Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

04 julio 2012

La transfiguración de San Antonio Abad en Castro del Río.


    
     Las imágenes de culto católico, al igual que las personas y sociedades, pueden verse sometidas a vaivenes históricos que alteren su régimen ordinario de vida. Es el caso de la que mostramos en la cabecera.
     Del capítulo que Fray Juan de Castro le dedica al presbítero Doctor Cristóbal López de Cañete (1567-1637), dentro de su manuscrito “De los escritores naturales de Castro del Río” (se comenzó en 1804) entresacamos la siguiente noticia que nos informa sobre los avatares históricos de la referida imagen:
     “Desde que concluyó sus estudios y se graduó, hasta que fue comisionado a la Real Chancillería, tuvo en Castro su ordinaria residencia, según consta en diferentes documentos, que también manifiestan sus ocupaciones, de los quales citamos algunos. Estando presente aceptó la donación inter vivos , que el 19 de marzo de 1604 por ante Luis Fernández, otorgó en favor suyo su tía paterna Juana Fernández la Peinada, de unas casas en el cercado de la villa en la calle que va al Hospital de San Juan, y de otras en la calle Lobo, que por aquel tiempo se llamaba San Antón, por estar en ella una antigua ermita del Santo Abad: su antigua imagen de talla, de estatura mediana, con el hábito de carmelita, de túnica parda y capa blanca. Arruinada la ermita, se trasladó a este convento del Carmen, donde por muchos años la vimos venerada por los fieles con particular devoción, hasta que en nuestros días, por una providencia inconsiderada, o por una devoción indiscreta, fue transformada y transfigurada en imagen de nuestro padre San Elías Profeta, y se colocó en el retablo del Altar mayor”.



     Todo indica que esta talla de madera, que en la disposición de ese retablo, que conocemos gracias a la ya famosa fotografía de Castellá del año 1915, aparece situada en la hornacina superior, y el Crucificado de la primitiva Hermandad de la Veracruz (Cristo del Carmen) del escultor flamenco Luydvinos de Bruna, se encuentra entre las más antiguas y de mayor valía artística de las que se conservaban dentro de aquella Iglesia-Convento.     
     A Fray Juan de Castro no parece cuadrarle demasiado este cambalache. Debía sentir más apego por el Santo Abad que por el Profeta. De forma algo sibilina pasa por el asunto responsabilizando del mismo a “una providencia desconsiderada” o “devoción indiscreta”, lo que difícilmente nos permiten conocer los motivos exactos del cambio de advocación. Imagino que fuerzas mayores determinarían tal resolución, posiblemente por el especial empeño del Prior de turno o de alguna otra persona influyente en el seno de aquella comunidad religiosa del Carmen Calzado de Castro del Río.


     Apunto la hipótesis, con cierto fundamento, de que el responsable de esa transfiguración pudiera ser su coetáneo y hermano de orden, Fray Miguel Rodríguez Carretero, a quien deliberadamente dejo fuera de su obra por cuestiones personales.
     Podemos constatar la presencia y participación protagonista de Fray Miguel como predicador en una especie de fiesta solemne-rogativa rematada con procesión, celebrada en el Convento del Carmen el 20 de abril de 1817, en la que a San Antón ya se le había operado la metamorfosis:

     “El referido día 20 en la tarde hubo procesión general de penitencia con asistencia del Clero y del Ayuntamiento; casi todos los vecinos concurrieron, unos con capas, los más pudientes de corto y otros con túnicas y todos con luces. Llevaron al Santísimo Cristo del Carmen los sacerdotes, delante el clero y la comunidad y el R.P.M Quiroga predicaba de cuando en cuando. En medio de la procesión iba N.P.S. Elías como abogado de la Curia y delante de la Sgda Imagen predicaba el R.P.M fr. Miguel R.Carretero”.

     P.Mº Fr. Miguel Rodríguez Carretero / Epytome historial de los Carmelitas de Andalucía y Murcia. Primera edición del manuscrito original de la B.N.E. Sevilla 2000. Presentación de la obra a cargo de Ismael Martínez Carretero (O.Carm).
     El material gáfico pertenece a la ya tantas veces referida colección de fotografías procedente de la Biblioteca de Cataluña. Año 1915 (Fot. Castellá).
   

03 julio 2012

Mi Nereida. Los reos de Porcuna (nuevas noticias históricas).

