Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

28 octubre 2010

"La Niña de Castro" y otros flamencos.



   En la revista de Feria de Castro del Río del presente 2010, Juan Luís Navajas Carvajal  publica un elaborado, extenso y cuidadoso trabajo sobre la cantaora castreña Maria Cordobés Quintana “Niña de Castro”.
   Durante mi etapa de residente en esa villa recopilé alguna información, incluso tuve la oportunidad de comunicarme personalmente con ella por teléfono. Aunque siendo sincero, mi interés estaba puesto, más  en su tío, el sindicalista y maestro racionalista Benito Cordobés Herencia.
   Maria, a sus 84 años, generosamente, me puso en contacto con su familia cordobesa, lo que me sirvió para conseguir el ansiado retrato de Benito, pero al mismo tiempo, ante mi curiosidad, me esbozó unas pinceladas sobre su trayectoria artística. Todo esto coincide con cierta crisis existencial que me obligó a abandonar la villa del Guadajoz, y a aparcar todo lo relacionado con ella.
   Con posterioridad con mis vaciados de prensa histórica, seguí almacenando recortes e información sobre su trayectoria artística. Buena parte de ellos están recogidos en el artículo publicado por Juan Luís Navajas, aunque con algunas lagunas razonables sobre sus orígenes.

   Efectivamente, tal como me trasmitió Maria en su día, arranca en el mundo artístico a raíz de ganar un concurso celebrado en la vecina Baena durante su feria y fiestas del año 1926, cuyo premio le fue entregado por José Tejada Martín “Niño de Marchena”.
   Pero con anterioridad ya se había subido a un escenario en su ciudad natal. Durante el Carnaval de ese mismo año, con motivo de las actuaciones del emperador del cante jondo “Cojo de Málaga” en el Teatro Cervantes de Castro del Río, el empresario Miguel Porcel Redondo organizó en paralelo un concurso para cantaores locales con un total de diez aspirantes. La ganadora de las cincuenta pesetas de premio, una precoz niña de 12 años, María Cordobés Quintana que se presentaba como “La Niña María”:

“Fue la primera que cantó y gusto tanto al respetable, que después de cantar las coplas reglamentarias, le hicieron, a fuerza de aplausos, cantar un sinnúmero más”.
“También gustó mucho, siendo muy aplaudido, Francisco Tomajón Elías (a) Rusindo, que de haberse otorgado un segundo premio, hubiese sido para él, pues en la votación salió en segundo lugar”.

   Posthumio (José Rodríguez Rodríguez), corresponsal del diario gráfico “La Voz” en Castro del Río le augura un futuro prometedor, y según parece está pendiente de un contrato para actuar en varios teatros de la provincia.
   Efectivamente, al poco de ganar el concurso en Baena, Vedrines el  empresario que llevaba al “Niño Marchena” la incorpora a su trouppe artística. Su padre, Francisco Cordobés, tuvo que pedir excedencia en el Ayuntamiento, donde trabajaba, y así poderla acompañar a tan temprana edad.
   Me contó Maria, que la primera cartelería, los primeros retratos promocionales se los hizo su tío Benito, establecido como fotógrafo primero en Fernán Núñez y con posterioridad en Espejo.
   En febrero de 1927 actúa junto al “Niño Marchena” y  Juan Soler “El Pescaero” en el Salón Moderno de Bujalance. 
   En esa misma tournée, el segundo día de Carnaval en el Teatro-Cine de la villa de Espejo “debutó con gran éxito la precoz niña, pero gran artista, María Cordobés, Niña de Castro, que en el arte flamenco ocupará pronto uno de los primeros puestos”. Ese mismo día debutó El Pena (hijo) “que es una verdadera pena no gustase a este público”. Vedrines  incorporaba siempre jóvenes cantaores/as (los famosos niños y niñas) con efectistas resultados ante los públicos, por lo que para el pase del día siguiente “reina gran entusiasmo para el debut del famoso Antoñito Chacón, que por ser hijo de este pueblo, su presentación será todo un acontecimiento”.



