Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

04 abril 2011

Laureados y mutilados. Porcunenses en la Guerra de Marruecos (1909-1927)



   Tras la pérdida de Cuba y Filipinas, España buscó una mayor presencia en el norte de África, logrando en el reparto colonial efectuado en 1904 y en la Conferencia Internacional de Algeciras de1906, el control sobre la zona norte de Marruecos.
   La burguesía española, privada de sus antiguos negocios coloniales, apostaba por la presencia en Marruecos, como una fuente de beneficios económicos, donde además de las explotaciones mineras se ofrecían otros campos de inversión en construcción de ferrocarriles, obras públicas, etc.
   Por otra parte, razones de prestigio para el mando militar, tras su humillación en la guerra contra los Estados Unidos, le hacia necesitar un nuevo conflicto donde recobrar el honor perdido.
   La confluencia de ambos intereses y la progresiva hostilidad del nacionalismo indígena rifeño apuntaban a tambores de guerra. Solo faltaba la chispa, el detonante.
   Este llegó el 9 de julio de 1909 con el ataque por parte de la guerrilla rifeña de la vía férrea que llevaba el mineral a Melilla, que se saldó con la muerte de varios trabajadores, tras el que se desatan definitivamente las hostilidades de esta primera parte del conflicto cococida como Guerra de Melilla. A destacar la severa derrota sufrida por las tropas españolas ante las enardecidos patriotas rifeños en el Barranco del Lobo.



   Una de las primeras medidas adoptadas por el gobierno español, presidido por el conservador Antonio Maura, fue la de decretar la movilización de los reservistas, lo que suscitó un ola de movilizaciones en contra de la guerra por todo el país. Anarquistas, republicanos y socialistas encabezaron las protestas esgrimiendo la irritante desigualdad de que tuvieran que exponer sus vidas aquellos que nos dispusieran de las 1500 pesetas necesarias para eludir la obligación. La máxima expresión la constituirían los sucesos revolucionarios de la Semana Trágica de Barcelona, entre el 26 de julio y el 9 de agosto de ese mismo año.

   Un pequeño párrafo de la editorial publicada en El Socialista al iniciarse el conflicto resume la esencia de esta actitud contestataria, en la que se denuncian determinados intereses capitalistas que se intentan ocultar detrás de una máscara patriótica:

   “No sabemos , naturalmente,  que deparará todo esto; lo único cierto hasta ahora es que a África han sido enviados unos cuantos miles de hombres a defender una supuesta ofensa al honor nacional, mientras los burgueses que han redimido a sus hijos del patriótico deber de empuñar las armas quedan aquí haciendo votos porque la suerte acompañe a nuestros soldados, para que ellos, los burgueses, puedan continuar la pacífica labor de explotar los trabajos de las minas rifeñas, causa de la agresión de los moros contra nuestros connacionales. Es la historia de siempre, el interés particular disfrazado de interés general”.


   En Porcuna, la sociedad obrera “Paz y Libertad” con escasa implantación aún, no creo siquiera que llegara a exteriorizar su protesta. Los reservistas afectados, algunos ya con mujeres e hijos, terminarían acatando con resignación tan impopular medida.
   No fue el caso de José Barrionuevo, un reservista porcunense, que imbuido por ese extendido  patriotismo al que se recurre para justificar la guerra, no duda en ofrecerse orgullosamente para empuñar las armas contra el infiel. De su excepcional predisposición patriótica lógicamente se hace eco cierta prensa interesada:

La Correspondencia Militar 20 de julio de 1909

   Una segunda medida adoptada, para aliviar conciencias y atender el desamparo en que quedaron las familias de los reservistas, fue la proliferación de  Juntas de Damas  por todo el territorio nacional, encargadas de fomentar la suscripción a favor de éstos.
   En Porcuna se recurre a  representaciones teatrales, como una medida más, para allegar fondos a tan caritativa y patriótica misión:


 Natalia R. de Aguilera, Sacramento Marina, Caridad Gallo, 
Anita G. Espiga, María Cabrero y Julita Borrego


   La oposición a la guerra por parte de la Agrupación Socialista de Porcuna y la Sociedad Obrera “Paz y Libertad” queda ya patente en un oficio reivindicativo presentado conjuntamente ante el Sr. Alcalde con motivo de la celebración del primero de mayo de 1911. Mas ambigua o menos resuelta, en esa misma fecha, es la actitud del Centro Republicano Radical que se limita a abogar por la instauración del servicio militar obligatorio y la creación de unas milicias nacionales voluntarias.
   Conforme avanza el conflicto el comportamiento heroico en combate era lógicamente ensalzado en la prensa, contribuyendo con ello a consolidar esa corriente oficialista de unidad de espíritu ante la guerra.
   El primer porcunense en recibir honores y reconocimientos sería el cabo Cristino Molina Carreño, del Regimiento de Cazadores de Taxdirt. Sería su propio Coronel el que pusiera en conocimiento de las autoridades de Porcuna el acreditado ardor guerrero de su paisano:


ABC 4 de febrero de 1912

   La respuesta de éste no se haría esperar. El Coronel del Regimiento de Taxdir recibiría, poco después, un patriótico oficio del alcalde de Porcuna, en nombre del Ayuntamiento, felicitando al cabo Cristino Molina por su heroico comportamiento en el combate de Zarroza, acompañado de un precioso sable, costeado por suscripción popular, para que le sirva de recuerdo de aquel brillante hecho de armas.