Ciudadanos de Porcuna (1914-1915)
     Prescindo de prolegómenos. Para quienes desconozcan lo ocurrido el 28 de Julio de 1913 en el paraje conocido como Cañada o Pozo de la Teja, en las proximidades del cortijo de San Pantaleón, término municipal de Porcuna (Jaén), propiedad del labrador Don Ángel Ruiz de Adana Torres, sobre el fatal y negro encuentro entre la pareja de la guardia civil y unos cazadores-jornaleros furtivos, conocidos como Hermanos Nereos, les recomiendo un paseo previo por una serie de entradas publicadas en este mismo especio sobre tan luctuoso-enojoso suceso y su consiguiente proceso (Crimen y/o castigo: el caso de los “Hermanos Nereos”).
    
     Para poder volver a ocuparme del caso con conocimiento de causa, he tenido que emprender un dificultoso y laborioso discurrir (letra muy emborronada) por entre las páginas del voluminoso sumario que les instruyo en su día la Jurisdicción Militar. Lo había desechado en un principio, por apreciar a las claras, al menos esa es mi impresión, de que estábamos ante testimonios prácticamente realizados al dictado de unos intereses determinados. Imagínense la tesitura de humildes jornaleros citados para testificar ante un juez togado militar. Tendrían que cagarse lo pobres las patas abajo. ¡Como para tomar partido por quienes desde un principio fueron etiquetados como criminales! Pero dejemos de momento aparcados esos testimonios, para centrarnos en lo ocurrido en los días inmediatamente siguientes a aquel aciago encuentro.
    
     Estando aun los Nereos en busca y captura, una de las primeras disposiciones del Teniente Juez Instructor y Secretario, desplazados al efecto, fue la de interceptar la correspondencia de la familia, con vistas a procurar dar con su paradero y ponerlos a disposición de la justicia. En sumario incluye un telegrama cifrado dirigido por el Jefe de Línea de la Guardia Civil de Priego de Córdoba al Teniente Juez Instructor del caso, con fecha del día primero de agosto, en el que se menciona la interceptación de una serie de cartas.


     La primera de ellas, es la dirigida por Nereo Ramírez Ortega, padre de los presuntos criminales, a un hermano de padre residente en la aldea de Castil de Campos, llamado Andrés Ramírez Escobar. Antes de entrar en otros detalles, permítanme que les transcriba el contenido de las letras de ese padre desconcertado y asustado. A mi juicio resulta estremecedora. He corregido las numerosas faltas de ortografía y ligeramente la sintaxis para hacerla más digerible y entendible. Tiene fecha de 30 de Julio, justo dos días después del trágico suceso y he considerado conveniente hasta ponerle título (una ligera licencia literaria).


Carta de un padre desesperado

     Querido hermano con lágrimas te pongo estas líneas no con tinta. Después de haber estado segando esta estación mis dos queridos hijos, Justo entró de guarda particular con uno de la familia el día 2 del presente hasta el tiempo en que te cruzo estas letras. Llegó el día 25 y quiso holgar y para relevarle se fue Nereo (Antonio). Una vez en el sitio acordaron quedarse juntos y echar un día de caza. Tenían licencia de caza, pero estaban en el periodo de la veda de lo que siempre se tapaban. Teniendo que hacer su recorrido por los terrenos que estaban a su cargo hubieron de llegar a una era a beber agua y estando allí vieron salir dos personas de una cortijada que hay por encima con una caballería que se dirigía hacia ellos. Un muchacho que había en la era les advirtió de que se trataba de la pareja, aunque iban vestidos de paisano. Partieron Justo y Nereo y se fueron en dirección contraria, pero la pareja que llevaba una caballería prestada les dieron una contra marcha y le salieron al encuentro. Nadie sabe lo que pudo pasar. Lo fijo y triste es que la pareja resultaron ambos muertos, era un sargento y un guardia, el guardia en el acto y el sargento duró horas.