   El tal Antoñito Chacón, venía precedido de cierta fama por su precocidad y por sus exitosas actuaciones en el Price de Madrid. Pronto se le empezaría a conocer como Chaconcito. Se conoce poco de su biografía. La peña flamenca Curro Malena de Aguilar de la Frontera ha recopilado alguna información sobre él y le atribuyen un origen aguilarense. Su trayectoria artística se vería truncada por la guerra civil. Apoyo abiertamente la causa republicana, actuando en teatros colectivizados de aquel Madrid del No Pasaran y para los soldados en el frente. Sus coplas dedicadas al ejército nacional que sitiaba y hostigaba la capital de España, terminarían por costarle la vida al final de la guerra. Consta como desaparecido en 1939. Sus cantes están recogidos en el volumen 25 de la Cátedra del Cante (se mezcla su etapa infantil y de madurez) y en un compacto editado por la firma sevillana Pasarela en el que se remasterizan  grabaciones inéditas realizadas en 1928, con doce temas en los que se demuestran los conocimientos y la largura inusitada para un niño de trece años.

   Otro destino de la gira cordobesa de febrero de 1927 sería el teatro de Fernán Núñez, corriendo la presentación de la novel cantaora a cargo de su orgulloso tío Benito.

   No volvemos a tener noticias de actuaciones en Córdoba de la Niña de Castro hasta finales de 1932, cuando visita nuevamente la provincia con el espectáculo de Opera Flamenca Chicote del que son principales figuras la Niña de Castro y  Manolo Vega “Carbonerillo”. En Cerro Muriano la Niña de Castro “cosechó muchos aplausos haciendo gala de su voz diáfana y potente”. Actúan también en las plazas de Toros de Bujalance y Baena, en un espectáculo mixto con la banda cómico taurino musical los Califas.



   En el verano de 1934 nueva gira por la provincia enrolada ahora en la trouppe flamenca que capitanea Corruco de Algeciras, con Niño de los Rosales, Niña de la Huerta, Gonzalillo y  Niño de Azuaga, con quien terminaría casándose al año siguiente. 

   La nueva pareja artística y sentimental recorren España con la compañía de Pastora Pavón “Niña de los Peines” y Pepe Pinto. Durante el mes de  septiembre de 1935 actúan en Espejo en el Cine de Verano, con un desgraciado accidente que provoco varios heridos graves. Movidos por la espectación y al no poder pasar por taquilla “se subió tal número de gente a la puerta lateral derecha, que la arrancó de cuajo, desprendiéndose la obra de mampostería y la verja de hiero quedando sepultados varios muchachos”.
   Su siguiente destino el Cine de Verano de Castro del Río, con un público entregado y deseoso de reencontrarse con su paisana, ya consagrada como cantaora de estilo depurado y voz melodiosa. Deleito al auditorio con las bulerías de Curro Molina, “que no pueden expresarse ni con mayor sentimiento ni con entonación superada, por lo que fue justamente ovacionada y obligada a la repetición”. Fueron así mismo muy ovacionados la Niña de los Peines, Pepe Pinto, El Sevillano y demás elementos. Se le dio la alternativa a un conocido aficionado de la localidad, cuyo nombre real  no aparece en la crónica periodística, pero si el artístico “El Bailaor”, “que comienza ahora su carrera artística y ha de ser con el tiempo una de las primeras figuras del cante andaluz, y que mantuvo al publico en constante emoción con sus fandangos y milongas, que también merecieron los honores de la repetición, siendo despedido del proscenio con aplausos y vítores de sus paisanos”.
   Ese mismo verano del 35, la Compañía de Circo Ideal, dirigida por el señor Ferroni, el último día de  la Feria de Santiago y como despedida, organizó un concurso de cante flamenco en el que tomaron parte los artistas locales Fernando Salido, El Machaco y El Niño del Tomate, adjudicándose el premio en metálico este último “por el buen estilo con que canto fandangos, milongas y guajiras, como ya quisieran hacerlo muchos profesionales”. Aunque el veredicto del jurado no estuvo exento de polémica. Cierto sector entendido de entre el mismo, era de la opinión de que “las soleares y alegrías por Canalejas, interpretadas por Machaco eran de la ejecución de la  antigua escuela, sin amaneramientos, y por tanto merecedoras del premio”.

