un comentario referente a la exposición Iberoamericana de Sevilla (1929) en la que pudo estar presente.




 En la actualidad está catalogado como perteneciente a la colección particular de la actual Duquesa de Osuna Ángela María Téllez-Girón y Duque de Estrada y localizado en Sevilla. Esta señora, que pasó su infancia y juventud a caballo entre Espejo y Sevilla, es la única que nos podría informar de como y cuando este cuadro sale del castillo de Espejo.


   En 1946, en la Iglesia parroquial de San Bartolomé de Espejo, anexa al histórico castillo, la señorita Ángela María Téllez-Girón y Duque de Estrada, duquesa de Osuna y Uceda contrajo matrimonio con D. Pedro de Solís Beaumont y Lasso de la Vega. Allí se dio cita lo mas granado de la nobleza española de la época.
   Todo un acontecimiento para el dolorido y abrumado pueblo de Espejo de la postguerra, sobre el que se cebó la represión franquista y la posterior hambruna de 1945. Supongo que no faltaría algún detalle, traducido en reparto de alimentos, para hacer partícipe a la población espejeña de la ceremonia nupcial de tan caritativa dama.



Mariano Téllez-Girón y Fernández de Córdoba (1887-1925)
Duque de Osuna, Uceda y Escalona. 
   Padre de la actual duquesa, hija póstuma, pues nació al poco de fallecer el padre mientras veraneaba en San Sebastián.

   Entrada relacionada: "De vuelta con el Goya de Espejo".

24 julio 2010

DE LIEBRES (LO QUE FALTABA)



Julio Romero de Torres
Diana 1924

Modelos:
La actriz Conchita Triana y el galgo Pacheco


No me falló la intuición, la crónica completa de la cacería de liebres a la que nos hemos estado refiriendo en entradas anteriores está recogida en el siguiente libro:

Camperas : cinegéticas, una montería, la caza menor, de liebres : taurinas, destete y herradero, las tientas, encajonamiento, enchiquerado / Luis Ruiz de Castañeda y Aguiar ; dibujos de Juan Barasona. Córdoba : Tipografía Artística San Álvaro, 1927 Descripción: 255 p., [24] p. de lám. ; dib. bl. y n. ; 18 cm


Me limito a insertar las entregas que faltaban. Si alguien estuviera muy interesado en el formato libro, con mayor calidad tipográfica, que me lo haga saber y se lo remitiría por correo electrónico. La Biblioteca Publica Municipal también dispone de dichas copias.

ENTREGA III






ENTREGA VI






Y para terminar con el tema en una próxima entrada hablaremos de mi paisano el galgo Pacheco, natural de Porcuna (Jaén), de su particular historia, y de los vínculos del pintor cordobés con dicha ciudad, especialmente con los aficionados a la caza de liebres con galgo aglutinados en torno al famoso coto El Lebrel, que aparecen en estas crónicas.

20 julio 2010

HISTORIOGRAFÍA CASTREÑA DEL XVIII: BARTOLOMÉ SÁNCHEZ DE FERIA


    Fue Bartolomé Sánchez de Feria y Morales un médico cordobés de justa y merecida fama, víctima resignada de las impurezas de la realidad, que en busca de medios de subsistencia, recién licenciado en medicina, tuvo que trasladarse a Castro del Río, donde fue nombrado medico segundo con 50 ducados de vellón anuales de sueldo, mas doscientos reales que le cedía del suyo el médico primero D. Ambrosio Cervent para que visitase por él porque hallábase este muy viejo y achacoso.

    Residió en Castro un cuarto de siglo (1743-1767) donde creó una numerosa familia, y a pesar de que le pagaban tarde y mal, teniendo que hacer reclamaciones casi diarias para cobrar sus haberes. Consiguió que el Ayuntamiento, para compensar la deuda acumulada, le cediese tierras para labrar del caudal de propios (pago de Cazalilla), pero no le fue mejor en este oficio, que tuvo que abandonar.

