Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

28 diciembre 2012

Castro del Río: TEATRO CHINO (lo nunca visto).



       En el mes de enero del año 1936 actuó en el Teatro Cervantes de Castro del Río (Córdoba) la maravillosa, original, sensacional y notabilísima Gran Troupe Imperial de China, dirigida por Shong See Hee, aunque bastante evolucionada con respecto a aquella que en 1915 recalara por primera vez en España, después de muchos años de éxito en los principales teatros de Francia, Inglaterra, Alemania y América.
       Ante la buena acogida que le premió el publico español la compañía terminaría visitando en reiteradas ocasiones nuestro país.
       Originalmente fue un atractivo espectáculo de acróbatas, malabaristas y contorsionistas, mejorado  con  peligrosos y asombrosos números de fuego y cuchillos. Sobresalía por su espectacular puesta en escena, a base de decorados multicolores de sedas orientales bordados en oro y un lujoso vestuario rematado en la testa con diademas de perlas y pedrería.


      En una de aquellas primeras giras (1917), la esposa del jefe de la troupe, una chinita menuda llamada Shongg-Zing, dio a luz en Sueca (Valencia) una niña a quien su familia bautizó con el nombre de Jua-Land.


      Es la que aparece a la izquierda de la imagen, ya incorporada al espectáculo con tan sólo cinco años, y que también mostramos sentada a continuación.


      Al cumplir los 10 años murió la madre. Entonces Shong See Hee, que había reunido suficiente dinero como para retirarse a descansar en cualquier punto del planeta, optó por disolver momentáneamente su troupe e instalarse plácidamente con su familia en un Hotel situado junto al Turia en Valencia.
      A partir de entonces el padre se centró en  preparar y proyectar artísticamente a la jovencita Jua-Land, por lo visto, especialmente dotada para desenvolverse con soltura en el difícil mundo del espectáculo. Tomó clases de canto, baile y declamación. En 1928 por cuestiones de papeleo sería acristianada y rebautizada como Pilar.
      La llegada del cine sonoro en la década de los treinta revolucionó el mundillo artístico, que de repente empezó a sentirse atraído por él. La joven Pilar Shong saldría de España y durante algún tiempo trabajó en los estudios de la U.F.A. en Berlín, llegando a intervenir en varias películas al lado de Emil Jannings. No terminó de fructificar aquel arranque cinematográfico y no tardó mucho en regresar a Valencia al lado de los suyos. Sus sueños pasaban por llegar a Hollywood y consagrarse como gran actriz.


      Mientras llegaba la ansiada oportunidad, su padre optó por rescatar su mítica Troupe China con Pilar como número fuerte del espectáculo, introduciendo innovaciones más al gusto de los nuevos tiempos.
      Con esta nueva fórmula es con la que se presentaría ante el público castreño en el mes de enero de aquel aciago año de 1936:

       “Con un lleno rebosante se ha celebrado en el Teatro Cervantes de esta localidad, durante los días 25 y 26 del corriente, la exhibición del espectáculo de bailes, malabarismo y acrobacias de la Troupe China See-Hee. Los números todos de esta formidable compañía constituyen una atracción nunca presenciada en el pueblo de Castro del Río, y así se explica la numerosa concurrencia que dichos días llenó por completo las localidades del teatro”.


      Estas letras pertenecen a la crónica remitida al diario La Voz de Córdoba por el corresponsal en la plaza: el agente comercial Francisco Rojano Jiménez, me consta que muy dado al baile y a veladas artísticas, gastronómicas y festivas entre amigos.
      El resto, que trascribimos a continuación, vienen a ser un reflejo a la admiración generalizada (lo nunca visto) que debió despertar aquella chinita rebautizada como Pilar entre los aproximadamente 3000 castreños y castreñas que tuvieron la posibilidad de asistir a alguna de las funciones dobles programadas:

      “La señorita Pilar Shong, es una hija del celeste imperio, que a pesar de la distancia que media entre el continente asiático y la diversidad de costumbres y genio, domina admiráblemente el arte típico andaluz y más bien parece nacida en un típico barrio de Andalucía que en las lejanas latitudes de las que ha llegado. Aparte de la personalidad, que indudablemente tiene como bailarina, es una excelente acróbata, como lo demuestra en los peligrosísimos ejercicios de contorsión que realiza, donde parece que destruya hasta las leyes del equilibrio; se trata además de una chinita guapísima y de cuerpo contorneado y armonioso de líneas, que hace de su persona una figura atrayente y simpática; logró con su arte y con su gracia cautivar al selecto público que durante las dos noches llenó la sala”.


      “El resto de la troupe también se distinguió con trabajos de peligrosa precisión y en la realización de juegos malabares de gran vistosidad e indiscutible mérito”. 

       Para que el espectáculo ganara en atractivo y variedad, este pionero del teatro chino incorporó a la compañía un caricato y diferentes números de baile.
       Como  encargado de excitar la risa del público asistente, venía un  joven humorista ecijano llamado José Fuentes “Camilín” (el ganso del siglo XX), ya conocido por el público castreño pues durante un par de años formó compañía y realizó varias tournée por Andalucía, al lado de la cancionista Blanca Azucena y su Botones, a cuyo elenco se sumó un Botoncitos (una escala de lindas mujeres más o menos abotonadas):

1948: Camilín cabeza de cartel junto al genial Ignacio Villa (Bola de Nieve)

     “Conocíamos por otras actuaciones la fina gracia del caricato y parodista Camilín, que con esta nueva compañía parece que se ha superado, teniendo en constante hilaridad a la concurrencia; su labor fue premiada con grandes aplausos. Igual éxito obtuvo el bailarín negro americano M.Ginamax, siendo muy aplaudido en los distintos bailes, que efectuó con una soltura y ligereza que sólo puede encontrarse entre los de su raza".



      En el anuncio del espectáculo, que a renglón seguido se presentaba en el Teatro Duque de Rivas de la capital cordobesa, incluye otros números que posiblemente nuestro corresponsal omite por cansancio de pluma o por las típicas limitaciones de espacio que imponía el periódico.

      Por las fechas en que estamos, me aprovecho del rastro dejado por Shong See Hee para despedirme y que sea él quien les desee lo mejor para el año entrante:




      Paco Rojano, que tuvo que ser un hombre de espíritu jocoso y jovial, llevó la corresponsalía de La Voz durante un par de años. Gustaba de  rematar sus crónicas con unas particulares “Notas de Sociedad” de publicidad encubierta, de las que se servía para promocionar los productos, principalmente alimentarios, dispensados en su casa (José del Río nº 11). Suponemos que sería una manera de resarcirse económicamente de las horas de dedicación a sus labores periodísticas. Además de que éstas le permitían entrar gratis al teatro.

La crónica de la que nos hemos servido la remata de tan guisa:



      Y ya, para remate definitivo del tomate, tomen lo que más les apetezca de su selecta carta comercial (los abonos y nitratos para después de la recolección) y brindemos por el nuevo año, para que se parezca lo menos posible al que dejamos atrás y que no se aproxime en lo más mínimo a aquel de 1936, en que la Gran Troupe de See Hee actuara en la villa cordobesa de Castro del Río.
      Un servidor, como ya está cenado, con una galleta del estuche La Polar fabricado por la Casa J. Reverter y Cia. que Francisco Rojano llevaba en exclusiva, se conforma.



      

06 diciembre 2012

"Salón Cervantes": Cartelera de Variedades (años 20).



    La villa cordobesa de Castro del Río tendría que esperar hasta el mes de agosto de 1916 para poder inaugurar el primer local concebido expresamente para la representación de espectáculos de manera permanente. Por los vínculos históricos de esta población con el autor de El Quijote, indefectiblemente sería  bautizado como “Salón Cervantes”.  
       La empresa  surge de entre un pequeño grupo de valientes y emprendedores castreños, que constituidos en sociedad, fueron capaces de edificar un hermoso teatro sobre un vasto y céntrico solar que desde principios de siglo ya venía utilizándose durante  la temporada estival para representaciones teatrales y cinematográficas  bajo la denominación de Teatro Vista Hermosa y más tarde como Corralón de Blanca.
       La noticia de su estreno  nos las participa un sobrio e intermitente corresponsal local del diario El Defensor de Córdoba en los siguientes términos:

     “Desde su inauguración, verificada días pasados, actúa casi sin interrupción un Cine, propiedad también de la empresa, en cuyas funciones hemos visto películas de éxito mundial. También han debutado algunas artistas de varietés, que aunque de orden ínfimo, han dejado buen recuerdo de su paso por esta.
     Al fin, y gracias al esfuerzo de esta novel empresa, podemos asistir a un verdadero teatro, aunque por desgracia adolezca de algunos detalles”.

