Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

12 diciembre 2010

Loterías con Historia.



   Ante la incertidumbre generada por la crisis, el paro, la devaluación salarial, las subidas impositivas y los mensajes catastrofistas con los que nos machacan a diario determinados medios de comunicación, la lotería de navidad se convierte un año mas, en ese impuesto voluntario con el que tradicionalmente contribuimos a generar ingresos para el erario publico a cambio de un porcentaje de ilusión.
   Según los economistas,  la salida de la crisis pasa por un aumento del consumo. Insto, por solidaridad, a los ciudadanos con buen nivel de ingresos y remanentes bancarios que hagan un esfuerzo y se lancen al voraz consumismo navideño. Aunque la mayoría de los españoles tendremos que dejar a un lado el “Mon Cheri” y el “Ferrero Rocher” (a los que estábamos acostumbrados) y retomar el tradicional polvorón navideño (a no ser que nos toque la lotería).

   Fue el año de 1892, el primero en que se utilizó la denominación oficial de “Sorteo de Navidad” en la lista de premios, pero hasta 1897 no se incluyó su nombre en los décimos de lotería. Tuvo gran acogida entre la población y se convirtió pronto en la gran esperanza de los españoles para enriquecerse o salir de situaciones difíciles.
   En 1904 Doña Manolita de Pablo, una bella y carismática mujer de 25 años, abre junto a sus hermanas una administración de loterías en la calle San Bernardo de Madrid. Sus primeros clientes fueron principalmente estudiantes, que antes de partir de vacaciones para sus respectivos domicilios de origen se pasaban por su establecimiento a comprar lotería y de paso reparar en su espectacular belleza.




   En ese mismo sorteo de 1904 el Gordo recayó en el número 15.162 premiado con 5.000.000 millones de pesetas al billete y 500.000 al décimo. Muy repartido entre obreros marítimos y portuarios del Grao de Valencia.



   El Cuarto Premio, 22. 954, también marinero, fue vendido íntegramente en la administración nº 6 establecida en la Cortina del Muelle de Málaga, comprado por los Hermanos Gómez, dueños de un antiguo e importante establecimiento de tejidos de la capital malagueña. Siguiendo la costumbre de la casa se quedaron con dos decimos, otro lo jugaron entre los empleados, otro lo adquirió un representante de la casa Salvatierra de Barcelona, enviando el resto a sus corresponsales. Las provincias de Córdoba y Jaén se iban a beneficiar de las relaciones comerciales de esta casa malagueña: Fernando Ruiz Cano de Martos, Leocadio Santaella de Puente Genil, Gabriel Benítez de la colonia agrícola de San Martín del Tesorillo (Cádiz), Pedro Galán de Adamuz, Francisco S. Ruiz de Castro del Río y Bernabé Galán de Valenzuela fueron los depositarios de los seis décimos restantes premiados respectivamente con veinte mil durazos del ala.


   Aunque he indagado sobre el agraciado castreño no tenemos noticia alguna sobre él. 
   Optaría por la prudencia y el anonimato, no trascendiendo detalles a la prensa provincial.
   Si, de las 100 pesetas jugadas en Valenzuela (Córdoba). Su depositario Bernabé Galán Barcia no era comerciante, sino un joven de 26 años de edad, natural de Adamuz, Doctor en Teología, que acababa de hacerse cargo de la parroquia de esta villa cordobesa. El décimo le llegó a través de su hermano Pedro que trabajaba como dependiente en el susodicho comercio malagueño. Las participaciones se distribuyeron entre parroquianos:
  • Sr. Cura párroco 20 pesetas.
  • Don Manuel Mancilla Arroyo, cura coadjutor, 35 pesetas.
  • Don Juan José Ruiz Cámara, sacristán 1º, 3,75 pesetas.
  • Don Antonio Horcas Montilla, sacristán 2º, 5 pesetas.
  • Don Juan Barcia Serrano (tío del cura), organista ciego, 5 pesetas.
  • Don Juan García Porcuna, ayudante del organista y también ciego, 5 pesetas.
  • Monaguillo 1º 2 pesetas.
  • Monaguillo 2º 1,50 pesetas.
  • Doña Maria Isabel Porcuna Olivan (devota), 5 pesetas.
  • Doña Maria Providencia Susín López (devota), 5 pesetas.
  • Doña Isabel María Montilla Gordillo (devota), 2,50 pesetas.
  • Don Juan Serrano Gallardo, amigo del párroco, 2,50 pesetas.
  • Don Ildefonso Sánchez García, amigo del sacristán 1º, 1,25 pesetas.
  • Asociación de Hijas de María (recién constituida), 6,50 pesetas, procedentes de las limosnas obtenidas por las niñas.