El Imparcial 10 de mayo de 1912


   A otro nivel, pues se trata de un militar de carrera, estarían los supremos honores alcanzados por otro porcunense. Me refiero al capitán de Artillería Modesto Aguilera R. de Aguilera. En 1909, a raíz de crearse un grupo de baterías en Ceuta, es destinado a dicha plaza. Ya con anterioridad a la ruptura definitiva de hostilidades se distinguió, al frente de una batería de montaña, en las operaciones intimidatorias desarrolladas contra los indómitos cabileños del aduar de Beni-Sala, liderados por el célebre Larbi Bulaich, último de la familia de los Valientes.


   Por posteriores méritos contraídos en el combate de Lauzien (Tetuán) el 11 de junio de 1913, le sería concedida, a título individual, la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando, popularmente conocida como La Laureada, la más preciada condecoración militar española.





  La foto que se muestra corresponde por el agasajo que le fue tributado en Porcuna por autoridades y amigos, estando ya propuesto para el ascenso a Comandante, que aun tardaría en llegar pues renuncia a la campaña africana al aceptar un cómodo y seguro destino en el los Talleres, Laboratorio y Centro Electrotécnico del Arma de Artillería en Madrid.

   Menos gloriosa, aunque mas humana y cercana a la cruda realidad que supuso para muchos españoles su participación en aquellas guerras, la noticia que nos aporta el corresponsal en Porcuna del diario cordobés La Voz sobre la odisea vivida por Rogelio Padilla Márquez, un soldado de remplazo porcunense, tras el famoso Desastre de Annual (1921).


Desde Porcuna

La odisea de un soldado



   En el momento que me disponía a despedir a los niños de mi escuela, se me presenta en ella para saludarme el antiguo alumno de la clase de adultos Rogelio Padilla Márquez, que regresó hace poco procedente de África, donde fue gravemente herido.
   Le saludo y veo que trae la mano izquierda mutilada, con dos dedos menos y anda un poco encorvado.
- Cuéntame hombre, cuéntame. ¿Qué te ha ocurrido por ahí?
- Milagros, solo milagros puedo contarle. El principal de todos es que estoy aquí vivo aunque no sano y puedo contarle.
- ¿…?
- Fui destacado a la posición de Tasirú, donde había unos setenta infantes  y veinte artilleros. En el mes de julio empezamos a notar algo irregular. El convoy que debía de llegar antes del día 20 nos enteramos de que había sido copado por el enemigo y empezaron a faltarnos los víveres, en particular, el agua. El día 23 fuimos sorprendidos y atacados por los moros de una manera atroz; y el día de Santiago, muertos de fatiga, de hambre y de sed se nos concluyeron las municiones. Quisimos defendernos a la bayoneta, pero sólo había de pie nueve hombres, de los cuales cuatro estábamos heridos.
   Mire usted, yo no me enteré en que momento fue, pero un balazo me dejó colgando estos dos dedos. Intenté huir, pero a los pocos pasos otro balazo me atravesó el costado por la cintura. Mire usted, me dijo levantándose la camisa y enseñándome las cicatrices de entrada y salida de la bala. Estando caído, a unos cien metros de la posición, llegaron unos moros que me desnudaron completamente poniéndose uno de ellos mi correaje. Luego, juzgándome muerto al ver el charco de sangre que había dejado, el mismo moro me dio unas “pataitas” en la cabeza y se alejaron. ¡Lo que yo sufrí entonces! ¡La sed me aniquilaba! ¡Cerca de cuatro días sin beber y en el mes de julio!
   Desde el sitio en que permanecía, que estaba algo oculto, distinguía a los moros quemando el campamento y echando en las hogueras los cadáveres de los soldados. Yo creo que muchos de ellos tenían viada aun. Después vi que con los que estaban diseminados hicieron unas cuantas piras con intención de quemarlas luego. Yo ya me veía en una de ellas, pero se hizo tarde y los moros cesaron en su tarea. Cuando la noche se echó encima y la oscuridad me protegía, me levanté como pude y emprendí la huida, al azar, sin saber a donde ir.
   A media noche me encontré un rió, que creo se llamaba Moruya, de bastante anchura y corriente bien fuerte. Yo nado regularmente y no me atrevía a atravesarlo por el estado en que me encontraba, pero pensé que morir por morir, más valía de esta manera que me dejaba alguna esperanza. Me eché al agua y bebí yo ne se cuanto, esto me dio ánimo, nadé y nadé y cuando acordé estaba en la otra orilla. No sabía donde me encontraba y continué andando. Al amanecer vi un campamento. Oí hablar una lengua extraña y venir hacia mí una porción de negros. Ignoraba de qué clase de gente se trataba, pero noté que no venían con carácter hostil. Luego supe que me encontraba en la zona francesa y aquel campamento era de su ejército colonial. Me atendieron admirablemente, me lavaron la herida como pudieron y me cortaron los dedos que llevaba colgando con un palo seco; no se como lo hicieron, pero dejo de sangrarme aquella herida.
   En un camión me llevaron a Taurif. Allí encontré refugiados otros españoles, entre ellos mi capitán y el teniente coronel de mi batallón, que pudieron en aquel desastre, alcanzar la zona francesa. Había también un teniente de Sanidad Militar que inmediatamente procedió a curarme. Se quedó admirado de la herida que no me había arrebatado la vida y de mi resistencia física al haber hecho todo lo relatado. Me curó muy bien y a él le debo el estar aquí.
   Nos transportaron a Oran y de allí nos repatriaron a Melilla, donde fui hospitalizado.
   De mi estancia en aquel hospital no le quiero decir nada. Ya leería usted en los periódicos lo que allí pasó en aquellos días.


