Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

22 septiembre 2012

EL TREN QUE NUNCA LLEGÓ (El tranvía aéreo-eléctrico Porcuna-Arjona- Andújar del año 1917).



     Aquellas esperanzas de las que participaron autoridades y políticos de los partidos dinásticos de Porcuna y otras localidades vecinas, en los primeros años del siglo XX, en torno a la deseada materialización de un proyecto que permitiera la llegada salvadora a la comarca de los caminos de hierro (ferrocarril Pedro Abad-Martos), se reabren a principios del año 1917.
     Fue un porcunense, el doctor Cesar Sebastián González, el responsable de la puesta en marcha de esta nueva intentona. Con la idea de concienciar a sus paisanos sobre la necesidad de este medio de locomoción y los beneficios que reportaría para “el desarrollo agrícola de este rincón, casi incomunicado en la actualidad con el resto de Andalucía”, impartiría conferencias en centros  sociales (Círculo de Obreros – la Píldora) y políticos (Círculo Unión Liberal) de la localidad de Porcuna. De aquellas propagandas saldría una amplia comisión local, al objeto de estudiar su viabilidad y recabar la implicación de otras poblaciones interesadas.
     Se pensó, en un principio, conectar con la red general de ferrocarriles con un ramal Porcuna-Lopera-Villa del Río. La potencialidad económica de la burguesía agrícola e industrial de la vecina localidad de Arjona, con intereses de peso a la hora de participar en el proyecto, decantaría la balanza a favor de una salida por Andújar
     Nos aprovecharemos, una vez más, de la asidua presencia del bujalanceño Antonio Zurita en la prensa cordobesa, para extraer de sus páginas un resumen, con su particular impronta regeneracionista en asuntos agrícolas, de un artículo publicado por la jiennense bajo el epígrafe “El Tranvía Porcuna-Arjona-Andújar", con el sugerente y fustigador subtítulo de “Despertemos”, que vio la luz originalmente en los periódicos “El Eco de la Provincia” de Jaén y “El Guadalquivir” de Andújar.
     Lo firma, el ya referido Cesar Sebastián González (hijo del médico de ideas republicanas Sixto Sebastián y hermano del ex alcalde liberal de Porcuna Emilio Sebastián, por entonces vicepresidente de la Diputación Provincial de Jaén).
      El doctor Sebastián pertenecía al cuerpo de Sanidad Militar, aunque de vez en cuando, imagino que por influencias políticas, accedía a destinos civiles. Cuando esto escribe, ejercía como Jefe Provincial de Sanidad en la provincia de Guipúzcoa.

     Reproducimos integro el artículo de Zurita (Cesar Sebastián):

     “No se concreta el ilustrado doctor a fustigar a los pueblos de su provincia, quiere que la sacudida alcance a varios de la nuestra, que también duermen con la despreocupación y el abandono propios del resignado.
     Con perfecto conocimiento y con grandes entusiasmos el señor Sebastián expone nuestra prosperidad en la agricultura, a la vez que pide ese despertar necesario para completar un estado floreciente de riqueza. Trae aires de fuera, vive en Guipúzcoa, ha visto como se asocian los hombres para engrandecer a los pueblos y quiere inyectarnos el virus de la confianza y de la actividad, que mate el funesto egoísmo del que estamos poseídos.
     Hemos adelantado en la agricultura, pero siempre con vistas al individualismo. Nada colectivo.
     No tenemos tranvía ni ferrocarril por la sencilla razón de que no podemos costearnos cada uno el nuestro. La asociación es un signo de cultura y así hay que confesarlo, aunque nos apene tal afirmación.
     Venga a despertarnos hombres tan briosos como don Cesar Sebastián y no nos molesten las comparaciones que para nuestra enmienda hayan de hacerse con otros pueblos de España o del extranjero. Con esta riqueza, con esta tierra bendita ¿vivirían aislados, como en los tiempos primitivos, los catalanes o los guipuzcoanos? Seguramente que no. Y si la mayoría de los propietarios de esta región pensasen como Cesar Sebastián ¿tardaríamos mucho en redimirnos? Muy poco.
     No olvidamos nunca que un día, hallándonos en Bayona, vimos acumularse un gran gentío en la Casa Municipal y, al preguntar el motivo de la concurrencia, nos dijeron que suscribían acciones para el tranvía que habría de unir aquella hermosa ciudad francesa con la nuestra de San Sebastián. Sentimos entonces envidia y vergüenza. Nos acordábamos de o prospero de nuestro suelo, de nuestros propietarios adinerados, de nuestras carreteras y, sobre todo, de nuestras rencillas ridículas, que contribuyen al malestar y al estancamiento.
     Don Cesar dice en su artículo que, si puede llegar a caballo, visitará entre otros este pueblo nuestro, para propagar la idea de la asociación, a los efectos de construir un tranvía que nos una con la línea general. Venga en buena hora y que sea pronto; y Dios haga que sus laudables propósitos obtengan éxito completo y despertemos".                                                                                                    
Antonio Zurita
                                                                                                             Bujalance 13 de febrero de 1917


