Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

27 agosto 2010

MEMORIA HISTÓRICA

MEMORIA DE UN MOTRILEÑO DE A PIE.


Fernando Delgado Morente (1898-1977).

   Fernando Delgado Morente nace en Motril el 8 de Diciembre de 1898, en el seno de una familia de clase media conservadora. Su padre Francisco Delgado García era natural de Vélez de Benaudalla, y copropietario de unos cuantos marjales de olivar y de una próspera y bien regada huerta. Tras contraer matrimonio con Concepción Morente Pedrosa, fijó su residencia en Motril. 
    Hombre leído e instruido, tomo como profesión la enseñanza no reglada y sacaba su familia adelante con los ingresos que le proporcionaban las clases particulares a domicilio a los hijos de los “señoricos de Motril”, entre los que se hizo de un notable prestigio y una numerosa clientela. Por algún recorte de prensa, sin identificar, sabemos de sus colaboraciones en la prensa monárquica motrileña de las primeras décadas de siglo XX.

   La explotación de las fincas de Vélez, quedaron en manos de un hermano, que cuando bajaba a la costa a comercializar su producción depositaba parte de la misma en su domicilio particular, ubicado en las cercanías del convento de clausura de las madres nazarenas. En casa de “Mama Mía” (como era conocida su esposa), mujer de arraigadas costumbres religiosas, no faltaban nunca, aceite, vino, higos, nueces, almendras, naranjas y hortalizas. Tuvieron cinco hijos (tres varones y dos hembras). El primogénito Antonio se hizo con el tiempo un reputado maestro de obras, José aprendió el oficio de barbero, mientras que Fernando, nuestro protagonista, siguió los pasos de Antonio, dedicándose también a la albañilería. Las niñas se llamaron Emilia e Isabel. Esta última casaría con un militar de carrera.

Sirviendo a la Patria (a la izquierda de de la camisa blanca)


   Fernando Delgado Morente, tras cumplir con sus obligaciones militares, a principios de los años 30 contrae matrimonio con la motrileña Magdalena Jiménez Povedano, de extracción social humilde, por lo que tuvo que sobreponerse al rechazo de sus padres, que sin ser pudientes, se habían asimilado a las costumbres de estos.



   Durante los convulsos años treinta, Fernando, se codeaba indistintamente con los tertulianos del Circulo Comercial y Agrícola (lugar de reunión habitual de la burguesía industrial y agrícola motrileña) y con las clases populares, en las reuniones improvisadas, que al aire libre, tenían lugar en la céntrica Plaza de las Palmeras. En esté último cenáculo es donde iría progresivamente simpatizando y abrazando el ideario izquierdista. Le colocaron por remoquete "el abogadillo de secano" por su espíritu reivindicativo, soltura de palabra y dotes de oratoria. Llegaría a ser vocal del comité local de Izquierda Republicana.



Inauguración del estadio del Majuelo (Motril octubre de 1932)

   El personaje que aparece realizando el saque de honor en la fotografía, es precisamente Fernando Delgado Morente. Hombre garboso y con cierto porte elegante, que luce una espectacular indumentaria, confeccionada para la ocasión por su esposa, popular costurera especializada en volver abrigos y chaquetas deterioradas por el uso y dejarlas como nuevas (eso era arte, no el de Vittorio y Luchino).
   Interpretamos esta deferencia hacia él, como un homenaje de la directiva del Athletic de Motril F.C., al mundo del trabajo. Fernando (entusiasta seguidor del fútbol local) y su cuadrilla fueron los encargados de vallar y acondicionar en un tiempo récord el campo del Majuelo. Esa temporada 1932-33 el Athletic de Motril entraba por primera vez en su historia en competición oficial.
    Bendecido previamente por las autoridades eclesiásticas, el Stadium del Majuelo es inaugurado oficialmente el 16 de octubre de 1932 con un partido entre el titular del terreno y el Sporting de Córdoba (club decano del fútbol cordobés, camiseta blanca y pantalón negro) que en esa misma temporada, aunque encuadrado en otro grupo, participaría en la liga de 2ª categoría preferente. El resultado 0-2 a favor de los visitantes. Al día siguiente, nuevo enfrentamiento entre ambos equipos, y una nueva y estrepitosa derrota del cuadro local (1-5).
  


    La guerra civil, al igual que para otros muchos españoles, supuso un importante punto de inflexión en la hasta entonces normalizada vida de nuestro protagonista.
    En Motril, tras un amago golpista, las fuerzas republicanas se hacen con el control de la ciudad el 24 de julio de 1936. En las fuentes consultadas (bibliografía y Causa General) sobre ese periodo no aparece mencionado por ningún sitio. Por testimonios orales, sabemos que durante el periodo revolucionario dió cobijo en su domicilio a un significado derechista con los que había compartido café y tertulia en el Comercial. En febrero de 1937, paralelamente a la caída de Málaga, se produce la evacuación de Motril. La mayoría de la población, temerosa de represalias se unen a la “desbandá”que procedente de Málaga se dirigen hacia Almería por la carretera de la costa.

   Fernando,con su mujer embarazada, y una niña pequeña, optó por permanecer en Motril, pues a pesar de haber manifestado públicamente su ideario en reiteradas ocasiones, no se había significado demasiado.
    No tardaría en salir algún dedo acusador, por lo que pronto daría a parar con sus huesos en la cárcel del partido. Al parecer, se le acusaba de haber prestado sus servicios profesionales para la construcción de unas cocinas en la sacristía de la Iglesia Mayor, incautada y convertida en Casa del Pueblo.
    Con posterioridad seria trasladado a la prisión provincial de Granada. Allí seria visitado por su mujer con su recién nacida hija, a quién comunicó un nuevo traslado. Esta, temiéndose un fatal destino, bautizó a la neonata como Fernanda, nombre poco frecuente entre la población femenina.