   Por fin, en el vapor Alicante fui transportado a Cádiz, y a los pocos días a Sevilla. Ya entré en la gloria. Primeramente en San Telmo y después en la Cruz Roja.
   Nunca me pude imaginar que aquellas señoras que nos atendían y consolaban pudieran llegar a tanto. ¡La infanta doña María Luisa! ¡que buena! ¡que amable! ¡Bendita sea! Las otras señoras no dejaban de hacer lo mismo, pero no recuerdo sus nombres.
   ¡Y la Reina! ¡Que simpática y que cariñosa! Estuvo un buen rato a mi cabecera preguntándome todo lo ocurrido. Yo al ver que era la Reina no sabía ni hablar. Tomó nota de mi nombre y no sé que datos más y mandó me diesen un retrato suyo hermosísimo con una dedicatoria.
   Si dice usted que esta relación la va a publicar en La Voz, le ruego haga constar en ese  periódico mi eterno agradecimiento a todas esas señoras, empezando por S.M. y terminando por la última señorita de la Cruz Roja. No se que palabras emplear para expresarlo, pero por cualquiera de ellas daría mi vida".


   Hasta aquí la primera parte de la narración de nuestro soldado, suponemos que retocada y tamizada por la pluma del cronista corresponsal. No se aprecia en ella  el menor asomo de contrariedad o resentimiento. Todo lo contrario, parece mostrarse orgulloso de su servicio a la patria y agradecido para con las reales y aristocráticas damas que le cuidaron durante su estancia hospitalaria en Sevilla. Aunque el fin último del articulista es la denuncia social que se reserva para el último párrafo:

   “Mis heridas sanaron al fin y declarado inútil me mandaron aquí, donde me tienen a su disposición.
   Ahora no puedo trabajar, pues en el oficio de jornalero que ha sido siempre el mió, no puedo coger las herramientas; no puedo cavar, ni varear, únicamente escardar podría, si la herida de la cintura me dejara; pero al momento de estar encorvado me da un dolor muy grande que no me deja continuar. He solicitado un cargo de guarda rural, sereno o algo parecido. Me ha contestado el alcalde que me contestará cuando haya vacante, pero esta no ocurre y…el hambre aprieta.
   Se despide el Padilla cariñosamente y al irse me quedé pensando y pregunto yo: ¿Para que existe el batallón de inválidos?
   Y a mis lectores: ¿No habría alguno caritativo que pudiese conseguir su ingreso en él? Me parece más que merecido”.

Porcuna, Febrero de 1922.
  

   Desconozco exactamente de que medios disponía el estado en aquel contexto para cubrir estas situaciones, aunque supongo que ante el ingente volumen de bajas y heridos tras el desastroso desenlace de Annual se superaría cualquier previsión, como lo demuestra el hecho del estado de abandono al que fue condenado el valeroso y mutilado soldado Padilla. Supongo que el ya comandante de artillería Modesto Aguilera R. de Aguilera si cobraría religiosamente la cantidad estipulada anualmente por su Laureada, y otras distinciones como las cruces de Santa Cristina y San Hermenegildo que había acumulado a lo largo de su dilatada carrera profesional. Pudiera parecer demagógica la comparación. Simple y llanamente se trata de diferentes raseros, los que se utilizaban y se siguen utilizando en las colectividades humanas a la hora priorizar en las coberturas y de graduar el reconocimiento por servicios prestados a la comunidad (llamese patria chica, grande o regular).

Soldado Padilla


  
   La fotografía que utilizo no es del soldado Padilla, cual hubiera sido mi deseo, pertenece a un soldado desconocido más de los muchos que con desigual suerte fueron movilizados para aquellas guerras. Como de su historia no se ocuparon las revistas gráficas (caso del capitán Aguilera de cuyas fotografías me valgo para ilustrar la entrada), cabe la remota posibilidad de que fuera reconocido por sus descendientes (si es que los tuvo y pudo llevar pan hasta sus bocas con sus limitaciones físicas). De ser así, si éstos conservaran alguna fotografía de su desgraciada estancia en el servicio militar, les agradecería que me la hiciesen llegar para colocarla en el lugar en blanco que le he reservado.