     Estos actos de autocrítica, salidos de entre la propia burguesía agrícola de la comarca, parece que surtieron rápido efecto.
     Fueron las localidades de Porcuna y Arjona las primeras en abanderar esta empresa. A principios de abril se celebraría en la ciudad de Arjona una asamblea conjunta de fuerzas vivas de ambas poblaciones para estudiar la viabilidad del “vitalísimo y conveniente proyecto” promovido por el doctor Sebastián: un tranvía eléctrico Porcuna-Arjona- Andújar.
     La asamblea, celebrada en las casas consistoriales, estuvo presidida por Ricardo Dacosta Ortega, abogado, diputado provincial y jefe local de los conservadores de Porcuna.


     Además del referido y retratado, estuvieron presentes Pedro Funes Pineda, abogado y jefe del partido liberal, Emilio Sebastián González, farmacéutico y diputado provincial por Martos, el señor alcalde de Porcuna (Juan Mora *), los concejales Fernando Morente, José Santiago y Tomás Jurado, así como el señor cura párroco don Ramón Anguita. De Arjona, el Ayuntamiento en pleno, presidido por su alcalde don Bartolomé Lópiz, y otras destacadas personalidades: José y Fernando Contreras y Pérez de Herrasti, Nicolás Lópiz, Manuel Talero…
     Para explicar a los asistentes las características técnicas del embrionario proyecto de tranvía “aéreo-eléctrico”, intervino el ingeniero Francisco Herrling, promotor técnico y representante general de la compañía alemana V.W.V. Dresden en España, parece ser que muy interesada en introducirse en el país con proyectos de similares características diseminados por diferentes territorios, y con la que debió entablar contacto Cesar Sebastián. Las peculiaridades técnicas las posponemos para capítulo aparte.
     De aquella primera reunión salieron los siguientes acuerdos:
     Primero: abrir un concurso entre las casas constructoras para que presenten planos, proyectos, memorias, etc.
     Segundo: satisfacer a la más ventajosa proposición la cantidad que como premio a esos trabajos se señale.
     Tercero: que los Ayuntamientos de Porcuna y Arjona creen, previa autorización de las cortes, un arbitrio sobre carga y descarga, a fin de subvencionar con el él a la empresa constructora del tranvía deseado.
     Cuarto: que la empresa facilite acciones a los vecinos de ambos pueblos que deseen emplear sus capitales y formar parte de las mismas.
     Quinto: que los Ayuntamientos referidos, de acuerdo con la empresa fijen las tarifas del tranvía.

     “En ambos pueblos reina un general y alentador entusiasmo, que hace muy justamente pensar que el proyecto de tranvía está en realizable camino. De ello debemos vanagloriarnos cuantos deseamos el progreso de nuestra provincia”.

     El entrecomillado y demás informaciones que se han ido volcando sobre aquel conclave, proceden de la noticia publicada por “El Pueblo Católico” de Jaén, reproducida, a su vez, por un periódico de tirada nacional (“El Día”).

     El proyecto parece marchar a buen ritmo. Para el mes de junio, según fuentes fidedignas (Zurita), desde Porcuna ya se habían suscrito 200.000 pesetas en acciones de una recién constituida sociedad anónima, mientras que en Arjona pasaban de las 300.000.

     El 24 de julio vuelve a celebrarse en Arjona una asamblea general de las respectivas juntas locales implicadas en el proyecto, a las que se suma la de Arjonilla, que parece mostrarse interesada por entrar en aquella sociedad.


     Las cinco plazas preferentes del primer plano, de izquierda a derecha, las ocupan los respectivos alcaldes de Porcuna, Arjona y Arjonilla, seguidos de Emilio Sebastián González, vicepresidente de la Diputación Provincial, y el también diputado provincial porcunense, Ricardo Dacosta Ortega.
     El nº 7 identifica al párroco de Porcuna don Ramón Anguita y el 10 a don Pedro Funes (no termino de encontrar la marca numérica). El marcado con el 9, se corresponde con Francisco Herrling, director técnico y representante de la casa alemana Dresden.  El resto son moros blancos y arjonilleros.

     Al informar sobre aquella primera asamblea celebrada en Arjona, se mencionaba a un tal Juan Mora, como primera autoridad de la ciudad de Porcuna, que hago acompañar de un asterisco de alerta. Debe de tratarse de un error, pues otras fuentes manejadas me conducen hasta Pedro de Aguilera y Solsona como depositario de la vara municipal durante aquel año de 1917  (primero sentado a la izquierda en la fotografía publicada en la Unión Ilustrada).
    A destacar en dicha fotografía, a título meramente anecdótico, lo extendido que se hallaba por entonces el uso del moderno y aristocrático zapato estilo inglés entre las fuerzas vivas de la comarca. Don Ricardo Dacosta se nos muestra más clásico, pues parece calzar el típico botín confeccionado a medida por el acreditado gremio de zapateros locales.


