Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

30 agosto 2010

FOOT BALL CASTREÑO: LOS PIONEROS


    Los orígenes del “foot ball” en Castro del Río, se remontan al verano del año 1923, cuando un grupo de jóvenes, durante su periodo vacacional, decide constituir la primera sociedad futbolística de la historia de este pueblo, el “Castro del Río Foot Ball Club”. Debieron de contar con ayuda, pues adquieren y habilitan un terreno para la práctica deportiva y solicitan una subvención al Ayuntamiento.

Real Cordoba Sporting Club (1924)

    Su aparición coincide con una tardía fiebre colectiva que se desata en aquellas poblaciones cordobesas de cierta entidad a partir de 1922-23, coincidiendo con la consolidación del fútbol como práctica y espectáculo en la capital de la provincia, cuando ya casi todas las provincias andaluzas contaban con buenos equipos. El primer equipo de la capital, el “Córdoba Sporting Club”, que empieza jugando sus primeros partidos en un improvisado terreno junto al paseo de La Victoria, terminará haciéndose con un “Stadium” propio y a jugar con regularidad casi todos los domingos, aunque no se federa y entra en competición oficial hasta la temporada 1924-25, al igual que el “C.D. Egabrense”, otro histórico del fútbol provincial. Aunque el pionero de este juego de pelota en la provincia fuera el “Sporting” de Pueblonuevo del Terrible, constituido como tal sociedad en 1919, en el que destacaban dos hermanos ingleses (Hasselden) y un vasco (Beorlegui) técnicos de la Sociedad Minera.
En Castro, sabemos de la existencia anterior, de un denominado “Club Deportivo” que para la Feria de Santiago de 1921 organizó una carrera ciclista consistente en dar dos vueltas a la redonda del pueblo (11 Km.). Es posible que los cuatro participantes que concluyeron la prueba (y lo hicieron por este orden: D Justo Cruz, D José Cubero, D Domingo Yague y D. Miguel Aparicio), ya practicaran el fútbol, pues, como podremos comprobar posteriormente, sus nombres aparecerán entre las primeras alineaciones de fútbol reglado.
   Evidentemente estos pioneros salen de las clases pudientes, iniciados en sus respectivos colegios e internados. Los establecimientos de primera y segunda enseñanza más usuales para estas privilegiadas familias castreñas durante aquellos años fueron:

  • Colegio de San Estalisnao (Miraflores) de los jesuitas en el Palo Málaga, quizá el más elitista y prestigioso colegio de Andalucía, con instalaciones de ensueño.
  • Real Colegio de la Purísima de Cabra anexo al Instituto Aguilar y Eslava, por proximidad el más utilizado.
  • Salesianos de Córdoba, con tradición futbolística desde los inicios de la segunda década del siglo XX.
  • Instituto Provincial de Córdoba y Real Colegio de Ntra. Sra. de la Asunción, adjunto al mismo.

Alumnos en el patio (San Estalinao- El Palo)

    Antes de entrar en la crónica pormenorizada de su corto historial, he considerado oportuno relacionar los nombres de los jugadores (equipiers). No toméis los datos que aporto como intromisión, los incluyo con el único propósito de identificarlos en la medida de lo posible entre sus descendientes, con vistas a que éstos pudieran aportar fotografías, historias y anécdotas trasmitidas de unas generaciones a otras, con las que poder enriquecer esta lúdica y sociológica faceta del patrimonio histórico y cultural de Castro del Río.


LOCALES

Porteros:
· Pancho Angulo (Santos Angulo Casajús): maestro de escuela residente en Castro del Río, que para octubre de 1923 es trasladado a Benalúa de las Villas (Granada). En las crónicas lo mencionan como veterano jugador, famoso por “sus colosales y ovacionadas paradas” “parando como en sus buenos tiempos”. Manda crónicas a la prensa como Ochavito.
· Campos (Guardia Civil): jugador de campo y suplente del portero titular.

