Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

08 diciembre 2010

José Navajas del Río (dibujante) II.


   Tras su servicio militar se presenta en público con la que sería su primera exposición individual, la celebrada en los salones del Círculo Mercantil de Córdoba durante el mes de  marzo de 1933. Entre los trabajos expuestos por “este joven y excelente dibujante” destacan sus caricaturas objetivas, geométricas, apuntes taurinos a pluma, acuarelas y otras. En uno de los ángulos de la sala se muestra el busto del autor, hecho por la mano maestra de un compañero, Francisco Adamúz.

 “Amigo Narrio, tu arte ha pasado por los temporales bruscos de todo aquel que se forma en la calle. Yo, mejor que muchos, puedo apreciar cuanto valen en esfuerzo tus dibujos satíricos. Yo he visto tu lápiz con verticidad heroica moverse en el papel para trazar el estruendo de carcajadas crepitantes cabalgando sobre narices dromedarias y belfos acaballados, de donde pendía el infatigable cascabel de tu risa juvenil y que forma el manantial de tu arte, contra el vendaval que siempre sopla sobre los afanes de liberación.
   Pero tú cabalgas, que es lo que importa. Yo te contemplo y veo en ti cualidades triunfadoras. En esos trazos burlones que ahora tapizan las paredes del Mercantil, fruto de tu genio, he columbrado yo algo excepcional que no se amolda ni resigna a quedar estancado en la esfera de lo mediocre. Hay inspiración abundosa, hay alma, caudal de tu idiosincrasia. En la semblanza de aquellas figuras significativas, donde tu lápiz puso una flor junto a sus deformidades, hay un torrente de gracia, de risa jovial y sincera, que te segura el porvenir, llevándote en volandas a las regiones del arte.
  ¡Adelante, querido Narrio¡ Te aseguro que tu lápiz que de todo se ríe y todo lo ridiculiza, no te hará hacer el ridículo, porque en ti hay vena, genialidad, dinamismo y entereza.
Manuel Gallardo


   La aceptación de público y crítica le vale para ser pensionado por la Diputación Provincial y proseguir en el perfeccionamiento de su arte en la Escuela de Artes y Oficios.
   Por su destreza, ya demostrada en la caricatura geométrica de personalidades, realiza para la casa Borda 10 postales, en cinco colores, de caricaturas de políticos republicanos (Azaña, Lerroux, Fernando de los Ríos, Marcelino Domingo, Besteiro, Maura, Prieto, Maciá, Albornoz y Osorio y Gallardo), impresas en la acreditada casa litográfica Anel de Granada.



   Son asiduas también por esta época sus colaboraciones en "Córdoba: revista ilustrada":





   En enero de 1934, de un grupo de noveles artistas pensionados en escultura y dibujo por la Diputación, partirá la idea de exponer colectivamente sus trabajos. A Navajas del Rió lo secundan, el también dibujante y caricaturista Juan Aguayo, el escultor Francisco Adamuz y el pintor Blas Moyano.
   La prensa se hace eco de la valiente iniciativa de estos prometedores artistas cordobeses:

“Un grupo de jóvenes, que en cordial abrazo y reciproco entusiasmo, se unen para aportar cada uno su grano de arena, resumen de su inspiración, de sus esfuerzos, y ofrecer ante nosotros algo de un alto y futuro reconocimiento”.
“Lucha pues de corazones juveniles, lucha de risueñas fantasías doveladas por la rima emotiva y sentimental de un triunfo forjado en aras de la belleza y de la evocación artística”.

   Se les dedican entrevistas personalizadas. La realizada a Navajas del Río nos sirve para conocer sobre sus inquietudes artísticas. Aunque se queja, del escaso ambiente que el arte posee en Córdoba, se muestra optimista con sus proyectos e ideas para el futuro. Trabaja en su domicilio en un modesto y acogedor “estudio de luchas recónditas”. Sobre sus maestros, de los actuales destaca a Máximo Ramos y Ricardo Marín para los apuntes taurinos, a Moreno Carbonero en el estilo clásico, y Pablo Picasso en el moderno.
De entre la historia del arte a Tizziano, Zurbarán y Goya. Sus cuadros preferidos “Las Meninas” de Velázquez y “Las Viejas” de Francisco de Goya.
   De su propia obra, subraya dos cuadros sociales titulados “El Desahucio” y “Hambre y frío”. Y otra por la que siente especial predilección “Resplandor”, pintada valiéndose exclusivamente de los dedos.
   Refiere también a algunos familiares suyos relacionados con el mundo del arte. Su hermano Diego, inspector veterinario de Espejo, aficionado a la escultura; su prima Lola pintora de efectos; Pedro del Río como copista; y en Madrid, Juan del Río, coleccionista de arte, que posee un museo particular con cuadros de Perrault y Vicente López (coetáneo de Goya).

