Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

11 junio 2010

JOSE SANCHEZ ROSA II


De propaganda por tierras cordobesas
(1910-1918)


   Desde el carnaval de 1910, en que visita por primera vez la provincia de Córdoba invitado por la Sociedad Obrera Luz del Porvenir de Bujalance, hasta el verano de 1918, que lo hace por última, llevo regularmente su palabra redentora por la campiña cordobesa, al menos una vez al año, buscando siempre las fechas más convenientes, los descansos en las viajadas agrícolas: Carnaval, San Pedro, Santiago, Todos los Santos o Navidad, y de esta manera hacer extensivas sus propagandas al mayor numero posible de jornaleros del campo.
   En 1919 sufre varias detenciones y es desterrado, en compañía de otros compañeros sevillanos, a la Siberia extremeña. Este mismo año se produciría una abrupta ruptura entre Sánchez Rosa y la Regional andaluza de la CNT, de la que terminaría siendo expulsado. Abandona sus viajes de propaganda, centrándose en su labor pedagógica y editorial.
   Esa desavenencia y la rigurosa represión ejercida contra el anarcosindicalismo tras las primeras huelgas del denominado trienio bolchevique, posiblemente afectara al Centro Obrero (CIO-SOV) de Castro del Río, cuando algunos de los hasta entonces más caracterizados militantes, abandonan el sindicato. Será el caso de Benito Cordobés Herencia (1884-1936), Antonio Pérez Rosa (1882-1941) e Ildefonso Bello Fernández ( 1884- + ?), curiosamente los tres para dedicarse al negocio de las ampliaciones fotográficas como medio de sustento, dispersándose por diferentes puntos de la geografía provincial y andaluza.

    
El historiador local Francisco Merino Cañasveras (Castro del Río del rojo al negro), que tuvo la suerte de entrevistar a viejos militantes castreños durante la década de lo 70, nos informa, de que el Centro Obrero reunido en asamblea, adopto el acuerdo de no cotizar a la Confederación, en tanto y en cuanto no se resolviera el asunto Sánchez Rosa.
    

   
   Por ese especial apego, la reedición de sus obras y algunas nuevas, seguirán nutriendo los estantes de la biblioteca de su Centro Obrero, o depositadas sobre los pupitres de su Escuela. Sus famosas Gramática y Aritmética seguían utilizándose en el periodo republicano, como herramientas imprescindibles para la alfabetización de adultos. Su retrato, ocupará siempre un lugar preferente dentro del mismo.
   Conservo bajo mi custodia la undécima edición (1927) de  La Aritmética del Obrero, generoso regalo de una vecina de la calle Pósito, que se libró milagrosamente de los avatares, quemas y expurgos, que se desatan a raíz de la sublevación militar de Julio de 1936 (Gracias Petra). Su prólogo, es por si mismo, toda una declaración de principios sobre su propósito editorial:






1910: Bujalance, primera visita a la provincia de Córdoba

   En este año, las sociedades obreras de inspiración anarquista de la provincia de Córdoba emergen de nuevo tras el periodo de crisis posterior a la exaltación de principios de siglo. Bujalance será la primera en reaparecer: “Las masas obreras no acudían a las nuevas sociedades; duraba aún el amargor y desencanto de las derrotas. Por otra parte, los trabajadores que no habían perdido del todo los alientos bélicos ingresaban en la conjunción republicana socialista. La Luz del Porvenir de Bujalance creyó remediar la situación trayendo en viaje de propaganda al veterano anarquista José Sánchez Rosa, que con tal motivo visitó por primera vez nuestra provincia; en aquella ocasión levantó los ánimos entre los obreros bujalanceños” (1)