Jugadores de campo destacados (que aparecen en la mayoría de las alineaciones):

· Cruz (Justo Cruz Donaire) delantero y capitán del equipo que en ese mismo verano del 23 contrae matrimonio en la parroquia del Carmen “con la hermosa señorita Vicenta Martín Díaz, hija del conocido industrial D. Pedro A. Martín, actuando como padrinos Doña Ana Merino y su esposo D. Fernando Luque Medina, activo e ilustrado corresponsal de La Voz en esta”. Es precisamente la crónica de esta boda la que nos va a permitir identificar a algunos de aquellos peloteros del Castro F.C, que asistieron como invitados y participaron en la fiesta posterior.
· Criado M. (Manuel Criado Valenzuela), delantero, hijo del farmacéutico y jefe local de los liberales, varias veces alcalde (1901-1903, 1906, 1920) Andrés Criado Rodríguez y de Vicenta Valenzuela y Mazuelo perteneciente a una linajuda familia de origen egabrense y castreño. Huérfano de madre a temprana edad (1916), siendo su abuelo materno el egabrense General Valenzuela. Justo un año antes de constituirse el club, comparece a las pruebas de acceso a las Academias Militares (quizá presionado por la tradición familiar), aunque posteriormente estudiaría derecho convirtiéndose en abogado. En las crónicas castreñas de sociedad de la época: “lució sus habilidades de buen sportman bailando un tango y un simhy insuperables”; manda crónicas a la prensa provincial como M.C. y ODAIRC. Ya en la postguerra actuó como Juez, dedicándose posteriormente al ejercicio libre de su profesión y a administrar las rentas de propietarios absentistas locales y forasteros.
· Meléndez (Paquito), Meléndez (Juan). Tirando de la genealogía de las familias más linajudas de la localidad que incluye Francisco López Villatoro en su tesis doctoral sobre La Villa de Castro del Río (1833-1923) deben de ser los hermanos Francisco y Juan Meléndez Valdez López. Este último fue alcalde de Castro en la década de los 50.
· Meléndez (Rafaelito), utilizando la misma fuente anterior debe ser Rafael Meléndez Valdez Orti. Jugador y “referee” (árbitro) en un partido celebrado en Espejo
· Cubero (Antonio): delantero centro, uno de los más brillantes. Debe ser Antonio Cubero Sánchez, que en la década siguiente aparece como veterano jugador alineado en las filas del “Castro del Río Sporting Club”. Su experiencia anterior, le serviría, para actuar como árbitro en los primeros partidos de la naciente rivalidad con la “Unión Deportiva Castreña”, hasta ser recusado por estos últimos por parcialidad.
· Cubero (José) José Cubero Camacho
· Camacho (A) posiblemente primo del anterior con bastante pericia en el juego.
· Pinillos (Rafael) “el simpático Rafael émulo de Centeno y Niño de Cabra”, se canturreó en la boda de Justo Cruz
· Millán (Joaquín), “inconmensurable comiendo”

Hasta aquí el equipo titular. Aparecen puntualmente otros “equipiers”, posiblemente juveniles o menos expertos:

· Aparicio (Miguel), uno de los dos hermanos Aparicio, puntales del posterior Sporting.
· Conde, primer portero del Sporting en 1931.
· Criado R, Alarcón P, Rodríguez J, Ernesto Osuna, Muñoz, y Fernández.


FORASTEROS

· Manuel Pérez, portero titular del juvenil del Sporting de Córdoba.
· Luís y Francisco Pallarés Moreno, hijos del senador e industrial egabrense Luís Pallarés Delsors. Estudiaron en el colegio Miraflores de los jesuitas de Málaga, junto a castreños como José Orti y Meléndez Valdez, Rafael Criado R.Carretero. Estas relaciones de amistad podían explicar su presencia puntual en partidos junto al Castro.
· Redondo, Moreno, jugadores del egabrense arrastrados por los anteriores.


El guardameta Pérez, alineado con el juvenil del Sporting.