Juan R. Cubero
(12 de agosto de 1916)

      El Eco Artístico, una revista de espectáculos caracterizada por su profusión gráfica, nos permite hoy poner nombre y cartel a algunos de esos primeros números de varietés que desfilaron por su escenario pare disfrute y esparcimiento de los castreños.

(5 de agosto de 1916)

      Esta pequeña cuña informativa se corresponde con la actuación del dueto artístico que se muestra en la cabecera,  que participó de aquel estreno. Se trata de las simpáticas, bellas y encantadoras “Hermanas Eliet”, especializadas en bailes nacionales, extranjeros y los populares coupléts.
      Los arranques del negocio no debieron ser muy exitosos. Apenas si trasciende en la prensa provincial noticias sobre su uso teatral. La mojigatería e inestabilidad de los corresponsales locales de las principales cabeceras diarias de la provincia (El Defensor y Diario de Córdoba) pudiera tener algo que ver con la ausencia de noticias al respecto.     
       La crisis de subsistencias del año 1916, los devastadores efectos sobre la población de la tremenda riada de 1917 y el intenso periodo de conflictividad social desencadenado entre los años 1918-1920 (Trienio Bolchevique) no debieron servir de estímulo para la empresa a la hora de programar espectáculos. 




       Si nos consta su frecuente uso durante ese periodo para otros fines: el mitin y la conferencia.
       El 25 de diciembre de 1917, cuando la cosa comenzaba a agitarse, el aforo del Cervantes resultaría insuficiente para albergar al numeroso público que se dio cita para escuchar la ardiente y elocuente palabra  del carismático líder anarquista José Sánchez Rosa.
       Los incondicionales locales del político liberal José Fernández Jiménez (Fernandistas) fueron también habituales usuarios del Cervantes en banquetes y reuniones en honor de su líder e inspirador.
       La peculiar idiosincrasia del proletariado castreño convertirá al Salón Cervantes en escala obligada de propagandistas de ideas avanzadas, caso del médico naturista Eduardo Alfonso o el profesional itinerante del regeneracionismo antitaurino Eugenio Noel, que participaron sus doctrinas a un público castreño ávido de nuevos conocimientos.

      La única noticia de la que disponemos sobre representaciones teatrales durante esos años se corresponde con la Feria Real del año 1918. La compañía de zarzuela y opereta dirigida por el Señor Sandoval, cosechó espectaculares llenos, en particular, durante los tres días grandes.
      Ya en la década de los veinte, vuelve a ser el Eco Artistico quien nos proporciona información sobre las exitosas actuaciones de la cancionista cómica Carmen Terán.

El Eco Artístico (15 de febrero de 1921)
      Un informe emitido por el Ayuntamiento a requerimiento del Gobernador Civil, fechado en 1923, nos permite conocer algún detalle sobre la evolución de esta empresa teatral. La ya referida sociedad inicial terminaría disolviéndose, figurando como único propietario Pedro Criado Luque, y como encargado de su explotación en régimen de arrendamiento el industrial Miguel Porcel Redondo. Su aforo andaba en torno a las 700 plazas distribuidas de la siguiente manera: patio de butacas (192), anfiteatro (104) y general (400).
       La llegada en el año 1925 a la corresponsalía del diario La Voz del activo José Rodríguez Rodríguez (Posthumio), en sustitución de Fernando Luque Medina, que la venía ostentado a cuenta gotas desde 1922, unida al abundantes muestras gráficas que nos suministran revistas como el Eco Artístico y otras, casi que nos permiten reconstruir parte de la cartelera teatral de aquel Salón Cervantes.


      Como la fotografía de la cabecera pertenece a ese “género ínfimo” conocido como Varietés, para no desentonar, nos centraremos de momento en el mismo, dejando las compañías de dramas y comedias para una próxima entrada.
      Entre el 9 y el 12 de mayo de 1925 actuaron en un remodelado coliseo “las notables artistas” Blanca Azucena y su Botones.


     Ambas artistas se presentan con fastuoso vestuario y magnífico vestuario, siendo muy aplaudidos por la variedad y extensión de su delicado repertorio, distinguiéndose especialmente la bellísima Blanca en su creación de Manolito.

Manolito

     ¿Quién no conoce a Blanca Azucena y su Botones y al notable maestro compositor Vicente Buil, hermano de Blanquita? Ignorar lo que vale y lo que es este número de varietés, que triunfante recorre los principales teatros de España, es tanto como preguntarle a un indígena algo notable de su país y decirle que lo desconoce.