   Esta primera visita fue durante el carnaval (Marzo) y coincide con el nacimiento legal de la sociedad bujalanceña. En este mitin debieron estar presentes los impulsores del Centro Obrero Instructivo de Castro del Río, que apenas dos meses después se constituye legalmente.
   El semanario anarquista Tierra y Libertad en su sección Maremagnum se hace eco de su nacimiento: “En Castro del Río se ha constituido con el nombre de Centro Instructivo de Obreros un sindicato de resistencia contra las demasías patronales y a la vez propagador de la enseñanza racionalista. Mucha y buena labor esperamos de los entusiastas compañeros de Castro del Río”. (2)
   Parece ser que en su gestación convergen dos iniciativas. Por un lado un grupo de antiguos militantes de las desaparecidas sociedades Luz del Porvenir y Amor al Trabajo, que durante el periodo de crisis habían seguido manteniendo contacto con la prensa ácrata como suscriptores (Andrés Jiménez Tapia, Fructuoso García Merino, Juan Viudez Hervás , Antonio Moreno Aranda, Andrés Sánchez Reyes…), que fueron quienes presentaron ante el gobierno civil el reglamento de Centro Instructivo de Obreros; y por otra, una nueva generación (José Dios Criado, Benito Cordobés Herencia, Antonio Pérez Rosa, Ildefonso Bello Fernández, Antonio Camargo Algaba….) posiblemente iniciada por los anteriores mediante el típico trasiego mano a mano de la prensa obrera, que llegaron a presentar otro reglamento diferente bajo la denominación de Ciencia y Solidaridad:“Sociedad que no llegó a constituirse como tal, pues al ir Antonio Pérez Rosa al Gobierno Civil a retirar su reglamento, le fue entregado otro aprobado y firmado, que sin duda tenían presentado con anterioridad bajo el titulo de Centro Instructivo de Obreros con el que se constituyeron y hoy se rigen”. (3)

(1) Juan Díaz del Moral / Historia de las agitaciones campesinas andaluzas. Alianza Universidad 1984. Págs. 240-241
(2) Tierra y Libertad. 4ª época. 1910
(3) Archivo Histórico Municipal de Castro del Río.

Año de 1911

Febrero (Carnaval):
Controversia con el socialista Juan Palomino Olalla en Castro del Río.

   Para entender el significado de este acto, hemos de retrotraernos a las elecciones a diputados a Cortes de mayo de 1910, en las que el liberal independiente José Fernández Jiménez se hace con el acta de diputado por el distrito de Montilla, arrebatándosela a los conjunción republicana socialista encabezada por el catedrático republicano federal Manuel Hilario Ayuso. Todo indica que el apoliticismo de las sociedades obreras de Castro y Espejo lesionó seriamente los intereses republicanos. A nivel nacional, en esas mismas elecciones Pablo Iglesias obtiene acta, ocupando el primer escaño socialista en la historia de este país.

Juan Palomino Olalla, zapatero cordobés, propagandista de la anarquía, con cierto protagonismo y liderazgo entre las sociedades obreras de la capital y provincia durante los primeros años del siglo. En julio de 1910 aún figura su nombre como donante para el número extraordinario del 26 de julio de Tierra y Libertad conmemorativo de los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona.
   En pocos meses se retracta de sus ideas anteriores e ingresa en las filas del socialismo de la mano del catedrático del Instituto de Córdoba Juan Moran Bayo presidente de la recién creada Agrupación Socialista.     
   Organiza a los camareros, cocineros y similares y a los ferroviarios de la capital. Valiéndose de su ascendiente anterior, delegaron en él para mitinear por diferentes pueblos de la provincia, con el firme propósito de ganarse para su causa política determinados sectores del proletariado.
   En el mitin que celebró en Castro del Río se atrevió a decir:
    “Que los obreros que no pertenecieran a la conjunción republicano socialista, eran enemigos de la libertad y traidores de la causa obrera.
   Los compañeros de Castro le llamaron la atención y el mozo dijo que sostenía su afirmación y la controversia con quien quisiera.
   Quise yo controvertir (Sánchez Rosa), y fui a Castro del Río, a donde acudió Palomino, y sostuvimos frente a cuatro mil personas nuestra controversia, que duró desde las dos de la tarde hasta las seis de la misma. Y como quedó Palomino y su política, no es a mi a quién le toca decirlo, que hablen los que nos escucharon. Yo solo diré que el Palomino no ha puesto más los pies en Castro del Río, y yo he vuelto a celebrar otros actos de propaganda, a los que todo el pueblo acudió a oír lo que les he dicho….”

