Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

28 abril 2012

"El tío de la cámara" (3º parte y final).

En plena faena



     Esta vista panorámica de la villa de Espejo, así como la fachada y torreones del Castillo del Duque de Uceda, de esta misma villa, proceden del cuaderno nº 52 (Castro del Río) del Porfolio Fotográfico de Andalucía, que no pudimos mostrar en su día.
     Como podrán comprobar, la segunda es idéntica a la presentada en la entrada anterior tomada de la revista gráfica La Esfera, firmada por "Fot. Castella" De manera que queda definitivamente certificada la autoría de ese portfolio, y creo que, también de camino, la del resto de los de la provincia de Córdoba (menos Posadas).
     Un segundo reto planteado, pasa por poder averiguar, con nombres y apellidos, la persona que se esconde detrás de esa firma. Ya vimos la producción fotográfica asociada a Enric Castella Marqués, circunscrita exclusivamente al ámbito de la ciudad de Barcelona, que arranca en 1905 y que desaparece misteriosamente a finales de 1913. 
     Un pie de foto y otras referencias nos advierten sobre la existencia de un Baltasar Castellá (fotógrafo), también barcelonés, presumiblemente emparentado con el anterior. Podemos estar ante un hermanado equipo, o bien que fuera este segundo quien heredara la técnica y la firma del primero. Son simples conjeturas que sólo podré despejar el día que tenga la posibilidad de dar con las fuentes necesarias.
     De momento, lo único que puedo refrendar es que ambos estuvieron relacionados con tiradas diversas de la casa editorial A. Martín de Barcelona, aunque quien parece ser responsable de los porfolios, tarjetas postales y otras publicaciones relacionadas con la provincia de Córdoba es Baltasar. 







    La labor de estos profesionales traspasa el encargo principal, y aprovechan su gira por provincias para remitir a prensa gráfica placas tomadas de acontecimientos y actos de sociedad desarrollados durante  la misma, lo que les permitiría obtener unos buenos ingresos complementarios. 

     Es el caso de la visita girada a la capital cordobesa en  por S.A. la Infanta Dª Isabel de Borbón y Borbón, hermana mayor de Alfonso XII, conocida popularmente como La Chata, de la que ha quedado testimonio grafico gracias a fotografías Castellá: 


Señoritas pertenecientes a´lo más granado de la aristocrática sociedad cordobesa
(octubre de 1915)

     Disponemos de otra muestra de las mismas características datada en diciembre de 1915, en la que sus cámaras dan cobertura a un acto de carácter literario celebrado en el los aristocráticos salones del elitista Circulo de la Amistad de Córdoba, del que era vicepresidente en aquel momento Fernando Quero Goldoni (de origen porcunense).
     Donde encontramos a Fotos Castellá asociada definitivamente el nombre de Baltasar, es en una noticia publicada en el Diario de Córdoba sobre el benéfico acto de reparto de juguetes efectuado en el Centro Obrero Conservador durante la festividad de Reyes del año 1916:

     “Al final de la fiesta impresionó notables placas el fotógrafo de prensa gráfica Baltasar Castellá”.


    De manera que, mientras no se demuestre lo contrario, las producciones de Alberto Martín relacionadas con la provincia de Córdoba son de Baltasar Castellá, y creo que también bastantes de las que se conservan entre los fondos del Archivo Fotográfico de Barcelona, atribuidas y catalogadas como correspondientes a Enric.

Tarjetas Postales - España Regional

    Una vez terminados, o la par que los porfolios, la editorial se sirve de su numeroso fondo fotográfico para poner en circulación una tirada de tarjetas postales bajo este título, perfectamente identificables por su particular impronta en rojo. La única que conocemos perteneciente a la localidad cordobesa de Castro del Río es la de su Casa Consistorial.



    El carteo e intercambio de fotografías, a manera de cromos, con una amiga de Barcelona, ha puesto en mis manos muestras procedentes de una tercera publicación de la tantas veces mencionada editorial A. Martín:


Ficha catálogo BNE:

    España Regional [Texto impreso] descripción por Ceferino Rocafort y Casimiro Dalmau ; cartas corográficas por el comandante de ingenieros Benito Chías y Carbó y otros facultativos. Barcelona: Alberto Martín, [1913-1919] 4 v. : il., map. col., plan. col. ; 39 cm.