     Aquella buena acogida en la comarca y similares, tributadas en otros puntos de España donde esta empresa alemana ya tenía tendidas sus redes, parece que terminaría cuajando en una nueva Sociedad Anónima, con objeto construir y explotar tranvías y ferrocarriles eléctricos.
    


     Cuando en el mes de septiembre, las instituciones retoman su pulso normal, nos llegan noticias sobre un vasto y aún más ambicioso proyecto: un tranvía interprovincial que afectaba a las comarcas agrícolas más ricas de las provincias vecinas de Jaén y Córdoba, detrás de cuya promoción se hallaba la misma casa alemana. Además del ya planteado y medio en marcha ramal Porcuna-Arjona-Andújar, se incluían las siguientes líneas:

1)     Una que partiendo de Córdoba pasaría por Castro del Río y Baena, terminando en Priego.
2)     Otra que partiendo de Andújar pasaría por Porcuna, Cañete y Bujalance, terminando en El Carpio.
3)     Otra nacería en Villa del Río, pasando por Lopera, Porcuna, Higuera de Calatrava, Santiaguillo y Baena.
4)     Otra de Higuera de Calatrava a Martos.
5)     Otra debía de partir de Porcuna a Castro del Río, Espejo y Montilla.
6)     Una última, ya para rizar el rizo (por las propias dificultades orográficas del terreno) de Montilla a Cabra y Priego.

Villa del Río 1915 - Fot. Castellá 
 
     Al objeto de publicitar este tranvía interprovincial, el señor Herrling publicaría en la prensa cordobesa (imagino que también en la jiennense) un extenso artículo donde, para salvar cierta ignorancia y escepticismo, entra en detalles sobre las características técnicas a desarrollar en estos ramales de tranvía que apellida como “aéreo-eléctricos”:
 
     “En la mayor parte de las preguntas veo que no se entiende bien la palabra “aéreo-eléctrico”. Se cree con frecuencia que la vía será un cable aéreo, utilizando como fuerza motriz la electricidad. No es eso.
      La forma general del tranvía proyectado, no difiere, a simple vista, de la de los corrientes que vemos a diario. Como ellos tiene sus vías de carriles, sus postes a un lado de aquellos en los que va suspendida la línea de conducción, a la que tocan los troles para suministrar fluido eléctrico a los motores. En todo su aspecto es lo mismo que los demás tranvías eléctricos.
     Para el espectador que examina detenidamente la instalación, encuentra centrales eléctricas colocadas a lo largo de la línea y a distancia de 2, 3 o 4 kilómetros, según la importancia del tráfico en la vía férrea. Cada central es independiente y están destinadas exclusivamente a transformar fuerza para el trayecto comprendido entre ella y la inmediata.
     Su funcionalidad consiste en transformar la fuerza del viento en fluido eléctrico. Por eso le damos el nombre de centrales “aéreo-eléctricas”, para expresar por esta palabra que el viento es transformado por ellas en electricidad.
     Contra este novedoso sistema luchan quienes no lo conocen, y quienes conociéndolo o no, ven amenazadas, de merma en rendimientos, sus industrias actuales.
     Pero dejemos estas luchas y hablemos algo sobre las centrales:
     Hace unos 35 años, intentó un técnico sueco utilizar la fuerza del viento para este fin; pero trabajó en dirección falsa. Usó los molinos imperfectos, usó una dinamo corriente, y al poco tiempo se consideró fracasado en su intento, abandonando su trabajo.
     Entonces publicó un técnico alemán sus estudios sobre la frecuencia y fuerza del viento, y sobre la construcción de turbinas de viento. Enseñó por primera vez la posibilidad de producir electricidad con su turbina aérea, que, como consecuencia de su construcción perfecta y científica aprovecha los vientos de poca velocidad (de 2 y medio a 3 metros por segundo), bastando la fuerza que éstos desarrollan para producir electricidad. Aún había un inconveniente serio para hacer útil el sistema: superar el empleo de la dinamo corriente que no era apto. Esto sería solucionado por un ingeniero alemán profesor de la Real Academia de Dresden, que con su meritorio estudio incansable alcanzaba la mayor perfección, que es posible alcanzar en esta clase de instalaciones.
     La rueda, aprovechando toda la fuerza del viento, mueve un eje vertical, que a su vez mueve la dinamo especial. El fluido producido pasa por un interruptor automático de perfectísimo funcionamiento, para entrar en una batería de acumuladores, de capacidad variable, según la necesidad, acumulando así fluido eléctrico que después se utiliza para fuerza motriz, alumbrado, etc. Según se desee. De esta forma podemos acumular desde uno a cien o más kilovatios hora, que responderán a asegurar el trabajo en 3, 4 o 5 días que difícilmente pudieran venir en calma completa del aire.
    Termina las explicaciones con la rotunda aseveración de que nos encontramos “ante las central eléctrica del futuro, porque viento no falta nunca”. 
     "Éstas centrales son las que quiero emplear en el gran proyecto de tranvías al que me refiero, que con gran entusiasmo se acoge en las comarcas implicadas. Ojalá podamos realizar, dentro de tres o cuatro años, todo el proyecto, para bien de los pueblos y de los agricultores del terreno en cuestión, víctimas de una perniciosa incomunicación".


