Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

23 septiembre 2011

"Las acuarelas cordobesas de Pier María Baldi".



    Durante los años de 1668 y 1669, Cosme III de Médicis viajó por España y Portugal como heredero del Gran Ducado de Toscana. Entre su séquito estaba el dibujante y arquitecto Pier Maria Baldi, que realizó acuarelas de los lugares, villas y ciudades en los que la comitiva se detuvo a lo largo de este periplo. Sus láminas representan, en muchos casos, el único registro gráfico de ciudades españolas en aquella época.
    Otros miembros del séquito ducal se encargaron de dejar por escrito testimonio de aquel viaje: Lorenzo Magalotti, A.R. del Serén, Filippo Corsini y el doctor Juan Bautista Gornia.


Cosme III de Médicis


    Esta serie de vistas maravillosas, junto a la narración, más bien árida, dado su carácter oficial, salida de la pluma de Magalotti, se conservan, como verdadera joya, en la Biblioteca Laurenciana de Florencia.
    Las ilustraciones que mostraré a continuación, se corresponden con las tomadas durante el desplazamiento de la comitiva ducal  entre las ciudades de Córdoba y Granada en diciembre de 1668. Las he capturado de una copia digital de baja resolución, colgada en la red, de la edición facsímil patrocinada en 1933 por el Centro de Estudios Históricos (Junta para la Ampliación de Estudios):

    MAGALOTTI, Lorenzo (1637-1712)
    Viaje de Cosme de Médicis por España y Portugal (1668-1669) / edición y notas por Ángel Sánchez Rivero y Ángela Mariutti de Sánchez Rivero. - Madrid: Sucesores de Rivadeneyra, [1933]. - XXVI, 347 p. + 1 pasta (3 f., 71 estampas ; 25 cm, 51x67 cm.

    Intercalado entre las ilustraciones trascribiré el relato del viaje entre Córdoba y Castro del Río:

Córdoba
 
    “El día catorce [de diciembre de 1668] después de misa su Alteza partió de Córdoba y fue a almorzar al cortijo de Cariñena, a cinco leguas de allí, caminando a través de un campo montañoso y totalmente sembrado. Allí se ve arar, como en toda Andalucía, con bueyes rojos y con diez, doce, y hasta dieciocho pares, unos lejos de otro a una distancia de un surco, donde llegan a hacerse al mismo tiempo, tantos surcos como pares de bueyes, modo muy rápido de trabajar las tierras. El cortijo es una granja de don Diego Aregotte, donde había un esclavo turco que se ocupaba de los alimentos y supervisaba el trabajo, escribiendo en lengua española pero con caracteres turcos”.

Cortijo de Cariñena (a cinco leguas de Córdoba)


    “Desde allí prosiguió su Alteza el viaje hacia Castro del Río, y pasó la noche a sólo una legua de este pueblo.
     El campo se parecía al que habían visitado por la mañana, menos un valle larguísimo y no muy ancho pero todo muy llano, que empieza a dos leguas del Guadajosillo, sigue hasta Castro del Río y con la colina por ambas orillas. Castro del Río es un lugar de ochocientos hogares; una parte situada en lo más alto de la colina y el resto se extiende, a guisa de arrabal, por la falda, ocupando parte del llano y del valle, que se va cerrando a mano izquierda. El rio Guadajos pasa regando por debajo, pero con poleas y norias alcanza una gran cantidad de jardines que están alrededor. El lugar es del marqués de Priego, que posee una residencia en Montilla, lugar cercano a Castro, que tiene – según dicen – más de dos mil hogares, y llámase marqués de Montilla. Castro del Río es del rey, y le fue entregado como descuento de un crédito antiguo contraído con la corona por su abuelo. El rey, por tanto, vuelve a nombrar al corregidor, y confirma a los regidores elegidos por la villa, cuyos habitantes, conducidos ahora a la extrema necesidad, no tienen ya la fuerza que tuvieron en otros tiempos ante la dependencia del rey; allí éste dispone como en su propio feudo. En lo espiritual depende este lugar (que se llama Castro por el campamento que tenía allí Julio Cesar)  del obispo de Córdoba. En la iglesia principal preside un vicario con seis curas y cuarenta clérigos. Hay en total ocho parroquias, un convento de Regulares y uno de Carmelitas”.

