En una entrada anterior dedicada al arquitecto neoclásico
Luis de Huertas Toribio, natural de Porcuna (Jaén), mencionábamos la importancia de la recomendación
efectuada por Francisco Sabatini, a la sazón Arquitecto o Maestro Mayor de
Obras del Reino de España, para que éste pasara a ocupar la plaza vacante de
Maestro Mayor de las Reales Obras de Fortificaciones en la Plaza e Isla de Puerto
Rico.
Arribada
“En el Bergantín
Correo de S.M. el Infante a cargo de su capitán Josef Suarez Quirós llegó a este puerto en 12 de
agosto próximo pasado don Luis Huertas, Arquitecto aprobado por la Real
Academia de San Fernando, nombrado maestro mayor de las Reales Obras de
fortificaciones de esta Plaza por la R.O. que se sirvió V.E. comunicarme con
fecha de 13 de febrero último. Doy a V.E. parte de su llegada para los efectos
convenientes” (1).
Puerto Rico
a 22 de septiembre de 1796.
Firmado:
Ramón de Castro (Gobernador y Capitán General de Puerto Rico)
![]() |
Ramón de Castro y Gutiérrez |
El propio Sabatini, por su condición de Teniente
General del Cuerpo del Ingenieros Militares, fue el responsable de la designación
del Coronel e Ingeniero Tomás Sedeño,
que arribaba a la Plaza de Puerto Rico en fecha
cercana a la que lo hiciera Luis de
Huertas (2).
El ingeniero Tomas Sedeño y el Maestro Mayor Luis de
Huertas terminarían conformando un equipo de trabajo que dejará su huella en la
Isla. Su trabajo traspasa con creces las obras de defensa y fortificación en
principio encomendadas. Intervienen juntos como proyectistas tanto en edificaciones civiles como religiosas ejecutadas durante el primer quinquenio del
XIX.
Ambos tendrían un bautizo de fuego. Al año siguiente
de su llegada (1797) tuvieron que poner en práctica sus conocimientos en
materia de defensas y fortificaciones durante el sitio que sufrió la isla por
parte de la flota inglesa.
Expuestos a las acometidas de los cañones
enemigos participaron en primera línea en los urgentes trabajos de construcción
de defensas en los puntos estratégicos.
Luis de
Huertas intentaría sacarle partido a su comportamiento heroico solicitando “graduación militar, fuero y uso de uniforme
correspondiente a su clase”.
“El
Capitán General dirige una instancia de don Luis de Huertas, Arquitecto
aprobado por la Real Academia de San Fernando, y maestro mayor de las obras de
fortificación de aquella Plaza e Isla, en que hace presente su mérito contraído
durante el último sitio asistiendo bajo la dirección de su Comandante a la
construcción de Baterías, Espaldones y reductos, principalmente en las obras
del fuerte y puente de San Antonio donde sufrió las mayores fatigas y riesgo de
la vida por el rigor del fuego de los enemigos que se dirigía a aquel punto, en
cuya atención y lo mucho que se esmeró para animar con su ejemplo a los
subalternos y trabajadores; Suplica a V.M. se digne a concederle la graduación
militar que más sea del real agrado y quando no, el fuero y uso del uniforme
correspondiente a su empleo, o la gracia que fuere más conforme al Soberano
arbitrio de V.M.
Los jefes apoyan su mérito, exactitud y
desempeño con que se portó durante el tiempo del sitio, y lo consideran
acreedor al premio que V.M. tenga a bien dispensarle”.
Junio
de 1798 (3).
Denegado por S.M. (3) |
Con posterioridad al sitio se realizaron importantes
trabajos de reconstrucción, especialmente en el fuerte de San Jerónimo, defensa
a la entrada del canal de San Antonio, que quedó prácticamente destruido por la
acción de los cañoneros ingleses.
Entre su producción arquitectónica en la isla de
Puerto Rico ocupa un lugar principal la Catedral de San Juan Bautista
reedificada sobre otra anterior de estilo gótico.
