Espacio abierto dedicado al estudio de las historias locales de los municipios de Castro del Río (Córdoba), Porcuna (Jaén) y Motril (Granada), así como sus adyacentes. Recomiendo la utilización del apartado de comentarios para aportaciones, consideraciones, críticas o rectificaciones. De igual manera, está disponible para quienes deseen colaborar con la publicación de artículos o aportando documentos, sobre cualquier tema de carácter histórico relacionado con dichas poblaciones.

30 diciembre 2010

¿Queréis Mochileros? II

   Para ambientar la última entrada sobre "Los Mochileros", buscando la fotografía que mejor se ajustara al primitivo tipo de la primera mitad del siglo XX, recurrí a la única que encontré en la red dentro del blog de la Asociación de Vecinos Pozodulce, de la que saqué el recorte que muestro en la entrada (espero que no se molesten por mi usurpación). Por premura y comodidad, olvide recurrir al archivo fotografico de viejos amigos castreños. Desde Castro del Río he recibido en mi correo una muestra del autentico mochilero de la posmodernidad del siglo XXI, que aunque no se ajusta al tipo tradicional que defiendo en la entrada, puede resultar ilustrativo:

Cayetana de Alba con sus preciosas pastorcillas, 
nacidas de su relación secreta.
Publicada en Hola (28-12-2007)


   Como el personaje, que aparece en la foto es sobradamente conocido y popular en Castro del Río, y su vestuario más que espectacular, bien se merece una letrilla:

Estando la ilustre duquesa
peinándose en el “Arroyo”,
le robaron un beso de fresa
la culpa de un Pepsicolo.

Feliz Navidad a la Casa Ducal de Alba.

28 diciembre 2010

¿Queréis Mochileros?


Mochileros de Pedro Abad (1955)
El Rincón del Círculo

   En la localidad cordobesa de Castro del Río se conserva, aunque desvirtuada ya con el transcurso del tiempo, una vieja tradición navideña: “Las Cuadrillas de Mochileros”.
   En la tarde noche del 24 de Diciembre, los niños, y otros no tanto, se tiznan la cara simulando barbas y bigotes postizos, ataviados con ropas viejas y harapientas, gorras o estrafalarios sombreros, forman grupos que cantan villancicos por las casas pidiendo el aguinaldo. Antes de comenzar a cantar pronuncian la típica frase “¿Queréis mochileros?”, siendo obsequiados, además de con el óbolo, con dulces y otros productos navideños.
   La tradición, que no es exclusiva de la localidad, se remonta a tiempos pretéritos. Concretamente, en las comarcas olivareras procede de la particular manera de celebrar la Nochebuena en los Cortijos, donde se daban cita familias enteras de jornaleros durante el periodo de recogida de la aceituna. Aquella noche, el amo (propietario) solía tener un detalle, y el acostumbrado puchero se sustituía por un caldero de carne con patatas o arroz, regado con los imprescindibles y espirituosos caldos que da la tierra.






   Para amenizar la velada se improvisaban las “Cuadrillas de Mochileros”, generalmente compuestas por mozos, que interpretaban villancicos con letras, bailes y sones ancestrales. Sus actuaciones solían prolongarse hasta Reyes. Por la tarde, tras finalizar las tareas agrícolas, se desplazaban a caseríos y cortijadas cercanas, incluso hasta el pueblo, donde eran generalmente obsequiados con productos en especie que recogían en sus mochilas, de ahí su probable denominación.
   Aunque entre las Cofradías de Ánimas, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII, en algunos lugares de Andalucía se tenía por costumbre recoger limosnas en tiempo de Pascua de Navidad, obligatoria para los hermanos, y extensivas al pueblo en general. Las peticiones llegaban incluso a los cortijos y se acompañaban de ciertas manifestaciones musicales en forma de cantes y bailes (baile de ánimas). La persona que acompañaba al mayordomo recogiendo y custodiando las limosnas, se le conocía como “mochilero” (1).