 
     En otro lugar de este extenso artículo, que omito, se menciona “que hace ya varios años que en todas las partes del  mundo se produce electricidad por este procedimiento”, poniendo el ejemplo cercano de la vecina Lusitania, aunque no se tienen noticias de haberse experimentado aun con él en los demás territorios de la península ibérica, y tampoco conocemos hasta qué punto su eficacia estaba ya contrastada como fuerza motriz para el transporte.
     Poco efecto surtió tanta y tan detallada explicación, ya que las dudas se ve que no terminaron de disiparse entre los potenciales inversores. Ninguno de los ramales de ese famoso tranvía interprovincial entró ni siquiera en fase de estudio. Desconocemos hasta qué punto el conjunto de sucesos que tuvieron lugar durante aquel verano de 1917 (la crisis española de 1917) incidieron también  en el punto muerto en que entraron la práctica totalidad de los proyectos promovidos por la casa alemana V.W.V. Dresden, que terminaría desapareciendo de escena y de la que no se vuelve a tener noticias de actividad empresarial en nuestro país.
     He intentado, sin éxito, acceder a un trabajo titulado “El proyecto de tranvía Porcuna-Andújar-Arjona” (1917 un año de crisis), del que es autor Luis Pedro Pérez García, que fue publicado en el nº 4 (junio de 2001) del periódico La Campiña, que quizá pudiera sacarnos de dudas sobre las causas definitivas del abandono del proyecto.
     Darle las gracias a Alberto Ruiz de Adana que ha puesto en mis manos un viejo recorte de la prensa de la época, del que me he servido, remitido en su día por su abuelo materno, Benito Garrido Palacios (un joven profesor de instrucción primaria con inquietudes periodísticas), a un incógnito periódico provincial.

13 septiembre 2012

Castro del Río: Nuevos valores de la tauromaquia.



TERCERA Y ÚLTIMA DE FERIA


     Abusando traidoramente de la confianza, refugiado en la distancia y aprovechándome de que los interfectos, a los que promociono artísticamente, lo más probable es que durante estos días anden estregaos al parrandeo que se pone en práctica en la particular manera de vivir la feria durante el día en la localidad cordobesa de Castro del Río, que algunos valientes saben incluso empalmar con la de la noche, intentaré trazar unas semblanzas sobre estos nuevos valores de la tauromaquia, nacidos a orillas del Guadajoz, de cuya carrera artística pretendo hacerme responsable a partir de ahora.
     Me estoy refiriendo a los ya famosos y populares, Rafael Arroyo “Arroyito” (barajo otros nombres con más gancho para los carteles) y Pepín II “Tabernerito” Hasta ahora su paso por esta arriesgada profesión se limita a la adquisición de unos bonitos y completos trajes de luces, que llevan ya luciendo durante varias temporadas en las fiestas del carnaval. Se ve que les ha gustado ese porte gallardo que otorga el vestuario (por lo de la marca) que desisten de cambiar. Aunque si no me falla la visión, este pasado año quiero recordar que recurrieron a unos tipos de color purpura con bonete (demasiada dignidad para personajes tan populares).
     Son precisamente esas fotos que tienen colgadas en sus muros de facebook y su espectacular parecido físico con grandes maestros del toreo actual como Cayetano Rivera o Manzanares, por citar sólo algunos de los más aclamados y admirados entre las del bello sexo, las que me han servido de espoleo para involucrarme en su lanzamiento, a ver si de camino fuéramos capaces de ir saliendo poco a poco de la estrecheces económicas que algunos estamos ya padeciendo.
     Como ya he referido, su experiencia es mayormente de salón y escaparate, aunque me consta que valor no les falta a ninguno de los dos.


     "Arroyito", es el nombre artístico con el que le bautizó en su más tierna infancia un ganadero, intimo de su señor padre. Fue en una Feria Real cuando se le presentó la oportunidad de debutar en un festival taurino celebrado en las cabrerizas de su mentor ante un lustroso choto negro bragado. Aunque de cornamenta incipiente, su lidia precisó de un importante derroche de valor por parte del aspirante. Los encargados de dar muerte y posterior aderezo de la res fueron los miembros de la cuadrilla, capaces de dar buena cuenta del mismo regado con los reglamentarios caldos de la tierra.