En 1801 el comandante de Ingenieros Tomas
Sedeño, ante el peligro que representa para la feligresía la debilidad
estructural del antiguo templo catedralicio, especialmente en la parte del
crucero, contando con la obligada anuencia del gobernador de la plaza opta por
suspender con carácter de urgencia la celebración de oficios religiosos en el
mismo.
Casi de
inmediato, con el imprescindible concurso del arquitecto Luis de Huertas, se
elabora un proyecto de reconstrucción.
El plano general
del citado proyecto, que fue presentado el 1 de junio de 1801, está publicado
en la Historia General de las Artes Plásticas en Puerto Rico de Osiris Delgado
Mercado (Fig. 115). No he sido capaz de localizar un ejemplar de la misma entre
los fondos de la BNE ni en cualquier otra biblioteca pública o universitaria de
los territorios del núcleo del antiguo imperio colonial (Reino de España).
Sería de agradecer que cualquier curioso o investigador de naturaleza o
residencia boricua, que pudiera tener acceso a la lectura de esta entrada, nos
lo proporcionara para poder incorporarlo a posteriori.
Una vez
aceptado, el 9 de noviembre del mismo año se produce la ceremonia de puesta de
la primera piedra. Aunque con importantes reformas posteriores, el memorial
presentado por Sedeño y Huertas responde básicamente a la Catedral que llega a
nuestros días (4).
Para poder hacer frente a tan cuantioso gasto el gobernador Toribio Montes, con la anuencia de los cabildos civil y eclesiástico, estableció en 1805 un impuesto de un cuarto (cuatro maravedíes) sobre libra de pan cocido.
Para poder hacer frente a tan cuantioso gasto el gobernador Toribio Montes, con la anuencia de los cabildos civil y eclesiástico, estableció en 1805 un impuesto de un cuarto (cuatro maravedíes) sobre libra de pan cocido.
Por falta
de fuentes y conocimientos nos abstenemos de entrar en consideraciones estilísticas
de una manera profunda. A simple vista tanto en su fachada como en la nave
central se aprecia claramente el gusto por la sencillez, de predominio de lo
arquitectónico sobre lo decorativo, la pureza de líneas y proporciones simétricas
propias del estilo neoclásico.
En la fotografía
de la fachada (finales del XIX) todavía no se había producido el realce de
altura consistente en la incorporación de un nuevo cuerpo para la hornacina del
santo rematado con un frontón triangular que presenta en su traza actual.
También conocemos sobre su participación en otro
edificio religioso: Iglesia de Barranquitas.
El poblado de Barranquitas fue fundado en 1803.
Desde un primer momento cunde el deseo entre sus pobladores de constituirse
en parroquia independiente. A tal
propósito coadyuvo considerablemente el especial empeño del Obispo Arizmendi
que facultó a sus vecinos para levantar parroquia. La primera piedra fue
bendecida el 12 de julio de 1804 por el párroco de Coamo. En el año de 1806, con
planos realizados por el arquitecto español de Luis de Huertas, es cuando se
aborda de lleno su construcción. Para 1808, cuando el poblado obtiene personalidad
jurídica propia ya se hallaba terminada (5).
En este
dibujo realizado a partir de una postal de finales del XIX se aprecia perfectamente
su fisonomía original que ya no tiene nada que ver con la actual.
Real
Cárcel del Cabildo
En 1810 Luis de Huertas interviene en la tasación de
una casa propiedad de Juan Jacinto de Rivera situada en la Calle de la Luna, a
espaldas de las casas consistoriales, finalmente adquirida por el Cabildo para
acometer el ensanche de la Real Cárcel.
El propio
Luis de Huertas es nombrado para ejecutar el proyecto. Su financiación va a
provocar un conflicto entre los cabildos civil y eclesiástico ya que el
impuesto sobre el pan, aplicado antes para la Catedral, se transfiere a esta
nueva obra.