    Viene a ser un compendio de los portfolios fotográficos de las capitales españolas y de los diferentes partidos judiciales. Detallada descripción del territorio nacional con más de 3000 fotografías y su correspondiente aparato cartográfico.
    Entre ellas, una para mi inédita y desconocida de Castro del Río, con su río, el Guadajóz, una vez más como protagonista:



    El importante número de estampitas que contienen estos volúmenes sobre los pueblos de la provincia de Córdoba, sumadas a las procedentes de prensa gráfica y otros archivos fotográficos, nos permitirá más adelante (toca cambiar de registro) exponer la prometida muestra “Baltasar Castellá: un periplo por tierras cordobesas”, de la que de momento sólo dejo un pequeño adelanto:



     Se corresponden, la primera con los archiconocidos y desaparecidos Arcos de la Puerta de Aguilar de la ciudad de Montilla, y la segunda, menos vista, con la Fuente Redonda de Fernán Núñez.

    Secuencia completa:

El tío de la cámara (3ª parte y final)

"Baltasar Castellá: un periplo por tierras cordobesas" (próximamente)




26 abril 2012

Porfolio Fotográfico de Castro del Río. El tío de la cámara (2ª parte)

Fachada y torreones del Castillo de Espejo

     En la primera parte citábamos a Enric Castellá como autor responsable de la firma “Fot. Castellá” durante el periodo comprendido entre los años 1905-1913, con una producción circunscrita exclusivamente al ámbito de la ciudad de Barcelona, exponiendo valiosas muestras de las fotos salidas de su objetivo y enlazando con otras.
     Enigmáticamente se interrumpe su rúbrica en las revistas gráficas (las digitalizadas y de libre acceso por la red) durante todo el año 1914, y no volvemos a tener constancia de ella hasta el mes de junio de 1915, con un atractivo reportaje gráfico de la Feria de Nuestra Señora de la Salud celebrada en la capital cordobesa entre los días 25 y 28 del mes de mayo:

Exposición Regional de aceite de oliva
Pabellón de la Remonta
Grupo de ganado caballar
Feria de Ganado - Bueyes pastando
Ganado vacuno descansando

     La Esfera, durante lo que resta de ese año de 1915, nos proporciona otros ejemplos de su producción, todos relacionados con la provincia de Córdoba. A la del Castillo Ducal de la casa de Uceda-Osuna de la villa de Espejo, que mostramos en la cabecera, se le suman éstas otras:

Detalle Coro Mezquita-Catedral de Córdoba

Balcón casa solariega (Cabra)
Retablo de Santo Domingo (Castro del Río)
     Fue precisamente ésta última, la que nos puso en la pista, por cotejo, sobre la relación de la firma “Fot. Castellá” con el contenido gráfico del cuaderno nº 52 del Porfolio Fotográfico de Andalucía dedicado al partido judicial de Castro del Río, editado por la casa A. Martín de Barcelona (sf).
     Un primer razonamiento lógico, nos induce a especular con que durante gran parte de ese año 1915 “Fot. Castella”, por encargo de la empresa editorial ya mencionada, recorre la provincia de Córdoba a la caza y captura de placas estereoscópicas de todo lo artístico, típico y pintoresco que pueda encontrarse a su paso por los diferentes pueblos y cabeceras de partido judicial objeto de elaboración de porfolios fotográficos, ya en marcha y publicados, sobre otros lugares de Andalucía.
     El correspondiente al partido judicial de Posadas fue el único de la provincia de Córdoba que vio la luz entre esa primera remesa editada a lo largo de la primera mitad de 1914.

     Magnificas fotografías de diferentes poblaciones de la geografía de la provincia de Córdoba y otras tantas, en las que se plasman los atractivos estéticos de la Mezquita-Catedral y de otros monumentos emblemáticos de la capital, siguen aflorando en prensa gráfica hasta el año 1918.