   De otro artículo publicado por Manzano del Real (inseparable de Sánchez Rosa en estas primeras giras) en Tierra y Libertad, se desprenden ciertas insinuaciones de connivencia previo pago, de los anarcosindicalistas de Castro y Espejo con los fernandistas (partidarios o seguidores del diputado Liberal Democrático Independiente José Fernández Jiménez). Estas acusaciones se convertirán en una constante, en todos y cada uno de los procesos electorales que se desarrollarán dentro del pseudo democrático sistema de la Restauración hasta 1923:
  
“Nosotros vamos donde queráis, pero tenedlo por entendido… ¿Comprendéis? Que jamás llegamos a defender ninguna política, ni menos…mucho menos el ir pagado por diputado fernandista, ni jesuita para derrotar partidos. ¿Lo oyen ustedes? Pues ya lo saben. Nosotros no nos vendemos a nadie. Esto lo dice un sietemesino diputado en embrión abogado presumido (Manuel Hilario Ayuso) que cual Palomino, al verse derrotado, aspira a quedar a la altura de los calumniadores cuando el despecho le ahoga. Ya le conocen en Córdoba y su provincia, y como es ídolo de los murmuradores de Castro del Río, yo desde aquí, y nosotros los antipolíticos, les aconsejamos que mediten más, porque los obreros únicamente por sus esfuerzos costearon los gastos de los excursionistas. Ya lo sabéis, y por si quedaran nebulosidades que aclarar, llamadnos donde queráis, ante quien sea y le diremos muy alto…alta la frente y con la conciencia bien limpia: Nosotros no tomamos dinero de los políticos. Nosotros luchamos para y por el obrero….”

   La verdad sea dicha, el diputado José Fernández Jiménez, elegido por primera vez para representar al distrito en 1905, y su clientela fernandista de Castro y Espejo, interfieren desde un principio sobre el obrerismo, o bien para mantenerlos neutros, o acercarlos a su causa. Durante su primera estancia como diputado regaló bibliotecas a sus respectivos centros obreros. Tras perder el acta en las elecciones de 1907, a las que no concurrió al serle retirada la confianza por el sector oficialista del partido liberal encabezado por D. Antonio Barroso Castillo, lejos de desfallecer y con el apoyo de sus partidarios en los diferentes pueblos del distrito irá tejiendo poco a poco una tupida red de clientela política. Se convertiría en el abogado por excelencia de castreños, espejeños y montillanos. En las elecciones municipales de Castro y Espejo, me consta, que llegó a patrocinar candidaturas obreras independientes, que terminarían fluctuando en su órbita. En Castro durante el periodo de crisis asociativa derivó hacia sus filas a algunos de los líderes de aquella primitiva sociedad denominada Luz del Porvenir. Algunos de los más significados incluso llegaron a formar parte del Ayuntamiento de Castro del Río como concejales comparsas, otros se vendieron a cambio de un empleo público o desaparecieron como por arte de magia, caso de Justo Heller, a quien, considero como principal artífice de aquellas maniobras caciquiles.

   Una rotunda sentencia (prosas mínimas) publicada en Tierra y Libertad por Clodoaldo Gracia, maestro de la escuela racionalista de Espejo, debería ser suficiente para eliminar cualquier sospecha:
    “¿Queréis ver todo el cariño, toda la fe, toda la democracia, toda la generosidad, la inmensa generosidad que un político os propaga?
   ¿Queréis verlo? ¿Si? Pues negarle el voto”.

JULIO (Santiago y Santa Ana)
Gira  por Castro del Río (25), Espejo (26) y Córdoba (27).



