Las ferias en Andalucía tienen un origen comercial: concentraciones de compradores, vendedores y tratantes, esencialmente de ganado, tan imprescindible otrora para las labores agrícolas. A ellas, con el tiempo se irán incorporando otras manifestaciones de carácter lúdico, festivo o religioso. Con objeto de controlar fiscalmente las transacciones, regularizar y evitar la coincidencia en las fechas, para la celebración de ferias y mercados se requería de la pertinente autorización regia.
En la villa cordobesa de Castro del Río, durante el Sexenio Absolutista de Fernando VII, fue cuando las autoridades locales adictas a su causa, tras elevar consulta al Consejo Supremo de Hacienda, consiguieron que S.M. el Rey se dignase a conceder a esta villa del reino de Córdoba, con sujeción al pago de los correspondientes derechos, la facultad de celebrar anualmente una feria en los días 25, 26 y 27 de septiembre.
Sus promotores, el Síndico Procurador General y Teniente Coronel de Infantería, don Francisco Antonio Valdelomar, y el Licenciado don Gaspár García Aramburu, Síndico Personero de la villa de Castro del Río. El primero, ha pasado a la historia, mayormente, por ser una de los elementos más destacados en aquella fallida insurrección absolutista contra el sistema liberal, protagonizada por Brigada de Carabineros Reales destacada en Castro del Río, a finales de junio del año de 1822. Estaba al mando del Regimiento Provincial de Córdoba, del que seria apartado. Durante la Década Ominosa recuperaría prestigio y dignidades.
Un repertorio general de noticias de 1822, diccionarios como el de Sebastián Miñano del año 1826, un Manual geográfico administrativo de 1844 o la Biblioteca del comerciante de Damián de Sogravo y Craibe (1846), nos certifican que, al menos, durante la primera mitad del siglo XIX, la Feria Real de Castro del Río seguiría celebrándose en las fechas en un principio asignadas (25, 26 y 27 de septiembre).
La Historia de Córdoba de Luis Maraver y Alfaro, editada y publicada en el año de 1863, nos proporciona información sobre un ligero cambio operado en su calendario tradicional, pasando ésta a celebrarse durante los días 16, 17 y 18 de septiembre, que es la fecha con la que oficialmente ha llegado hasta nuestros días. En la proximidad y la competencia, con la tradicionales y pujantes ferias de ganado de San Miguel de la vecina localidad de Cañete de las Torres o la de Baena, donde se daban cita para efectuar sus transacciones numerosos labradores de las provincias vecinas de Córdoba y Jaén, creo que pudiera estar el motivo justificado del cambio de fechas.
Calendario provincial de Ferias (Maraver y Alfaro) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario