Estrujando un poco más esta fuente historiográfica podemos confeccionar una nueva entrada, complementaria de las anteriores, sobre otras antigüedades
romanas procedentes de la antigua Obulco (Porcuna), fotografiadas y
referenciadas en texto por Enrique Romero de Torres, su autor.
Se trata de dos lápidas funerarias, un
busto de niño y varios capiteles de diferentes ordenes.
La primera
de las lápidas, ya fue incluida por Emil Hübner entre las 30 procedentes de Obulco en sus Inscriptiones
Hispaniae Latinae ( Corpus Inscriptionum Latinorum II), obra concluida
y publicada en 1892 (nº 5519). Aureliano Fernández Guerra en “Nuevas inscripciones de Córdoba y Porcuna”
(Boletín de la Real Academia de la Historia tomo XI pag.169, 1887) también se
ocupa de ella.
(Fotografía
nº 523)
Sobre piedra arenisca,
fue hallada en junio de 1883. Se conservaba en la colección
arqueológica del propio don Enrique Romero de Torres.
También se incluye fotografía y noticias de una segunda lápida de piedra de mármol. Los avatares de esa pieza están recogidos en el propio texto del catálogo, también reproducidos en un artículo que bajo el título de "Nueva inscripción romana" (Porcuna), fue publicado en el nº 21 (septiembre del año 1914) de la revista cultural giennense Don Lope de Sosa:
"Entre
los papeles antiguos que existen en el archivo de la Real Academia de San
Fernando, en una carpeta correspondiente a la provincia de Jaén hay entre otras
noticias curiosas, una comunicación fechada el año de 1846 en la que se
participa a dicha Academia que habiéndose hecho excavaciones en el pueblo de
Porcuna, por iniciativa del señor don Cristino Aguilera, habían dado por
resultado el hallazgo de varios objetos arqueológicos como son: un sarcófago,
dos lacrimatorios, uno de barro y el otro de cristal, dos candiles, ocho vasos
de barro, tres de ellos de forma etrusca, tres urnas sepulcrales y media lápida
de mármol".
El hallazgo, que en un principio fue fortuito, tuvo lugar con motivo de las obras emprendidas por el Ayuntamiento, presidido por don Cristino Aguilera, para la construcción del nuevo paseo. Aunque según noticia recogida por la prensa histórica, parece ser que estuvo acompañado de una posterior excavación arqueológica.
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La Esperanza 2 de agosto de 1845. |
"Creyendo este fragmento inédito porque no
lo incluye Hübner en las inscripciones correspondientes a Obulco Municipium
Pontificense, hube de escribirle al ilustre director de la Real Academia de la
Historia don Fidel Fita, el cual en galante misiva me contestó así:
“Mi querido amigo y compañero. El mármol
original de la inscripción de Porcuna que usted me indica en su muy grata de
anteayer está en el Museo Arqueológico de Granada. Al que pasó comprado por el
Gobierno en 1885 con otros procedentes de la riquísima colección de don Manuel de Góngora y Martínez. En esta colección no se indicaba el sitio de donde
Góngora la sacó, por eso la reseño Hubner (nº 5513) entre los de Granada y fue
lástima que no conociese la carta que usted cita”.
(Fotografía nº 524)
“Guiado por tan oportuna contestación a mi paso
por la bella capital de Granada me proporcioné la adjunta fotografía del
precioso fragmento lapidario, el cual mide de alto 61 centímetros y de ancho
41. Sus letras son hermosísimas e indudablemente del primer siglo. El
suplemento que falta para completar los renglones me induce a creer que las
dimensiones del fragmento perdido no diferían de las del presente”.
Cuestiona la traducción hecha por Hübner en su
día y conjetura una nueva (véase ficha catálogo Museo Arqueológico de Granada ubicada en el portal CERES).
Las siguientes
piezas fueron encontradas casualmente (habría que contemplar también la
posibilidad de una improvisada excavación pseudocientífica) en los primeros
años del siglo XX, en el mismo lugar donde con posterioridad se ha localizado y
ubicado el sector residencial noble de la antigua Obulco:
“También se han descubierto en el haza
denominada Peñuela lindando con la población a unos 100 metros a poniente, dos
magníficos capiteles corintios que miden 65 centímetros de alto por 63 de ancho
y un busto de un niño en mármol de 0’27 centímetros por 0’20. Los dueños de
estos terrenos son los herederos de Don Ramón Barrionuevo” (fotografías 527-
528).
El profesor Beltrán
Fortes en un trabajo bajo el título de “Esculturas
romanas desaparecidas de la provincia de Jaén, según el Catálogo de los Monumentos
Históricos y Artísticos de E. Romero de Torres” (HABIS 33, 2002, 459-486)
da por desaparecido ese retrato infantil, informándonos sobre su posible datación
y características iconográficas (véase enlace).
Este
otro capitel de orden jónico, de excelente factura, se hallaba en el patio de la
Iglesia de San Benito. Al igual que los de orden corintio, anteriormente expuestos, desconocemos su paradero.
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