   Las prometidas ayudas de Diputación y Ayuntamiento no llegaron nunca, y la proyectada exposición quedó relegada en el olvido. Se tuvieron que conformar con un hueco en la colectiva de Bellas Artes, que con motivo de la Feria de la Salud, se celebraba anualmente organizada por el Ayuntamiento.

  No conocemos el grueso de su obra durante este periodo, sólo alguna muestra aislada. Parece coquetear con las vanguardias y experimenta junto a Juan Aguayo con un tipo de caricatura denominada geométrica-sintética, en la que simplificando las formas con el menor número de elementos posibles logran plasmar la personalidad de sus destinatarios.

Navajas del Río ( Aguayo)


Valle Inclán (Aguayo)

   En septiembre de 1934 victima de una rápida dolencia fallece su madre, Doña Petra del Río Cubero. El funeral por su eterno descanso fue celebrado en la iglesia de la Compañía presidido por el canónigo de la S.I.C. el castreño Francisco Manuel Navajas Camargo, con la asistencia de familiares y amigos de Castro del Río: Francisco Algaba Luque, José Navajas Aranda y Juan Rafael Cubero Camacho, primo de la finada.

   Sobre su posterior evolución, parece optar definitivamente por el dibujo (esa expresión plástica exenta de la seriedad austera y profunda de la que pudieros denominar como “pintura de museo”, que mediante reproducción mecánica va a parar a la efímera hoja volandera de un periódico).
   En mayo de 1935 participa en la Exposición de Bellas Artes con una serie de apuntes al pastel que denomina “Estampas Cordobesas”. Vuelve al clasicismo y mediante una técnica de apuntes rápidos se detiene en lugares emblemáticos de la ciudad como la Plaza del Potro, calles, rincones, mansiones señoriales, casas de vecinos en las que la chiquillería andrajosa se diseminan bullangueramente por sus amplios patios…
   
   Ilustra con su lápiz las páginas dedicadas por el diario la Voz a la Feria de la Salud de aquel año. 







   Crea un personaje al que bautiza como Refaé, que encarna el cordobesismo mas castizo, en la línea de aquel otro Oselito, sevillano, trianero y bético creado por el dibujante Martínez de León.








   Sus tiras cómicas vuelven a sucederse durante varios meses en el diario la Voz.
   Su estilo ha evolucionado bastante, sus figuras se estilizan, predominan pequeños trazos sueltos, borrones casi impresionistas, con los que consigue conformar su dibujo.











   El 20 de noviembre de 1935 en la iglesia parroquial de San Pedro de Nueva Carteya (Córdoba) contrae matrimonio con la señorita Carmen Moros Barranco. Actuarían como padrinos el apoderado de la casa Carbonell y Cia. en Castro del Río, don Julio Trenas Cosano y su distinguida esposa doña Dolores Cubero Camacho, tíos del novio.
   A partir de aquí dejamos de tener noticia sobre él. Posiblemente ante su nueva situación civil, desistiera definitivamente de la pluma y el pincel como herramientas de trabajo, sustituyéndolas por un convencional empleo remunerado.
   Ya en la posguerra volvemos a saber de él como autor durante varios años del cartel anunciador de la popular romería dedicada a la Virgen de la Sierra en Cabra.

   Les he mostrado su obra efímera, la reproducida en su día en prensa diaria y revistas. El resto, que presupongo de mayor calidad (sus apuntes taurinos, esas estampas cordobesas, oleos, acuarelas y aguadas) deben de conservarse en manos de sus descendientes. Considero justo un pequeño esfuerzo para intentar localizarla, por lo que agradecería cuanta información pudieran suministrarme castreños y carteyanos conducente a tal fin.

04 diciembre 2010

José Navajas del Río (dibujante) I.