      Dieciocho coupléts cantan a diario y no ha habido noche que los repitan, salvando aquellos que representan a los insistentes requerimientos del público.

       Durante el mes de octubre de ese mismo año, destacan las exitosas y aplaudidísimas actuaciones de la notable troupe Adriani-Alexis, en la que sobresale la celebrada bailarina Berta Adriani.

Berta Adriani
       Son sólo algunos ejemplos de los espectáculos que trascienden a través de la prensa, aunque su programación debió de ser bastante frecuente, especialmente en fechas señaladas como carnaval, o al término de los largos y penosos periodos de recolección.
       El género del cante y baile flamenco, del que ya dimos cumplida información en la entrada dedicada a los inicios artísticos de la Niña de Castro, dada la especial afición al mismo en la localidad, tenía así mismo un hueco obligado en la programación.
       Aprovechando el merecido descanso jornalero durante la tradicional viajada agrícola de San Pedro de ese mismo año, el empresario Porcel consiguió llenar su sala durante tres días consecutivos con la exitosa actuación de la que fuera niña prodigio del cante y baile andaluz, "Peñita de Andalucía", acompañada del famoso tocador de guitarra Pepe Crévola.


      Gracias a Posthumio, conocemos también del propósito del ya consagrado cantaor flamenco Cojo de Málaga, un habitual de las tablas del Cervantes durante aquellos años, de establecerse en Castro con un salón dedicado al cante jondo, cuyo permiso por razones que desconocemos le fue denegado.La noticia va acompañada de una pequeña crítica-apología en favor de los cantes y bailes populares de Andalucía:

La Voz (31 de julio de 1925)



      Si parece que llegaría a prosperar un nuevo local que responde a los mismos presupuestos anteriores, que se constituye con el nombre de “Salón Variedades”, y de cuya puesta en marcha se encarga el vecino Antonio Gómez Rodríguez, un veterano guitarrista y flamenquista.      
La Voz (29 de agosto de 1925)
      Desconocemos si finalmente llegaría a funcionar como tal. No disponemos de nuevas noticias al respecto. Tal vez la tradición oral pudiera despejar la duda sobre si los muchos y buenos aficionados al de Castro del Río tuvieron la oportunidad de disfrutar de esta sala especializada en el cante jondo.

     Hay cierto vacío informativo sobre la segunda mitad de la década. José Rodríguez abandonará en 1926 la corresponsalía de La Voz. Su evolución hacia postulados republicanos le hacían incompatible con la línea editorial del diario cuando llega a convertirse en órgano oficial de la Unión Patriótica Provincial. Por quedar ésta vacante, no podemos, de momento, aportar nuevos detalles de la cartelera del Cervantes, habida cuenta que otros diarios, por las razones ya apuntadas, no prestan atención a este tipo de divertimientos. Mis fuentes me conducen a otra publicación provincial, no digitalizada, con la que colaboró Rodríguez hasta la caída de la Dictadura de Primo de Rivera, en que retomará por un tiempo las labores de corresponsal para La Voz. Por lo tanto,dejaremos el tema de las Varietés abierto con un punto y seguido provisional.
       Eso sí, queda emplazados a una próxima entrada en la que abordaremos el paso por el “Salón Cervantes” de diferentes compañías de dramas y comedias, especializadas en las típicas giras por provincias, para lo que nos serviremos una vez mas de esas notas teatrales que Posthumio, pariente y amigo del empresario teatral, gustaba de insertar en sus crónicas locales.

28 octubre 2012

VILLA DE ESPEJO (Mojón de Castro).






    La colonia inmune Attubi Claritas Julia, tan célebre en las guerras Cesariana y Pompeyana, hubo de ser desde tiempos muy remotos, de las más insignes ciudades de España, así por su posición fuerte e inexpugnable, como por su nombradía y privilegios en diferentes épocas de nuestra historia. Tiene su asiento en la cima pendiente y escabrosa de una montaña, a cuya falda se prolonga en rededor una dilatada campiña. Dista de Córdoba, cosa de veinte millas al Sur, y es digna de ser visitada por las bellas ruinas de su antiquísimo castillo romano, por los baluartes que levantó en siglos posteriores el poderío de la esclarecida casa de Castro, y de los monumentos que a cada paso se descubren para atestiguar y corroborar su grandeza.