     Las licencias y zurrones de caza con algunas piezas, reloj y unas perrillas de Nereo también se encontraron allí. Era un rastrojo y salió ardiendo. No se sabe si sería haciéndoles suplica, hay tienen ustedes cédulas, licencia y caza. Si se yo que como no les pegasen mis hijos no disparaban. Se fugaron, no se mas hermano mío. Me escribes y a la vez le escribes a Don Niceto con estos detalles, le voy también a escribir. Que lastima, que buenos, que queridos de sus amigos, sin vicio ni de tabaco. Hay que sentirlo por ellos, pero también por su madre, su hermana y yo que desgraciados vivíamos de ellos y con ellos éramos felices. Sin ellos búscame una colocación hermano.
     La pobre de mi hija María que está aquí, que ha venido a restablecerse de una enfermedad, no sabe nada a estas horas, se le tapa el asunto. Pero Ay Hermano les tenía este sargento muchas ganas y les ha tenido guardado el caso. Yo no sé lo que puede pasar para que se haya labrado la ruina de todos. Se despide tu hermano con el corazón pensado en Dios.
   Tu hermano Nereo.

    El hermano de Nereo ( padre) debía de ser una persona popular y conocida por aquellos lugares. Su ascendencia con Don Niceto imagino que obedecería a esos lazos clientelares que sabían tejer a la perfección estos políticos del caciquismo, especialmente en las pequeñas villas donde resultaba relativamente fácil vaciar el censo en favor de sus candidatos. Se dedicaba profesionalmente a la práctica del curanderismo, lo que con el tiempo le acarrearía algún que otro problema con la justicia. Se le conocía por el remoquete de Joseico:
La Voz de Córdoba (21 de diciembre de 1928)
     Forzosamente también habría que contemplar esas noticias de la tradición oral sobre que la madre de los Nereos pudiera haber sido nodriza o ama de leche de don Niceto, o que pudieran ser, incluso, hermanastros del mismo. Estos extremos los veo más bien como surgidos de la imaginación popular después de aquel sonado proceso.
    De cualquier manera lo que sí parece claro es el deseo de Nereo padre de hacerle llegar a Don Niceto sus angustias y preocupaciones, por si éste estimaba a bien echarle una mano. Aunque más que por su defensa jurídica, su rogativa parece ir encaminada en el sentido de una recomendación o empleo que permitiera subsistir a su familia, desde aquel momento privada de los imprescindibles jornales sustentadores de sus hijos.
Anverso
Reverso
     Retomemos la carta, ya que su continente nos depara una sorpresa: el sobre, como se puede apreciar, pertenece y lleva el correspondiente membrete del Circulo Unión Liberal de Porcuna. ¿Cómo interpretamos esto? Se presta a pensar que se le pudiera haberle prestado ayuda desde este círculo político para redactar esa carta de su puño y letra, prestándosele el sobre, por ser simpatizante o colaborador, o por estar sensibilizados con su estado anímico. Dejemos ese presumible apoyo de las fuerzas liberales locales pospuesto para otro momento.
     Con esa misma fecha del 30, tal como se anuncia en la misiva remitida a su hermano, debió escribir esa otra carta a Don Niceto, que no pudo ser interceptada, pudiendo transmitir sus inquietudes a tan honorable prócer, como lo demuestra la devolución de éste, que conocemos pues ésta si resultaría capturada. Lleva el  sello del servicio postal del Congreso de los Diputados en el sobre y el membrete del por entonces Diputado a Cortes por la Carolina en el  pliego de papel utilizado.



     Aunque anexo la carta, insertada en formato imagen, allá va su trascripción para facilitar su lectura:



Sr. Don Nereo Ramírez


     Mí estimado amigo: lamento muy de veras las desgracias que le afligen y me indica en su carta, cuya triste impresión comprendo perfectamente. Quisiera sinceramente que estuviera en mis manos darle la colocación de que habla, para lo cual la edad de V. y las condiciones en que actualmente se nombran los empleados son grandes dificultades.
     Como creo que pronto iré por Priego… (Se corta el texto)
     Deseando que sus sufrimientos tengan el ahorro posible, queda de V. su afectuoso amigo SSQBM.


     Poca, por no decir ninguna, parece ser la predisposición del diputado Niceto Alcalá Zamora y Torres, de pringarse en este espinoso asunto. Es más, cuando abordemos el tema sobre los abogados que llevaron el caso de los reos de Porcuna podremos constatar cómo, en un principio, su nombre no aparece por ningún sitio, tal como se viene considerando.



     Ya puestos a destapar el tarro de la hipocresía, que iremos derramando poco a poco, conforme vaya localizando comportamientos merecedores de esa adscripción, les dejo, de momento, con el testimonio aportado por el “gran cacique liberal”, varias veces alcalde de Porcuna, durante los años finales del XIX y primeras décadas del XX: Don Luis Aguilera y Coca “El Chato”.