    Cuando en 1767, en los umbrales de la indigencia y de la vejez, tuvo que renunciar a su modesta plaza, le adeudaba aun la Corporación Municipal una cantidad para él respetable, que por cierto murió sin poder hacer efectiva.

    El calvario que recorrió Sánchez de Feria en Castro del Río lo relata Enrique Redel con gran lujo de detalles en una obra biográfica copiosamente documentada, con multitud de justificantes que comprueban todos sus asertos (Enrique Redel / D. Bartolomé Sánchez de Feria. Escritor cordobés del siglo XVIII. Córdoba 1903).

    Sánchez de Feria por su parte supo sobreponerse a tantas adversidades como le agobiaron, y ejerció su humanitaria profesión con más caridad que miras interesadas, atendiendo siempre con solicitud a su pobre pero numerosa clientela. La buena, la de generosos desembolsos, parece ser que se la reservaba el medico achacoso.

    Exagerando, puede decirse que Sánchez de Feria en Castro no ganaba para el papel invertido en escribir memoriales y reclamaciones de haberes al Ayuntamiento.

    A pesar de todo tuvo tiempo y serenidad de juicio para escribir su “Disertación histórica y geográfica de la noble villa de Castro del Río y su país, seis leguas distante de Córdoba” dirigida a la Real Academia de la Historia, manuscrito original firmado por su autor en Castro a 15 de Abril de 1749. Contiene curiosas noticias de la villa y un catalogo de los varones ilustres que tuvo.


    El juicio que el mismo Bartolomé emite sobre sus años de estancia entre los castreños, cuestiones estipendiarias aparte, no parece ser del todo negativo: Yo me hallaba por el destino de mi suerte en Castro del Río, retirado del bullicio de la ciudad, donde me sobraba tiempo para todo; vivía señor de mis acciones, dueño de mis días y poseedor de las horas, que en la ciudad hurta el comercio, el bullicio, la ocupación y el obsequio. En este estado pensaba asuntos en que divertir mis ocios y ocupar mis descansos. (Prólogo del tomo 1º de su Palestra Sagrada, que concibió e inició en Castro).


    Enrique Redel, que visitó Castro para documentarse, incluye en su obra una especie de evocación poética en prosa sobre la villa cervantina: Castro del Río, pintoresca villa en la que según es fama residió alguna vez el gran Cervantes con el humilde oficio de alcabalero, fue también teatro de la mala suerte de Sánchez de Feria durante largos años, y aún parece evocar la memoria de aquellos tiempos, con sus calles tortuosas, rejas salientes, macizos arcos e imágenes que pintadas y adosadas en el hueco de algún muro se ven por las noches a los trémulos reflejos que lanza la tenue luz del clásico farolillo o el resplandor pálido de la luna. Por sus encrucijadas aun parece que vaga la augusta sombra del Príncipe de los Ingenios y la del historiador cordobés.


    Por lo que respecta a la obra de Sánchez de Feria como morador castreño, aparte de la Disertación Histórica en la que después nos detendremos, abarca diferentes géneros:

Pronostico (especie de Almanaque) para el año de 1745, que se lo dedicó a la villa de Castro del Río, hallando en este modo motivo para solicitar del Ayuntamiento el abono de la impresión (cabildo 17 de Diciembre de 1744 se le conceden 200 reales de vellón).No consta que llegara a publicarse.

Explicación de la vida de N. P. San Elías conforme está pintada en el Claustro del Convento del Carmen de Castro del Río, con las décimas y versos que la exornó D. Bartolomé Sánchez de Feria, medico titular de esta villa.

   Aunque no había cultivado la poesía hasta entonces, tal vez por complacer a la comunidad con quienes seguramente se hallaba en buenas relaciones, se atrevió con ella.

   El resultado: 23 estrofas, de distintos metros, muy malas, que D. Enrique Redel inserta en su biografía desde la página 50 a la 62 (Ramírez de Arellano)

   Estas rimas permanecieron en el claustro hasta principios del XIX en que las rasparon justamente con las pinturas por hallarse deterioradas y haber necesitado de ciertas reformas el convento.

