Castillo de Lopera |
No es mi intención ponerme demasiado pesado con la figura de Bartolomé José Gallardo, pero antes de que se ausente provisionalmente de mi cabeza (siempre se puede retomar cuando emerjan nuevas fuentes), quisiera aprovechar la reciente incursión centrada en su destierro cordobés, para divulgar episodios relacionados con un corto, aunque no exento de intrigas, periodo de residencia en tierras jiennenses, en concreto en la vecina villa de Lopera.
A finales de 1830, Bartolomé José Gallardo harto ya de su residencia forzada en Castro del Río (Córdoba), debió de mover alguna influencia para que se le concediera el traslado que tenia solicitado hasta la localidad toledana de Talavera de la Reina.
Al pasar por la villa de Lopera, so pretexto de daños causados por una accidental caída de la caballería que lo transportaba, solicitó permanecer en la misma. Fueron varios los meses que permaneció en situación de convaleciente.
Rafael M. Ramírez de las Casas-Deza (su buen amigo cordobés y primer biógrafo) cree que se trataba de una treta urdida por el propio Gallardo, que apostó por permanecer a toda costa en aquella villa jiennense por el tiempo posible, a la espera de que prosperará una inmediata conspiración liberal que se estaba fraguando en Andalucía (1).
Efectivamente, por esas fechas hubo cierto movimiento insurreccional entre las filas liberales. A finales de enero de 1831 se produce un frustrado intento de desembarco del General Torrijos en las costas de Algeciras (operaba e intrigaba desde Gibraltar donde había encontrado refugio).
José María de Torrijos y Uriarte (1791-1831) |
A principios de marzo se produce una nueva intentona de sublevar Cádiz y San Fernando, en la que vuelve a estar implicado Torrijos. El movimiento seria atajado enérgicamente por el gobernador y subdelegado de policía en Cádiz, Brigadier don Antonio del Hierro y Oliver, que a los pocos días resultaría asesinado. Como respuesta, una feroz represión y cerca de cuatrocientos insurgentes hechos prisioneros, quienes “gracias al sentimiento de humanidad y clemencia de S.M. el Rey no fueron todos fusilados sino diezmados” (2).
Fusilamiento de Torrijos |
Cuando todo esto acontecía en Cádiz, Gallardo ya se hallaba de regreso en Castro del Río, hasta donde fue devuelto por las autoridades loperanas. Gallardo cuando aquella caída, “para dar mayor apariencia de verdad a su indisposición, mando llamar a un médico muy dado a las letras, por cuyo motivo le había conocido en Sevilla y que se hallaba establecido en Bujalance”. Ni aun a éste le desvelaría el asunto del complot antimonárquico. Después de aquel primer reconocimiento a la carta, debió despertar las sospechas e incredulidad de las autoridades realistas loperanas que lo restiruyeron a Castro del Río, entre cuyos “garamantas fieros” permanecería aún por espacio de un año aproximadamente (3).
En diciembre de 1831, cuando ya le quedaba poco para abandonar definitivamente la villa del Guadajoz, en una carta dirigida a don Joaquín Rubio, aflora más que resignación, cierto cansancio:
«Amigo querido: el de siempre, lo de siempre y como siempre. Yo no me mudo, me mudan, sí, de cuando en cuando, para que sepa mas de toda mala ventura. Del año pasado acá, poco hay que de contar sea; porque año más o menos de desdichas ¿qué es todo ello comparado con la eternidad?» (4)
Esa corta estancia de Gallardo entre loperanos, unida a su pasión bibliográfica, quizá sean las responsables de unas anotaciones relacionadas con la localidad, que quedaron reflejadas en sus célebres papeletas, que terminarían conformando el grueso de los tomos de su más reconocida obra, su “Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos”.
Es en su tomo IV donde se menciona un opúsculo titulado “Satisfacciones Médicas físicas. Donde se declara que un mixto perfecto puede haber coexistencia de cualidades contrarias excedentes, no en cuanto es uno simpliciter, sino en cuanto a compuesto de diferentes sustancias” del que es autor el médico de la villa de Lopera, Licenciado Don J.B. Saura y Arriola, fechado en el año 1674. Incluye los parabienes del Muy Ilustre Sr. Don Pedro de Toledo y Osorio, Deán y canónigo de la Santa iglesia de León, y Comendador de Lopera.
Consta de 32 páginas en 4º, más 11 de principios, en las que se recogen los juicios críticos de otros eminentes doctores:
Consta de 32 páginas en 4º, más 11 de principios, en las que se recogen los juicios críticos de otros eminentes doctores:
Ya de camino, he rastreado los IV tomos del Ensayo bibliográfico de Gallardo en busca de obras de autores naturales de Porcuna. Sólo se consigna al Licenciado Pedro Palomino, poeta de segunda o tercera fila, que participa en una especie de fiesta o certamen poético, con estructura teatral, convocado y organizado por la Universidad de Baeza en honor de La Inmaculada Concepción:
Relacion de la Fiesta que la insigne Vniversidad de Baeça celebrò à la inmaculada Concepcion de la Virgen Nuestra Señora. Con la Carta qve la dicha Vniversidad escribiò à su Santidad, y el singular Estatuto hecho en fabor de la Concepcion. Dispuesta por el Maestro Don Antonio Calderon Catedratico de Artes. Dirigida a la muy Noble y Antigua Ciudad de Baeça. (Baeza: Pedro de la Cuesta, 1618).
Relacion de la Fiesta que la insigne Vniversidad de Baeça celebrò à la inmaculada Concepcion de la Virgen Nuestra Señora. Con la Carta qve la dicha Vniversidad escribiò à su Santidad, y el singular Estatuto hecho en fabor de la Concepcion. Dispuesta por el Maestro Don Antonio Calderon Catedratico de Artes. Dirigida a la muy Noble y Antigua Ciudad de Baeça. (Baeza: Pedro de la Cuesta, 1618).
Entre la amplia nómina de bates que allí se dieron cita, y cuya poesía está incluida dentro de este impreso, estaba el Licenciado Pedro Palomino, natural de Porcuna. Se conserva un ejemplar del mismo en la BNE.
Como de alguna manera, el legado de B.J.Gallardo, comúnmente aceptado como padre de la bibliografía española, ha acentuado mi pasión buscadora via google, la calcografia de la Inmaculada que se inserta pertenece al grabador-ilustrador Fr. Ignacio de Cárdenas (O.F.M) y aparece en el frontis de un opúsculo titulado:
NOTAS
(1) Luís María Ramírez de las Casas Deza en Semanario Pintoresco Español (mayo-junio de 1853) se convirtió en su primer biógrafo, al publicar por entregas, varios artículos sobre la trayectoria vital del polifacético Bartolomé José Gallardo.
(2) Diario de Avisos de Madrid (15 de marzo de 1831)
(3) Ramirez de las Casas Deza op. cit; Marques Merchán J. Don Bartolomé José Gallardo. Noticias de su vida y escritos. Madrid, 1921.
(4) Marques Merchán J. Don Bartolomé José Gallardo. Noticias de su vida y escritos. Madrid, 1921.
genial
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