Declaración del testigo Don Luis Aguilera y Coca


(Porcuna 3 de Agosto de 1913)
    Que se llama Don Luis Aguilera y Coca, de setenta y seis años de edad, casado, propietario, declara que conoce a los hermanos Justo y Antonio Nereo Ramírez Muñoz, así como también conoció al sargento y guardia asesinados, que no tiene con ninguno de ellos parentesco, amistad o enemistad y que tampoco tiene interés directo ni indirecto en esta causa.
     Preguntado, manifestó que en alguna ocasión se quejó al sargento José Martínez Montilla, de que los hermanos Nereos le habían pisoteado un trigo y arroyado su propiedad sin su consentimiento. Dijo: que efectivamente hacia poco tiempo, antes del hecho de autos que el dicente manifestó al Sargento la invasión de los referidos individuos en sus propiedades causando daños tanto en ella como en la caza de la perdiz que al quitarles la sombra en las horas de calor durante la caza se ahogaron la mayor parte de ellas así como también en su persecución atropellaron los sembrados dando lugar con ello a la queja que produjo siendo de dominio público lo que hacían en otras propiedades de este término entre las que puede citar la del vecino de finca don Damián Parra Giménez.


     Sin comentarios. Juzguen ustedes.
     Tanto profanos, como conocedores e investigadores del caso (somos varios los subidos en esta barca de rumbo incierto e intrigante), tienen a su completa disposición para aclaraciones, apropiaciones indebidas, dudas, críticas o rectificaciones la sección de comentarios.

     El sumario instruido a los Hermanos Nereos lo he podido conseguir gracias a la inestimable colaboración del amigo y compañero, Arturo del Pino Ruiz, homónimo (nombre y primer apellido) del famoso y célebre “Arturé”, que me hizo el favor de personarse para fotografiarlo en el Archivo del Tribunal Militar Togado Territorial Segundo de Sevilla. Gracias compañero.


02 julio 2012

"Fot.Castellá: un viaje por tierras cordobesas (1915-1916). Partido Judicial de Cabra.


     Hállase situado en la parte meridional de la provincia. Linda: al N., con los partidos de Castro del Río y Baena; al E., con el último citado y el de Priego; al S., con los de Rute y Lucena, y, al O., con los de Aguilar y Montilla.

     Comprende los municipios de Cabra, Doña Mencia, Nueva Carteya y Zuheros.

     Cabra.- Ciudad de 12.360 habitantes, edificada en un frondoso y pintoresco valle, cercado de montes, donde goza de un clima dulce y saludable. Tiene estación de ferrocarril y en ella convergen todas las carreteras que recorren el partido. Las huertas de su término constituyen su principal riqueza y las fecundan las abundantes aguas del nacimiento llamado de la Fuente del Río. Cosecha exquisitos vinos, aceites, cereales, frutas y hortalizas. Celebra ferias del 24 al 26 de junio y del 15 al 17 de septiembre.

     Unas fotografías de Castellá utilizadas para ilustrar un artículo literario (Balcones andaluces), de Federico García Sanchiz, publicado en La Esfera el año 1915, nos sirve para certificar su estancia en esta población y atribuirle, de camino, la más que presumible autoría del resto de los materiales gráficos expuestos en los productos editoriales de la casa Alberto Martín de Barcelona correspondientes a su partido judicial.
     Esas eventuales muestras de su producción, insertadas en revistas gráficas (libre ejercicio de la profesión), salen de instantáneas similares tomadas durante la gira por encargo. Dos ejemplos:

Cuaderno nº 49 Porfolio Fotográfico de Andalucía

Publicada en prensa gráfica con firma de autor
     Como se puede apreciar se trata de una secuencia. A la preponderancia de los elementos arquitectónicos de esta casa palaciega desaparecida, se suma la majestuosidad de los bueyes de tiro saliendo de una de sus dependencias. A mi gusto, una de las más atractivas de su producción cordobesa. 


     Tarjeta postal con la particular impronta en rojo de las tiradas de España Regional de la casa editorial Alberto Martín de Barcelona.



     La misma casa, en la que nació Don Juan Varela, fotografiada para prensa gráfica por Castellá. No confundirse con el sello “Cámara Fto”, que se corresponde con el laboratorio profesional encargado del revelado de las placas estereoscópicas.
    Una última fotografía de casas y balcones tomada del artículo de García Sánchiz:


     Aunque el pie de foto sólo hace referencia a un balcón artístico de una casa antigua en Cabra, debe ser la que según una base de datos de la que me estoy sirviendo, se menciona como “Balcón de la casa del Bachiller Antón de León” (también desaparecida).