     Texto y grabado que le precede, pertenecen a un artículo de Manuel de la Corte y Ruano, que bajo el título de Villa de Espejo, apareció  publicado el  7 de enero de 1844 en la sección España Pintoresca del Semanario Pintoresco Español (pinchar enlace para leer completo).


    Para procurar una visión de conjunto de la villa de Espejo de mediados del siglo XIX, plasmada en este atractivo grabado, creo que no demasiado divulgado entre sus naturales, ninguna fuente más idónea que el artículo incluido en el tomo VII del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones deUltramar, editado por Pascual Madoz (1845-1850). 




     Para rellenar de contenido la entrada, prescindo de un enlace al Madoz con publicidad comercial, sin renunciar por ello a la comodidad del copia y pega que nos proporciona esta empresa:


    ESPEJO: v. con ayunt. en la prov. y dióc. de Córdoba (5 leg), audiencia territorial y capitanía general de Sevilla (23), partido judicial de Montilla (2). SIT. en un eminente cerro al SE. de Córdoba y al NE. de Montilla ; su C L I M A es templado, reinando por lo regular vientos E. , SE. y SO. ; las enfermedades más comunes  son las intermitentes, afecciones catarrales y alguna que otra pulmonía. Tiene 848 C A S A S , la mayor parte malas; 32 calles de regular anchura y empedradas; una plaza, en la cual se celebra el mercado y en ella la casa consistorial, contigua a  la que se halla lambien la cárcel; una casa castillo, adornada con vistosos torreones y notable por su antigüedad, cuyo dominio pertenece al Ecxmo. Sr. duque de Medinaceli; 2 escuelas públicas de niños, una superior y otra elemental, concurridas la primera por 85 alumnos y la segunda por 65; otra de niñas, también pública, frecuentada por 70 á 80 de estas; habiendo además igual número de escuelas particulares, esto es, 2 de niños y una de niñas, a las que asisten de estas 45, y de aquellos 78; 4 fuentes y 6 pozos en las afueras de la población, de cuyas aguas dulces unas, y salobres otras, se surten los vecindad para beber y demás usos; una iglesia parroquial (San Bartolomé) de segunda clase, servida por 2 curas, uno de ellos vicario perpetuo de nombramiento de la corona en los 8 meses apostólicos, á propuesta en terna del diocesano, y de este en los 4 restantes, y en ambos casos previa siempre oposición en concurso ; 3 sacristanes de los cuales el uno es sochantre, un organista de nombramiento del diocesano y 4 acólitos elegidos por los curas ; un cementerio al NO. y contiguo á la misma iglesia, y por último 8 ermitas con las advocaciones de Sta. Teresa, San Miguel, Sto. Domingo , San Sebastián , Ntra. Sra. de la Cabeza, de las Angustias, de Gracia y del Rosario, todas dentro de la v. excepto la última ; entre ellas se cuentan las iglesia del colegio de educandas del convento de Carmelitas y del hospital de Caridad. Confina N. y O. Córdoba ; S. Montilla, y E. Castro del Rio. El T E R R E N O es de buena calidad y fertilizan parte de él las aguas del r. Guadajoz que nace en la sierra de Alcalá la Real y va á morir en el Guadalquivir a 1 leguas más abajo de Córdoba, y las del arroyo denominado Carchena, que tiene su origen en el monte Horquera y desagua en dicho r. Guadajoz, 4 leguas antes de entrar este en el Guadalquivir; hay canteras de yeso y cal. C A M I N O S los que dirigen á Montilla, Córdoba, Montemayor, Cabra y Castro, todos en regular estado, sin embargo de no ser carreteras reales, C O R REOS la correspondencia se recibe de Castro por baligero, los lunes, viernes y sábados; saliendo los miércoles y domingos, P R O D U C C I Ó N  trigo cebada, habas, yeros, escaña, lentejas, centeno, garbanzos, maíz, cáñamo, lino, frutas, hortalizas y aceite ; ganado lanar, vacuno, caballar, asnal y de cerda; caza de perdices, conejos y liebres, y pesca de albures y otros peces. I N D .  la agricultura, 4 molinos de aceite, 2 harineros y un batan, C O M E R C I O 3 tiendas de lencería, 8 de especería y la extracción de trigo y aceite, P O B L .  1,321 vec, 5,284 almas C O N T R . 162,197 reales 13 ms. R I Q U E Z A IMP. (V. el art. partido judicial) El P R E S U P U E S T O M U N I C I P A L asciende á unos 40,000 reales y se cubre en parte con los fondos de propios , y el déficit por reparto vecinal, consistiendo dichos propios en tierras dadas á censo enfitéutico. Reducese esta población la ant. Attubi (V.) mencionada por Plinio , quien la asigna al conv. jurídico astigitano, Espinal y García refiriéndose á un privilegio concedido por el rey Fernando IV en 1341 dice, que estando arruinada esta población fue levantada , con el cast. que hoy existe, por Pay Arias de Castro, desde cuya época se ha ido aumentando. Hace por armas en escudo, un cast. sobre una roca.