   Cuando estalla la guerra andaban de gira por la provincia de Jaén, donde permanecerán durante todo el conflicto. Los testimonios aportados por Juanito Valderrama en sus memorias, y que Juan Luís Navajas recoge en su artículo sobre la trayectoria artística de la Niña de Castro, coinciden plenamente con mis anotaciones de la conversación mantenida con Maria Cordobés, allá por 1997. En más de una ocasión, durante sus giras por la retaguardia republicana, con aquel régimen artístico socializado, se alojaron en cortijadas convertidas en colectividades de productores consumidores, donde se reencuentra con amigos y paisanos, de los que se refugiaron en la provincia vecina tras la caída de Castro.



   Coincido plenamente con Juan Luís Navajas, en que Castro del Río tiene una deuda con su paisana cantaora. Sería cuestión de rendirle un pequeño homenaje póstumo. Sus dos hijos casi seguro que viven aún. Se me ocurre una especie de exposición antológica o un montaje audiovisual con fotografías, carteles, nuevos testimonios…, que estos pudieran aportar, y por supuesto, sus cantes, grabados en su día en discos de pizarra del sello  “La Voz se su Amo” y que María Cordobés ansiaba recuperar cuando me entreviste con ella. Dos temas suyos (Na más que  pa mi y Tiki-Tan) están incluidos en la colección de discos compactos Enciclopedia del Flamenco. Volumen 3. Las grandes niñas del flamenco (1920-1950); y otros dos en “La mujer en el cante” (Al pasar la barca y Caminito que va al río). Sería cuestión de contactar con especialistas por si se puede recuperar algo más.




   María Cordobés Quintana fallecía en Madrid el 4 de abril de 2003 a los 90 años de edad. Si durante sus últimos años de vida, no le falto lucidez, pudo haber tenido tiempo de escuchar su propia voz remasterizada en los compactos antes referidos editados en 1999 y 2002 respectivamente.
   Sea la Peña Flamenca, instituciones, asociaciones o particulares quienes se atrevan a poner en marcha ese homenaje, que cuenten con mi desinteresada colaboración. Tengo cierta deuda de agradecimiento hacia ella que me gustaría saldar. El año 2012, centenario de su nacimiento, sería una buena fecha para volver a acordarse de esta, ya no tan olvidada, cantaora castreña.

3 comentarios:

  1. AMIGO ALBERTO:
    Siempre es un placer leer tus trabajos. Me encanta la serie sobre la Sociedad Obrera, creo que merecería una especial atención, junto a otros sobre el movimiento obrero, que deberían recoger algunas instituciones para su publicación.
    Mi mensaje es para felicitarte, nuevamente, por esta magnífica aportación sobre la NIÑA DE CASTRO. Para ahondar más en tus pesquisas sobre María Cordobés Quintana, te diré que hace unas semanas contactó conmigo José Morillo Cordobés, su hijo. Había leído el artículo de la Revista de Feria y llamó al Ayuntamiento para dar las gracias al autor del trabajo y para ofrecernos el material que él conserva de su madre (fotos, recortes de prensa, carteles…).
    Me contó en una larga charla telefónica que las cenizas de su madre las echaron en mayo de 2003, pocos días después de su fallecimiento, al río Guadajoz desde un puente (no tiene muy claro que puente es). Fue expreso deseo de María Cordobés que sus cenizas volvieran a la tierra que la vio nacer y crecer. La media hora de conversación dio para bastante incluso para hablar de su padre, PEPE AZUAGA, y de su hermana, RAFAELA DE CÓRDOBA. A los pocos días, de nuestra conversación, nos mandó un CD con canciones que su hermana Rafaela grabó para la casa Belter.
    Acto seguido le envíe una grabación con las dos canciones que mencionas, Na más que pa mi y Tiki-Tan , que me pasó hace unos años Juan Luis Navajas. Me contó José Morillo que las grabaciones de su madre fueron todas antes de la guerra en discos de pizarra y que con motivo de los bombardeos sobre Madrid se destruyeron prácticamente la totalidad. En cuanto a las otras que mencionas pertenecientes a “La mujer en el cante” (Al pasar la barca y Caminito que va al río). No son de María Cordobés, la NIÑA DE CASTRO, aunque así aparezcan en la edición. Son, efectivamente de una Niña Castro, ESTRELLITA CASTRO. Hecha la comprobación te puedo decir que no hay duda, una y otra voz no tienen nada que ver. Se puede comprobar en el siguiente enlace, http://www.amazon.co.uk/Grabaciones-Discos-Pizarra-Mujer-Cante/dp/B001LDFQ86 (http://www.amazon.co.uk/Al-Pasar-la-Barca/dp/B001LDL9O6/ref=dm_ap_trk1).
    Cojo el guante y prometo investigar lo de las grabaciones, de todas formas en el CAF (Centro Andaluz de Flamenco) quizás tengan más información. Esta gente tiene un buen fondo documental de discos de pizarra.

    El hijo de María cordobés, José Morillo, vive en Torrejón de Ardoz, la dirección y el teléfono los tengo en la oficina, y pasa los veranos, ¡¡agárrate¡¡, en Motril se ve que tienen un apartamento por allí. Hemos quedado para este próximo verano en conocernos.
    Lo dicho machote, un placer seguirte.
    Un abrazo.
    Blahkriadov

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    1. LAS GRABACIONES DE NIÑA DE CASTRO "NA MAS QUE PA MI" Y "TIKI-TAN", LAS GRABÓ EN 1945 EN LA CASA REGAL. EL DISCO ES EL C-8668 Y LOS CANTES TIENEN LAS MATRICES CR-3325 Y CR-3326, RESPECTIVAMENTE. LE ACOMPAÑABA MIGUEL CORTES Y UNA ORQUESTA. NO SE CONOCEN MAS GRABACIONES QUE ESAS, SALVO QUE GRABARA ANTES O DURANTE LA GUERRA Y COMO DICEN, SE PERDIERAN. PERO ME EXTRAÑA PORQUE DURANTE LA GUERRA QUEDARON PARALIZADAS LAS GRABACIONES. JOSE MUÑOZ

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  2. Tienes razón amigo Blas, hechas las oportunas comparaciones, la Niña de Castro que aparece en la carátula de “La mujer en el cante” es Estrellita Castro, y hasta en la pequeña foto que aparece se intuye su famoso caracolillo en la frente.
    Emotivo lo que me cuentas sobre el reencuentro final de La Niña de Castro con su tierra natal.
    Me dices que recoges el testigo, pues adelante valiente. Te mando a tu correo datos sobre algunos coleccionistas de discos de pizarra que tienen materiales que no están en el CAF, para que continúes con tus pesquisas.
    Lo del futuro, posible y viable homenaje, si los administradores de lo público no fueran o fuesen receptivos, alegando crisis financiera, abogo por la iniciativa popular. Además no creo que sea ni costoso, se trata simplemente de reunirse un voluntarioso y altruista grupo de personas y ponerse manos a la obra. Se me ocurren los nombres de bastantes castreños/as dispuestos/as a colaborar, pero como tú también los conoces, a implicarlos toca.

    Hasta siempre, Blaskriadov.

    PD: Pero que antiguo eres, ya no se lleva eso de rusificar los nombres, eso era de tiempos de mi amigo Salvador Cordón “Kordonieff” tras el triunfo de la revolución bolchevique en Rusia. Ahora lo que se lleva es “ser español”. ¡Todos con la Roja!.

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