   Cuanta información y documentos utiliza Redel sobre Castro del Río se los debe a la amabilidad del contador de fondos del Ayuntamiento, D. José Navajas Bravo, que los puso a su disposición en 1899.

    Navajas poseía un documento que perteneció a los frailes que contiene la descripción de ciertas pinturas que hubo en uno de sus claustros ilustradas con versos de Bartolomé Sánchez de Feria. En el cuaderno donde están las rimas siguen otras noticias sobre el Convento y al final se dice:

    "La comunidad que estaba presente es y firman: Fray Josef de Castro prior, Fray Juan Carretero Subprior, Fray Juan Cordobés, Fray Juan del Valle, Fray Antonio Lucena, Fray Antonio Moreno, Fray Juan Criado, Fray Antonio Toledo, Fray Francisco Amaro, Fray Lucas de Mármol, Mtro Fray Lucas de Espinosa, Fray Andrés Arrabal, Fray Pedro López Cuenca, Fray Esteban de Melgar, Fray Mateo Pérez".

Responde de su autenticidad José Navajas Bravo (pero se reserva la fecha del documento).

    Por la nómina de los frailes que aparecen en él, me atrevo a situarlo en la década 1770-1780, justo antes de la terrible avenida de aguas de la penúltima noche del año 1783 que dañó considerablemente la Iglesia y el convento del Carmen, de ahí lo deterioradas que llegaron pinturas y versos a principios del XIX cuando fueron eliminadas con motivo de la reforma.
    Aunque según otras fuentes, no eran frescos, sino lienzos: “El claustro de este Monasterio es muy capaz con 28 columnas. En sus quatro ángulos está en 22 lienzos con sus marcos, pintada y representada la vida de Nuestro Gran Padre y glorioso Patriarca el Señor San Elías, cuya obra la hizo el pintor Don Manuel de Arenas y a solicitud del R.P. Pdo. Fr. Francisco García Armenteros, a la sazón prior; las costearon algunos sujetos principales del pueblo, y los Gremios, año de 1753” (Epytome Historial de los Carmelitas de Andalucía y Murcia).



 Resurrección de Lazaro de Manuel de Arenas
Parroquia de Santa María la Mayor de Alcalá la Real


Alternando con otros trabajos como la Palestra y una larga epístola dedicada a D Pedro Villaceballos sobre la antigua Ulia, escribió hacia 1753 un Compendio sobre la vida de San Francisco Solano, Patrono de Montilla, dedicada al Ayuntamiento de Montilla con la esperanza de que se la costeara, pero no fue impresa entonces.

   Años después si:
Compendio de la vida, virtudes y milagros del Apóstol del Perú San Francisco Solano, del sagrado orden de San Francisco, y Patrono de la ciudad de Montilla [texto impreso]: con notas, y reflexiones críticas, sobre los principales sucesos de la historia / Doctor Don Bartolomé Sánchez de Feria y Molares. [S.l]: [s.n.], 1762(Madrid): Miguel Escribano. 12 h., 244 p.; 4º



    En 1757, un caballero noble y rico, hijo y vecino del pueblo, Don Juan de Luque, impulsó a Don Bartolomé para que escribiera la Vida de Sor Juana Maria de San Francisco, monja del antiguo Convento de Jesús Maria de Scala Coeli de aquella villa, con la cual el citado caballero se hallaba emparentado, y de la que a pesar de haber vivido cerca de un siglo antes, se conservaban muy gratas memorias y se relataban casos maravillosos de virtud y santidad. Feria, dio gusto al buen señor (no creo que altruistamente), revisó documentos alusivos al asunto, recogió noticias fidedignas de viva voz y escribió la obra que tampoco llego a ser publicada por entonces acaso por fallecimiento del sujeto interesado en ella.