     El relato del conde Lorenzo Magalotti, por comodidad (descansa en las estanterías de mi modesta biblioteca), lo he tomado del libro de Patricio Hidalgo Nuchera, "Entre Castro del Río y México  Correspondencia privada de Diego de la Cueva y su hermano Juan. Emigrante en Indias (1601-1641)".


Castro del Río

     El propio Patricio Hidalgo, en el apartado que le dedica a la acuarela de Pier María Baldi, a modo de introducción sobre la primera parte de la geografía vital de los hermanos Cueva, maneja otras fuentes relacionadas con aquel viaje. Me refiero, a la mención que se hace al manuscrito de A.R. del Serén, donde se recoge alguna noticia relacionada con la visita realizada por “Su Alteza” al Convento del Carmen de Castro del Río:

    “Allí estuvo su Alteza y encontró uno entre aquellos llamado Fray Juan José de Girón, oriundo de Sevilla, que poseía una inteligencia superior y un talento especial nada comunes en España, y mucho menos entre los frailes. Tenía algún acento de una lengua oriental, y había estudiado la buena filosofía, con una gran aversión a la atadura de no saberse separar en nada […] de la doctrina aristotélica”.

A la izquierda extramuros Convento del Carmen
     A.R. de Serén hierra en la transcripción exacta del nombre de aquel sabio cronista, historiador, orientalista, dibujante…, que no es otro que Fray Juan Félix Girón (Sevilla 1613- Castro del Río 1684) que debió de ser quién trasmitiera a Magalotti la información de carácter histórico sobre Castro del Río, y que por estas fechas ya llevaba algunos años en esta especie de retiro o confinamiento castreño, tras periodos anteriores de reconocimiento y altas dignidades. Esa “atadura aristotélica” mencionada pudiera ser la responsable de su caída en desgracia.

Fr. Juan Félix Girón


    “Partió Su Alteza el día quince [de diciembre de 1668] al amanecer, pues iba a ser una jornada muy larga, después de haber oído misa, y fue a refrescarse al cortijo del Salitral a cinco leguas de Castro. Hasta Baena, que hay dos buenas leguas, se encuentra un campo montuoso pero con mucho trigo, vino y aceite […]”.

Cortijo del Salitral (a cinco leguas de Castro)
     La siguiente acuarela, con la que abandonamos definitivamente el antiguo reino de Córdoba para adentrarnos en el de Jaén, pertenece a Alcalá la Real (en el histórico camino de Granada) donde se nos muestra majestuoso su Castillo-Fortaleza de la Mota, declarado Monumento Nacional desde el año 1913.

Alcalá la Real
     Para apreciar con mayor nitidez los detalles de las acuarelas, se recomienda pinchar sobre las mismas. Una muestra de que el pintor dibuja lo que ve, sea el paisaje, o particularidades ocasionales, es la acuarela del Cortijo de Cariñena, en la que el cielo se presenta nublado, y los transeúntes o campesinos que se muestran en ella, parecen intentar refugiarse precipitadamente de un repentino temporal de agua y viento.
     El pintor, que gusta de dibujarse a si mismo alguna vez que otra, aparece en la acuarela de Castro del Río ubicado al otro lado del puente, desde donde consiguió plasmar con bastante verosimilitud la panorámica urbana de aquella villa cordobesa del XVII.

1 comentario:

  1. el libro, en dos Tomos, fue editado por la Xunta de Galicia en 2004. El Tomo 2 reproduce las 126 acuarelas

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