    No llegó a materializarse aquel proyecto de torero porqué su inclinación por la canaricultura terminó desplazando a la taurina. Hoy, en su nueva finca, se consagra al cultivo de hortalizas, consolidado ya como un experimentado criador de aves de todas clases (su especialidad los chamarines). De manera que huevos, lo que se dice huevos no le faltan al figura (de todos los colores y tamaños, y mu bien organizaicos).

Su ponedero

     Para su regreso a los ruedos barajo otros apodos diferentes al original. Creo que Niño de las Coles o Hortelanito se ajustan mejor al momento actual.


     Con respecto a “Tabernerito”, aunque lo suyo históricamente ha sido el deporte de la pelota (de los mejores peloteros castreños de las últimas décadas), nunca le faltó valor y coraje a la hora de exponer el físico ante las acometidas de las defensas rivales, ni tampoco para lidiar detrás de una barra con la popular y peculiar clientela de la famosa taberna de barrio que regentó su padre. A ese arrojo creo que se le puede y de se le debe sacar partido.

     Que no se levanten falsas expectativas ante una inminente presentación en público. Quiero planificar sesudamente (estilo Pipo pero sin cigarro puro) la manera de poder lanzarlos al estrellato con ciertas garantías. Si tuviéramos la suerte de poder acceder a la ayuda económica de la concejalía de festejos o al patrocinio de firmas comerciales como Pepsi Cola o Cruzcampo, que deberían mostrarse interesadas en su lanzamiento, debutarían en lides taurinas reales con un emocionante y reñido mano a mano para la festividad de San Marcos (patrón de la localidad) a celebrar en el frondoso paraje de la Fabrica de la Luz donde se desarrolla esta popular acampada festiva (público y sombra garantizada).
    Espero que para entonces el rio haya recuperado su caudal habitual, ya que para su presentación ante la afición castreña les tengo reservados "6 galápagos 6", de la acreditada ganadería del Marqués de la Ribera del Guadajóz.


     El proyecto requiere los oportunos permisos de la Delegación Provincial de Medio Ambiente y de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, despejar la incógnita sobre si el ganado a lidiar está catalogado como especie protegida, y por supuesto, obtener el beneplácito de asociaciones protectoras y colectivos ecologistas, comprometiéndose a que los morlacos ribereños no van a recibir ningún tipo de maltrato.

     Había pensado que un funcionario público, íntimo de los matadores, bien relacionado con las altas instancias administrativas y gubernativas, podría resultarnos de gran ayuda a la hora de salvar posibles trabas. Se le reservará, como es lógico, un buen porcentaje en los beneficios y algo más por si hubiera que comprar alguna voluntad ajena. En este mundillo, para triunfar plenamente, no valen prejuicios de carácter moral.
     Antes, tendríamos que calibrar el trapío y juego que pueda dar este tipo de ganado en un tentadero campero (paella incluida), para no defraudar a los potenciales paganos dispuestos a pasar por caja en la explanada acondicionada al efecto.

Tabernerito

    Lo de matadores es por el uso de la costumbre. Aquí no se mata nada y a nadie. El negocio está precisamente en dejar el ganado con vida. Si fuéramos capaces de adiestrarlos para que a su ritmo se pudieran hilvanar unas buenas tandas de naturales rematadas con su correspondiente pase de pecho, tendríamos un hueco seguro en las mejores ferias de España y hasta para hacer la temporada invernal en las Américas.

Niño de las Coles

(obsérvense voladeros y ponederos al fondo)


     Que no se preocupe el maestro que ya pagaremos a alguien para que se ocupe del huerto y de las aves ponedoras. Con dos o tres temporadas buenas, tampoco hay que ser demasiado ambiciosos y tentar la suerte (siempre existe el riesgo de una peligrosa cogida), nos hacemos con varios cortijos en la campiña (cereal, olivar y viñas con lagar), así como de una hermosa finca en la sierra con bellotas para cochinos chatos.


     Eso sin contar los ingresos generados por derechos de imagen y caché en programas morbosos de la caja tonta. Tenemos que contar con el visto bueno de sus respectivas familias para tramar algún que otro montaje de perdularios, que eso vende mucho. Para el Niño de las Coles lo que mejor le cuadra es una verdulera que le enseñe a hacer “la lechuguita” como a Jesulín. A Tabernerito a ver si pudiéramos introducirlo en la casa de Alba con la Eugenia.

     Vale ya de disparates guasones que me están empezando a salir billetes de quinientos euros por las orejas. ¿Serán alucinaciones por falta de nicotina?
     Ruego encarecidamente la máxima discreción a aquellos castreños que durante estos días hagan el paseíllo, compartan plaza en caseta o cualquier otro establecimiento de hostelería con alguno de mis patrocinados. No quiero que mis ilusiones y quimeras se derrumben a las primeras de cambio. Ya me los trabajo yo personalmente a través del facebook. Se aceptan colaboradores para la posterior campaña de promoción.