   Los presagios de muerte no se cumplieron, Condenado a 12 años y un día de reclusión fue incluido en el programa penitenciario de redención de penas con el trabajo. En Santiago de Compostela le esperaba el terrible campo disciplinario de trabajadores de Lavacolla.



Lavacolla: campo de concentración. (Margarita Ledo)

   En 1941 por la generosidad y magnanimidad del Caudillo es puesto en libertad, regresando a Motril para reencontrarse con su familia. El estigma de desafecto y su permanente rebeldía iban a dificultar seriamente la normalización de su vida. Sería su hermano Antonio, el maestro de obras, quien en un primer momento le ofrece trabajo, pero ante su latente antifranquismo, que se le escapaba permanentemente por la boca, terminaría por retirarle su confianza, ya que su clientela eran gentes pudientes en su mayoría.

   Eran años difíciles, el peso de la economía domestica lo llevará su esposa con sus componendas y remiendos. A Fernando, sólo le salía alguna que otra chapuza en su oficio, insuficiente para mantener a la familia. No obstante, su hermano Antonio, que gozaba de una desahogada posición, bajo cuerda le pasaba a su cuñada algún dinero que otro para sufragar los gastos de la modesta vivienda de alquiler en la que residían (Rambla de Capuchinos 10).



    Con el tiempo tendrá que recurrir a ocupaciones, tan indeseables como la de cascamuz. Durante una campaña de zafra (recogida y molturación de la caña de azúcar) es contratado para desempeñar tal oficio, que consistía en custodiar la carga durante el tradicional transporte de las cañas con acarretos de mulos hasta los ingenios azucareros. La chiquillería, durante aquellos años difíciles de posguerra, tenia la costumbre de arremeter contra las caballerías para hacerse con el preciado tesoro de alguna caña que otra. La función del cascamuz, portador de una vara larga y flexible, consistía en evitar e intimidar a estos, y hacer uso de su arma si era preciso. Incapaz de cebarse contra los costillares de los niños, no llegó a terminar la campaña.

   Entre penurias y dificultades va trascurriendo su vida cuando viene al mundo su único varón, Fernando.




    Sobre 1954, una nueva ocupación, guarda nocturno de “La Casita de Papel”, primer establecimiento de hostelería y restauración con cierto nivel que se abrió en Motril, donde se daban cita la gente pudiente de la localidad y el incipiente turismo que se dejaba caer por estas costas mediterráneas.


   Sus dos hijas, Magdalena y Fernanda, junto a su esposa, habían ya formado un modesto taller de costura, que después de muchas horas de dedicación casi no daba para comer. Su clientela humilde pagaba mal y tarde. Fernando se aprovechaba de la nocturnidad de su oficio, para sigilosamente hacer desaparecer algunos huevos y patatas, a los que a veces se sumaban suculentos bistec, de los que desechaban los clientes de dicho establecimiento. De manera que, de madrugada, abandonaba su puesto de guardia, y como una centella daba un salto hasta su domicilio para hacer entrega del botín a sus hijas por la ventana, y que éstas recibían como mana caído del cielo.


Taller de costura de Magdalena Jimenez (1959)

   En 1960, atenuadas las vicisitudes de la posguerra, retomará, ya por corto tiempo su antigua profesión al ser contratado por la empresa Hidrocivil S.A. concesionaria de la ejecución y puesta en marcha de la fábrica de la celulosa de Motril.

   En noviembre de 1977 deja de existir. Durante los ultimos años de su vida un aparato de televisión, marca Telefunken, le permitiría visionar comodamente desde casa fútbol y toros, cuya afición compartia con la loteria nacional. Y como no, tuvo hasta tiempo de ver la retrasmisión en directo de los funerales del Caudillo.

   Trascurridos los años, con la llegada del primer gobierno socialista, su viuda seria resarcida en parte con una pagilla, para compensar los sufrimientos de quien fue su compañero a lo largo de su vida.

   Su afición por el deporte de la pelota, la heredará su homónimo y nieto, Fernando Delgado Martos (Fefe), acreditado y respetado árbitro en Regional Preferente, quién tras dejar el colegio de árbitros,  sigue matando el gusanillo en las ligas de fútbol local.


   En sus escasos ratos de asueto y descanso durante su etapa de reclusión, de un compañero, con quién compartía penurias, aprendió a tallar la madera. De esta cajita primorosamente labrada, que conserva una nieta suya, mi actual compañera sentimental, es de donde hemos sacado las fotografías y documentos que nos han servido para elaborar este trabajo.

   Recuperada su memoria para sus descendientes y reestablecida su dignidad, podemos cerrarla definitivamente.



Fotografía y Documentación: Rosa M. Campoy Delgado.

25 agosto 2010

Porcuna: Cartografía del siglo XVIII.

Mapa geográfico del partido de Martos, perteneciente a la orden de Calatrava  : comprehende el gobierno de su nombre y las Varas de Porcuna, Arjona y Torreximeno (Jaén). Hecho de acuerdo y acosta del Real y Supremo Consejo de Órdenes. Por Don Tomás Lopez, geógrafo de los dominios de S.M.
Fecha 1785.

Tomás López - (1730 - 1802). Editor: Madrid [s.n.]
Material cartográfico. BNE.



Resulta curioso que el autor de este mapa, reseñe diferentes parajes de la toponimia de la zona como “lugar que fue de romanos”, caso de Cotufres , Pozobarzón (cortijos próximos a Arjona)  o Las Pardillas (Torreximeno). Pudiera parecer improcedente divulgar estos lugares, en los que el autor del mapa halló vestigios del pasado romano, ya que, los expoliadores del patrimonio, los del famoso detector están siempre al acecho. No os preocupeis, ellos van por delante, muchos hasta han cursado carreras universitarias. La mejor medicina contra esta lacra es la denuncia. Un buen ejemplo, la "Operación Ategua" (2008). Tras las denuncias de la Asociación Amigos de Ategua sobre el expolio de este yacimiento, se detuvo a nueve personas en las localidades cordobesas de Castro del Río, Baena y Bujalance. Se incautaron numerosas piezas que se vendían por Internet.