01 abril 2011

Fútbol en Motril durante los primeros años 30. II


Temporada 1932-33

La competición oficial en 2º categoria preferente



   Con un escaso rodaje y falta de acoplamiento, debuta el Athletic de Motril en la competición con una derrota en Guadix ante la potente U.D. Accitana (3-1), en la que jugaban varios jugadores vascos que trabajaban en las minas de Alquife. Al domingo siguiente recibe a uno de los favoritos de la competición, el Antequera F.C., partido que levantaría una enorme expectación en la localidad. Apurada victoria de los visitantes por 3-4 y primeros incidentes motivados por una presunta actuación parcial del señor arbitro, que pitó un penalty imaginario y dos tantos en claro offside que dio por válidos. Así define el cronista del Defensor de Granada lo acaecido en el terreno de juego en un partido en el que se adelantaron los locales:

   “Francamente, si el campeonato va a seguir de esta forma, preferible es abandonarlo. ¿Miedo? ¡no! ; nunca lo hemos tenido y no hay razón para sentirlo. Lo único deplorable y lo que es peor aún, perjudicial, es que unas veces por el árbitro y otras por el público, jamás terminen los encuentros en buena armonía. Ha sido éste, por desgracia, uno de ellos, el cual comento, no como aficionado que defiende a su equipo, sino como aficionado a quien hieren estos espectadores que es necesario ir desterrando de los campos de fútbol.
   Bonito comienzo y terrible final. Fútbol, tenis, boxeo y hasta lucha grecorromana. Y aquí fue Troya”.

Defensor de Granada 5-12-32

   Comparando las alineaciones del periodo anterior, en que el equipo se nutre única y exclusivamente de jugadores locales, con las que aparecen en las crónicas de los primeros partidos de competición, se aprecia la incorporación de nuevos fichajes foráneos como Semper, Victorio o Bueno, que se unen a los ya citados anteriormente.

   En las siguientes jornadas se suceden dos nuevas derrotas como visitante ante el Recreativo Granada (3-0) y el Iberia de Málaga (4-0). Por fin, en la última jornada de la primera vuelta, en partido jugado como local, llega la primera victoria ante el Español de Granada (3-0) que le permite abandonar el farolillo rojo.
  La segunda vuelta se inicia con un empate en casa ante el Accitana de Guadix (2-2), goleada en contra en Antequera (5-1) y una meritoria victoria como local ante el Recreativo Granada (3-1).

Recreativo Granada temporada 1932-33
Defensor de Granada 17-01-1933



   Una nueva victoria (3-2) frente al Iberia de Málaga le vuelve a alejar definitivamente de los últimos puestos, cerrando el campeonato, en un ya intrascendente choque frente al Español de Granada, ante el que cae derrotado por 1-0.
  Terminaría pues penúltimo clasificado del grupo, clasificándose para la siguiente fase Antequera y Recreativo.


   Al corto periodo de competición oficial le sucede un cúmulo de partidos amistosos jugados en casa ante la creciente respuesta del público en taquilla, con cuyos ingresos se pretende sufragar los gastos ocasionados por la aventura competitiva:

  • Febrero (1933): en el campo del Majuelo el Athletic Club venció por 9-0 al Calavera de Jaén.
  • Marzo: en Motril contendieron el Malagueño F.C y el Athletic local, ganando estos por 2-0.
  • Mayo: en Motril jugaron el Once Rojo de Jaén y el equipo local, ganando estos últimos por el contundente resultado de 13-0.

Temporada 1933-34


  Se inicia con los tradicionales partidos de la Feria de Octubre. Un primer encuentro frente al ascendido Recreativo Granada, ya con el marchamo de primer equipo de la capital granadina, con un trofeo de plata en disputa. Empate a dos tantos y una nueva copa para las vitrinas del equipo local (en caso de empate los trofeos quedaban en casa).

Defensor de Granada 13-10-1933

  Se aprovecha la circunstancia de que el Alicante F.C. viene hasta Granada para contender contra el Recreativo en partido de pretemporada, para contratar sus servicios para un segundo trofeo donado por la madrina del club, resultando victoriosos los forasteros (2-3). Este equipo contaba en sus filas con elementos de valor internacional y de gran prestigio, como el ex internacional y ex madridista "Pachucho" Prats, y Vilanova, un extraordinario y veloz interior izquierda procedente del Valencia F.C.

Prats (jugador del Madrid entre 1927 y 1933)

    Durante aquella Feria dos modestos locales bajo la denominación de Betis y Racing contienden entre si, con victoria para los primeros (4-3). Durante el partido resulto herido gravemente el medio izquierda racinguista Barros.

  Se suceden nuevos partidos amistosos del Athletic como preparatorios para la nueva temporada oficial, en la que finalmente se desiste de su participación, supongo que por problemas de carácter económico arrastrados desde el año anterior.
  Los últimos enfrentamientos, de los que tenemos noticias a través de la prensa, no sobrepasan el umbral del año 1933:

  • Noviembre: en Motril el Athletic local venció por seis tantos a tres (6-3) al Restoy de Almeria.
  • Diciembre: en Granada, Recreativo-Motril (2-1).

Defensor de Granada 4-12-1933

   La única y última noticia sobre futbol motrileño de la que disponemos durante el resto del periodo republicano pertenece al capitulo de sucesos. En enero de 1935 se jugó un partido entre los locales Gimnastico y el JAP (Juventudes de Accion Popular). El jugador Juan Molina Urquizar perteneciente a aquel equipo, sufrió un encontronazo con el portero contrario, resultando levemente  lesionado; pero por la tarde falleció, suponiéndosele que a consecuencia del golpe recibido durante el encuentro. 