     Para despedirme recurro de unas letrillas alusivas, interpretadas por una murga de mi pueblo durante los carnavales de los años treinta:

Esta murga de toreros

aunque somos pequeñitos

tenemos más contratas

que Belmonte y Joselito.

En la primera contrata

estuvimos muy valientes

estuvimos toreando

a los hortelanos de la fuencaliente..."

     Me da la impresión de que estamos abusando de la verdura y del noble gremio de hortelanos. Y ahora que me acuerdo, no me quedan lechugas para la ensalada nocturna. Habrá que tirar de las rabanillas tiernas que están bien sabrosas.

11 septiembre 2012

Feria Real de Castro del Río del año 1858 (días 16, 17 y 18 del mes de septiembre).



     En primer lugar darles las gracias a responsables y trabajadores municipales por la cuidada edición de la tradicional Revista de Feria y su moderna iniciativa de digitalizarla y colgarla en la red, lo que nos permite a ausentes y curiosos acceder a sus contenidos en tiempo y forma. En otros municipios afines viven aún en el siglo XX a este respecto.

     Hará como un mes, que el señor coordinador de la misma, a quien le tengo otorgadas facultades plenipotenciarias para hacer y disponer a su antojo sobre todo cuanto por aquí asoma, se puso en contacto con un servidor para hacerme saber que iba a tirar de alguno de los artículos que con la etiqueta de memoria festiva le tengo dedicados a la ya casi bicentenaria Feria Real de Castro del Rio.

  
     Finalmente, según aparece, se ha optado por esas crónicas-reseñas en las que se refleja la manera que tenían los castreños/as de divertirse durante las dos primeras décadas del siglo XX.
     El hecho de ver esos artículos plasmados en papel impreso es algo que no me desagrada, pues creo que así se le da oportunidad para su lectura y conocimiento a todas aquellas personas poco a nada familiarizadas con las nuevas tecnologías, especialmente esos mayores nacidos en fechas muy cercanas a las referidas.
     En un principio pensé que se iba a echar mano de ese otro artículo sobre los orígenes y cambio de fecha operado en el calendario tradicional de esta feria de ganado, que titulé como “Una Feria casi bicentenaria”. Supongo que lo habrán reservado para cuando llegue el cumpleaños. En aras de esa futura conmemoración aporto un nuevo documento obtenido en uno de de mis habituales paseos por las páginas de la prensa histórica. Estaba buscando pan y me encontré con un queso (más sustancioso).
     Se trata de un anuncio insertado en el Diario de Córdoba con cargo a la Municipalidad, que nos permite certificar el año exacto en que la Feria de Castro pasa a celebrarse los días 16, 17 y 18 de septiembre. El cambio, como ya intuíamos, obedece al propósito de las autoridades locales de reactivar ese mercado, que por competencia de otros cercanos parece que no terminaba de alcanzar el grado de participación deseable.


FERIA DE CASTRO DEL RIO


      La que se celebra en esta Villa en los días 22, 23 y 24 se Septiembre de cada año, ha sido trasladada con superior aprobación al 16, 17 y 18 del propio mes. Esta innovación que facilita la concurrencia a la Feria de los comerciantes, especuladores, labradores y ganaderos sin perjudicar las demás, cree la Municipalidad que redundará en su engrandecimiento y ventajas.
     La estación, un lugar espacioso y ameno para celebrar la Feria que no tiene impuestos ni gabelas, una población surtida por su suelo de los artículos más precisos para la vida, y un rio contiguo para abrevadero y descanso de los ganados, todo hace esperar que dicha feria prosperé en beneficio público, y para conseguirlo el Ayuntamiento tiene tomadas otras medidas que asegurarán la comodidad y bien estar de los concurrentes.

     Castro del Río, 31 del Julio de 1858.

     
     Como podrán comprobar se libera a los concurrentes a este mercado de cargas impositivas para promocionarla. He intentado localizar en los años siguientes noticias con las que verificar el éxito alcanzado por estas iniciativas.
     Por aquellos años los contenidos de los diarios provinciales apenas si reservaban espacio a noticias y acontecimientos relacionados con los pueblos, mayormente por limitaciones de espacio, aislamiento o por no hallarse generalizada aún la existencia de corresponsales en las distintas localidades, donde en raras ocasiones los periódicos llegarían con frescura a sus suscriptores.     
     Por lo pronto, la del año 1860, sería suspendida por miedo a que se extendiera alguna de esas enfermedades infectocontagiosas que solían cebarse de vez en cuando con las poblaciones en los meses estivales:
 
La Alborada (14 de septiembre de 1860)
 
 

     A partir del año 1866 el entorno del recinto ferial se vería considerablemente engrandecido y embellecido con la inauguración de la Nueva Puerta del Puente.