     Una aclaración necesaria. Refiere el artículo la existencia de tres tiendas de lencería, lo cual no quiere decir que las buenas mozas y señoras de aquella villa de Espejo fueran especialmente aficionadas a las prendas interiores de fantasía. Se trata de tiendas en las que se expendían lienzos de diferentes tejidos bastante menos delicados y suaves al tacto que los imaginados.
     Como curiosidad, por formar parte de una historia gastronómica perdida, la importancia que tuvo la pesca de albures para aquellas poblaciones ribereñas del Guadajoz. Este pez de rio, esquilmado o desaparecido por la contaminación progresiva de la cuenca, es todavía muy apreciado y consumido con diferentes recetas en algunas poblaciones del Bajo Guadalquivir.

Huertas y ribera del Guadajoz entre Castro y Espejo (1905)


     Después de la obligada introducción geográfica, histórica, económica y comercial (tres tiendas de lencería y una flota pesquera), entraremos ya de lleno en el tema espinoso del encabezado: “El porqué se dice de Espejo que es el Mojón de Castro”

     Poco después de conquistada Córdoba por el Santo Rey Don Fernando  se le otorgó un privilegio fechado en 25 de febrero del año de Chisto de 1245. De aquí consta, que desde esta época, esto es, trece años después que había sido conquistada de los Moros, quedó Castro subordinado a Córdoba, como villa suya, perteneciente a su jurisdicción.
     Así corrían las cosas desde el citado año, teniendo sus términos inmediatos Córdoba y Castro, de manera que por la parte occidental de esta villa se unían en la cumbre del elevado cerro donde después se fabricó el Castillo y Villa de Espejo. Y de aquí viene que los vulgares de Castro ”zumban y dan vaya” a los de Espejo, con que su lugar es "Mojón de Castro", aludiendo a que ese mojón es una de las señales de sus términos antiguos.

     Esa afición por zaherirse entre poblaciones vecinas y hermanas, se ha mantenido y desarrollado, llegando hasta nuestros días. El término “casqueta”, cuya significación exacta resulta difícil de desentrañar, se lo lanzan indiscriminadamente desde unas posiciones a otras, sin saberse con seguridad quienes son los depositarios reales del mismo (ver la contra). Por esas fuentes históricas consultadas me inclino por que lo sean los espejeños. Creo que pudiera tratarse de una derivación clara de aquel  hito o mojón (el mojón orgánico suele tomar forma de casco).
     Orgullosos los espejeños de su posición estratégica elevada, para contrarrestar el zumbido histórico de los castreños, idearon letrillas cuyos orígenes suponemos también antiguos. Quiero recordar una que dice así: “Espejo el honrado que se ve por todos lados” o “Espejo el cortés que por todos lados se ve” frente a “Castro El Veleta ….no sé que más”.
     Con el pique cerramos. Estoy seguro de que tienen que existir otras muchas letras de tradición oral  y chascarrillos alusivos. Queda abierto el apartado de comentarios para quienes quieran contribuir.


16 octubre 2012

PORCUNA: "GUASA MARRANA".



    Anunciábamos en una entrada anterior ocuparnos de diferentes versiones en las que asociaciones humorísticas, irónicas o burlescas relacionadas con el nombre de la ciudad de Porcuna trascienden a través de la letra impresa.
     Una primera referencia, muy conocida y divulgada, en la que se “mancilla” premeditadamente el nombre de Porcuna, procede de  la obra cumbre del aristócrata y literato cordobés Ángel de Saavedra  “Duque de Rivas”. Pone en boca del hermano Melitón, personaje central  y emblemático del drama romántico “Don Álvaro o la fuerza del sino”, una conversación aclaratoria en torno a la diferencias entre dos legos equiparados en hábito y nombre de pila (Los hermanos Rafaeles). Deshace el entuerto recurriendo al “natural de Porcuna” que termina por identificarlos. Ajustadamente, el paisano literario, tenía que ser gordo, además de con una sordera homologada a la tapia de un cementerio y casi presto a engrosar su recinto: “Desde el pasado invierno en la cama esta tullido, noventa años ha cumplido” (porcus vetus et surdi murus). 