   El día 25 del próximo pasado julio fui a Castro del Río solicitado por los obreros campesinos que hacían fiesta, a tomar parte en dos actos de propaganda, uno por la tarde y el otro por la noche, a los que concurrieron aquellos sencillos y sinceros trabajadores, puede decirse que todos.
   Allí se hizo propaganda obrera antipolítica, porque el obrero no debe ser político, y en aquellos actos la concurrencia quedó convencida de que la aspiración constante de los explotados ha de ser la de concluir con el orden social, base fundamental de todos los males que sobre la humanidad pesan.
   Al día siguiente salimos de Castro del Río para Espejo, y digo salimos porque en mi excursión me acompañaba Juan Gallego Crespo, que hizo muy buena labor con su propaganda, y llegamos a Espejo, en donde nos esperaban aquellos compañeros campesinos también, por lo que, mas deseosos de redención, porque son los más infortunados de cuantos contribuyen con sus esfuerzos a la producción, nos esperaban en masa para oír de nosotros la manera de combatir las iniquidades para conseguir la libertad y el bien.



   Celebramos por la tarde un mitin y en el señalamos al obrero su verdadero enemigo, el Capital, auxiliado por el estado y la Religión, y ellos quedaron convencidos de que esos tres factores son los que motivan la miseria en los laboriosos y la abundancia en los holgazanes. Quedaron convencidos en que para combatirlos con verdadera eficacia hay que apartarse de la política como si fuera la peste bubónica, porque ella conduce directamente al establecimiento de gobiernos que, sean cuales sean, serán siempre guardadores y fieles defensores de la propiedad y toleradores de farsas religiosas”.

   Antes de regresar a Sevilla celebra una nueva velada en el Centro Obrero de Córdoba donde es retado a controversia por otro antiguo anarquista, ahora concejal republicano, Rafael Camacho “que se tomó muy a mal que se atacara a la política, lo que no supe en el acto, pues de haberlo sabido mis ataques hubiesen sido más directos, hubieran hecho blanco. Pero al día siguiente sale el hombre por peteneras diciendo que está dispuesto a controvertir conmigo en un mitin. De las manifestaciones hechas por Camacho, me enteré estando ya en Sevilla, a donde me escribieron los compañeros de Córdoba, manifestándomelo, a los cuales escribí para que dijeran a Camacho de mi parte que estoy dispuesto a controvertir con él el tema propuesto”.

Tierra y Libertad. 4ª época. 1911. Colaboraciones de Sánchez Rosa (Acepto la Controversia) y Manzano del Real (Lo que somos nosotros).

Juan Díaz del Moral / Historia de las agitaciones campesinas andaluzas. Alianza
Universidad 1984. Págs.249-251

José Luis Gutiérrez Molina / La tinta, la tiza y la palabra. José Sánchez Rosa, maestro y anarquista andaluz (1864-1936). Editorial Tréveris – Libre Pensamiento, 2005.

Francisco Merino Cañasveras / Castro del Río del rojo al negro. 1ª ed 1979, 2ª ed. 1989.

Alberto Gay Heredia / Salvador Cordón: Militante y escritor libertario. El Paseo Cultural, nº 1, septiembre 1997. 

Fotografía: tomada libremente de la red, con la excepción de la del diputado José Fernández Jimenez, sacada de mi archivo personal, y que pongo a disposición de la generalidad.

3 comentarios:

  1. agradecer el esfuerzo que has hecho y aunque soy mas joven que tú , pienso que no debe caer en el olvido todo lo que paso en la campiña cordobesa aunque me tuvieran que traer de muy chiquito aqui a cataluña gracias paisano.

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  2. Hola, buscando la bibliografia de Jose Sanchez Rosa he accedido a este blog, llevo desde bastante tiempo intentando conseguir sus dos obras (Gramatida y Arismetica del obrero), pero no logro encontrarlas, no se si estan disponibles en el mercado, me gustaria que me orientase alguien si es posible.
    Un saludos

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  3. Sus ediciones, abundantes en su tiempo, desaparecioeron la mayoria pasto de las llamas provocadas por manos que las consideraron peligrosas. Yo tengo la suerte de conservar una de la Aritmética de 1927. Si te interesa su contenido me lo haces saber y te la remito por correo electrónico. Del continente olvidate, de ese no me desprendo.

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