   En la prensa histórica cordobesa he localizado una colaboración literaria que hace referencia a las Nochebuenas de Cortijo, que nos sirve para ilustrarnos sobre como transcurrían aquellas alegres, bullangueras y populares veladas navideñas. Se corresponde con un artículo publicado en el Diario de Córdoba durante la segunda década del siglo XX por el joven literato e historiador cordobés Octavio Nogales (2). Incluye alguna referencia a la indumentaria del “mochilero” y una letrilla:

DE LA CAMPIÑA
NOCHE DE FIESTA

   Es Noche Buena, noche de villancicos y alegría.
   La tarea del día se concluyó hoy temprano para preparar la celebración del nacimiento de Jesús.
   El amo, espléndido, regaló carne y vino, y el hato del aceitunero se alegró esta noche al abrigo del candelorio que bajo la gran campana de la chimenea ardía y sofocaba.
   Después de yantar todos grandes y chicos, viejos y mozos, las raciones que se sirvieron del caldero pendiente en las llaves y de libar el vino, la alegría afluyó a los corazones y cada cual, provisto de un instrumento, poco musical, pero bastante escandaloso, empiezan a entonar a voz en grito canciones pastoriles.



   Los zagalones, rojos por el vino y el calor, esgrimen grandes carracas formadas por un semitronco de olivo dentado y una caña cascada con el que lo frotan.
   De las mozas, no menos rojas que ellos, una tiene un almirez, otra una lata que golpea y entre todos se agita un espeso carrizal.
   Hay un ruido espantoso.
   De pronto cae en el centro de la gran estancia una cuadrilla de mozos disfrazados, con largos capuchones y en el cuerpo en abigarrada indumentaria: son “los mochileros”.
   Entre risas y gritos se hacen sitio y empiezan un baile extraño.
   Luego cantan:


Entra, entra, mochilero
con la mochila en la mano
a pedir de por favor
que te den el aguinaldo…

Que te den el aguinaldo
si no te lo quieren dar
por el niño de Jesús
esta noche han de pagar


   Al final de la copla todos corean.
   Se cansan al fin los mochileros de danzar, y entonces son todos los que cantan.
   Los viejos sentados en torno a la candela que se extingue sin que nadie se ocupe de avivarla echando leña; los mozos en revueltos grupos van de acá para allá rebosando gozo y calor…
   La grande, la esperada broma, esta a punto de suceder…
   Cada cual se aproxima a donde lo llama su gusto; las mozas se ven solicitadas por unos galanes con más ahínco que de ordinario.
   Forman un gran corro y al compás que tocan los viejos cantan y bailan.
   De pronto sin saber como - culpable luego una racha de airecillo fresco que coló- se apagan los candiles que, distribuidos por las paredes, alumbran la cocina.
   Hay un agudo chillerio de voces femeninas…
   Los viejos siguen tocando, pues con la alegría del vino y el mortecino candil del hogar que quedó encendido, no reparan en la oscuridad, que como dijo Baltasar de Alcázar “con este negro beber se acrecientan los candiles”.
   Después se hace un discreto silencio…solo se siente el repiquetear de las panderetas y almireces que los viejos agitan alrededor de los rescoldos…

 Sobre la silla "Las Ruinas de Palmira" (Conde de Volney)

   Apercibidos los abuelos de las faenas de los moros procuran reestablecer el orden.
   Las mozuelas, asustadas de su silencio, comienzan a alborotar otra vez y escapan por la puerta hacia la era blanca y solitaria, perseguidos por los galanes.
   La noche misteriosa parece un encanto.
   El cielo zarco es como un inmenso cristal…la luna lo esmerila en un tono lechoso…las estrella son lisas de oro.
   En la amplia era vestida de luna las mozuelas y los zagales ponen sus goyescas figuras en inmenso anillo.
   El plantío de olivos, al frente, tiene una vaga tonalidad de plata.
   En la casa reina el silencio y en el marco oscuro de la puerta de vez en vez brilla un destello…
   De una cebada próxima naciente huye, por un paredón, una liebre sorprendida…
Octavio Nogales.