La idea fue
impulsada por el gobernador Salvador Meléndez e iba acompañada de un moderno
proyecto de rehabilitación de reclusos. Consistió en construir un departamento
incomunicado del resto de instalaciones del edificio y con salida independiente
al exterior para que sirviera de asilo a presos jóvenes por delitos leves. El
alcaide Carrero se comprometió a procurar la educación de los mismos en
diferentes oficios (6).
No ha
llegado hasta nuestros días. A mediados del XIX el edificio del Ayuntamiento se
verá sometido a una nueva remodelación profunda con proyecto del arquitecto Pedro
García. Al variarse la fachada, quiso el arquitecto darle la mayor semejanza
posible con la del ayuntamiento de Madrid de donde era natural.
En fecha indeterminada construyó una Casa para uso particular y familiar. En las Actas del Cabildo consta su solicitud:
“Se tuvo presente el expediente movido por
don Luis Huertas sobre la venta de tres varas y media de terreno que trata de
comprar, como pertenecientes a los propios de la ciudad, para edificar la casa que
ya ha empezado a construir en la plazeta de las madres monjas carmelitas”.
Llama la
atención el hecho de que sea tenida en cuenta con las obras ya iniciadas. Esto
nos puede inducir a pensar en un trato de favor. También es cierto que esas mismas
actas recogen reclamaciones de haberes de Luis de Huertas “maestro mayor arquitecto de fortificaciones de la plaza” contra los
fondos propios del Cabildo (7).
![]() |
Plaza de las Monjas en 1902
No ha quedado memoria de la misma. Incluso es
posible que no llegara a terminarse por su prematuro fallecimiento.
Conocemos que tuvo descendencia. Un próxima meta
consistirá en dar con la misma, desentrañar con exactitud la fecha de su
nacimiento y clarificar su más que presumible parentesco con el también
arquitecto porcunense Tomás Toribio Huertas cuya carrera profesional trascurre
en Montevideo (Uruguay) casi en paralelo.
FUENTES UTILIZADAS
(1) Luis Huertas. Destino a Puerto Rico (1796).
Archivo General de Simancas: SGU,LEG,7243,49. Portal Pares MCU.
(2)
Tomás
Sedeño. Pasaporte de embarque (1796). A.G. de S: SGU,LEG,7243,40
(3)
Luis
de Huertas. Solicitud de Ascenso (1798). A.G. de S: SGU,LEG,7245,18.
.
(4) Osiris
Delgado Mercado / Historia General de las Artes Plásticas en Puerto Rico. 1994.
(5) Lino Gómez Canedo. O.F.M. / Los
Archivos Históricos de Puerto Rico. Apuntes de una visita. A.G. de Puerto Rico
1964.
(6) Francisco M. Zeno / Historia de la
capital de Puerto Rico. Oficina de Actividades Culturales, Gobierno de la Capital,
1959 - 498 páginas.
Revista Plural. Volúmenes
3 y 4. Administración de
Colegios Regionales, Universidad de Puerto Rico, 1984.
(7) Actas. Publicación Oficial del
Gobierno de la Capital. San Juan (P.R) Cabildo. 1970.
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Estimado Sr. Alberto Gay Heredia: Gracias por este precioso rendimiento de conocimiento sobre el arquitecto LUis de Huertas. Puedo intentar ayudarle consiguiendo el libro de Osiris Delgado en mi viaje a Puerto Rico y comunicarle cualquier necesidad para mejoramiento de su investigacion. Quedo atentamente, CArmen Alicia Morales, Presidenta, Asociacion de historia del viejo San Juan, Puerto Rico.
ResponderEliminarEstimado amigo historiador Alberto Gay Heredia, muchas gracias por los datos que me son de mucha utilidad. Si me envía su correo electrónico le puedo remitir datos biográficos de Tomás Toribio que hemos publicado. Un afectuoso saludo. Arquitecto Ramón Gutiérrez (ramongut@interserver.com.ar)
ResponderEliminarEstimado Sr. Gay Heredia, quiero expresarle lo afortunado que me siento de haber leído sus investigaciones acerca de Luis Huertas. Quedo a su disposición.
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