Entradas relacionadas:

27 marzo 2011

Escenas de "Soledad" (La película).

Plaza de San Rafael 1927
Plaza de San Rafael años 60

   Cuando visité por primera vez Castro del Río, allá por los primeros años de la década de los 80 del pasado siglo, mi sorpresa fue mayúscula al poder comprobar in situ la armoniosa uniformidad, equilibrada plasticidad y perfecto estado de conservación de su emblemático Barrio de la Villa, alojado dentro del perímetro amurallado de su primitivo castillo fortaleza. El barrio alberga en su seno algunos de los mas característicos edificios patrimoniales, tanto civiles como religiosos, de la ciudad: las Casas Consistoriales situada junto a una de sus puertas de acceso (arco de Santo Cristo), edificio del antiguo Pósito, Capilla del Colegio de San Acisclo y Santa Victoria, Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, Casa de Mendoza, el Castillo y el Tiunfo de San Rafael. Aunque el conjunto en si con sus blancas y angostas calles y sus pintorescos arcos (Santo Cristo y Agujero) goza de personalidad propia. Llama la atención el empinado acceso a través de la cuesta de Martos tras la que se descubre el Castillo y la Plaza de San Rafael con su espectacular Triunfo presidiendo el espacio.


Arco-Puerta del Agujero



Calle Pósito


   En 1958 dos cineastas italianos, Enrico Gras y Mario Gravieri, especializados en el género documental, debieron igualmente sorprenderse con este emplazamiento que lo incluyeron  para el rodaje de varias escenas de su nuevo proyecto cinematográfico “Fiesta Grande”, veinte mil metros de cinta, con los que se pretende “descubrir al mundo esa España incógnita que rebosa seducción por los cuatro costados”. Un continuo peregrinaje que se desarrolla esencialmente por tierras castellanas y andaluzas.       

   Además de Castro del Río, se muestran en la cinta el Sacromonte granadino, Guadix y sus cuevas, la Romería del Rocío, los patios y la Semana Santa cordobesa.
   Para darle unidad a este recorrido geográfico se recurre a una trama novelesca.
   La película con el título final de Soledad, presentada fuera de concurso a la Mostra de Venecia, sería estrenada en Madrid en la primavera de 1959.



   Gira en torno a los amores de Soledad, una guapa andaluza que ha matrimoniado con un señorito rico pero indigno de ella, papel interpretado por la bonita y atractiva Pilar Cansino ( prima de Rita Hayworth), que hacía su debut cinematográfico.
   El protagonista masculino, lo encarna el joven galán Germán Cobos, enamorado de la protagonista, que en un peregrinaje sentimental, va de un lado para otro recorriendo esa España que Gras y Gravieri nos quieren mostrar.
   También se distingue en su papel Fernando Fernán Gómez, que interpreta a un pícaro de los anchos campos, vendedor de trenzas femeninas.
   Completan el reparto Eva Sedeño, Josefina Serratosa, María Vico y Pilar Gómez Ferrer.
   
   
   
   Como casi siempre, tratándose de una película rodada en España, lo mejor de “Soledad” es la contribución de sus actores y actrices secundarios. Así, destacamos, en su comienzo, la aparición de una insólita Mercedes Alonso, caracterizada de gitana, y  el popular José María Tasso “Tachuela” que hacia sus primeros pinitos en el cine.


 
Crítica Abc





Secuencias de la película rodadas en Castro del Río

   En las escenas de la boda son perfectamente reconocibles las intrincadas y blanquecinas calles del Barrio de la Villa (Palma, Estrella, San Juan), así como la portada plateresca de su Iglesia Parroquial, hoy desaparecida como consecuencia de los agentes corrosivos y la mala calidad de su original piedra de fábrica.
   El resto de las secuencias se corresponden con una especie de capea o encierro que trascurre por sus calles, que tiene por epicentro el Llano de San Rafael, adornado para la ocasión con los típicos carretones y empalizadas que se utilizaban en este tipo de festejos populares.

   Para ambas secuencias fueron utilizados y contratados numerosos/as castreños/as que participaron como extras en la película. El rodaje en Castro del Río transcurre durante la primera semana del mes de mayo de 1958, y no estuvo exento de anécdotas e incidentes, como la del astado que cogió y golpeó al extra Rafael Moreno Santiago, causándole varias y graves heridas, o la del toro que se escapó del encierro, sembrando el pánico entre la población, finalmente abatido de un tiro por un valeroso número del cuerpo de la Guardia Civil apellidado Vaca.

ABC 7 de mayo de 1958

   Hasta la prensa libertaria en exilio, de la que eran habituales lectores muchos castreños, de los que tuvieron que emigrar forzosamente al finalizar la guerra civil española, recoge la información:

Solidaridad Obrera 5 de junio de 1958

   Las acrobacias taurinas (salto frontal y de la garrocha) y otras suertes de recorte que se aprecian en la cinta, son obra de un famoso especialista de cine de la época llamado Manuel Santamaría “Pololo”.