     También del siglo XIX, dentro de un género literario menor, conocido como “pliegos de cordel” (cuadernillos de pocas hojas generalmente ilustrados para facilitar la comprensión), cuyo destinatario principal era el gran público, encontramos un romance de tono jocoso y burlesco, de autor desconocido, donde el nombre de Porcuna aparece asociado, en esta ocasión, a personajes grotescos.


     El nunca bien ponderado, célebre qual no otro, y alegre como cualquiera, casamiento de Juan Pindajo con María Curiana, sus celebridades, ropas, comidas, dote y demás ocurrencias que verá quien pagare dos quartos por cada papelillo. Impreso con licencia en Córdoba en la Imprenta de don Rafael García Rodríguez, Calle de La Librería (fecha cuestionable 1805-1844 ?).

     Aunque en la imagen que se muestra a renglón seguido, correspondiente a la portada de una edición posterior, se pueden leer las primeras estrofas donde consta la celebración de su casamiento en Porcuna y las especiales atractivos físicos de la contrayente, creo necesario  transcribir, al menos, algunas estrofas, para quienes por pereza desistan de acceder al texto completo alojado en la Biblioteca Digital Hispánica de la BNE:

Mariquita Curiana
 y Juan Pindajo
se han casado en Porcuna
estos dos majos.
La novia es quebrada
patizamba, coja y jorobada.
también lagañosa
y jocico de perra sarnosa,
sin muelas ni dientes
y sus años más de ciento veinte.
Vamos ahora al novio,
que es un buen mozo,
patituerto, estebado,
calvo y potroso,
la nariz roída,
y la boca de bubas comida,
una oreja menos,
y el pescuezo de paperas lleno;
es también tiñoso,
una pata podrida y baboso.

Imprenta de D. José M. Moreno, Descalzas núm 1,
 Carmona. Año 1855, 4 páginas.

     Otros lances de aquel casamiento esperpéntico:

EL PARTO

Después de algunos días
Doña Curiana
de unos fuertes dolores
 se puso mala,
y el Señor Pindajo
anda loco arriba y abajo
 sin saber que hacerse,
ni en que parte ponerla o ponerse.
------
Parió la pobrecita
mil avutardas,
de ratas y ratones
diez carretadas,
parió la Caleta,
el pinar de Chiclana y sus huertas,
dos mil lagartijas,
un borrico que se fue a Lebrija,
parió un cigarrón
con orejas de perro pachón…



    Ya dentro de las secciones humorísticas (con mala leche) de la prensa, y sin perder la rima del romance anterior, a un gacetillero sevillano le viene en gana cuestionar a la clase doméstica de ambos sexos, de la que prestaba sus servicios en la populosa ciudad del Betis, cebándose con las indefensas, hacendosas y honradas criadas de servicio: “La que no es de Porcuna es de Churriana”.


El Heraldo (9 de julio de 1852)


     Sin abandonar este servil y sufrido gremio de las trabajadoras del hogar, otro gacetillero cachondo, aprovecha el día de los Santos Inocentes, para hacerse eco de la frecuencia con la que se venían celebrando congresos de todas clases durante los años finales del siglo XIX:

     “Estamos en la época de los Congresos. Curas, sabios, políticos, industriales, agricultores obtienen de sus deliberaciones evidente provecho.
     Ahora se agita la idea de celebrar un “Congreso Suciológico” al que asistirán las primeras criadas del mundo civilizado.
     En él estará representando España por una fregona natural de Porcuna”.


     De Madrid Cómico (14 de octubre de 1883) extraemos un poema satírico firmado por el periodista y escritor Eduardo Navarro Gonzalvo. Se sirve el autor del fortuito e imaginario hallazgo de las hojas de un viejo padrón de vecinos en plena vía pública, para hilvanar con sus asientos unos ocurrentes versos. En esta ocasión, a Porcuna se le suma un natural de la vecina y comprovinciana localidad de Marmolejo, que también arrastra un famoso dicho en forma de salchichón y de pellejo:

“Doña Encarnación Bravía,
suegra del interesado.
Es natural de Porcuna
se le ha olvidado la edad.
Pobre de solemnidad.
Ocupaciones ninguna”.