Antigua Iglesia Parroquial de Valenzuela
Demolida a mediados de los años 70

   En la misa del gallo de aquel año en Valenzuela “se cantaron los maitines con alegría inusitada y el Niño Jesús fue mas vitoreado que otros muchos años”.
  
   Para hacernos una idea de la magnitud del premio, el monaguillo segundo que jugaba 1,50 pesetas le correspondieron 1500 (equivalentes a 600 jornales de siega, casi 4000 panes familiares de a kilo o 160 arrobas de aceite fresco).
   El sacristán segundo con sus 5000 pesetas hubiera podido comprar 20 ruchos o 4 yuntas de mulos.

   El sacerdote Bernabé Galán pertenecía a una familia de acaudalados propietarios de Adamuz. Su padre había sido alcalde y jefe local de los conservadores. Al menos, hasta 1919 siguió ejerciendo el sacerdocio y era propietario en su pueblo de un caserío conocido por “Rojano”. En la década de los veinte se desprende de la sotana y contrae matrimonio.
   Ya en la década de los treinta en un contexto de guerra civil le volvería  a tocar la lotería. Detenido en Adamuz por derechista, es conducido junto a un numeroso contingente de paisanos a la Catedral de Jaén, convertida en cárcel.



   El 11 de agosto de 1936 fue incluido en la segunda expedición de “Trenes de la muerte” que partió de Jaén con destino a la prisión de Alcalá de Henares. Dicha expedición fue asaltada en la estación de Santa Catalina (Madrid). La Causa General incluye el testimonio Antonio Galán Pastor, su hijo, superviviente de aquella matanza:
 
   “El que suscribe estuvo formado con su padre Bernabé Galán Barcia el cual al llegar al sitio donde había de ser fusilado dijo: donde me coloco, y le pusieron a mi derecha; fueron montados los fusiles y estando apuntados para matarnos un camarada de los que habían salvado destacándose del tren dijo: ¡Que vais a hacer, si son compañeros nuestros, todos trabajadores! Y entonces dispusieron dejarnos salvos, y a partir de ese instante ya no continuaron la matanza”.


   La historia se presta a la moraleja, pero como no soy demasiado propenso a moralizar, bastante tengo ya con intentar desprenderme de mis propias miserias, me limitaré a recomendar a los supersticiosos aficionados al juego de la lotería, que todavía están a tiempo de hacerse con el 22.954 con el que fueron agraciados, hace ya mas de un siglo, este grupo de vinagorros clericales, coetáneos de aquellos otros que buscaban riqueza y tesoros en el patio del castillo de Torreparedones. Es por si le da la pita al palo. Yo mañana mismo empiezo a buscarlo.

1 comentario:

  1. Hola. Ha llegado casualmente a mis manos la dirección de su blog y me he alegrado al leer el artículo que precede, acerca de las loterías y ve escrito el nombre de mi abuelo, el cura Bernabé Galán. De él se ha hablado y se ha dicho mucho. Yo siempre he oído cosas buenas, especialmente de boca de aquellos a los que él enseñó y que luego accedieron a carreras universitarias; siempre lo nombraban como parte importante en la consecución de sus objetivos académicos. Puedes intuir lo que supuso en la postguerra que un cura se saliera de cura, se casara (estuvo casado en la República legalmente y luego fué anulado su matrimonio en la dictadura), lo que pasaron sus hijos (el menor de ellos es mi padre, que aún vive con 89 años), etc. etc.
    Con el tiempo, mi trabajo hizo que conociera Valenzuela, donde acudí como primer Director del Distrito Sanitario de Montoro (nombre que cambié por el de Alto Guadalquivir), al haber sido incorporado ese pueblo recientemente ya que antes pertenecía al Distrito Sanitario de Cabra y a la Zona Básica de Salud de Baena. En aquellos tiempos era incongruente que los vecinos de Valenzuela tuviesen que acudir a Bujalance a partir de las 3 de la tarde en caso de urgencia. Al estar tan cerca de Porcuna, hice que se tuviesen la oportunidad de que fueran a Porcuna en lugar de a Bujalance, e incluso conseguí que pudieran acudir a los especialistas tanto a Córdoba como a Jaén. Lamentablemente después de dejar de ser Director de Distrito, volvieron a dejar lo de los especialistas y se consiguió que el médico (o un médico) permaneciera después de las 3 de la tarde atendiendo las pocas urgencias que afortunadamente se producen en aquella hermosa localidad.
    Le agradecería que si conoce a alguien que me pueda contar cosas de mi abuelo, que lo ponga en contacto conmigo. Un cordial saludo.

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