   En la década siguiente, otro cordobés, Cristóbal de Castro (Iznájar 1874-Madrid 1953) en las columnas del diario madrileño La Libertad , con el título de "Villancicos" publica un artículo en el que se vuelve a hacer mención de los mochileros. Compara la navidad del urbanita, frívola y sin raíces, con la autenticidad y tradición con que ésta se vive en el campo:

Villancicos (3)

   Entre el “pollo-pera” , que se pasa las Pascuas bebiendo “whisky”, bailando al infernal son del “jazz”, tarareando un cuplé necio, y el pastor, que al son del rabel, baila un fandango, bebe una copa de rosoli y canta el mismo villancico que cantara Juan de la Encina ante Doña Juana, la Reina Loca, o Gil Vicente, ante Doña Leonor, la Reina Vieja, hay la desemejanza que entre el vientre y el corazón. ¡ Parece mentira que el progreso consista en arrumbar el corazón y entronizar el vientre!
- No te diré tanto; pero en fin. Es indudable que entre el “reveillón” de los grandes hoteles, con sus damas descotadas hasta la cintura y sus caballeros de frac o smoking, no es frecuente la evocación del niño Dios en el pesebre entre el buey y la mula, suprema alegoría de la ingenuidad y la humildad. Ellas no son ingenuas ni ellos humildes. ¡Ellas y ellos se avergonzarían de serlo!.
-Verdad.
-Y tan verdad....
....
-En el campo Bato, con su pellico , y Magalona con su herrada, cruzan, azotados por la ventisca, los senderos pascuales. Y en el hogar, formando corro, la familia y los convecinos, entre vihuelas y zambombas, evocan los divinos misterios. De repente, “los mochileros”, a la puerta entonan el saludo gayo:

Aquí están los mochileros
con contento y alegría,
vienen por montes y mares
del portal de Palestina

De súbito empujan la puerta. Y un zagalón se precipita en el portal cantando y bailando:

Yo soy Vicentillo
que viene a cantar,
y al niño que llora
hacerle callar...

   Rodeado de pastores, con mochilas, Vicentillo danza ante el hogar, como David ante el Tabernáculo. Los mozuelos sonríen, y las mocitas, pensativas, sienten ternuras inefables. Entonces, un patriarca viejo y barbudo como el rey mago Baltasar, comienza, buen “guión”, a dar la “entrada” al villancico. Extendiendo la mano trémula, lleva el compás, en un cerrar de ojos evocadores:

Gloria a Dios en las alturas...

   Y todos, mochileros y mocitas, niños y viejas, corean fervorosamente:

Gloria a Dios en las alturas
y paz al hombre en la tierra,
porque esta noche, pastores,
nació la luz verdadera.

   En la actualidad, en poblaciones de la comarca de la subbética cordobesa como Rute, Zambra, Almedinilla, la aldea egabrense de Gaena, la pedanía castreña del Llano del Espinar y otras como Montilla o Iznájar, se intenta recuperar y mantener  la costumbre, a través de agrupaciones y asociaciones que han rescatado de la tradición oral esas letras y sones, que cuadrillas de mochileros interpretan con orgullo por Navidad.




Mochileros del Llano del Espinar (Castro del Río)


   Castro del Río, un pueblo que atesora un considerable acervo de manifestaciones culturales de carácter popular y con una arraigada afición musical, debería de intentarlo también. Me consta que algunas de esas letrillas, incluidas las jocosas y picantes (que; no por fuerza, deben de ser catalogadas como irreverentes) han sido ya recopiladas por aficionados y estudiosos del folklore local. Para la próxima muestra artesanal, en vísperas de la navidad venidera, la presentación en público de los “Mochileros de Castro del Río” podría causar sensación.
   En cuanto al vestuario, buscando la autenticidad, nada de los típicos chalecos pastoriles, habría que investigar como eran esos capuchones que menciona Octavio Nogales. Debían ser similares a los que utilizaban los mozos de los cortijos en los Llanos de Don Juan (Rute), que se vestían estrafalariamente con gorros de cartón, cintas y bolas de colores (4).


Ánimo, amigo Blas, yo se que tu  puedes.

(1) Las cuadrillas de Ánimas y sus Músicas (Velez-Blanco). Almeriapedia.
(2) Diario de Córdoba: 26 de Diciembre de 1912.
(3) La Libertad: 25 de Diciembre de 1925.
(4) Alberto Del Campo Tejedor / "Mal tiempo, tiempo maligno, tiempo de subversión ritual. La temposensitividad agrofestiva invernal". Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, nº 1, 2006. Universidad Pablo de Olavide.