   Estas ilustraciones, aunque puedan parecerlo, no son manga japonés, pertenecen a la primera etapa de un dibujante nativo de la villa del Guadajoz, pionero de la tira cómica en la prensa cordobesa.
   Hace ya bastantes años, cuando empecé a sumergirme en las colecciones de prensa histórica cordobesa ubicadas en su biblioteca municipal, entre las páginas del diario gráfico “La Voz” descubrí la obra de este caricaturista cuya firma “José Navajas del Río” me apuntaba a un probable origen castreño. Cotejando con otras fuentes, pude comprobar que, efectivamente, este joven dibujante había nacido en Castro del Río el año de 1912.
   Era hijo del labrador José Navajas Millán, que durante la primera década del siglo había participado de la política local en las filas del partido conservador. En 1904 fue primer Teniente de Alcalde del Ayuntamiento presidido por su primo José Navajas Moreno.  Hermano del anterior, el también Alcalde y futuro diputado agrario en las cortes republicanas, Antonio Navajas Moreno “barbitas de alambre”, figura destacada del conservadurismo local y hombre de peso de la patronal agraria de la provincia de Córdoba durante el primer tercio del siglo XX.
   Su madre, Petra del Río Cubero, entronca directamente con un apellido de larga tradición liberal, democrática y republicana. Hija de Federico del Río Luque, que junto a sus hermanos Gabriel y Tomás formaron parte de la minoría republicana del Ayuntamiento durante las décadas finales del XIX.

  ¿Cuándo se despierta su afición artística?   En la escuela de Castro del Río. Era yo muy pequeño, y mostraba ya una gran inclinación por el dibujo, pintaba en papelotes, en los capítulos de los libros, en las paredes incluso, y aunque con visibles deficiencias, ponía bastante simetría en los trazos, mas que ninguno de mis compañeros de colegio (De una entrevista publicada años después en le prensa).

   El matrimonio Navajas del Río tenia su domicilio en la Plaza de la Iglesia 17 y llegaron a reunir hasta un total de diez hijos. El año de 1927 la familia decide fijar su residencia a Córdoba. Posiblemente este traslado obedezca al loable propósito de facilitarle el acceso a la educación a su numerosa prole. Aunque, un hecho del capitulo de sucesos, pudiera guardar alguna relación con dicha decisión. Se trata del “robo sacrílego” perpetrado contra el ajuar de la Virgen de la Salud, en el que aparece implicado uno de sus hijos. Cierto sentimiento de vergüenza y culpa pudo haber precipitado su marcha.
   Ya instalado en Córdoba, las primeras noticias que tenemos sobre la faceta artística de José Navajas del Río se remontan a agosto de 1929. Entre los donativos efectuados pro verbena del Cristo de los Faroles figuran dos losetas pintadas por él. Es posible que ingresara en la Escuela de Artes y Oficios donde perfeccionaría esa vocación temprana.

   Es en 1931 cuando aparecen publicadas sus primeras tiras cómicas en Patria Chica: revista gráfica, eutrapélica y apabullante. Las firma como “Monos de José Navajas del Río”.



  Un par de meses después de proclamarse la república, Prensa Republicana de Córdoba S.A. se hace con el grueso del accionariado del periódico La Voz, entrando a formar parte como dibujante de su plantilla. Su trabajo no se limita a la tira cómica o caricatura diaria, elabora las cabeceras de las diferentes secciones del periódico, ilustra colaboraciones literarias y se ofrecen sus servicios a los anunciantes para reclamos publicitarios. Su firma “N. del Río”, que no tardaría mucho en transformarse en  NARRIO.



   De esta su primera etapa artística y semiprofesional, que abarca desde su compromiso con el diario La Voz hasta su marcha al servicio militar (febrero de 1932), he seleccionado  algunos de sus trabajos. Prevalece la sátira de carácter político y social (notas cómicas en un solo cuadro), que responde a la línea ideológica marcada por su periódico durante aquella coyuntura histórica de “república recién estrenada” (republicanismo radical autónomo o lerrouxista). Aunque también se prodiga en tiras puramente cómicas (en tres cuadros), los anuncios comerciales y  sobre todo las ilustraciones, más afanadas y logradas.

Sátira político social














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Tiras cómicas (en tres cuadros)





Ilustraciones



(Continuará)