   Esta obra, de carácter místico, ostenta una dedicatoria a Don Andrés de Luque Repiso y Aguilar Tablada, en la que confiesa el autor que había escrito la obra accediendo a las vivas instancias de Don Juan de Luque, padre del sujeto a quien la ofrecía.
   No vería luz en la Imprenta hasta 1774, siendo ya su autor un escritor consagrado:

Biblioteca Virtual de Andalucía

Vida de la Venerable Madre Sor Juana María de San Francisco, religiosa descalza del Orden de Santo Domingo del Convento de Jesus María de Scala Coeli de la Villa de Castro del Río. Con un catálogo de todas las religiosas, que ha tenido dicho Convento, desde su fundación hasta el presente. /escrita por Don Bartolomé Sánchez de Feria y Morales. Córdoba: En la oficina de Don Juan Rodríguez de la Torre, 1774. [30], 246, [3] p; 21 cm.


   Movido por la curiosidad he buscado este libro en los catálogos de las bibliotecas públicas, universitarias y BNE. No aparece por ningún sitio. El asiento bibliográfico que José María Valdenebro incluye sobre él en su ensayo sobre la Imprenta en Córdoba (1900), denota que no pudo acceder a él directamente, pues utiliza las papeletas o apuntamientos del bibliógrafo, bibliófilo e historiador chileno José Toribio Medina. Resulta paradójico, al menos chocante, que ya a finales del XIX no existiera ejemplar alguno de este libro en las bibliotecas cordobesas. El halo de misterio sobre él se acentúa cuando el único ejemplar que conozco está en la Biblioteca Nacional de Chile, precisamente procedente de la donación que hizo el mencionado José Toribio.
    No me atrevo con conjeturas. Juan Aranda Doncel, lo utiliza en su estudio sobre la Iglesia de la Madre de Dios de Castro del Río, primitiva sede del convento de dominicas. Tal vez él conozca otras ubicaciones y pueda ilustrarnos sobre su misteriosa escasez.

     De toda su obra, la que tiene mayor interés para los castreños es la siguiente:




   "Disertación histórica y geográfica de la noble villa de Castro del Río y su país, seis leguas distante de Córdoba" dirigida a la Real Academia de la Historia, manuscrito original firmado por su autor en Castro a 15 de Abril de 1749. Contiene curiosas noticias de la villa y un catalogo de los varones ilustres que tuvo.

    Plenamente consciente de que no podía contar con el apoyo de las exiguas arcas municipales decidió enviarla a la Real Academia de la Historia, con el doble propósito de divulgarla entre la comunidad científica de la época y sacarle algún ducado de aquellos de vellón si esta accedía a publicarla. El primer propósito lo consiguió plenamente pues destacados historiadores de la corte como el Reverendo padre Maestro Fr. Enrique Florez la utiliza y menciona con elogio en su España Sagrada.

  
    En 1858 Tomas Muñoz Romero en su Diccionario biográfico-histórico de los antiguos reinos y provincias, menciona el manuscrito original firmado por el autor ubicado en la mencionada Academia con la signatura E. 136.


    En el catálogo general de manuscritos de dicha institución académica figura también en la actualidad, aunque creo que no se trata de la original, sino una copia manuscrita de 1753 que extráctose de un cuaderno manuscrito de Pedro Villaceballos para uso del Reverendo P. M. Enrique Florez.

   También la encontramos entre los manuscritos que se conservan en le BNE.

   Sería cuestión de averiguar cual es el original, si llegara a buen puerto la extravagante propuesta que formulo a continuación:


   Creo interesante y necesario sacar esta obra del uso exclusivo de eruditos e historiadores, y su posible puesta a disposición de la generalidad. Tal vez una edición limitada, patrocinada por el Ayuntamiento, sin ánimo de lucro (cubrir costes) pudiera ser una buena oportunidad para saldar la casi tricentenaria deuda financiera con Sánchez de Feria.
Como desconocemos exactamente la cantidad adeudada y ambivalencia real de ducados y reales de vellón con el euro del siglo XXI, y el Ayuntamiento en la actual coyuntura, debe de tener sus arcas tan exiguas como las de la época en que Bartolomé residió en la villa del Guadajoz, una copia digitalizada en la Biblioteca Publica Municipal de Castro del Río, podría ser suficiente. Cualquier leguleyo podría entrar en defensa del Ilustre recordándonos que las deudas prescriben con el tiempo. Efectivamente es así, pero la deuda del pueblo de Castro del Río con el insigne medico e historiador es de carácter moral, y estas no prescriben, mientras no se salden.