     Esta puerta con sus arcos, que entorpecían el tránsito de los modernos vehículos automóviles, desapareció casi a la par que las transacciones de ganado que dieron origen a la Feria.
     Durante las últimas décadas, ya perdida su esencia original, se procura ajustar la programación festiva lo mejor posible a esas fechas tradicionales. Su alteración depende del calendario del año en curso, procurando siempre que el último día de feria caiga en sábado. Acertada decisión, que permite a quienes residen fuera del municipio disponer al menos de un par de días para disfrutar de la feria de su pueblo. A destacar la especial densidad de visitantes de la vecina villa de Espejo (casquetas) en esa última jornada.

     Feliz Feria Real a todos/as (casquetas y carteyanos incluidos) y los aficionados estén atentos a próximos carteles taurinos.

09 septiembre 2012

Castro del Río: "Las novilladas festivas de 1968".


    
      Cuando me interesé por la figura y andadura del torero castreño Francisco Villalba “El Feo”, me serví del anuncio de dos festejos taurinos y otras noticias que aparecieron en la revista-programa de Feria del año 1968, que generosamente como siempre, puso ante mis ojos el impresor Francisco Morales a través de su único heredero.



     En posteriores pesquisas conseguí contactar con el ex novillero rambleño Juan Hidalgo, compañero de cartel de “El Feo” en una de aquellas novilladas sin picadores celebradas durante la Feria Real de Castro del Río del referido año. Este buen hombre, ligado aún al mundo taurino como aficionado práctico y promotor de eventos taurinos en su pueblo, se mostró receptivo desde un primer momento con la idea de recuperar la memoria de aquellos toreros, que aunque no llegaran a triunfar y a vivir plenamente de esta difícil profesión, fueron capaces de movilizar los medios a su alcance en pro de la consecución de tan ansiado objetivo.
     Juanito, como le gusta que le llamen sus amigos, gentilmente me proporcionó el cartel original de aquel ciclo festivo, así como otro anterior de la Feria de Santiago, en el que también compartió plaza con el prometedor novillero castreño.
     Estamos pues ante una serie de novilladas organizadas ex profeso para rodaje y lucimiento de El Feo ante sus atentos y entusiasmados paisanos:

     “Ese muchacho humilde y sencillo, que con ahincó y tenacidad lucha y trabaja para abrirse paso en el arte que constituye su verdadera vocación y esperanza: EL TOREO”.

     La expectación que se organizó en Castro del Río “ante la posibilidad de que en fechas muy próximas la población pudiera contar con su torero” fue la responsable de la repentina inclusión de los toros en las programaciones festivas de esta localidad cordobesa, de las que se hallaba ausente desde los albores de la segunda década del siglo XX, exceptuando una especie de corrida mixta organizada en la posguerra.
     El entrecomillado pertenece al capotazo que José García Carrasquilla (el popular escribiente de la secretaría del Ayuntamiento), intentara echararle a este joven castreño empecinado en convertirse en torero:


(El artículo completo de Carrasquilla titulado “Un torero castreño está llegando” puede leerse completo en aquella primera entrada dedicada a El Feo)
     En los comentarios de aquella entrada de aproximación, que subtitulé “Aprendiendo a ser torero”, demandaba colaboración con vistas a seguir desentrañando incógnitas en torno a su posterior trayectoria. Una de sus hijas y José Luis Gran Gallego “Romito”, autor de la monografía que utilicé básicamente para documentarme, casi a la par, me proporcionaron su número de teléfono. Intenté ponerme en contacto con él en varias ocasiones sin conseguirlo. Dejé el tema como aparcado y fui dilatando en el tiempo esa entrevista telefónica, que todavía no ha llegado a producirse, entre otras cosas, porque me retuvieron temores de meterme en empresas que sobrepasen mi capacidad de trabajo.
     Tal vez, por mi sui generis afición por los toros, creo no ser la persona adecuada para abordar un trabajo de carácter biográfico de una envergadura que vaya algo más allá de unas insignificantes entradas en un blog personal. El propio José Luis Gran “Romito”, amigo personal de nuestro protagonista y “contador consagrado de historias taurinas”, avalado por una ya dilatada experiencia en publicaciones en las que consigue adentrarse sabiamente en esa intrahistoria del mundo de los toros a base de anécdotas y vivencias personales, creo que sería la persona ideal para tal empresa. Estoy dispuesto a colaborar con una colección de recortes de prensa que mantengo almacenada.
     De momento, aprovechando el inminente inicio de la Feria Real de Castro del Río, transcurrido ya casi medio siglo de aquel primer y creo que único contacto de El Feo con la afición taurina de su pueblo, desgranaremos y nos detendremos brevemente en la información que nos suministran esos carteles cedidos gentilmente por el ex novillero Juan Hidalgo de la Rambla (Córdoba).


Feria de Santiago
    
    Tal como se puede apreciar, figura como empresario el ex matador de toros jiennense Pablo Sabio González (Parrao), aunque según Juan Hidalgo realmente detrás de la organización de aquellos festejos  se hallaba el popular apoderado Rafael Sánchez Ortiz “Pipo” , que después de descubrir y promocionar la carrera de grandes figuras del toreo como Manuel Benítez “El Cordobés” o el linarense José Fuentes, andaba a la búsqueda de nuevos valores.