Podreís reconocer en el mapa algunos topónimos de Porcuna: Pachena, Atalaya, Cañaveral, Alharilla, Almoraide, Torre de Alcazar..., y los cauces del Arroyo Salado de Porcuna y su afluente Saladillo.

24 agosto 2010

Porcuna: Cria Caballar (1860)

Para ambientar, incluyo esta fotografía ya utilizada en otra entrada anterior, perteneciente al archivo familiar de mi estimado vecino de Porcuna, D. Rafael Ruiz de Adana y de Torres.


Coto “El Lebrel”, cortijo de Casasola, propiedad de D. Pedro Funes Pineda. f. 1919.

D. Juan Zabala / Libro de los hierros o marcas que usan los criadores para sus ganados caballares. Córdoba 1860.Imprenta y Librería de D.Rafael Arroyo. (BNE)


Descripción: Todos los hierros y marcas de la época se encuentran reflejados en este manual. Se indica el lugar de procedencia, el dueño de la ganadería y el dibujo del hierro o marca. Además incluye un apartado de criadores que dejaron de serlo.

Por la mucha y buena afición al mundo del caballo en esa, la creo de vuestro interés. Incluyo a las poblaciones fronterizas (Lopera, Arjona, Torredonjimeno, Higuera de Calatrava, Santiaguillo, Valenzuela y Cañete de las Torres).







Para quien se muestre interesado en este curioso libro, se comercializa una edición facsímil del original.

21 agosto 2010

La Torre de Porcuna (1884)

"La Ilustración Española y Americana" (1869-1921).

    En su cabecera se presentaba como "Periódico de ciencias, artes, literatura, industria y conocimientos útiles".
    Como indica su nombre, la revista se caracterizaba por la profusión de sus ilustraciones, que representaban gran cantidad de aspectos de la vida cotidiana de España y de los países hispanoamericanos donde también tenía difusión la publicación.



    Portada del nº 25 (año XXVIII). Madrid, 8 de Julio de1884.  Publica un grabado y unos apuntes sobre el Torreón de Porcuna, remitidos por el celoso y comprometido con el patrimonio histórico artístico, alcalde constitucional de Porcuna (Jaén), Don Manuel Pineda y Aguilera. Hemeroteca Digital (BNE); Biblioteca Virtual Cervantes.

     "El torreón de Porcuna, que fue cárcel durante cinco meses, del último Rey de Granada, está representado en el primer grabado de la pagina 12.
      El digno e ilustrado alcalde constitucional de aquella población, Sr. D. Manuel Pineda, al remitirnos la fotografía que ha servido para reproducir el histórico castillo, nos dirige los apuntes siguientes:


     “El torreón es un monumento colosal, construido (no se sabe la fecha) por los caballeros de la orden de Calatrava; es de forma octógona, y mide una altura de 28 metros por 12 de diámetro; en el interior hay dos magníficos salones de estilo ojival, en los cuales moró el rey Boabdil.



    Está enclavado en el centro del perímetro que ocupaba el castillo romano de Obulco, nombre antiguo de este pueblo, y cuyos numerosos torreones con peor suerte que la torre calatrava, van desapareciendo por la inclemencia de los siglos y el abandono de los hombres; hoy solo existen siete en buen estado y otros siete en ruinas, y de los otros no quedan ni vestigios.
    El torreón de Boabdil se conserva muy entero, aunque el abandono y los servicios a que se dedica motivaran su ruina. En una ocasión tuvimos el sentimiento de ver que el Estado anunció su venta en pública subasta, y habría desaparecido ya si, por casualidad afortunada, no se hubiesen quebrantado en tal ocasión algunas formas legales, quedando anulada la subasta”.
    Excitamos el celo de las Reales Academias de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando, así como el de la Comisión Provincial de Monumentos de Jaén, para que atiendan en debida forma a la conservación de aquel histórico edificio.

    Me interesaría averiguar, como y cuando, el patio de armas (hoy propiedad privada) fue enajenado y separado del conjunto, y si alguna vez la autoridades de la Urbs Victrix Nobilis se han interesado en su posible adquisición. Sería un enclave maravilloso para actividades culturales, lúdicas y festivas. También me gustaría que me ayudarais a situar el primer plano, no llego a identificarlo claramente. Creo que pudiera ser el acerado y edificios de la barbería de Chumiqui, hoy bar la Torre. Animo paisanos. Espero vuestros comentarios. Saludos.

20 agosto 2010

EL SANTUARIO NO SE RINDE

“Es en 1949, en un contexto de victoria política franquista, cuando aparece la primera cinta que reanuda en rigor el “cine de Cruzada”, interrumpido en 1942. Se trata de una película que ostenta además el simbólico título de “El Santuario no se rinde”. La ha dirigido con grandes dificultades e interrupciones del rodaje el ex-cineasta republicano Arturo Ruiz Castillo, inspirándose en la defensa militar del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, asediado durante nueve meses y cuyas tropas defensoras mandó el capitán de la Guardia Civil, Santiago Cortés, quien falleció en este combate en mayo de 1937. En la tradición del cerco militar a ultranza que se hace remontar a Sagunto y a Numancia y que tuvo su episodio bélico más divulgado en el Alcázar de Toledo, “El Santuario no se rinde” se alzó como una neta alegoría de la resistencia del franquismo ante el cerco político de las democracias occidentales, cuando tal reto beligerante no resultaba ya peligroso”.