   Afiches como este, serían profusamente, cual hojas volanderas, distribuidos por el empresario del todavía Teatro Cervantes (antiguo Vista Hermosa) para incentivar la asistencia a su sala de la población castreña cuando se estrenara la película en la localidad. Quiero recordar que un antiguo empleado del posterior Gran Cinema, Rafael Caravaca Pinillos, asiduo colaborador de la Revista de Feria, con rememoraciones sobre el cine y el teatro en las que trascribe sus vivencias y colecciones, se ocupó de su estreno en Castro del Río, acompañado de fabulosos llenos.
   Los tiempos han cambiado, hoy el cine, antiguo negocio y lugar de encuentro, a raíz de la proliferación de nuevas tecnologías, se ha trasladado a los cómodos y confortables salones particulares. Ya no hace falta siquiera hacer colección de películas pues están disponibles permanente para su descarga en la red. Quienes puedan mostrarse interesados por el visionado completo de Soledad pueden encontrarla en ella.



   Ya para terminar, haciendo uso, una vez más, de mi legítima propensión, desearía que las nuevas y futuras generaciones de castreños/as cuando vean esta película, puedan seguir reconociendo en ella esas calles y plazas del Barrio de la Villa, de las que deben sentirse orgullosos. Para ello es imprescindible una especial sensibilización entre la población y entre los dirigentes políticos, que son quienes a la postre deben preservarlo evitando perniciosas e irreparables actuaciones urbanísticas.
    Soy consciente de problemáticas derivadas de la proliferación de vehículos automóviles, pero desde mi particular punto de vista, el antiguo solar del Circulo de Artesanos, con cuyo derribo ganó en belleza el entorno, al quedar al descubierto el Castillo, no se merece su actual uso como guarda coches. Existen soluciones. Una terraza soleada y ajardinada (con hostelería) que hiciera las veces de centro de acogida y recepción de visitantes, compatible con el uso y disfrute del espacio por parte de la ciudadanía en general, se me ocurre como una solución viable y económica.
   A las burras del siglo XXI habría que buscarle establos, fuera del perímetro amurallado. Un nuevo parking subterráneo en el Llano de la Fuente podría ayudar a solucionar el problema. Eso si, al encargado del proyecto se le debe exigir armonía con el conjunto, de la que carece el recientemente inaugurado parking de la Plaza de San Fernando.

 Antiguo aparcamiento ubicado en el Llano de la Fuente, justo
donde arranca la Cuesta de los Mesones.


   Un antiguo morador del Barrio de la Villa.

24 marzo 2011

Fútbol en Motril durante los primeros años 30. I

Athletic Club de Motril 1931
Archivo fotográfico Semanario motrileño Mucho Deporte

   Valiéndome de escuetas y concisas informaciones ya me ocupé de los orígenes del fútbol motrileño en una entrada anterior.

   Es durante la década de los años treinta, coincidiendo con la implantación en nuestro país de un nuevo régimen político ( II República), momento histórico en que al Real Madrid se le cae la corona, quedándose como Madrid F.C. a secas, cuando esta práctica deportiva termina consolidándose definitivamente entre la población motrileña. Aunque por el nombre adoptado para el primer equipo local y por su impecable indumentaria, parece que el Athletic de Bilbao era el que gozaba por entonces de mayor simpatía entre los aficionados locales
 


Recomiendo la audición del himno del Athletic de Bilbao
   (el equipo de mis amores) para ambientarse.

   Habría que distinguir varias etapas perfectamente diferenciadas durante el periodo:
Temporada 1931/ 32

   El Athletic Club de Motril y el Sporting (Deportivo Comercial), que provienen del periodo anterior, mantienen una especial rivalidad entre ellos para hacerse con la supremacía del fútbol local. El dominio es claro a favor de los primeros, que parecen contar con mayor poderío económico y con una estructura organizativa más estable.
   Las referencias sobre partidos amistosos entre athleticos y spotinguistas, se saldan con permanentes victorias de los primeros, a excepción de un empate. Para incentivar la competición se ponen en juego trofeos donados por el comercio local. Es el caso del  disputado, durante la Semana Santa de 1932 (4-1 para el Athletic), con una copa de plata donada por el popular establecimiento del ramo de tejidos Almacenes Carrasco.
   Los partidos se desarrollan en un denominado Campo de la Fundición.
   La mejora en los medios de comunicación, permite que se diversifiquen los rivales y que se desplacen hasta Motril equipos de las provincias limítrofes para contender con el Athletic, que por su mayor poderío económico puede afrontar los gastos de contratación.