     Otras muestras de su producción egabrense:
Plaza Mayor
Patio Palacio Condes de Cabra - Colegio RR MM Escolapias
Entrada por el camino de Lucena
Mausoleo de la Vizcondesa de Termens (La infantona)

     Para no extenderme en demasía, otras pertenecientes al resto de villas del partido judicial (Doña Mencía, Nueva Carteya y Zuheros) , quedan pospuestas para una nueva entrada, a ver si mientras tanto soy capaz de localizar alguna de las de Carteya, que son las que me faltan.

30 junio 2012

Retablos del Altar Mayor de la Parroquial de la Asunción de Castro del Río.


     El artículo dedicado a Castro del Río en el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, publicado por Pascual Madoz entre 1846 y 1850, recoge una escueta noticia sobre un primitivo retablo alojado en la capilla mayor de la iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción:
     “En la capilla mayor se ve un retablo moderno de dos cuerpos y de muy buena arquitectura, fabricado en el año 1826: en el inferior contiene en un arco el tabernáculo, y a los lados San Juan y San Marcos; el superior presenta Ntra. Sra.de la Asunción en el centro, y a der. e izq. San Lucas y San Mateo. En los costados de este retablo, sobre las puertas de la sacristía, se ven San Pedro y San Pablo, todos lienzos muy buenos del pintor honorario de cámara D. Diego Monroy y Aguilera”.

     Francisco Valverde y Perales en el capítulo que le reserva en su Historia de Baena (Toledo 1903) al pintor local Diego José Monroy y Aguilera (1786-1856), también refiere su producción para la parroquial de Castro, que tuvo que realizarse forzosamente durante esos primeros años de la tercera década del siglo XIX:

     “La iglesia Parroquial de la Asunción de Castro del Río, en su Capilla mayor, conserva siete lienzos pintados por este distinguido artista, representando a la Asunción de Nuestra Señora, los Evangelistas San Juan, San Marcos, San Mateo y San Lucas, y los Apóstoles San Pedro y San Pablo, todos considerados como muy estimables”.

     Cuando Rafael Ramírez de Arellano elabora su Inventario Monumental y Artístico de la Provincia de Córdoba (1902-1903), el referido retablo se hallaba desmontado y el templo cerrado al culto por reformas. Esta circunstancia le permite a R. de A. estudiar el ábside central de la iglesia:

     “Hemos visto que es exactamente igual al de San Pablo de Córdoba y tuvo baquetones, hoy rozados, y en las aristas exteriores conserva los botareles. Quedan dos de las estrechas ventanas que lo iluminaban, sin más adorno que una imposta en la parte alta para recibir el arco, cuyo tosco perfil es éste:

Se aprecia como el dibujo no era su fuerte
     En los despieces del muro se ven las marcas de los canteros. Todo está tan desfigurado que sólo detrás del retablo mayor, o subiendo a los desvanes, se puede estudiar".


     Ha sido precisamente esta referencia de R. de A y el obligado repaso por la bibliografía del profesor Aranda Doncel, quienes me ha permitido localizar en prensa histórica una crónica, remitida por el activo y culto corresponsal del Diario de Córdoba, Antonio Pérez López Toribio, sobre el resultado final de aquella reforma. Junto a la típica descripción de los fastos cívico-religiosos celebrados con motivo de la reapertura al culto, se extiende detalladamente en aquellas partes del templo que se vieron afectadas por la misma, cuyo importe (40.000 pesetas) fue sufragado íntegramente por don Joaquín Sotomayor y Sotomayor y su piadosa señora, Doña Salud del Barranco y Valdelomar.
     Una sucinta relación de las mismas la recoge Juan Aranda Doncel en su Estudio histórico del Barrio de la Villa, procedente del Boletín del Obispado de Córdoba, aunque la crónica del corresponsal del Diario es bastante más extensa. Le atribuyo, incluso, conocimientos en historia del arte o, por lo menos, que supo documentarse acertadamente para la ocasión, como podremos comprobar.
     La minuciosa descripción que nos trasmite del retablo mayor se corresponde casi al cien por cien con la plasmada en la ya famosa fotografía de Castellá que se muestra en la cabecera.  Lo que me ha llamado poderosamente la atención es que la distribución iconográfica original, reflejada en el artículo de Pascual Madoz, parece verse considerablemente alterada, ya que los lienzos de los cuatros evangelistas (Juan, Marcos,  Lucas y Mateo) que tenían reservado su sitio junto al de la Asunción en el retablo confeccionado en 1826, que lució dentro de la misma a lo largo de todo el siglo XIX, desaparecen de su lugar original. Todo esto me induce a pensar que más que a una reinstalación a lo que se vería sometido el retablo durante las ya referidas reformas de principios del siglo XX, sería a una restauración-recomposición de considerable envergadura, con el resultado de un retablo prácticamente de nuevo cuño.
     Dejemos que sea Antonio Pérez L-Toribio quien nos conduzca y nos informe sobre las transformaciones operadas en el templo parroquial tras aquellas reformas de 1902-1904:
     “El púlpito, la balaustrada colocada en el contorno del presbiterio y el retablo, pertenecen al tercer periodo del estilo ojival o gótico, conocido con el nombre de florido o flamígero, que como es sabido llego a alcanzar su mejor esplendor durante el siglo XV. El pulpito es todo de madera de cedro en su color propio, por lo que resulta severo y elegantísimo”.