Adicción a posteriori

    Manuscrito de la “Disertación histórica de la noble villa de Castro del Río”, por el Dr. Bartolomé de Feria y Morales, colegial teólogo de S. Pelayo Mártir de Córdoba, profesor de Matemáticas y médico titular de esta villa. Año de 1749 (p.1-255). Conservado entre los fondos de la Biblioteca Nacional e incorporado a la Biblioteca Digital Hispánica a principios del 2014.

FUENTES UTILIZADAS

Biografía del Doctor D. Bartolomé Sánchez de Feria y Morales : escritor cordobés del siglo XVIII y juicio critico de sus obras / por Enrique Redel. Córdoba : [s.n.], 1903 (Córdoba : Imprenta Escuelas-Asilo.

Ensayo de un catálogo biográfico de escritores de la provincia y diócesis de Córdoba, con descripción de sus obras / por Rafael Ramírez de Arellano. Madrid : [s.n.], 1921-1923 (Tip. de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos).

La imprenta en Córdoba : ensayo bibliográfico / por don José María de Valdenebro y Cisneros. Madrid : [s. n.], 1900 (Est. tip. "Sucesores de Rivadeneyra")

Rodríguez Carretero, Miguel O.C.. Epítome historial de los Carmelitas de Andalucía y Murcia, (preparada por el P. Ismael Martínez Carretero, O.Carm.), Sevilla, 2000. 445 pp. El autor del manuscrito, se declara natural de la villa de Castro del Río e hijo del Convento de ella y morador del mismo, lo escribe entre los años 1807 – 1817.

16 julio 2010

JOSE SÁNCHEZ ROSA VI

De propaganda por tierras cordobesas.

1917: De la indiferencia a la lucha.


"Indiferencia", es el título de un articulo publicado en la Voz del Cantero, por un colaborador de esta revista, con ocasión de su viaje a Castro del Río en el verano de este año, donde, describe, desalentado el abismo de inconsciencia e insolidaridad en que habían caído los jornaleros castreños.


Archivo General de la Administración (AGA)
Castro del Río: Puente Viejo sobre el Guadajoz, s.f
Autor: Castellá

El desbordamiento del río Guadajoz en Marzo, con algunas pérdidas humanas e importantes materiales, condenaría a la más espantosa miseria a buena parte de la clase trabajadora. Se perdieron más de 15.000 arrobas de aceite. Al inundarse los molinos harineros, falto materia prima para elaborar el pan. Las autoridades tuvieron que recurrir a las tradicionales cocinas económicas para aliviar la crisis entre la población menesterosa.

Cuando la huelga general de Agosto, la tranquilidad fue absoluta en la población. Aunque eso si, mientras duró la suspensión de las garantías constitucionales, las autoridades locales montaron un dispositivo especial de vigilancia sobre “su centro sindicalista, considerado como muy peligroso, por encontrarse asociados en él gran numero de obreros”.

El triunfo de la revolución bolchevique en Rusia (octubre), supondría un importante punto de inflexión. La mesiánica repartición de las tierras entre el proletariado desemboca en un periodo de fuerte conflictividad social que Díaz del Moral definió y delimito como Trienio Bolchevique o Bolchevista (1918-1920).

Sánchez Rosa visitará nuevamente la provincia durante el mes de Diciembre. Su primer destino la cuenca minera de Peñarroya, donde participara el día 11 en un acto organizado por la sección sindical de Belméz, junto a socialistas y republicanos “proamnistia de todos los presos por delitos políticos y sociales”, y en el que se formulan peticiones a la Sociedad minero-metalúrgica de Peñarroya.

Su siguiente destino, como no, Castro del Río. El día 25, festividad de Pascua, sindicalistas y republicanos realizaron una manifestación conjunta que recorrió las principales calles de la localidad, abogando por “la excarcelación de todos los que gimen en cárceles y presidios por delitos políticos y sociales”, que culminó en un grandioso mitin celebrado en el recién estrenado Teatro Cervantes, local insuficiente para albergar al numeroso público que se dio cita.