Retablo Iglesia de Fuenteovejuna


Puente romano sobre el Guadalquivir

    A partir de entonces se le pierde definitivamente la pista al sello fotográfico Castellá. No relacionadas con la provincia, sólo he podido recolectar tres de Sevilla capital (una vista panorámica tomada con teleobjetivo desde la Pasarela, otra de la Giralda y una  arcada de la parte alta del “patio de las muñecas” del Alcázar), algunas de Madrid (Puerta del Sol y salones del Palacio Real), y sólo una de Toledo, Salamanca y Barcelona.

Puerta del Sol (Madrid)
      Asociadas al mismo autor se conocen otras dos fotografías de Castro del Río, no incluidas en el famoso cuaderno del porfolio. Una primera, de calidad excepcional, conservada y catalogada como de "Fotos Castellá" en el Archivo General de la Administración (AGA): 


Puente Viejo sobre el Guadajoz


     Aunque pudiera parecer una fotografía aérea, apuesto por que esta panorámica fue tomada con teleobjetivo desde lo alto del Castillo. Del mismo autor y de ese mismo fondo, conozco otras cinco fotografías cordobesas, que sin lugar a dudas, tuvieron que ser realizadas durante aquel periplo por la provincia al que nos venimos refiriendo. Una de ellas, la del puente romano de Córdoba, tirada desde el mismo lugar de la anteriormente expuesta (Torre de la Calahorra), aunque con diferente transito y superior calidad:





      Como esta entrada ya la creo lo suficientemente densa e ilustrada, la siguiente fotografía de Castro del Río, inédita o poco conocida, obtenida gracias a la información proporcionada por un nada carpetovetónico amigo, coleccionista a pequeña escala de tarjetas postales y otras antiguallas, profesional del Montilla-Moriles, natural y vecino de aquella, la dejamos para una tercera y definitiva entrada, en espera de que me entren nuevas informaciones y unos materiales que tengo solicitados.
      La proyectada “mostra catalana” de Enric Castellá, queda pospuesta o suspendida. Depende de cómo se desarrolle el tramo final de las pesquisas. De momento las he puesto en manos de una amiga de Barcelona, con la que me carteo por estos medios, que se ha interesado por ellas.

21 abril 2012

Portfolio Fotografico de Castro del Río. El tío de la cámara (1ª parte)


     Después de editar la entrada dedicada al Porfolio Fotográfico de Castro del Río, mientras intentaba localizar nuevas referencias con las que fijar con exactitud la fecha de su publicación (recuerdo que la circunscribía al periodo comprendido entre agosto de 1914 y el año de 1915), reparé en la firma de autor (margen inferior derecho) de la fotografía realizada al magnífico retablo de la iglesia del Convento de Santo Domingo, publicada en La Esfera en el mes de diciembre de ese año 1915 e incluida en dicho cuaderno: “Fot. Castellá”.
     El hecho de que en la serie de portfolios publicados por la Casa Editorial Alberto Martín de Barcelona no conste la fecha, responde a una simple razón de caracter comercial, evitar su caducidad y mantener sus tiradas a la venta el mayor tiempo posible. Esa misma constante se da en las colecciones de tarjetas postales, en las que esta editorial también estaba especializada. La no comparecencia del nombre del fotógrafo obedecería seguramente a cuestiones de derechos de propiedad de la casa editorial, una vez adquiridas las placas estereoscópicas al profesional encargado de suministrárselas. 
     Un paseo por las principales revistas gráficas de las dos primeras décadas del siglo XX me ha permitido familiarizarme con esta firma pionera del fotoperiodismo en España. En el periodo comprendido entre los años 1905 y 1913, son abundantes las muestras de su labor profesional, preferentemente en cabeceras de origen barcelonés como La Ilustración Artística, la revista modernista Hojas Selectas, La Actualidad (revista mundial de información gráfica) o La Ilustración catalana, y alguna que otra incursión en revistas madrileñas como La Ilustración Española y Americana o Vida Marítima.