     “La balaustrada o antepecho, como es de madera común, está pintada de blanco y sus molduras doradas mate y bruñidas”.

         
     “En cada vértice de los dos ángulos que forman la balaustrada en la gradería que da acceso al presbiterio, hay un facistol construido por una hermosa águila dorada mate, en actitud de volar, que se apoya en una esfera también dorada pero bruñida”.

    
EL RETABLO

     El retablo es también de madera común y tiene su fondo pintado de blanco y los adornos dorados, bruñidos unos y otros mate. En su eje principal y sobre el altar, está, primero el artístico tabernáculo o pequeña capilla donde se guarda la sagrada Eucaristía:


Más arriba aparece la majestuosa figura, tallada, del Corazón de Jesús, sustentada en bonita repisa y cubierta por un gran doselete octagonal.

     En la parte media del doselete, y en un mismo plano, tiene las pequeñas esculturas de Nuestra Señora de la Asunción, San Joaquín, San Lorenzo, Santa Isabel y la Dolorosa:

     Si nos imaginamos la efigie de Jesús colocada en el vértice opuesto a la base de un triángulo equilátero, en los otros dos vértices están situadas las esculturas de la Maternidad de María y San José y en los puntos medios de los dos lados del triángulo, las de Jesús en la Columna y Santa Mónica.


      Aquí, tengo que reconocer que me pierdo con los triángulos equiláteros y los vértices, siempre he sido torpe en estas materias, y además mis conocimientos en iconografía religiosa son más bien parcos. De las referenciadas sólo parece estar clara la de Jesús de la Columna. Con el resto me aventuro, y si alguien cualificado en la materia detecta falsas adscripciones le rogaría que me corrigiera:

Jesús amarrado a la columna
San José

Maternidad de María - Inmaculada 


Santa Mónica

      Bastante más clara parece la identificación de las siguientes imágenes:


     Por último, en el tercio más elevado de las dos agujas más altas, están, en una la escultura de San Juan Bautista y en la otra la de San Roque.Tanto éstas como las anteriores se sostienen en decoradas repisas y las cubren pequeños doseletes.

San Juan Bautista

San Roque
      En suma, las tres obras descriptas tienen sus formas esbeltas, afiladas y ligeras, semejándose en su conjunto a un enrejado, o más bien dicho, a un delicadísimo encaje. Al mirar los calados que tienen sus hojas, delicadamente trabajadas, y arcos festoneados, sus agujas piramidales, sus molduras prismáticas y sus líneas onduladas y quebradas, causan en nuestro cerebro una grata impresión, tal, que es muy difícil olvidar un buen rato.

     Lástima que el cronista no repare en cuestiones como autores o talleres encargados de la confección y montaje de estos trabajos. Bien pudieran ser fruto del buen hacer profesional del tradicional gremio de carpinteros de la localidad.
 

    Pongo un provisional punto y aparte, ya que esta segunda fotografía de Castellá de la nave central de la Iglesia, permite seguir desentrañando detalles sobre la decoración y distribución del templo. Por ejemplo, sobre el nuevo pavimento, de mosaico hidráulico, “que forma primorosos dibujos estilo de los entarimados”.
 