Sería sobre 1966 cuando, el que suscribe, tras dos años de estancia como parvulito en un establecimiento de enseñanza religiosa (Colegio de las Monjas – Hermanitas de San José) ingresé en el Colegio Nacional Francisco Franco de Porcuna- Jaén (Los Grupos). En aquellos tiempos la jornada escolar era partida, y nuestros queridos maestros habían incluido en su programación didáctica el cine como recurso educativo. Durante las tardes peregrinábamos en ordenadas hileras, hasta el Centro de Acción Católica, donde con un viejo y ruidoso proyector visionábamos películas de santos (Marcelino, pan y vino) y de género patriótico, como la de la epopéyica gesta del Santuario. Nos emocionábamos con el ardor guerrero de sus protagonistas y hasta hacíamos palmas (maleabilidad de la infancia).



EL SANTUARIO NO SE RINDE - Heroicas escenas finales


Por proximidad geográfica, El Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza (Andujar) ubicado en el corazón de Sierra Morena, especialmente durante el verano, se convertía en visita obligada para los comarcanos: baños en las refrescantes aguas del Jándula y la obligada visita a la Virgen, donde la comunidad religiosa que lo regentaba tenía una especie de museo, en el que se rememoraba la gesta heroica. También era costumbre asistir a la famosa Romería ( una de las más antiguas de España) que se celebra el último domingo de abril. Expediciones de vecinos, familiares y amigos a la grupa de un camión entoldado con los pertinentes suministros disfrutaban de la fiesta profana y veían procesionar a la venerada imagen. Como recordatorio de la estancia, los típicos piticos, estadales y la vara de cañadu de Motril.

Dejando atrás los recuerdos de mi infancia, mi verdadero propósito es mostraros y comentar una original fotografía relacionada con aquel episodio de la Guerra Civil Española:



Monseñor Franceschi, junto al heliógrafo ubicado en el Torreón de Boabdil de Porcuna (Jaén), con el que se establecía comunicación con el santuario cuando el tiempo lo permitía.

Monseñor Gustavo J. Franceschi (1881-1957), prelado argentino, profesor de sociología, académico y director de la revista filosófico-teológica-literaria Criterio. Con ocasión de la guerra de España, fue comisionado por el Arzobispo de Buenos Aires, para repartir en la España Nacional lotes de objetos de culto y dinero, que los católicos argentinos regalaban, “con destino a las iglesias españolas destruidas y saqueadas por la barbarie roja”. Durante los meses de mayo y junio de 1937 realiza un incesante peregrinaje por diferentes territorios.
Su paso por Porcuna, que erróneamente sitúa en la provincia de Córdoba, coincide con los momentos álgidos del asedio al santuario. Es, cuando se encarama a todo lo alto del Torreón de Boabdil (bastión mayor de la antigua fortaleza calatrava) y con el heliógrafo impartió su bendición a los militares sitiados. Pero dejemos que sea el propio Monseñor quien lo cuente, a través de la entrevista que la periodista Lucia Chaplaín le hizo para el semanario argentino Caras y Caretas:

“En mi visita a España, a esa España heroica que se desangra en espantosa lucha de ideales, recorrí todos los frentes de combate para documentarme así mejor del porqué de esa guerra de hermanos que no parece tener fin. Llegado a Porcuna un pueblecito de la provincia de Córdoba, situado en la llanura de la maravillosa Andalucía, me entero de la angustiosa situación en que se encuentran un grupo de valientes refugiados en el Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza”.
“Eran gentes que no habían querido plegarse a los leales, como se les dice a los que responden a la República. Apenas un puñado. Un centenar de familias y trescientos ochenta carabineros que en ese peñón de tierra greda resistían los furiosos embates, sin ningún objetivo militar, de la artillería republicana. Hacía seis meses que soportaban esa situación, que desgraciadamente no podía evitarse desde la guarnición militar en que yo me hallaba”.
Sabemos Monseñor, que usted hizo gestiones tendentes a solucionar la situación de esas gentes…
Evita nuestro entrevistado la sugerencia con evidente disgusto de hablar de si mismo y prosigue:

En el pueblo de Porcuna existe una legendaria torre desde hace varios siglos. En ella un “heliógrafo” reemplaza al telégrafo sin hilos.
Perdón…¿Qué es un heliógrafo, monseñor?.
Es un aparato con el que aparezco en la fotografía. Muy sencillo y muy útil en días de sol. Dos espejos combinados que reflejan la luz del sol a grandes distancias. Por medio de él, se mantenían comunicaciones con los sitiados en el santuario. Por él supe de la penosa situación de mujeres y niños. Por él conocí el magnífico valor de aquellos hombres que capitaneados por un brillante militar de apellido Cortes, gloria de apellidos, pasaran a la historia de la España nacionalista. Concebí la idea de enviarles mi bendición a esas gentes, tan necesitadas de ayuda y consuelo, aunque más no fuera espiritual.


¿Y fue el heliógrafo…?
Fue el heliógrafo hijos míos, el encargado de llevársela en el nombre del clero argentino.
Monseñor Franceschi calla. El recuerdo de los días pasados en los frentes de guerra le entristece. Su frente se nubla y en un suave murmullo, como si recitara una oración más en nombre de aquellos que sufren, dice: Dios no ha de querer que sea en vano tanto sacrificio…
Tres días después de la bendición impartida por el prelado argentino, el Santuario de la Virgen de la Cabeza era tomado con la bayoneta y morían heroicamente todos sus defensores.
Fue, pues, ésa la postrera bendición.


Fotografías de la evacuación


Con toda la apariencia de una entrevista improvisada, con un final emotivo que predispone al lector, estas letras debieron salir de la oficina de prensa y propaganda del Arzobispado bonaerense, para justificar y publicitar su campaña de apoyo al catolicismo español. La foto captada junto a las almenas del torreón de Porcuna, parte de su dossier propagandístico. Un testimonio más, pintoresco, no demasiado objetivo y bastante exagerado en las cifras.