     En aras de la también necesaria e imprescindible rentabilidad empresarial, supo conformar unos carteles compuestos exclusivamente por aspirantes de la comarca, que durante aquellos años de especial fiebre por la tauromaquia, venía a garantizar la venta completa del aforo de una coqueta plaza portátil (la más bonita y cómoda de España) instalada a las afueras de la población.

     De los ocho novillos adquiridos por el empresario para los festejos del mes de julio, cuatro estaban reservados para el torero local, dos para el también emergente novillero de la vecina y hermana localidad de Espejo, Antonio Porras, y uno respectivamente para José García “El Carteyano” y el amigo Juan Hidalgo, que según pudo contarme tuvo conocimiento de aquella oportunidad hallándose convaleciente de una cornada en el sanatorio de toreros de Madrid de boca de el mozo de espadas de “El Purí”.

     La trayectoria de Antonio Porras Lucena, único que llegaría a convertirse con el tiempo en matador de toros, precisamente apoderado por el Pipo, puede consultarse en el enlace que acompaña a su nombre y apellidos.
     De “El Carteyano” disponemos de escasa información. Conocemos que irrumpió con fuerza a principios de la década de los 60 con una serie de exitosas actuaciones en la plaza de toros de Cabra. El Maestro Rodríguez, director de la banda municipal de Cabrá, llego a componer un pasodoble en su honor. Por estas fechas era ya un novillero venido a menos, a quién no favoreció la suerte tras su debut con picadores (1964).
     Las expectativas que surgieron en torno a él, sirvieron al menos durante un tiempo como nexo de unión entre los numerosas personas de aquella naturaleza (Nueva Carteya) emigradas e instaladas en la industrial localidad barcelonesa de Tarrasa, que llegaron a constituir una la tertulia taurina bautizada como “El Carteyano”, con sede en el "Bar Gran Parada", lugar habitual de descarga y suministro de los tan añorados productos de la tierra (aceite y vino).
     De Juanito Hidalgo les dejo, de momento, con un cartel y una bonita foto de sus inicios como becerrista.



    Completa el cartel el obligado patrocinio publicitario, en este caso con el famoso motivo taurino y los productos de la casa Osborne, y lo que costó en pesetas ver estas corridas a quienes se congregaran en aquella plaza.



Feria Real



     El presumible éxito en taquilla de aquel primer ciclo animaría a Pipo a organizar una segunda tanda de novilladas, ahora con una poquita más de envergadura (seis novillos por festejo). Repiten los mismos espadas de julio, con la salvedad de El Carteyano sustituido por el granadino “El Zoilo”, de cuya promoción ya se venía ocupando este peculiar apoderado y marisquero cordobés
    
     Lo más probable es que las crónicas de estas corridas llegaran a publicarse en la prensa provincial. Como disponemos del testimonio de uno de sus protagonistas, sabemos que en la tarde del 18 la presidencia se mostró excesivamente benévola y dadivosa o los novilleros rayaron la perfección (Hidalgo y Porras cuatro orejas y un rabo cada uno, y el local que parece estuvo ligeramente más deslucido que sus compañeros, otras cuatro orejas pero sin rabo).

     En la fotografía que mostramos, procedente de la colección particular de Juan Pinillos Criado “Juanele”, se aprecia como es triunfalmente sacado a hombros por los aficionados locales portando orejas y rabo, por lo que debe de corresponderse pues con la del día anterior.
     Aunque no pertenezca a esta serie de festejos, utilizo para ilustrar otra espectacular foto de las que me remitió Juan Hidalgo que se corresponde aproximadamente a esa misma fecha.

     A Juan Hidalgo, por simple agradecimiento, tengo pensado dedicarle una entrada aparte (si las fuentes y este buen hombre, de carácter humilde y afable, me lo consiente).

     Para cerrar, inserto unas ilustraciones y fotografías de “El Porras” de Espejo, el único que llegaría a doctorarse de matador de toros, aunque con no demasiada suerte. Lo que más trasciende del arte de este torero espejeño es la recuperación de la antigua suerte taurina del salto de la garrocha. Creo que ejecutándola sufriría una grave cogida que de alguna manera determino el fin de su carrera.




     Me consta que Juan Hidalgo mantiene amistad y comunicación con Antonio Porras. La última vez que mantuve conversación con él, vía facebook, le proporcioné el teléfono de Francisco Villalba “El Feo”. Por su cabeza rondaba la posibilidad de organizar una reunión de amigos y compañeros en la que salieran a relucir esos viejos recuerdos, como por ejemplo estas exitosas novilladas de Castro del Río en las participaron juntos. Desconozco si finalmente sus respectivos calendarios y ocupaciones permitirían que se materializase aquel deseo.