Tras Ildefonso Bello que presidió el acto, hicieron uso de la palabra oradores locales: José Dios Criado, Fructuoso García Merino ( socialista), Bartolomé Millán y Millán y Antonio Pérez Rosa. Dichos compañeros hicieron ver al numeroso público la necesidad que tiene el obrero de dejar el estado de indiferencia, pues ante el progresivo aumento de los artículos de primera necesidad imprescindibles para el sostenimiento del hogar proletario, no les quedará mas camino que: luchar para ser merecedores de la categoría de hombres libres, o resignarse pera morir siendo esclavos. Después la esperada intervención de Sánchez Rosa, que con su particular elocuencia y fogosidad, tocó de tal modo y tanto acierto el sentimiento de los espectadores, que por doquier se veían pañuelos enjugando lágrimas. Insistió en la necesidad de no confiar en redentores: la mejor garantía para el obrero que sufre y trabaja, es la que obtenga de sus propios puños. Denunció la injusticia con los que padecen en cárceles y presidios, y la necesidad del concurso proletario para que sean incluidos en una amplia amnistía.

A la salida del mitin se recogieron 110 pesetas, que unidas a las 188 de la suscripción popular abierta días antes, suman 298 que fueron remitidas mitad por mitad al periódico republicano El País y a Tierra y Libertad.

El pueblo quedó verdaderamente emocionado en espera de hacer algo práctico para mitigar las miserias que sobre nosotros pesan.

El 26, segundo día de Pascua, se repite en Espejo lo sucedido el día anterior en Castro. Imponente manifestación, en la que estuvieron representados, Gremio de Muleros, Juventud Republicana, Centro de Artesanos y Sociedad de Obreros Agricultores, pidiendo la libertad del comité de huelga de los sucesos de Agosto, presos políticos y sociales en general y protestando por el encarecimiento de las subsistencias. Para el innominado corresponsal del diario conservador Defensor de Córdoba en la villa de Espejo la manifestación estaba motivada por la subida del impuesto sobre las carnes, y en el posterior mitin intervinieron “un tal Sánchez Rosa y varios innominados oradores” .

Pues pongámosles nombre: el sindicalista José Aquilino que presidio el acto; el joven socialista José Chaparro; Juan A. Pérez por el centro republicano y en representación del centro artesano; Rafael Peña Lucena “espíritu seco y duro” que lanza un fuerte trallazo a la clase que cree culpable de los males que nos aquejan “si nos obligan a exigir, habrá que exigir, lo que hoy nos limitamos a pedir”; el maestro, antiguo gañan, empedernido lector: Clodoaldo Gracia (perpetuado para la memoria de los espejeños al dedicársele una calle) que tras evocar el pensamiento de Tomas Meabe, hace una ligera disertación sobre el ideal humano y la libertad de pensamiento, removiendo las fibras sensibles del auditorio; y por último el tal Sánchez Rosa que en un extensísimo discurso dio lecciones de provecho para todos, que fueron muy bien acogidas. Al igual que en Castro se recaudó la importante cantidad de 301 pesetas giradas al comité pro-presos de Barcelona.

De las consecuencias de esta reactivación organizativa, nos ilustra nuevamente Díaz del Moral.





1918: Conflictividad social.

En este año se inicia un periodo de fuerte conflictividad social, en el que no voy a entrar, pues ya lo desarrolla con la suficiente elocuencia y profusión de información Juan Díaz del Moral en el capitulo 10 (Trienio bolchevique) de su obra.
No puedo seguir citando constantemente al notario e historiador de Bujalance y os tengo que remitir obligadamente a su “Historia de las agitaciones campesinas andaluzas”, de obligada lectura para los castreños interesados en conocer su pasado. En la Biblioteca Publica Municipal de Castro del Río aparece en su catálogo. Para quienes  muestren interes en su adquisición, de las ediciones de Alianza Universidad (descatalogadas) cuesta ya localizar algún ejemplar perdido en librerías de viejo. Recientemente la Diputación Provincial, ha editado una bonita edición facsimil de la original de 1929 a la venta por el razonable precio de 27 euros.