     Todo el material gráfico que se muestra procede del “Fons editorial Albert Martín” de la Biblioteca de Catalunya. Me reitero en mis agradecimientos hacia esta institución cultural catalana por su atención y la facilidad pasmosa con la que han puesto en mis manos, y de camino en las de la sección de Temas Locales de la Biblioteca Pública Municipal de Castro del Río (es decir a disposición de todos los castreños), esta colección de magníficas fotografías. El pequeño esfuerzo económico que me ha supuesto su consecución lo asumo con satisfacción y agrado. Que cunda el ejemplo.  
    
    Es justo y necesario, hacer mención a las políticas culturales, libres de sectarismo, que se desarrollan en esta tradicionalmente más moderna, en todos los sentidos, comunidad autónoma. Tengo experiencias recientes de relaciones con archivos y bibliotecas dependientes del Ministerio de Cultura, que se mueven en una honda más cateta. Es más, como soy suspicaz por naturaleza, hasta pudiera darse el caso de que recurran policialmente a la barra de google a la hora de planificar la atención a los pedidos y demandas que les llegan.
     ¡Catetos! Es el adjetivo más suavecito que se me ocurre para calificar estos indiscriminados comportamientos.

27 junio 2012

Santos y tipos populares. Castro del Río (1915)


Cristo del Carmen

     Sabía perfectamente que al colgar esta fotografía (con marca) en una de mis entradas anteriores, mantenedor y asiduos colaboradores del blog de la Hermandad de la Vera Cruz de Castro del Río quedarían magnetizados, despertando su deseo de inmediata obtención.  El estrecho marcaje que por lo visto realizan de mis entradas (de un tiempo a esta parte es mutuo) les ha permitido llegar hasta la Biblioteca de Catalunya, que ya referencié en su día como custodia de un total de 19 fotografías de Castro del Río, con una excelente calidad resolutiva, realizadas por “Fot. Castella” durante la visita girada a este pueblo en el verano del año 1915, por encargo de la casa editorial Alberto Martín de Barcelona. No me arrogo exclusividad alguna, pero según he podido comprobar en su última entrada, en la que en una especie de concurso abierto solicitan la colaboración para identificar una serie de estampitas de santos, siguen haciendo gala de ese oscurantismo que ya les he reprochado públicamente en alguna ocasión (no citan procedencia). ¡Cuestión de estilo!
Retablo de Jesús Nazareno

       Esas magnificas fotografías sacadas por Castellá a los retablos pertenecientes a diferentes establecimientos religiosos de la localidad (tres de ellos desaparecidos durante el fratricida encuentro del 36) en manos de historiadores del arte darían para mucho desarrollo. Es más, la que plasma el primitivo estado del retablo de Jesús Nazareno, hoy pendiente de restauración, sería de gran utilidad para los profesionales encargados de tal cometido (ya me encargo yo de hacérsela llegar). Hermanos Cruceros, sigan con su concurso que lo mismo hasta son capaces de obtener algo de luz. Aunque con los comentarios restringidos al personal tal vez no le apetezca demasiado someterse a filtros. La luz que yo sea capaz de aportar, se la pondré en su día en el hipotético caso de que fuera capaz de dar con las fuentes necesarias para abordar tal empresa.
     De momento dejo los santos y los retablos aparcados para centrarme en toda una colección de tipos populares castreños que se pueden entresacar de esas fotografías. Como quien no corre vuela allá va la primera:


¡Qué bonita era mi plaza!



Municipal y Cacharrera


Puestos del Mercado

Compradores de sandías


Tráfico de caballerías

De luto riguroso y caluroso

Mujer con niños


Con toda la pinta de un tratante

Comercios y tabernas


      Como son fotografías de dominio público he considerado conveniente suprimir esas marcas de agua con las que las he venido publicando hasta ahora. Soy de la opinión de que con esta decisión contribuyo a divulgarlas y sacarlas de camino de ese siempre interesado tráfico mercantilista al que suelen verse sometidos este tipo de materiales, así como de anómalas apropiaciones de derechos. Salen algunas más que ya iremos incorporando en nuevas entradas. 

     Descárguense las fotografías y podrán comprobar que tienen bastante mejor resolución de la que se puede apreciar a simple vista. Buen provecho.
     Por si alguien fuera capaz de reconocer alguno/a de los retratados/as queda abierto el capítulo de comentarios. Todo es posible. A la famosa sordo-muda de Bartolomé José Gallardo ya le hemos encontrado parentela.