     Casi una década después, y con el título aparentemente serio, La Estadística Municipal (a 1º de diciembre de 1890), aparece en las páginas de La Correspondencia de España un artículo, de claro contenido jocoso, en el que el padrón municipal de habitantes adquiere nuevamente protagonismo. Su autor nos ilustra sobre la necesidad de que en los tiempos presentes los pueblos cultos y desarrollados tomen conciencia sobre la trascendencia del desarrollo de este género de trabajos:

     “La estadística municipal de Madrid debía, en mi humildísima opinión, constituir un libro, que buscasen con verdadero afán, nacionales y extranjeros. Un libro en el que después de las generales de la ley, se particularizase, con la mayor suma de detalles posibles, las cualidades especiales del individuo o individua, vecino o residente”.

     Cita varios ejemplos, y entre ellos surge la inevitable referencia al natural de Porcuna, añadiéndole como agravante su pertenencia al históricamente denostado colectivo de empleados públicos:

     “Don Perpetuo Acémila del Tesoro; nacido el 23 de octubre de 1830, natural de Porcuna (Jaén); empleado en Hacienda, donde cuenta con 43 años, 43 meses, 43 días, 43 minutos y 43 segundos, de servicios inútiles a la nación y a los particulares. Tiene papel del Estado, es accionista de la mina titulada “La ubre económica”, y fundador de la sociedad anónima “El cohecho”. Lee el Cencerro, y escribe torcido y sin ortografía. Nota: padece hemorroides”.


     El producto estrella de la tierra, el aceite de oliva, también entra en escena consumido de una manera un tanto extraña y guarrindonga. Aparece dentro de una especie de diálogo entre Manolito (un mozo pretendiente de una “niña mona”), Purita (la moza en cuestión) y su señora madre, que actuando de carabina, se beneficia de la generosidad del primero:

     “Manolito cree que la conquista no ofrece serias dificultades, y compra un bollo de canela para obsequiar a aquellas señoras. La mamá envuelve en el pañuelo la parte que le corresponde, no sin decir antes:
     ­No se ofenda V. porqué no lo coma ahora mismo, pero lo llevo para mojarle en el caldo de la ensalada… Porque yo soy del mismo Porcuna, provincia de Jaén, y allí todo lo tomamos con aceite.
     Manolito gana terreno en el corazón de Purita que comienza a mirarle con ojos de águila moribunda.
     ¿Gasta usted calzoncillos? – dice la mamá aprovechando un instante de silencio.
     Si señora, aunque me esté mal el decirlo-contesta él.
     Lo pregunto porque nosotras cosemos para afuera y se lo hacemos a lo mejor de Madrid. Romero robledo no se acostumbra con nadie más que con nosotras, y ayer mismo le mandamos a San Sebastián media docena, que se los llevó un diputado provincial de su partido”.

Madrid Cómico (30 de junio de 1888)



     Un calzoncillo, elevado a las puertas de la santidad, es el que llevaba puesto en el momento de su muerte (reproducida en el grabado), el misionero franciscano Pedro de la Concepción (Beato Garrido), que sufriera cautiverio y martirio de tal guisa en Argel, al no renegar de su fe ante los infieles.
     Un periodista de La Voz, en vísperas de la proclamación de la II Republica, cuando los nuevos aires de libertad permitían ya ciertas licencias, a la vista del citado grabado se sorprende (con su buena dosis de ironía) de las circunstancias finales de la muerte de un “natural de Porcuna”



     Nuevas exploraciones y algunas otras muestras, de las que han quedado aparcadas, darían como para una segunda entrega, que estimaré en su día, dependiendo de las reacciones. No creo que estas ironías, “que no son mías”, vayan a levantar salpullidos entre las fuerzas vivas de la localidad, hasta el extremo de se proponga un nuevo cambio de nombre.

    De momento sintámonos orgullosos de ser naturales y/o de estar empadronados en Porcuna, así como de tener una de las mejores morcillas de cebolla de las que se consumen en Andalucía, mientras que en chorizos y salchichones podemos competir perfectamente con los afamados de Noalejo, Carchelejo y Marmolejo.

    ¡Se admiten morcillas de Porcuna a cobro revertido!