Franceschi y su revista Criterio, durante la década de los 30, mantienen unos posicionamientos ideológicos cercanos al nacionalismo antiliberal y al falangismo español, aunque con posterioridad evolucionarían hacia posiciones cercanas a la democracia cristiana. Y tras leer, lo que escribió en 1935, después del multitudinario homenaje popular tributado a Carlos Gardel a raíz de su accidentada desaparición, hasta me atrevo de calificarlo de integrista:

 "Gandules de pañuelito al cuello, dirigiendo piropos apestosos a las mujeres; féminas que se habían embadurnado la cara con harina y los labios con almagre; compadres de cintura quebrada y sonrisa cachadora. Buenas madres, persuadidas de la grandeza del héroe, que llevaban –pude comprobarlo por fotografías- a sus hijos a besar el ataúd… y según se me afirmó… diversas individuas llenas de compunción, pretendían ocupar lugares especiales porque fueron amigas, compañeras de Gardel, a quien convierten de este modo en Tenorio de conventillo o pachá de arrabal”.
(Sección Comentarios de la revista Criterios Nº 382, 27 de junio de 1935)

Para terminar, me siento obligado a referir, que en Motril, mi actual residencia, también existe un Santuario, símbolo de la ciudad, conocido popularmente como “Cerro de la Virgen”, bajo la advocación de Maria Santísima se la Cabeza.

Cerro de la Virgen (Motril) - 1910

Antiguo lugar en donde se encontraba la residencia de la madre de Boabdil, rey de Granada, y que tras ser derruido se construyó el actual edificio religioso.

18 agosto 2010

LA HISTORIA ES MÚSICA

    Así se llama un excelente blog de los que sigo y utilizo con relativa frecuencia. Su autor, un anónimo profesor de música en secundaria de un IES sevillano, aunque lleva ya para tres meses parado (¿posibles problemas con los buitres de la SGAE?).
    En él encontré y visioné por primera vez el divertido videoclip del grupo franco-americano Hold Your Hourses, realizado por la productora L’Ogre.

     Los chicos de Hold Your Horses  ( expresión popular inglesa, que nos puede servir para recordarnos la importancia del uso de la razón ) nos presentan el tema 70 Million con un videoclip de los que hacen historia. Esta formado por diferentes escenas que se van concatenando; cada una de ellas es una fiel representación de algunas de las obras más importantes de la historia de la pintura universal, desde Botticelli a Andy Warhol, pasando por Mondrian, Picasso, Otto Dix, … y un largo etcétera. Si queréis repasar vuestros conocimientos de historia del arte, a ver cuantos cuadros sois capaces de identificar. Para los que no estén muy familiarizados con la historia del arte, os recomiendo igualmente el vídeo, estoy convencido de os comenzará a despertar interés y tendréis ganas de más.



    Se trata de un instructivo ejercicio mental como alternativa al tradicional crucigrama y sodoku veraniego.

    Las soluciones en éste otro vídeo: las obras de arte y los nombres de sus 25 autores ordenados por orden de aparición. Recomendable ir un poco más allá de lo que aparece en el video. La socorrida barra de Google al servicio de quienes necesiten saber un poco más sobre cada cuadro, su autor y el resto de su obra.

    Para los que jueguen limpio y no se vayan directamente al solucionario, os avanzo los tres primeros cuadros para animaros:






¡Ánimo!

17 agosto 2010

LOGIA GARCIA VAO DE CASTRO DEL RIO (1887-1893)


Plancha de la Respetable Logia nº 80 García Vao de Castro del Río
Gran Oriente Español
(1887-1893)

   Cuando abordé en su día, el estudio sobre la Masonería en Castro del Río (incluido en este blog), intenté con los medios a mi alcance averiguar el porque de esa denominación. Consulté varias enciclopedias, anuarios, bibliografías, libros, aquella red de 1995 cuyo contenido de información no llegaría al 0,1 % del actual, y terminé rindiéndome ante la imposibilidad de averiguar quien era el susodicho García Vao, que además algunos masones utilizaban como nombre simbólico.

   Quince años después, ante un diabólico aparato al que abreviadamente laman PC (personal computer & internet), con un ratón en la mano derecha y una barrita mágica, averiguo que el enigmático García Vao, se llamaba Antonio Rodríguez García-Vao nacido en 1862 en Manzanares (Ciudad Real) y fallecido prematuramente apuñalado por un sicario en Madrid en Diciembre del año 1886. De familia muy pobre, con ayuda de unos parientes pudo cursar en Madrid las carreras de Filosofía y Letras, y Derecho. Allegado al librepensamiento anticlerical, republicano y demócrata, se dedicó a la abogacía, la enseñanza y el periodismo y colaboró en El Criterio Científico, La Ilustración Española, El Globo, La Saeta, El Librecambista y El Comercio Ibérico y fue redactor de Las Dominicales del Libre Pensamiento.



    En el especial que le dedica Las Dominicales, tras su prematura muerte a los 24 años, es donde mejor podemos ilustrarnos sobre su vida y obra:



   El hecho de que su asesinato coincida cronológicamente con el periodo de gestación de la masonería en Castro y que su entierro fuese todo un acto social presidido por Nicolás Salmerón, al que acudieron Azcárate y gran número de escritores, periodistas y academias de jurisprudencia, explicaría la elección de su nombre para el triangulo y posterior logia castreña.

   Sus restos mortales yacen en el Cementerio Civil de Madrid: “Nada más entrar, a la izquierda, frente a la sencilla lápida de Pasionaria, está el enorme mausoleo de Antonio Rodríguez García-Vao, un vehemente muchacho que vivió muy deprisa (abogado, periodista, poeta, dramaturgo) y que, a los 24 años, fue apuñalado en la calle. Impresiona el enorme obelisco que se alza sobre su retrato”.