     Se trata de fotograbados en los que asoman espacios urbanos, acontecimientos, visitas regias… sucesos o actividades de carácter diverso relacionadas con la ciudad de Barcelona. La firma “Fot. Castella” (mayoritaria) se alterna con "Fotos Castellá"“Fot. Enrique Castellá” o “Fots. Castellá Marqués”, que nos permiten asociarlas claramente con el barcelonés Enrique Castellá Marqués, “prestigioso fotógrafo” que participa como  jurado en algún que otro concurso celebrado en la ciudad de Barcelona durante esos primeros compases del siglo XX, y representante exclusivo, para anuncios y suscripciones en la ciudad condal, de una revista especializada auspiciada por la Sociedad Fotográfica de Madrid, denominada “La Fotografía: revista mensual ilustrada”


     De entre su notoria producción hay una famosa instantánea, que ya fue bautizada a la fecha de su publicación como “una fotografía histórica” (La Actualidad de Barcelona 28 de julio de 1909). Es la famosa toma, también conocida como “la ciudad quemada”, captada desde la montaña de Montjuich, con la ciudad llena de hogueras, no de las chimeneas de las fábricas, entonces paradas por la huelga, sino de las iglesias y conventos ardiendo, a raíz de los sucesos desatados durante la llamada Semana Trágica de Barcelona.

En el enlace de la Semana Trágica se puede ver con mejor calidad
Esta otra famosa instantánea le es también atribuida
     El archivo fotográfico de la Fundación Ferrer i Guardia alberga otras de su autoría que se corresponden con aquellos sucesos, en las que se recoge principalmente el estado en que quedaron los edificios religiosos tras aquella asonada popular, final de una serie de protestas contra la guerra de Marruecos, a raíz de decretarse la movilización de los reservistas de los cupos de 1903 a 1907 (muchos ya casados y con hijos). Para descargarlas hay que registrarse e imagino que comprometerse a no darle difusión por esta vía tan directa e inmediata, de manera que, una vez más, todocoleccion.net me ha brindado la oportunidad de acceder a algunas de ellas:

Interior de la Iglesia de Capuchinos

Interior de la Iglesia de Siervas de María
Parroquia de San Pedro de las Puellas




    Proceden de un especial publicado por La Actualidad el 28 de agosto de 1909: Recuerdo de Barcelona (La Semana Trágica ante el objetivo fotográfico), donde pueden visionarse otras con su firma (pinchar sobre el enlace).

     El grueso de su obra debe de hallarse entre los fondos de L’Arxiu Fotogràfic de Barcelona. De hecho, de él proceden más de doscientas fotografías de autores como Frederic Ballell, Adolf Mas o el propio Enric Castellà, que fueron expuestas durante el año 2009 con motivo del centenario de la Semana Trágica, en una muestra titulada "1909: fotografía, ciudad y conflicto”.    


     En ese mismo año de 1909 realizó la cobertura gráfica del V Congreso Internacional de Esperanto, celebrado en Barcelona entre el 5 y el 11 de septiembre.



Doctor Zamenhof

    Exterior de la antigua estación marítima de Barcelona, en la que estaba el Hotel de Viatgers y el Restaurant Mundial Palace (hoy sede corporativa de la autoridad portuaria de Barcelona). Algunas fuentes, no contrastadas, se la le atribuyen a Castellá. De cualquier forma, la utilizo para ilustrar, ya que en este edificio, inaugurado en febrero de 1908, se celebraron los banquetes y reuniones preparatorias del congreso esperantista, sirviendo de alojamiento para muchos de sus asistentes.
      Para saciar mi propia curiosidad y la de aquellos que pudieran mostrarse interesados, he empleado algo de mi tiempo en hacer mi particular muestra sobre Castellá, valiéndome de las revistas ubicadas en las hemerotecas digitales. Como no domino la técnica del retoque fotográfico, pocos milagros se pueden hacer, por lo que su calidad de presentación va a depender mucho de la original de la revista en las que fueron impresas en su día.