26 diciembre 2010

Miguel Gallo y la Sublevación de Jaca.




   Esta portada se corresponde con la monografía publicada por Esteban C. Gómez, hasta hoy, la más amplia, sistemática y mejor documentada sobre el tema. Excelente contribución para adentrarnos en conocimiento de los sucesos de Jaca de 1930 que precipitaron el advenimiento de la República. A élla  me ciño básicamente para narrar lo acontecido durante aquella sublevación republicana, de la que ahora se cumplen 80 años, en la que nuestro paisano Miguel Gallo Martínez tuvo un papel protagonista, ensombrecido por el posterior martirologio y mito al que fueron encumbrados los capitanes Galán y García Hernández víctimas de aquella fallida intentona insurreccional contra la Monarquía representada por Alfonso XIII.

   Por R.O. de 6 de diciembre de 1929, Miguel Gallo Martínez obtiene por antigüedad el empleo de capitán de Infantería, siendo autorizado a continuación para disfrutar de un permiso en Porcuna (Jaén) en espera de destino.
   En enero de 1930 el dictador Miguel Primo de Rivera, es obligado por Alfonso XIII a dimitir, por temor de éste a que el progresivo desprestigio de la Dictadura, afectara a la Monarquía. Mientras se organiza el nuevo gobierno al frente del general Dámaso Berenguer, el flamante capitán Gallo permanecerá en situación de disponible, adscrito a la 2ª Región Militar.
   A finales de febrero de de 1930 es destinado al Regimiento de Infantería Galicia nº 19 de guarnición en Jaca (Huesca), a cuya plaza se incorporó con fecha de 16 de marzo, siendo encuadrado en el 2º Batallón a las ordenes del Teniente Coronel Don Julio Mangada.
   
   Pocos meses después (Junio) se incorpora a su Regimiento el ex capitán del Tercio Fermín Galán Rodríguez, que llega precedido de cierta fama de levantisco y revolucionario.

 Fermín Galán Rodríguez (1899-1930)

   Galán recala en Jaca como beneficiario del decreto de amnistía promulgado por Berenguer, después de permanecer durante casi cuatro años en prisión militar por su participación en la Sanjuanada.
   Emilio Mola (Director General de Seguridad) pensó que Galán, en aquella tranquila y apartada guarnición pirenaica, no encontraría campo abonado para sus ideas.
   Tras ser recibido con recelos, iría ganándose poco a poco la confianza y simpatía de bastantes oficiales. El Teniente Eustaquio Mendoza de Artillería y el capitán Salvador Sediles, antiguo compañero de academia, serán los primeros en cultivar su trato.En el Hotel Mur, donde residía el grueso de la oficialidad destinada en esta plaza, estrecha amistad con el capitán Miguel Gallo y el Teniente Guillermo Marín.
   En el cuartel introduce una forma de trato novedosa en la plaza. Es comprensivo y afable con los soldados, y trata como iguales a sus subordinados. Este proceder es secundado por algunos oficiales, lo que se traduce en una corriente de simpatía de los suboficiales y de la tropa hacia ellos.

 Cuartel de la Victoria, sede del Regimiento Galicia nº 19

   El futuro movimiento revolucionario empieza a fraguarse al influir en el ánimo de sus compañeros sobre la necesidad de derrocar a la monarquía.
   En Agosto, cuando un amplio espectro de fuerzas republicanas, amalgamados en torno a un mismo objetivo (el derrocamiento de Alfonso XII), se reúnen en San Sebastián, los capitanes Galán, García Hernández y Gallo del Regimiento Galicia ya formaban una piña.
   De los acuerdos de aquel Pacto de San Sebastián sale un clandestino Comité Revolucionario Nacional (CRN) desde donde el insurreccionalismo se contemplaba como una forma no sólo legítima, sino también viable para lograr el cambio de régimen.