   Este monumento fue costeado por suscripción popular a iniciativa de Las Dominicales.
   En su nº 412 (año VIII) de 13 de septiembre de 1890 aparecen 15,50 pesetas remitidas por masones, republicanos y librepensadores de Castro del Río (Córdoba):







¡ Ojo ¡ No confundir a José López Pinillos “Viriato” (1860-1919), con su homónimo y coetáneo José López Pinillos “Parmeno” escritor y periodista, a quién Diego L. Urbano atribuye un origen castreño en su blog. Este otro era alfarero, republicano y masón. Y ya nos ocuparemos de él en otro momento.

16 agosto 2010

UN NEGRO POR LA CALLE ANCHA

   Por una de esas casualidades de la suerte, por una de sus locuras tal vez, apareció el 14 de Enero de 1910 un negro en Castro.
¿Quién era?
¡Vaya usted a saber!
Se hicieron comentarios infinitos, caprichosos, gratuitos…
Una carta de recomendación al ilustre jurisconsulto y violinista D. Francisco Algaba Luque, nos sacó de la incertidumbre.
¿Quién era el negro?
Ah, era un notable violinista, una estrella del arte, un coloso del pentagrama. Era Brindis de Salas, artista consumado, rey de los unísonos…
La imposibilidad de dar un concierto por falta de acompañante al piano, quebró en un principio nuestras alegrías, porque veíamos que aquella ocasión se nos marchaba sin esperanza de reintegro.
Pero una señorita, una linda señorita, la incomparable Lolita Aguado, vino a la imaginación de todos y una vez hecha la proposición a su señor hermano, éste consiguió de ella que (gratuitamente desde luego) acompañara al señor Brindis.

   Lolita Aguado Remón era hija de José Aguado del Río, escribano, impresor y procurador, que entre 1887 y 1893 con el nombre simbólico de “Moisés” ostentó el cargo de Venerable Maestro de la logia masónica García Vao de Castro del Río perteneciente al Gran Oriente Español. Tras una etapa de residencia en Baena, motivada por cierta animadversión hacia él de ciertos sectores de la sociedad local, vuelve a Castro del Río a principios del siglo XX. En 1910 obtendría una concejalía por el partido Liberal Democrático (Fernandistas). Sus relaciones profesionales y de amistad con D. Francisco Algaba (prohombre local de los fernandistas) le debieron de servir de gran ayuda para normalizar su situación social en Castro.

   La proyectada velada musical iba a celebrarse por fin, imagino que tras unos días de ensayo, precisamente en el domicilio de D. José Aguado, Plaza de la Iglesia 16:

   “A las ocho y media de la noche empezó el concierto, con una concurrencia selecta, y a bien decir, la inteligente de Castro. ¡Dios mió que concierto! Nada más magnifico, nada más hermoso, nada más brillante. Una de esas veladas musicales que perduraran para siempre en la memoria.
La señorita Aguado y el señor Brindis ejecutaron el programa siguiente: Romanza al sol (Beethoven), Minuetto (Boccherini), Pizicatto o vals lento ( Leo Delibes), Recuerdos de Hayden (violín solo) de Leonard, Clara Luna (piano solo) de Beethoven, Il Trovatore (Verdi), Capricho Hungaro (Hauser), Trémolo (piano solo) de Gottchalch, Dúo de amor (violín solo) de Brindis de Salas, Faust (Gounod), Serenata (Moszkowski), Recuerdo de España (Monasterio), Grossmu-Herchen (Lauger), terminándose con el Carnaval de Venecia de Paganini.
Todos los números fueron muy aplaudidos y ovacionados, terminando tan encantador espectáculo a las doce con harto sentimiento de la concurrencia, no solo por la inmensa labor artística que se presenció, sino también por las atenciones recibidas por los dueños de la casa.
Creo que el próximo siete de febrero se dará otro concierto a beneficio de los pobres".

   Hasta aquí las noticias entresacadas de la crónica de José María Jiménez Carrillo, excelso poeta y activo corresponsal del Diario Defensor de Córdoba durante la primera década del siglo en Castro del Río.

   Mi sorpresa, mi curiosidad se satisface, cuando, recurriendo a la barra de Google, descubro a Claudio José Domingo Brindis de Salas y Garrido, nacido en La Habana (Cuba) el 4 de Agosto de 1852, que llegaría a convertirse en uno de los violinistas más famosos de todos los tiempos.

   Aunque aporto un enlace, pero como la información sobre él es tan abundante, y no me fío demasiado de la síntesis de la wikipedia, copiando y pegando de un lado y de otro, y aportando algo sobre sus relaciones con la provincia de Córdoba (prensa histórica) os ilustro un poco sobre su peculiar trayectoria vital:

   Brindis de Salas comenzó los estudios con su padre (también violinista y contrabajista, integrante de la orquesta Concha de Oro, muy popular en los salones de baile habaneros) y los continuó luego con Van der Guth, un famoso concertista belga radicado en La Habana a quien llamaban cariñosamente “violín de ataque”, con quien progresó extraordinariamente. Dió su primer concierto con tan solo 11 años. Pero fue gracias a sus estudios en el Conservatorio de París, con los profesores más famosos de la época, que la unión del talento y las condiciones ideales dieron por resultado a una de las figuras musicales más extraordinarios del siglo XIX.
   Desde el comienzo de sus estudios, y en cada actuación en París, Brindis comenzó una larga carrera de triunfos. Sus dotes naturales, afinadas y enriquecidas con los estudios, le dieron una envidiable maestría en el dominio del instrumento y del auditorio. “Diríase –escribió una de los comentaristas franceses de la época– que una mano oculta arranca al instrumento las más sublimes notas, haciéndolas aparecer como emanadas del cielo.”