Ando a la busca y captura de una del F.C. Barcelona


    Para meter un poco de intriga al asunto de las fotografías del cuaderno del portfolio fotográfico de Castro del Río, una vez más, gracias a todocoleccion.net, les dejo una muestra que nos servirá en futuras ediciones para certificar definitivamente la firma “Fot. Castellá” como autora del mismo.



   Adelanto el título de la entrada en proyecto “Fotografia Castellá: un viaje por tierras cordobesas”. Algunas cartas quedan por destapar. Y no es un farol amigo Diego. Antes la "mostra" catalana.


19 abril 2012

Pedro Moreu de Espinosa (Alcalde de Motril)


      El retratado es Pedro Moreu de Espinosa, Alcalde-Presidente del Ayuntamiento Constitucional de la ciudad Motril. En 1880 sustituye al conservador Ricardo Rojas Garvayo, y permanece al frente del mismo hasta 1887, en que le sobreviene la muerte.
      Adscrito ideológicamente a al partido liberal, cuyos postulados durante aquellos primera etapa de la Restauración difieren poco de los del partido conservador, sólo ligeros y casi inapreciables matices, en aquel sistema político en el que prevalece el fulanismo, el caciquismo clientelar y ese acuerdo tácito de turno en el poder, no siempre acogido con agrado por quienes les tocaba apearse.
       La xilografía, sacada de una fotografía original, es obra del dibujante e ilustrador Badillo, publicada en la Ilustración Española y Americana (nº 31 de 22 de Agosto de 1885), donde aparece en compañia del Alcalde de Aranjuez, Rafael de Almazán, “héroes de la caridad en el combate diario, incesante y rudísimo que han sostenido largos días, en las respectivas poblaciones que administran, contra la enfermedad reinante” (cólera morbo asiático).
       Alberga también unas letras de alabanza en las que se le atribuye un comportamiento heroico y ejemplar en la gestión de aquella epidemia, que cuando esto se escribe se creía ya casi controlada. El paso del tiempo demostraría lo contrario, pues seguiría reproduciéndose el contagio, computándose afectados y víctimas hasta finales del mes de septiembre (aproximadamente 500 víctimas en total):


      “El Alcalde de Motril Sr. Moreu de Espinosa, renovó su cargo el día primero de julio próximo pasado, en época infausta para aquella ciudad, por causa del estrago que en ella produjeron los terremotos (15 casas arruinadas) y de haberse helado las plantaciones de caña de azúcar; y cuando el día 16 de julio reciente se presentó el primer caso sospechoso tenía ya dispuestas las armas convenientes para luchar contra la cruel epidemia, contra esa enfermedad aterradora que va guiada por la implacable muerte, y que lleva consigo, como en triste cortejo, el hambre y la miseria.
      Desde el momento en que Motril pudo convencerse de que estaba el mal entre nosotros no ha habido tregua ni descanso para combatirlo. El señor Alcalde no se ha dado punto de reposo, y sin descansar de día y de noche, siempre se le está viendo en el sitio donde mayor y más grave es el peligro, alentando a todos con su ejemplo, multiplicándose para acudir al alivio de todas las necesidades, moviendo todos los resortes sin dar un minuto de descanso ni a su cuerpo ni a su inteligencia; en la casa del colérico más pobre, en la choza de la familia aniquilada por la epidemia, en el cementerio, en los hospitales, en las sesiones de las Juntas… ¡Imposible parece tanta actividad y tanto patriotismo!
     Motril sufre, pero no desfallece; el alcalde, el clero de las parroquias, las madres Mercedarias que se han encargado del hospital de coléricos, los médicos titulares y particulares, el subdelegado de Medicina, las Juntas de socorros, la Sociedad Juventud Motrileña, las personas ricas y aun las menos acomodadas, todos rivalizan en valentía, en heroísmo y en amor a sus semejantes”.
Epidemia de cólera 1885 (zonas afectadas en negro)
    Aquella epidemia se cebó virulentamente sobre numerosas poblaciones de la geografía española. El hecho de que sea precisamente el alcalde de Motril, uno de los que obtuvieran reconocimiento público a través de la prensa escrita, obedecería a la presencia de destacados e influyentes políticos entre su parentela.
    Es el caso de su hermano, Horacio Moreu de Espinosa (Motril 1835- †?), Conde de Torre-Isabel (consorte de la noble señora doña Isabel Gisbert y López), también alcalde de la ciudad  a la muerte de don Pedro, y que ya con anterioridad había sido “diputado cunero” a Cortes por la provincia de Alicante (1877-1878) y senador por título nobiliario en representación de la provincia de León durante la legislatura 1879-1880. Evolucionado desde el partido liberal conservador de Cánovas del Castillo hacia el liberal de Sagasta.
    La falta de vínculos con la provincia de Alicante, en la que fue cómodamente encasillado como diputado, le depararía diatribas y desconfianzas entre los naturales de aquella, que saltan a las páginas de los periódicos empapadas de cierto tinte irónico localista:

En Motril nació mi madre
y en Motril nació la tuya;
que diga D. Juan Navarro
en donde nació la suya.

D. Juan Navarro: Inspector de Orden Público de Alicante cesado a instancias del cunero.

      A la altura del año 1890, desde las columnas de la prensa canovista se le consideraba responsable de toda clase de escándalos, atropellos e ilegalidades cometidos en el distrito electoral de Motril en vísperas de la cita con las urnas:

     “Los ministeriales acaudillados por el cacique don Horacio Moreu, que ha pertenecido a todas las agrupaciones políticas y ha rendido culto a todas las iglesias, para combatir al candidato conservador, ha tenido, como vulgarmente se dice, que liarse la manta a la cabeza y no reparar en medios desde el primer momento de las elecciones”.

     Hermano de los anteriores era Sebastián Moreu de Espinosa, continuador de la tradición comercial de este apellido de origen catalán, residente en la isla de Cuba, donde alcanzaría el cargo de Promotor fiscal de entrada en el puerto de Manzanillo, cuyo desempeño ejerció hasta su muerte acaecida en 1874.

     Los Moreu motrileños remanecen de comerciantes  naturales de Tossa, costa de Gerona, cuyo arraigo por estas tierras se remonta a los años finales del siglo XVIII, en paralelo al desarrollo del cultivo y comercio del algodón en la vega de Motril y su cabotaje con destino a surtir la industria textil catalana.

Guía Mercantil de España (1828)



    Un tío de los referidos, Francisco Moreu y Sánchez (Motril 1833- † ?), fue diputado por dos veces. En la legislatura 1879-81, en representación del distrito de Martos (Jaén) y nombrado por el gobierno Director General de Beneficencia y Sanidad; en la de 1882-84 lo sería por su distrito de origen, Motril. Entre ambas, un corto y dificultoso periodo al frente del Gobierno Civil de la provincia de Barcelona. Nuevamente nombrado para Gobernador Civil de Sevilla (1894-96) y finalmente en la legislatura 1898-99 elegido Senador por la provincia de Jaén, donde residiría los últimos años de su vida (era dueño de un considerable patrimonio de fincas rústicas distribuidas por los términos municipales de Arjona, Arjonilla y Villanueva de la Reina).
    Los vínculos de este político motrileño con la provincia vecina, le vienen de su casamiento con doña Matilde Serrano y Serrano, natural de Arjona (Jaén), sobrina carnal del General Serrano (Duque de la Torre), de cuyo parentesco debió de aprovecharse para proyectarse políticamente. De hecho, en poco tiempo, pasaría de ser un supuesto probo oficial de la Administración de Propiedades y Derechos del estado con destino en Huesca en 1865, a convertirse en Gobernador Civil de la provincia de Cuenca, para cuyo cargo es designado justamente después de los cambios operados en el país con el triunfo de la Septembrina o Gloriosa de 1868. Otros destinos como Gobernador le esperarían durante el Sexenio Democrático, especialmente favorecido durante el tiempo en que su benefactor estuvo al frente de la presidencia del consejo de ministros  (Ávila, Murcia, Badajoz, otra vez Murcia, Córdoba, Sevilla). Restablecida la Monarquía seguirá ligado a la vida política en las filas del partido liberal, como ya hemos justificado. 