Pacto de San Sebastián (Agosto 1930)


   Se precisaba de la convergencia en tal propósito de políticos, militares y fuerzas sindicales.
   Fermín Galán, se pone desde un primer momento al servicio de la causa. Por no tratarse de una militarada al uso, se preocupa de imprimir ritmo a la captación de adeptos, especialmente entre el elemento civil de Jaca.
   El primer comité local revolucionario estaría integrado por los capitanes Fermín Galán, García Hernández y Miguel Gallo del Regimiento de Infantería Galicia nº 19, el capitán Salvador Sediles del Batallón de Montaña la Palma nº 8 y los tenientes Marín y Mendoza de Artillería, y tres civiles, en representación de las fuerzas políticas antidinásticas de la ciudad, el taxista Antonio Beltrán “El Esquinazau”, el sastre Julián Borderas y Antonio Rodríguez el Relojero.
   Con el proselitismo conspirativo de unos y otros iría creciendo progresivamente el numero de civiles y militares dispuestos a secundarlos.
   Galán sería nombrado delegado del CRN en Aragón y supedita sus planes a las instrucciones recibidas desde el CRN establecido en Madrid, donde también se había creado un comité específicamente militar al frente del general Gonzalo Queipo de Llano, del que participan, entre otros, los comandantes Sandino y Ramón Franco.
   Por diferentes motivos el levantamiento de corte republicano sobre la base de una huelga general que debería ser secundado por el mayor número posible de unidades del ejército, se iría posponiendo en las fechas.
   Ya en el mes de diciembre, en Jaca cunde la impaciencia, ante la cercanía de las nieves, la posibilidad de traslados y los permisos de navidad, que podían dar al traste con el proyecto.
   El día 8 de diciembre tras asistir en el Hotel Mur al banquete ofrecido con motivo de la festividad de la patrona de Infantería, Galán propone a Sediles, Gallo, García Hernández, Marín y Mendoza personarse en Hotel La Paz, donde sargentos y clases celebran la festividad aparte. Recibidos con aplausos, un Galán sonriente, les hace sentarse y levantando la voz les dice:

“Les traigo a ustedes un saludo de la otra casa puesto que no podemos venir todos”.

   Interrumpido en su discurso los sargentos responden con un ¡Viva el capitán Galán! ¡Vivan los hombres!, que Galán acompaña de un “Viva España Futura”. Su adhesión parece garantizada.

   Llegan los permisos navideños y la primera baja forzosa será la del capitán Miguel Gallo, que se ausentará de la plaza para no levantar sospechas. En Zaragoza junto al capitán Salinas se dedicará a confirmar el compromiso de los líderes sindicalistas y atar los últimos cabos en esa plaza.
   Definitivamente Galán le pone fecha al movimiento para el viernes día 12, con respuesta positiva desde Madrid. Gallo y Salinas son telefoneados para que se personaran en Jaca antes de las cinco de la madrugada. In extremis el Comité Nacional decide aplazar nuevamente para el día quince. Pero el emisario, Casares Quiroga que se persona en Jaca en la noche del día 11, se fue a dormir sin entrevistarse con Galán.
   Durante esa madrugada, militares y civiles se dan cita en el Hotel Mur. Desde Madrid no se recibe contraorden. La falta de respuesta equivalía a la confirmación, la suerte estaba echada.
   A las 5 de la madrugada se echan a la calle, el primer paso hacerse con el control de los cuarteles que consiguen con relativa facilidad. Entre arengas, vivas y mueras la tropa las diferentes compañías se ponen en marcha.



   Al capitán Miguel Gallo, por ser el más enérgico de entre los oficiales comprometidos, se le encomiendan las detenciones. Se dirigen a la Ciudadela, que albergaba la batería de artillería y donde reside el General Gobernador de la Plaza, Fernando de Urrieta y Sanabria. El capitán Gallo, pistola en mano, llama a su puerta, le abre un asistente, que al ser preguntado por el general se pierde en su busca. Al poco sale el general en zapatillas y poniéndose el gabán sobre sus prendas de dormir pregunta:

-“¿Qué pasa?”
El capitán Gallo responde:
-“Pasa que se ha proclamado la Republica en toda España y….”
   Conforme va hablando el capitán, el general que ha observado ya la disposición del pelotón que le acompaña, va retrocediendo con el rostro desencajado, balbuceando palabras inconexas y pidiendo que no le maten.
Gallo le apunta con la pistola y entonces el general reacciona con energía:
-“¿A vuestro general hacéis esto?
-“Usted ya no es general. Y ahora está a mis órdenes. ¡Detenedlo!”.

