Vuelvo a
ocuparme de este emblemático monumento de la ciudad de Porcuna con el propósito
de divulgar y compartir unas imágenes del mismo para mí desconocidas hasta
ahora.
Creo que sobran las palabras, aunque me detendré
someramente en analizar el origen y procedencia de este impresionante
material gráfico.
Por
orden ministerial de 20 de enero de 1913 se le encomienda a Enrique Romero de Torres, pintor, arqueólogo
y conservador del Museo de Bellas Artes de Córdoba (hermano de Julio), la tarea
de catalogar el rico patrimonio histórico artístico de la provincia de Jaén. Ya
le arropaba la experiencia, pues pocos años antes había realizado, también por
encargo, el de la provincia de Cádiz. Los trabajos que no se ajustaron a los
plazos previstos, se prolongaron por espacio de dos años
Aunque
parezca sorprendente, no llegó a publicarse en su momento y permanece aún inédito
en nuestros días. El manuscrito original de este Catálogo de los Monumentos Históricos y Artísticos de la provincia de Jaén se conserva en la Biblioteca José NavarroTomas (CSIC), y puesto generosamente a disposición de
estudiosos, curiosos e investigadores en formato digital a través de la red.
Descripción sobre el antiguo castillo y la torre de Porcuna, realizada por E. Romero de
Torres para el Catálogo:
El
Castillo
Era una magnífica fortaleza, que ocupaba
muchísima extensión, viéndose todavía grandes lienzos de muralla derruidos y
otros, sobre los que se han construido modernas edificaciones.
En el sitio que llaman la Ciudadela,
existen dos torreones cuadrados, en muy mal estado de conservación y a poca
distancia se eleva una gallarda torre, de forma octógona, cuyos cimientos
parecen ser romanos, según indican varios escritores antiguos.
Está edificada después de la conquista
quizás en el siglo XIV, por los Caballeros de la orden de Calatrava y
representa una frangía muy curiosa de arquitectura militar, perteneciente al
estilo mudéjar.
Debió servir para torre del homenaje.
En una de las ochavas de la parte Sur se ve
un elegante arimez de arcos gemelos, polilobulados, que le falta la columna o
parteluz y al pie de la torre hacia la parte Sur, una lápida en caracteres
monacales, cuya transcripción no he podido hacer por la altura a la que se
encuentra este monumento epigráfico, conmemorativo de la fecha en que se
levantó o restauró la mencionada torre.
Se compone ésta de dos grandes estancias,
una en la parte baja y otra superior, cubierta por elegantes bóvedas formadas
por arista y dividida por ocho nervios de ojiva ornamentados al gusto mudéjar,
cortados entre sí en la clave, donde aparece esculpida la cruz de Calatrava.
Cada nervadura o nervio descansa en un
salmes. Ornamentado con elegantes labores árabes esculpidas en piedra.
En la explanada próxima a la torre se
conserva un aljibe de mucha capacidad. Este sitio debió de ser la plaza de
armas del Castillo que hoy sirve de cárcel.
Después
de aquella litografía publicada en La Ilustración Española y Americana en
el año 1884, sacada de una fotografía original remitida por don Manuel Pineda y
Aguilera, celoso alcalde comprometido con el patrimonio de su pueblo, quiero
apostar o creo que podemos encontrarnos ante las fotografías más antiguas sobre
La Torre y su entorno.
También gracias a ese mismo artículo y otras
fuentes, sabemos del estado de abandono en que se hallaba el monumento durante
las décadas finales del XIX, en las que mantiene un uso carcelario.
Aquella desiderata de urgente restauración, demandada
desde las páginas de la Ilustración Española a la Comisión Provincial de
Monumentos, parece ser que no fue atendida.
Si comparamos estas fotografías de 1913-15
con aquella litografía, aparentemente no se aprecian
sustanciales transformaciones en su fisonomía.
Es más, en base a la observación, por esos
grupos de personas arremolinados junto a la entrada principal y por esos improvisados tendederos diseminados a lo
largo de ese espacio principal de acceso, conocido popularmente como "Corralón
de la Torre", hemos de pensar que fue aprovechado por los vecinos como soleado punto de encuentro a la hora de realizar determinadas tareas cotidianas, como el lavado y secado al sol de sábanas y vestuario. La presencia de una pila de piedra y las referencias de Romero de Torres sobre la existencia de un aljibe con mucha capacidad facilitarían tal uso.
DERECHOS DE REPRODUCCIÓN
"La propiedad es un robo"
El divulgador no se reserva ningún derecho,
ni ha hecho ningún depósito, ni desea ser perseguido, ni piensa perseguir a nadie por nada. Antes,
se complacería en que se hicieran muchas reimpresiones de estas imágenes.
Por supuesto, sin ánimo de lucro. Con la
cultura y el patrimonio no se puede ni se debe mercadear.
Es curioso cómo han cambiado las cosas desde entonces. Por aquella época, la torre era un objeto decorativo más, como lo podían ser un árbol, el peñón rebailaor, una farola... y no se tenía en cuenta su conservación.
ResponderEliminarPor suerte, y aunque aún queda mucho por hacer, ahora se tiene más en cuenta que si no hacemos nada por nuestro patrimonio, a la larga desaparecerá, y entonces es cuando lo valoraremos.
Por cierto, me gusta la parte de "Derechos de Reproducción". A ver si aprenden de esto muchos que tienen objetos, fotografías antiguas, grabaciones, etc... y se las guardan no sé con qué intención, quizá buscando la gloria futura cuando las publiquen. Todo eso habría que divulgarlo, y por supuesto sin mercadeos, que nuestra historia es de todos.
¡Un saludo!
Hago saber, que una copia del catálogo de Romero de Torres está depositada en el Instituto de Estudios Giennenses (IEG), por si porcuneros/enses a título oficial o particular, si lo estiman a bien, optan por dirigirse a esta institución cultural provincial con el propósito de conseguir copias de esas fotografías con mayor resolución y mejor calidad. ¡Y que cunda el ejemplo!
ResponderEliminarEste material enmarcado, no debe de quedar nada feo en los salones de nuestras casas,centros culturales y oficiales de nuestra localidad. Para el marco que cada cual se busque la vida, yo ya los tengo con una sencilla moldura negra y quedan fantásticos. Les aseguro que llaman la atención de los visitantes y de camino se hace patria chica..