Palacete Motril de la 2ª mitad del XIX (desaparecido)

    La asiduidad con la que el apellido Moreu irrumpe en la vida política de la costa granadina durante el último tercio del siglo XIX y principios del XX, debe guardar relación directa con la notabilidad alcanzada por este motrileño, con raíces e intereses por tierras del antiguo reino de Jaén, que supo y pudo aprovecharse de los favores prestados por aquel bizarro militar arjonero con el que estaba emparentado, intimo amigo de la reina Isabel II (General Bonito) durante la primera etapa de su reinado y posterior corresponsable de su destronamiento.
     Francisco Moreu debió favorecer económicamente e involucrar en política tanto a los sobrinos motrileños ya referidos, así como a los también originarios de Motril, criados y domiciliados en Madrid, los hermanos Díaz Moreu, hijos de Antonio Díaz Quintana , periodista y empresario motrileño instalado en la capital del reino, y de Dolores Moreu y Sánchez.  
     El primero, Emilio Díaz Moreu (1846-1913), un reputado comandante de la Armada Española, que compagino la carrera de las armas con la actividad política durante la última parte de su vida, con la misma adscripción que su tío Francisco y que su hermano menor, Luis Díaz Moreu (1854-1890) que alcanzaría pronta fama y notoriedad como jurisconsulto, siendo elegido, aun en vida del retratado alcalde Pedro Moreu, para representar en las Cortes al distrito de Motril (1886-1890).

Comandante del crucero acorazado Cristobal Colón
de la Escuadra Almirante Cervera derrotada en Cuba
(1898)


    No resulta difícil entender, en base a todos esos lazos familiares descritos, el porqué se le llegarían a conceder a don Pedro Moreu de Espinosa honores de “Jefe Superior de la Administración Civil” y fuera condecorado por el Gobierno de S.M con la “Gran Cruz de Isabel la Católica” (1886), independientemente de su entrega en la gestión de las sucesivas crisis a las que se vio sometida la población motrileña en los años 1884 y 1885 (terremotos, heladas y epidemia de cólera). Esa misma condecoración de Isabel la Católica ya la habían adquirido con anterioridad su hermano Horacio y el influyente tío Francisco.


     Estando en Madrid gestionando  “asuntos relacionados con el municipio” al lado de su primo el diputado Luis Díaz Moreu, cuando presenciaba como invitado una sesión del Congreso de los Diputados, sufriría una repentina indisposición (ataque apoplético) que le obligaría a permanecer por una temporada hasta restablecerse.
    Ya de vuelta, hallándose convaleciente en una posesión distante a una legua de la ciudad, una doble pulmonía le causaría la muerte el 11 de marzo de 1887. A su entierro, en el que se hizo presente el Arzobispo de Granada, “asistió toda la población sin distinción de clases”. Las crónicas publicadas vuelven a referir su “entrega y abnegación sin límites” durante aquella epidemia de cólera de 1885.
     Sin desmerecer la bonhomía de este alcalde motrileño, ni por su puesto cuestionar esa su gestión tan ensalzada, es justo y necesario otorgar también honores al altruismo desplegado por otros miembros de la comunidad durante aquella crisis sanitaria. La ya mencionada congregación de monjas Mercedarias, al cuidado de los coléricos en el hospital habilitado al efecto en el barrio de San Francisco, cerca de la Esparraguera donde se localizo el principal foco de contagios, el humanitarismo desplegado por el sastre Almoguera y familia, que en su establecimiento de la Puerta de Granada, generosa y desinteresadamente, despacharon caldo sano y abundante a los necesitados, o el médico Manuel García fallecido por contagio en ejercicio de sus funciones. Por lo que respecta a la asistencia espiritual a la población, parece ser que el clero estuvo a la altura de su misión, aunque con las lógicas “excepciones de aquellos que al sentir el primer chispazo abandonaron la población”.