Catálogo exposición Salas Capitulares Ayuntamiento de Córdoba
Abril-Mayo 1995

Solo me referiré a la excursión de propaganda que Sánchez Rosa realiza durante el verano, justo después de los primeras huelgas de siega sostenidas con tesón en aquellos núcleos mas activos, como la desencadenada en Castro del Río el 1 de Junio “primer ejemplar de las graves y tenaces del periodo”.

Sánchez Rosa interviene en varios mítines celebrados en Bujalance, Montoro, Castro, Baena, Priego y Carcabuey. A pesar de la tensión social que se vive, estos eran fácilmente permitidos por unas autoridades desbordadas por los acontecimientos y temerosas de que la prohibición terminara por convertir los conflictos en callejones sin salida. Sobre el celebrado en Baena la prensa provincial informaba en los siguientes términos: "Aquí los profesionales del mitin social agrario, cuya mala semilla empieza a dar sus frutos, han celebrado varias reuniones públicas en pocos días y pronunciado diferentes discursos, y vendido muchos libritos. La colección, porque tratase de una colección de trece ejemplares". La serie a la que se refiere debe de tratarse casi con seguridad de la famosa "Biblioteca del Obrero" de Sánchez Rosa, en la que además de su Aritmética, Gramática y Abogado del Obrero, y otros folletos de su autoría, se publicaron otros de diversos autores entre los cuales pueden citarse: "El Evangelio Obrero" de Nicolás Alonso, Un grano de arena de Ángel Villalabe, "¡Como nos diezman!" de Vicente March, "¡A la lucha!" de Dionisyos, "Mi único amor" de Higinio Noja, y "Frente al Estado" de Salvador Cordón.


Casa del Centro Instructivo de Obreros
S.O.V de Castro del Río. C/ Colegio 15

Desaparecida con motivo de ciertas reformas urbanísticas emprendidas, no recuerdo bien, si por la conjunción republicana socialista, o por los republicanos de izquierda en solitario, a finales del siglo pasado, principios del presente.
Albergue de su Escuela Racionalista,  morada de destacados anarquistas (Birlán, Cordón e Isabel Hortensia, Francisco Jordán) que desplegaron sus esfuerzos en concienciar y sacar del analfabetismo a la clase trabajadora. Sede de los Congresos de Sociedades Campesinas celebrados en Octubre y Mayo de 1918 y 1919 respectivamente.

Aunque tan solo sea por corresponder al legado de su patrimonio sindical, a los esfuerzos, dineros anticipados y cuotas especiales, que aquellos primeros sindicalistas castreños tuvieron que afrontar en su día, para poder comprarla, desde mi humilde punto de vista, de simpatizante de aquellos movimientos sociales, creo que no estaría de más una simple placa que recordara su origen y emplazamiento.


Rectificación:

En la primera entrada sobre los viajes de propaganda de Sánchez Rosa por la provincia, erróneamente situaba su última visita en 1918, un poco dejándome llevar por la cronología que Gutiérrez Molina incluye en su biografía. Repasando mis notas de la magna obra de Díaz del Moral, hacia 1923 cuando finaliza su trabajo, menciona una reactivación de la propaganda en la región sindicalista, con una nueva visita de José Sánchez Rosa.
Tras la larga travesía de la Dictadura de Primo de Rivera, cuando a partir de 1930 una nueva generación liderada por José Dios y Bartolomé Montilla, tome las riendas del anarcosindicalismo castreño, el papel de referente obligado, de guión, que tuviera Sánchez Rosa en el periodo que hemos historiado, lo heredará Mauro Bajatierra cuyas visitas y vínculos con la comarcal sindicalista serán una constante durante el periodo republicano.

En una última entrada haré referencia a las fuentes documentales utilizadas para elaborar este trabajo.