   Patrullas de militares y civiles se hacen con el control de telégrafos y teléfonos. La primera dificultad surge en el cuartel de la Guardia Civil donde se topan con la resistencia de la dotación jacetana. Es avisado el capitán Gallo que distribuye estratégicamente a los soldados en las proximidades del cuartel. Se inicia un tiroteo del que resultan heridos dos soldados. Un disparo de fusil alcanza al sargento de la guardia civil Demetrio Gallego, quien cae fulminado falleciendo instantáneamente. Un nuevo incidente en la calle Mayor se salda con la muerte de dos carabineros que se resisten a entregar su armamento.

 Calle del Carmen de Jaca

   Cuando la población empieza a salir de sus domicilios contemplan los acontecimientos con sorpresa y expectación. En la plaza del Ayuntamiento la banda de música toca el Himno de Riego, cuando se persona Alfonso el Relojero, a su lado está el capitán Gallo. Al terminar la música se hace el silencio y Alfonso empieza a leer en voz alta:

“Como delegado del Comité Revolucionario Nacional, a todos los habitantes de esta ciudad y demarcación, hago saber:
Artículo único: todo aquel que se oponga de palabra o por escrito, que conspire o haga armas contra la República naciente, será fusilado sin formación de causa.
Dado en Jaca a 12 de Diciembre de 1930.
Fdo. Fermín Galán”.

Lectura del Bando

   A media mañana es proclamada la República desde el balcón del Ayuntamiento, donde permanecerán recluidos todos aquellos jefes y oficiales que no secundaron el movimiento.
   Proclamada la República y controlada la situación el siguiente paso, como estaba convenido, era dirigirse hacia Huesca para extender la sublevación. Se organizan dos expediciones, una columna motorizada por carretera al frente de Galán y un convoy por ferrocarril al mando del capitán Salvador Sediles.

 En el centro el capitán Gallo momentos antes de partir hacia Huesca

 Se inicia la marcha

   La tardanza en la requisa de camiones y gasolina retrasaron la salida hasta las tres de la tarde.
   En Ayerbe , tras tomar teléfonos y telégrafos y neutralizar a la Guardia Civil, los sublevados proclamaron la República, leyéndose un bando de características similares al de Galán en Jaca.
   Al amanecer, la columna ya unificada, se detuvo bruscamente a la altura de las Coronas de Cillas, al encontrarse la carretera cortada. Fuerzas gubernamentales de artillería procedentes de Zaragoza y Huesca les hacían frente. Se impuso el criterio de Galán de parlamentar con los oficiales e invitarles a que se sumaran, como se había convenido previamente. Varios oficiales rebeldes se ofrecen para parlamentar. Galán le dice a Gallo que se quede con él. Irán los capitanes Luís Salinas y Ángel García Hernández conducidos por El Esquinazau.
   Galán les encomienda para que hablen sólo con los oficiales, con el argumento de que debían de evitar, a toda costa, que soldados hermanos se matasen entre si, y al partir les dice:

“Si intentan deteneros, decidles que si dentro de 10 minutos no habéis vuelto, abriremos fuego sobre ellos”.
  
  A los emisarios les esperaba el arresto sin posibilidad de comunicarse. Ante la tardanza, Gallo hace dos disparos al aire en señal de advertencia. Tras un minuto de tenso silencio resuena una ráfaga de ametralladora, un breve tiroteo y la posterior desbandada de los hombres de Galán, que llevaban horas sin dormir, sufriendo las inclemencias del tiempo, y que éste no supo ni quiso frenar.
   Galán, consciente de la suerte que podrían correr sus compañeros y creyendo que con su declaración podría salvarlos terminó por entregarse. De la necesidad de Alfonso XIII de solucionar la crisis con un castigo ejemplar surgieron “dos mártires”: Fermín Galán y Ángel García Hernández, tras consejo de guerra sumarísimo, fueron ejecutados el domingo 14. El capitán Miguel Gallo, monte a través, conseguiría huir.