El primer partido del que tenemos constancia se jugó en la vecina villa de Espejo el domingo 1 de Julio de 1923, frente al también naciente Espejo F.C, con victoria para los visitantes por 4 a 0
El domingo siguiente devolución de visita, y nueva victoria para el Castro por un score de 5 a 0.
Hay que destacar la deportividad y hospitalidad para con los visitantes y la asistencia de numeroso público, sobresaliendo siempre la presencia de bellas señoritas de las respectivas localidades, lo que supondría un fuerte estímulo para los contendientes.
Como colofón, actos de hermanamiento y baile, “donde las muchachas pusieron de relieve sus gracias y simpatías”. El local del Centro Agrario Católico, es utilizado como domicilio social del “Castro F.C.”, para sus reuniones, bailes y recepciones.
Al domingo siguiente descanso para asistir en pleno a la boda de su capitán Justo Cruz, siendo éste obsequiado con valiosísimos presentes por sus compañeros.
No tenemos más información de este año, pero seguramente se jugarían nuevos partidos para Santiago (referencia sobre un posible partido en negociación contra el Hispania de Cabra para el 25) y Feria Real.

Hasta el verano de 1924 no volvemos a tener noticias.
A mediados de Junio nos visita un equipo de los muchos que ya proliferan por la capital cordobesa, donde ya se jugaba una liga local de equipos no federados, denominado Betis F.C, con score de 1-0 a favor de los equipiers locales. Por primera vez aparece reforzado por foráneos, en concreto el importante puesto de la portería (vacante por el traslado de Angulo), ocupado ahora por Manuel Pérez, titular del juvenil o segundo equipo del Sporting de Córdoba. Asisten las autoridades locales y entre el inmenso gentío se destaca siempre la presencia de distinguidas señoritas de la localidad. Sigue imperando la cortesía y hospitalidad para con los rivales: “Al terminar el partido, fueron ovacionados frenéticamente dichos equipos, y obsequiados los jugadores del Betis por el Castro del Río en su sede, donde se destaparon una buena colección de vinos de todas las marcas y derramándose el champagne por el suelo.”
Para la Feria de Santiago un nuevo encuentro contra un rival de cierta entidad, el Fortuna F.C de Montilla o Selección Montillana, pero que remitiéndonos a la alineación que presenta se trata del potente y prestigioso Gimnástica Deportiva Montillana. Se da el caso entre estos primeros equipos coprovincianos, que para no manchar su corto e impoluto historial, logrado a costa de partidos en casa y ante rivales de escasa entidad, cuando juegan fuera, lo hacen bajo otras denominaciones.
Para este partido disponemos de dos crónicas, una la elaborada por el corresponsal castreño, y una segunda por un espectador montillano, con discrepancia en el score final: 1-1 para el de Castro, y 0-1 para el visitante. “El Castro se muestra desacertado por falta de entrenamiento, con la única esperanza puesta en los zagueros para el despeje, pero estando tan inoportunos, que, para que dieran una media bolea al balón, tenia que haber sido este como una plaza de toros”.(C) El primer tiempo acabó 0-1. Durante el segundo estuvo algo más acertado el equipo local “los de Castro atacan con furia, pero todos sus avances los cortan los medios y defensas del Montilla, hasta que próximo al final del partido el delantero centro del Castro recibe un balón en offside chutando y metiendo el balón en la red, siendo este anulado por el referee Sr. Castro, arrojándose el público al campo teniendo este que abandonar el terreno apresuradamente, terminándose el partido”(M). No sólo discrepan en el tanteo, sino también en las apreciaciones: “de los jugadores montillanos creíamos poder ver cosas de cierta importancia, pues fueron anunciados como ídolos de los campos, pero solo pudimos apreciar en ellos que hacían un juego muy sucio… que clase de jugadores eran aquellos que llegado el momento se tiraban al suelo a descansar” (C ); “el público se mostró parcial a favor del Castro, insultando groseramente a los jugadores de Montilla, cuando estos hacían buenas jugadas” (M).
    Para Feria Real se organizará un trofeo, al mejor de dos partidos, incluido en el programa oficial de festejos. Es contratado un equipo de la capital el C.D. Ibérica. El primer partido jugado el 16 lo perdió el Castro (desconocemos el resultado). El 17 se jugaba el segundo partido, pero el equipó forastero para llevarse el trofeo estaba obligado a no perder, pues en caso de empate a victorias el trofeo quedaba en casa. Un primer trofeo para las vitrinas del club no se podía escapar, por lo que apresuradamente se buscaron refuerzos en la vecina Cabra y Baena. Es mejor que os deje con la crónica pues no tiene desperdicio. La festividad, el vino y cierto apasionamiento, desencadenaron los siguientes hechos que denuncia un aficionado del equipo visitante desde la prensa deportiva cordobesa:



Castro del Río F.C. 1924

Esta fotografía, me la ha proporcionado Juan Pinillos Criado, y pertenece a la familia Cubero que nos ha autorizado para su publicación, debe de corresponderse con aquel partido. La he cotejado con otras del Egabrense, y quiero reconocer en ella a los hermanos Pallarés. Además si sois observadores, el edificio que aparece al fondo me recuerda a las desaparecidas naves de la Fábrica de Carbonell, en cuyas inmediaciones estaría ubicado el terreno de juego.

C.D. Ibérica 1924



Un nuevo encuentro, una copa para el Día de Reyes de 1925 en la vecina Montilla frente a la Gimnástica, con resultado de 4-4, incluida la prórroga, con un Castro reforzado nuevamente por los hermanos Pallarés y el delantero centro Redondo del Egabrense.
La última noticia un partido celebrado frente al titular en Puente Genil el 15 de Agosto de 1928, para inaugurar el nuevo estadio de Santa Susana.


Los últimos años de la década son de crisis generalizada en el fútbol cordobés. Históricos como el Egabrense llegan a desaparecer, la capital también se resiente, los diarios provinciales dan poca información de fútbol en los pueblos. No estaría muy descaminado al pensar que en Castro se produce cierta dispersión entre sus jugadores, por razones de estudios o profesionales. Habrá que esperar al año 1931 para que el fútbol vuelva a emerger con fuerza en Castro y provincia.
La década de los 30, más apasionante, de la que nos ocuparemos en otro momento, estaría marcada por una fuerte rivalidad, que llegaría a convertirse en enconada enemistad, entre sus dos equipos la Unión Deportiva (los del potaje) y Castro del Río Sporting Club (los del bistec).

FUENTES UTILIZADAS

  •  Prensa diaria provincial: Diario de Córdoba, Defensor y la Voz. (Biblioteca Virtual de Prensa Histórica- Ministerio de Cultura).
  • Córdoba deportiva : revista semanal de deportes y espectáculos (1924-26) (BVPH-MCU)
  •  Tierra y Agua: revista gráfica deportiva (1924-1925) (BVPH-MCU) 
  • López Villatoro, Francisco. La Villa de Castro del Río (1833-1923) Aspectos económicos, políticos y sociales. Diputación de Córdoba, 1998.
  • Archivo Fotográfico Pinillos Criado.


 Este trabajo ha sido publicado recientemente en el nº 3 de La Revista del Circulo de Artesanos de Castro del Ríó (Córdoba), supongo que involuntariamente amputado, pues la crónica- protesta sobre el trofeo jugado durante la Feria Real frente al C.D. Ibérica de Córdoba no aparece insertada. De cualquier manera, os trasmito mi agradecimiento por haberme invitado a calobarar en vuestra publicación.

3 comentarios:

  1. Culpa mía, Alberto, culpa mía.
    Entre la premura, la falta de espacio y no acordarme, quedó así la cosa.
    Espero que sigas con las segunda parte, jejeje. Prometo no mutilar nada.

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  2. No problem. El blog nos da la posibilidad de subsanar el problema. Con respecto a la segunda parte. Te cuento, me invitaron para la revista de Feria y querian copiar lo previamente publicado en vuestra revista. Y por no hacerme muy reiterativo les ofrecí la segunda. Pero no te preocupes quedan terceras y cuartas partes.
    Saludos.

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  3. No pasa nada. La información es para que lo lea el público, jejeje, sea donde sea.

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