   Una vez culminado sus estudios triunfó en Italia –país originario del violín–, actuó en el Conservatorio de Milán y en el Teatro Scala; en Berlín se le designó músico de cámara del Emperador. También San Petersburgo, Londres, Portugal y España fueron testigos de su maestría. En Argentina sus admiradores le obsequiaron un auténtico Stradivarius; en México, a pesar de actuar casi simultáneamente con José White –otro violinista negro de Cuba, graduado también en el Conservatorio de París– también triunfó. Venezuela, América Central y La Habana disfrutaron de sus excelencias.

El "Pagagini negro" a los 28 años con su Stradivarius y la condecoración prusiana de la Orden del Aguila Negra (Hoher Orden vom Schwarzen Adler).

   La crítica internacional especializada hizo elogios de su arte y lo bautizó como el Rey de las Octavas y el Paganini cubano. En esos comentarios críticos encontramos expresiones como: talento extraordinario que habla seis o siete lenguas; poseedor de un portamento de arco legítimo y al mismo tiempo de una energía que lleva impresa el ímpetu característico de su raza; acusa un profundo conocimiento; revela una maravillosa espontaneidad en sus creaciones y una audacia en su estilo digna del inmenso talento del artista.
En Alemania, contrae matrimonio con una aristocrática dama de la alta sociedad y es nombrado concertista del emperador. El Káiser le otorga el título de Barón de Salas y la Gran Cruz del Águila Negra. Nacionalizado alemán, sus últimos años en tierra germana los vivió en Berlín, en una enorme mansión, en cuyo primer piso esta instalada una fabrica de pianos de la que era copropietario.

   En el año 1898 su hogar se derrumba. Su mujer demanda el divorcio, angustiada de genio tan excéntrico y andariego, y Salas se lanza una vez más a recorrer el mundo dejando en Alemania sus bienes y tres hijos, violinistas también.

   Dicen que a partir de entonces empezó a padecer de frecuentes estados de melancolía y depresión, durante los cuales se encerraba en una habitación. Dicen que “empezó a sentirse negro” y buscaba desesperadamente inspiración en su origen para crear una música auténtica: durante 1903 y 1905 estuvo visitando en Santiago de Cuba una Sociedad Negra que existía en la calle Alta de Sagarra y, aunque continuó haciendo con bastante éxito giras internacionales por el mundo, se notaba su decadencia física y material. Dicen, también, que llevó una vida demasiado desordenada y bohemia.

   Ganó mucho, muchísimo dinero y de la misma manera lo derrochó. El violinista cubano fue víctima de su raza y su talento. Tenemos que tener en cuenta que la mayoría de los artistas negros que alcanzaban una fama como la de Brindis, representaban para los empresarios y el público de la época una diversión más. En palabras más crueles: para ellos, él y los otros eran como bestias de feria que funcionaban mientras llenaban el auditorio y las arcas.

   A partir de 1906 peregrina por diferentes escenarios, ya más humildes, teatros de provincias, sociedades musicales, reuniones particulares… En 1906 y 1908 deambula por España, y nos consta su presencia en Córdoba y provincia, donde al abrigo de la protección que le presta el Centro Filarmónico Eduardo Lucena ofrece conciertos en el Gran Teatro de la capital. Se presentaba como el “Chevalier Brindis de Salas” (algunas fuentes indican que estaba en posesión de la condecoración otorgada por el gobierno francés de “Caballero de la Legión de Honor”). Sobre el celebrado en enero de 1906 en su honor y a beneficio de la cocina económica, en las apreciaciones del crítico musical del Diario de Córdoba, aflora esa decadencia y esa inestabilidad emocional a la que antes nos referíamos:

   “En la Fantasía Española que figuraba en la tercera parte del programa, noté falta de unión entre el violín y el piano, hasta el punto que hubo momentos en que cada instrumento marchaba por su cuenta. Lo que después pasó no me lo explico. El señor Brindis de Salas tocó con visible contrariedad, y a paso de ataque, un bolero y no se que otras cosas más, abandonando precipitadamente el escenario. El público se quedó tan frío dentro de la sala, como frío era el ambiente exterior”.

   Cuando a finales de 1909 recala una vez más en Córdoba, era ya un personaje decrépito, enfermo, desaliñado, aunque manteniendo aún cierto porte elegante, cuya única fortuna radicaba en su inseparable violín. Los melómanos cordobeses que en otros tiempos le rindieron honores, se lo quitan de en medio, derivándolo al culto, caritativo y enamorado del violín, el castreño Francisco Algaba Luque. Como hemos podido comprobar  le ofreció su hospitalidad temporalmente. A renglón seguido, nuevos derroteros, hasta que durante el verano se asienta en Cádiz donde se dedica a amenizar con su violín las veladas nocturnas celebradas en el balneario de la Victoria. Desde Cádiz en el vapor Satrústegui hasta Buenos Aires, donde en sus tiempos de gloria le regalaron un Stradivarius.
   En una casa de huéspedes del Paseo de Julio de Buenos Aires el uno de Junio de 1911 ( apenas año y medio después de haber visitado Castro del Río) fue recogido moribundo por la policía, muriendo pobre y olvidado de cuantos en vida le hicieron calurosas ovaciones.

   Para documentarme sobre las circunstancias de su muerte y obtener una fotografía de él en su lecho de muerte, he intentado en vano acceder a la revista argentina Caras y Caretas donde el periodista Agapito Candilejas nos narra pormenorizadamente los últimos momentos de su vida. La citada revista esta ubicada en la Hemeroteca Digital de la BNE, pero el número en cuestión esta dañado y me ha resultado imposible su descarga. Pero como, quien busca halla, resulta que un bloguero hispano, el investigador literario, escritor y cineasta cubano Javier de Castromori, sintetiza, vacía y ordena el contenido de dicho reportaje bajo el título de ICONOGRAFÍA CUBANA DEL XIX: “Si, soy Brindis de Salas pero me muero…”

No lo paséis por alto por favor, es fuerte, emotivo, real como la vida misma.