   El Sporting se tiene que conformar con enfrentamientos con modestos de procedencia comarcal como el C.D. Obrero de Almuñecar con el que disputa algunos partidos con  devolución de visita. Por una crónica recogida en la prensa granadina sabemos de un desplazamiento del Sporting hasta la capital para contender frente al reserva del Recreativo de Granada, siendo derrotado por 1 a 0. De los costeños destacan al meta Rosa, que hizo bonitas paradas, los defensas González y Pinos, y  los delanteros Arcas y Carlos, que realizaron varios avances, sin conseguir rematarlos con el gol. A destacar ciertas normas comúnmente aceptadas de caballerosidad y deportividad que prevalecen aún en el fútbol. Los dos penaltis en contra con los que fue castigado el Sporting fueron arrojados fuera deliberadamente por los granadinos.
   Algún equipo granadino como el Júpiter, también recala en Motril para contender contra el Sporting (2-1 a favor de los locales).
   En un nivel inferior aparecen el Marítimo y el Deportivo Obrero, que se nutren de jugadores de extracción social humilde, a los que la prensa apenas si les da cobertura informativa por lo sólo conocemos un enfrentamiento mutuo  con victoria para los segundos.


Partidos jugados por el Athletic de Motril temporada 1931/32

En casa

  • 12-31: Athletic club venció 3-2 al Vélez Málaga.
  • 12-31: Athletic- Imperial de Málaga (0-3). La actuación del árbitro muy protestada por el público.
  • 02-32: Athletic- Ferroviaria de Almería. Doble partido: 1-1 y 2-0 (ver crónica impresa)
  • 03-32: Athletic- Granada F.C (1-0).
  • 03-32: Athletic- Vélez Málaga (7-1).
  • 03-32: Athletic- Sporting Club Ibérica de Málaga. Doble partido: 1-2 y 1-1.
  • 05-32. Athletic- Granada F.C. (2-1). Copa en disputa donada por Almacenes Carrasco. 




Diario la Independencia de Almería (13-02-32)

Fuera de Casa

  • 07-31: Granada F.C.- Athletic (3-0).
  • 02-32: Athletic de Almería-Athletic de Motril (3-0). Partido a beneficio de los obreros parados (ver crónica impresa).
  • 04-32: En Guadix la Unión Deportiva Accitana venció al Athletic de Motril por 3-0.

Diario de Almería 3 de febrero de 1932

 
   Jugadores motrileños reseñados en las crónicas:

Porteros: Rosas y Guillermo.
Jugadores de campo: Feriche I, Feriche II, Caracuel, Gómez, Castro, Herrera, Villegas, Cazorla, Fernández, Jiménez, Loja, Priscrim, Arcas, Rubio, Chicuelo y Medina.

   El Sporting terminaría desapareciendo y algunos de sus mejores jugadores, caso del guardameta Rosas y el delantero Arcas, se integrarían en la disciplina del poderoso Athletic.


Temporada 1932-33

   Marcada por el propósito del Athletic de entrar en competición oficial. El requisito de un terreno en propiedad, vallado y bien acondicionado, exigido por la federación sur, obligará a la búsqueda de medios financieros con los que afrontar la adquisición y construcción del terreno de juego y los gastos para afrontar la aventura competitiva.
   Se recurre a la fórmula de una sociedad deportiva que emitirá quinientas obligaciones hipotecarias de 50 pesetas. Como máximos responsables de la sociedad figuran los señores Manuel Pérez Reina (Administrador de Aduanas) y Paula Rojas, presidente y secretario respectivamente, arropados por una junta directiva de la que también forman parte los señores Cobos y Maldonado.


   Durante la segunda quincena del mes de septiembre de 1932, mientras se ejecutan las obras de acondicionamiento del nuevo estadio, se disputa un doble enfrentamiento entre el Salobreña F.C. y un denominado Recreativo de Motril (que presuponemos sucesor del desaparecido Sporting), con victoria para los salobreñeros en el primer partido disputado en su casa (2-1) y con el mismo resultado en contra en el partido disputado al domingo siguiente en Motril, en una explanada situada junto a la Azucarera del Pilar.   
Ideal de Granada 22 de septiembre de 1932


   El cronista aprecia ciertas deficiencias en el terreno de juego, ya que algunas líneas aparecen sin marcar. El partido despertaría gran expectación entre los numerosos aficionados que se dieron cita en el lugar, puesto que los visitantes se presentaban reforzados por jugadores del Athletic de Motril prestos a iniciar el rodaje para la nueva temporada.

Azucarera del Pilar al fondo
Ideal de Granada 22-9-32

   La pretemporada se inicia con la inauguración oficial del Estadio del Majuelo durante la tradicional Feria de Octubre. Es contratado para un doble partido el Córdoba Sporting Club, decano del fútbol cordobés, que durante la década de los treinta tuvo que ceder la máxima representatividad de su ciudad al Racing y a quien también se le habia caido la corona real.