   El lunes 15 se produce el levantamiento de Cuatro Vientos encabezado por el general Queipo de Llano y el comandante Ramón Franco Bahamonde, que pretendía ser una protesta contra la muerte de los capitanes y reafirmar la validez de la lucha insurreccional contra la Monarquía. La desorganización y la falta de apoyo obrero y civil darían al traste con este nuevo levantamiento.

   En marzo de 1931 serían juzgados y condenados un significado número de oficiales y suboficiales de los sublevados en Jaca. El capitán Sediles, sería condenado a muerte y posteriormente indultado, como consecuencia de las manifestaciones populares que se desencadenaron por todo el país. Eran las vísperas de las elecciones municipales del 12 de Abril que, dos días mas tarde,  propiciarían el cambio de régimen y la definitiva proclamación de la II República en España.

 

   En una próxima entrada me ocuparé de la novelesca huida del capitán Gallo tras el encuentro de Cillas y su posterior etapa como exiliado en Francia hasta la proclamación de la II República.

ENTRADAS RELACIONADAS:

19 diciembre 2010

Joaquín Villatoro Medina. Compromiso político y cultural (1931-36)



    La única aproximación biográfica a la vida y obra del músico castreño Joaquín Villatoro Medina es la realizada y publicada por Francisco Cañasveras Garrido en 1998. Hay en este trabajo un lógico vacío informativo sobre su militancia política en los años treinta. Ya puse, en su día, a disposición del autor algunas de las escasas informaciones de las que disponía sobre él de este periodo. Como las hemerotecas digitales nos brindan hoy la posibilidad de completarla, le he dedicado unas cuantas horas de mi ocio a tal empeño. Os dejo con el resultado:

   Durante el año de 1931 el joven músico Joaquín Villatoro,  pensionado por la Diputación Provincial de Córdoba, reside en Madrid donde prosigue con su formación musical en el conservatorio madrileño. Con la proclamación de la II Republica  inicia su compromiso con el mundo de la cultura. Participa en la gestación de la denominada Casa de los Poetas, donde un grupo de jóvenes procedentes de diferentes disciplinas artísticas (literatura, pintura, escultura, música…), con una concepción multidisciplinar del arte y la cultura, convergen en esta iniciativa:

Casa de los Poetas

Heraldo de Madrid 12-09-1931

  El proyecto, que llego a ponerse en marcha, lo tiene que abandonar para concurrir a las oposiciones de ingreso en la Normal de Música de Paris. Tras hacerse con una plaza,  progresará considerablemente en la composición de la mano del maestro Paul Dukas, y en el piano junto al celebre pianista Alfred Cortot. La prensa provincial se hace eco de su éxito:

Diario de Córdoba  05-01-1932

   Sigue disfrutando de la pensión de la Diputación, a la que habría que sumar la que le renueva el Ayuntamiento de su  pueblo natal, Castro del Río. La instancia presentada al pleno por D. Misael López Díaz (Administrador de Correos) solicitando su renovación es estimada, asignándosele una partida de 1200 pesetas.
   Es durante este periodo parisino, del que poco conocemos, cuando se le supone su iniciación en el Marxismo.
   Para las navidades de 1932 regresa a su tierra. Recala en Córdoba acompañado de un nutrido grupo de jóvenes artistas latinoamericanos que procedentes de Paris y Londres, visitan su Mezquita, otros monumentos y museos. Como anfitrión hace las veces de guía turístico.