   Su intensa y agitada vida y las penosas circunstancias de su muerte lo convierten en un personaje de leyenda. El novelista franco-cubano Eduardo Manet, se interesó por su figura, plasmándola en una biografía novelada que con el titulo de "Maestro" ganó el gran premio Telégramme de Brest el año 2002.

14 agosto 2010

"NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD"



Fotograbado de la Patrona de Castro del Río.
Publicado en la Revista Mariana (Julio de 1926)



     Acompaño de unas notas sobre el origen de su advocación en Castro del Río, sacadas de un articulo publicado por el corresponsal del Diario Defensor de Córdoba (28.8.1922).

     “Este nombre de Maria Santísima de la Salud le fue impuesto por los favores recibidos en las invasiones de cólera morbo. Cuentan las crónicas, que en el año 1610, siendo día del Señor causo cien víctimas en la población, y al traer a la Virgen a la parroquia desde su ermita, cesó el cólera a los dos o tres días”.

    El cronista corresponsal confunde la fecha, debe de tratarse de la epidemia de peste bubónica de 1601 de la que se ocupa Antonio T.Pineda en un articulo inserto en la revista publicada con motivo de la XIX romería en honor de la Virgen (Junio de 2008). El nombre de Castro, afectado en sumo grado por la pandemia, figurará en el listado que habría de estar presente en todas las puertas de las ciudades prohibiendo terminantemente “so pena de muerte” que nadie procedente de alguno de los lugares allí recogidos pudiese entrar en ella.

     “En 1834 se presentó el terrible azote con grandes estragos, y se efectuaron grandes milagros al bajar la Virgen desde su ermita, extramuros, hasta la parroquia. Una niña moribunda fue sacada por su padre al balcón, y recobró al momento la salud. La cólera del Cielo la pagaron los animales: pues al día siguiente 26 de Julio, aparecieron muchos peces muertos en las orillas del Río Guadajoz, y pájaros muertos en la huertas”.

     Con fecha 22 de junio de 1834 la Junta Provincial de Sanidad comunica a las municipales de todos los pueblos de la provincia: "que los municipios de Castro del Río y Pozoblanco han dado parte de que sus respectivos vecindarios se hallan afectados por enfermedades sospechosas, cuyos síntomas son análogos con el cólera morbo epidémico, y en consecuencia prevengo a V. de acuerdo con esta junta, que no admitan la procedencia de los expresados pueblos por habérseles decretado una rigurosa incomunicación".



     Los fallecimientos por el cólera morbo se dejaron sentir especialmente en los sectores más menesterosos cuyas condiciones de vida estaban caracterizadas por el déficit alimenticio, el hacinamiento y la ausencia de toda higiene. Durante los tres primeros días de Julio se iban a producir un total de 70 fallecimientos en Castro del Río, que son los que aparecen en el primer parte de afectados publicado por la prensa: invadidos 228, curados 54, fallecidos 70.
Un segundo parte entre los días 7-10 de Julio: 255 invadidos, 122 curados y 61 fallecidos.

     A mediados de Agosto parece haber remitido considerablemente la enfermedad: En Castro disminuye el numero de invadidos no habiendo perecido ningún enfermo desde hace tres días.
Sobre la alta mortandad de peces y pájaros no he localizado noticia alguna.

     La insana costumbre de ubicar el cementerio en un recinto contiguo a la iglesia parroquial de la villa, pudo guardar relación con el brote epidémico Consecuencia inmediata fue la construcción de un nuevo cementerio: por Real orden de 29 de septiembre S.M. la reina gobernadora autoriza al gobernador civil de Córdoba para la venta de cuatro fanegas de los propios de Castro del Río, con el fin de que se construya con su valor un cementerio en aquella población y manda que se haga extensiva esta medida a otros pueblos de la provincia, amen de no acceder a los solicitudes de algunos párrocos para seguir practicando enterramientos en las iglesias.

     "En 1855 también se presentó dicha enfermedad dándose muy pocos casos. Al igual que en 1860 también con escasa intensidad. En 1885 afectó a toda la provincia y en los pueblos limítrofes se dieron numerosos casos, sin afectar a Castro, causa por la que acudieron con ofrendas a tan milagrosa imagen numerosas personas por haberlas librado de tan terrible enfermedad".

      Los datos que aporto sobre la epidemia de cólera de 1834 están tomados de prensa histórica: El Eco del Comercio, La Revista Española y Tecnológico Nacional. (HD-BNE).
      La crónica completa de las celebraciones y cultos en honor de la patrona del año 1922, en Diario Defensor de Córdoba (BVPH-MCU).

05 agosto 2010

Castro del Río: Fotografías 1927

Andalucía Ilustrada


Revista cordobesa que comienza a editarse en 1919 como publicación mensual y contenido general, que dirige su creador Pedro Sánchez.
En agosto de 1925 se fusiona con Andalucía, revista de contenido turístico creada poco antes por Antonio Sarazá Murcia. La revista, animada por Sarazá, se convertirá en “órgano oficial del turismo” alcanzando ámbito supraprovincial.
Se mantiene, editando en total más de 100 números, hasta el año 1929, considerándose como la primera publicación netamente turística de la comunidad.

En su número 82 (año VIII) de fecha 1 de Febrero de 1927 encontramos un especial dedicado a Castro del Río en el itinerario del proyectado ferrocarril Córdoba-Granada.(BVPH-MCU)

Son ocho las páginas de las que consta el reportaje (23-30). Tras incidir brevemente en los beneficios que para Castro, como importante centro productor, podrían reportarle los caminos de hierro,se ocupa extensamente de su Historia, para terminar ensalzando la gestión que al frente de la corporación municipal viene realizando su Alcalde Presidente Don Juan Fuentes y López de Tejada.
Su valor especial está en el material gráfico que le acompaña,un total de 14 fotografías de lugares emblemáticos de la villa. Su calidad es bastante aceptable para lo habitual en la prensa de la época.