Real Córdoba Sporting Club 1926


  Aquellos partidos frente al Sporting cordobés, inscrito para participar esa misma temporada en la 2ª categoría preferente, aunque encuadrado en otro grupo, deberían de servirle al Athletic para medir sus fuerzas frente a un equipo de similares características a los que iba a encontrarse en a competición oficial.
   Las tensiones de carácter político y social, propias del periodo, determinarían cierta segregación en los actos de inauguración del nuevo campo. En la mañana del domingo 15 se verificaría la bendición del terreno de juego a cargo del párroco de Ntra. Sra. de la Encarnación, don Salvador Huertas Baena. A ella asistieron numerosos invitados que no quisieron perderse “esta demostración católica de los deportistas motrileños”, obsequiados con dulces y licores por parte de la directiva. A destacar la presencia de la encantadora señorita y madrina del club, Sofía García Villatoro Jiménez, aristocrática joven de origen motrileño residente en Madrid, sobrina de Antonio Jiménez Caballero de las Cuevas, alcalde de Motril durante la Dictadura de Primo de Rivera.
   Pese a las premuras en cuanto a su ejecución y ciertas dificultades para acceder a su emplazamiento, salvadas con un camino que discurría entre cañaverales, a las tres y media de la tarde de ese mismo día se dieron cita en él numerosos aficionados. En los instantes previos al partido, se produce la inauguración oficial. El señor alcalde, el republicano radical don José del Rosal y Caro, a los acordes del Himno de Riego (suponemos) interpretado por la Banda Municipal de Música, rompe la cinta que da acceso el terreno de juego a directivos, jugadores y madrina. El saque de honor le correspondería a esta última después de cambiarse los pertinentes ramos de flores.

El señor alcalde cortando la cinta (Ideal)
Madrina, presidente y capitanes.

 Este primer partido saldaría con un 0-2 a favor de los visitantes:

Ideal de Granada 19 de octubre de 1932

   Al día siguiente, nuevo enfrentamiento entre ambos equipos, y una nueva y estrepitosa derrota del cuadro local (1-5).

 Procedencia (archivo particular)

   Esta segunda fotografía, por tradición oral familiar, de la persona que aparece ejecutando el saque de honor (Fernando Delgado Morente), debe de corresponderse con aquel segundo partido. Evidentemente la indumentaria no es la habitual rojiblanca que utiliza el equipo. Por un elemental motivo higiénico para este segundo partido se recurriría a la segunda equitación. En el equipo visitante también se aprecian cambios en el color de los pantalones. El otro personaje, de descomunal estatura, que aparece a su lado, con un ramo de flores entre sus manos, es un buen aficionado conocido como Jarabo, ligado también a posteriores etapas del fútbol local.

Nicolás Feriche ?

  Para disipar dudas he recurrido a la comparación fotográfica. Parece evidente que se trata de los mismos jugadores. El portador del protocolario ramo de flores debe ser el capitán Nicolás Feriche (Feriche I). Un secundo jugador local que aparece junto al esférico también parece ser el mismo que aparece en la fotografía de estudio de la cabecera. 



  Asumiendo incluso algún riesgo por evidente parecido físico también el recorte que muestro debe corresponderse con Feriche II, hermano del capitán. Rogaría a los descendientes de estos pioneros del fútbol local que me lo corroborasen. Igualmente solicito la colaboración de cuantos motrileños sean capaces, ayudándose de los nombres que aparecen reseñados en las crónicas, de ponerle nombre y apellidos a los rostros de esos futbolistas que se muestran orgullosos en esa magnífica fotografía de estudio del Athletic motrileño en blanco y negro.


 
    A pesar de la adversidad deportiva, la madrina del club obsequió a los jugadores con una merienda campestre en el cortijo de los señores de García Villatoro en las afueras de la ciudad. Al acto, además de jugadores y directiva, asistieron distinguidas damas y señoritas y los curas párrocos de la Encarnación y de la Divina Pastora. Nicolás Feriche, jugador y capitán, leyó unas cuartillas pidiendo disculpas a la madrina por el papel poco lucido durante los partidos de feria y alentó a sus compañeros para que en partidos venideros rehabilitasen el nombre de la sociedad y se hicieran dignos de su bella protectora.
   La manifiesta necesidad de reforzar el importante puesto de la portería y las buenas actuaciones del joven guardameta cordobés Diego, durante aquellos partidos, motivaría su fichaje para la temporada oficial. Como todavía en estas categorías el fútbol no discurría aun por los cauces del semiprofesionalismo actual suponemos que el guardameta cordobés seria tentado con una buena oferta de trabajo por parte de algún directivo influyente. Otro refuerzo importante  sería el centrocampista Gutiérrez procedente del Recreativo Granada con quien no debió llegar a un acuerdo económico.
   Hasta el definitivo inicio de la competición, con un terreno en propiedad y vallado, lo que ya permitá hacer caja en taquilla, se suceden los enfrentamientos en casa ante rivales de desigual entidad:

  • 19321103: En el campo de deportes del Athletic Club Motril jugaron un encuentro el titular y el Lecrin de Almería resultando empatados  (1-1).
  • 19321116: En el campo del Majuelo de Motril El Athletic Club local venció por 2-0 al Alameda de Jaén. Ambos equipos hicieron un juego muy duro.
  • 19321122: En el campo del Majuelo de Motril contendieron el Recreativo Perchel de Málaga y el Athletic Club local. Ganaron estos por 7-1.

La competición

   Una vez elaborado el calendario, el Athletic motrileño es encuadrado en el grupo Málaga- Granada, junto a  los primeros equipos de la capital, Recreativo de Granada y Español, la Unión Deportiva Accitana de Guadix, el Antequera y el Iberia Sporting de la capital malagueña. El debut liguero tendría lugar el domingo 25 de Noviembre en Guadix frente al Accitana.
   Para no hacerme demasiado pesado, el desarrollo de la competición y el posterior devenir del futbol motrileño lo dejaremos para una próxima entrada.