   Durante la segunda quincena de Enero de 1933, posiblemente coincidiendo con su primera visita a su pueblo natal tras su período parisino, es objeto de un Homenaje en el Teatro Cervantes promovido por amigos y simpatizantes:

 El Sur 26-1-1933

   Durante aquel año de 1933 le tocará cumplir con sus obligaciones militares. Tuvo la suerte de ser destinado en la capital cordobesa. La cercanía a su pueblo, le permitirá, durante sus permisos, estructurar una pequeña agrupación local de jóvenes comunistas. Durante aquel verano colabora con la Agrupación Teatral Benito Pérez Galdós por él impulsada. Sus miras seguían puestas en su formación musical, pues solicita a la Diputación le sea prorrogado el plazo de la pensión de la que disfrutaba para continuar sus estudios en el extranjero al término del servicio militar. 
   A pesar de su condición de soldado, durante este periodo, laborando en la sombra, contribuyó con su esfuerzo a que la naciente agrupación comunista local se consolidara, a pesar de la fuerte resistencia encontrada entre las filas anarcosindicalistas (de la tensa relación entre comunistas y anarcosindicalistas en Castro del Río me ocupare en una entrada aparte).

   A finales de 1933, principios de 1934 descubrimos ya a un Villatoro plenamente implicado en la propaganda comunista. Publica en la prensa cordobesa (con pseudónimo: Genauro) un extenso trabajo por entregas bajo el título de “Los comunistas ante los acontecimientos actuales” donde aboga por la tesis oficial de "frente único antifascista" que sostiene la Internacional Comunista en aquella coyuntura:

El Sur 5-1-1934
   En Febrero de 1934 Joaquín Villatoro, ya a cara descubierta,  publica en El Sur también por entregas un artículo de contenido político bajo el título "Posición de los comunistas ante los preparativos de guerra de los estados capitalistas” volviendo a hacer hincapié en las tesis anteriores:

El Sur 2-2-1934

   El viraje a la derecha que se produce en las diferentes instituciones tras la derrota de la izquierda en las elecciones de 1933 y su manifiesta defensa de los postulados comunistas, tendría algo que ver en que la Diputación no le renovara la pensión.
   Se instalará nuevamente en Madrid donde busca la manera de compaginar la música con la militancia política. En la primavera de aquel año de 1934, siguiendo el modelo sovietico, encontramos su firma en un manifiesto lanzado a la prensa, como promotor de la  Unión de Músicos y Compositores Proletarios. Llegan a constituirse como tales y se instalan en el Fomento de las Artes (antigua institución cultural y proletaria).
   Entre sus proyectos figura la creación de una Orquesta Proletaria, que pronto se pone en marcha. Para pertenecer a la misma se requería ser músico, y militar en algún partido proletario o ser simpatizantes con su actuación cultural.
   Los miembros de esta entidad se dividen en profesionales, que actúan, y músicos en formación que asisten a cursos sintéticos para obtener el titulo, para luego actuar en la orquesta, o en las filiales que tienen propósito de crear.


   Se hace cargo de su dirección Ataulfo Argenta, muchacho de 23 años que ha estudiado piano y composición en Lieja.
   Joaquín Villatoro se encargará de la dirección de las enseñanzas musicales y de los Coros Proletarios, compuestos primordialmente por obreros ferroviarios y trabajadores/as de las bibliotecas circulantes.

 Villatoro impartiendo clases de canto al piano.

   Las clases eran totalmente gratis para aquellos que demostrasen aptitudes careciendo de medios. Éstas funcionaban dentro de un engranaje de relojería intelectual: los camaradas aprenden y enseñan simultáneamente. En pequeños grupos, van adquiriendo la cultura musical, dirigida y guiada por un profesor responsable, que cuando se cerciora del correcto aprendizaje, delega en ellos para que lo trasmitan a otros grupos. De este modo, a la vez que enseña, se practica lo aprendido.

   La orquesta se presenta oficialmente en público el sábado 30 de junio en un Festival a beneficio de la creación oficial de la Asociación de Escritores y Artistas Proletarios celebrado en el Teatro Maria Guerrero. Comparte protagonismo con una jovencísima Maria Teresa León que diserta sobre la significación revolucionaria del Guiñol y  el “Guiñol Octubre” de Miguel Prieto que pone en escena la farsa “El Usurero” de Rafael Dieste y “El bazar de la providencia” de Rafael Alberti.
   Interpretan un repertorio mixto compuesto de música popular española (“Danzas españolas” de Granados, “La Revoltosa” de Chapí, “La Verbena de la Paloma” de Bretón…) y canciones e himnos proletarios. Entre estos últimos, una marcha soviética dedicada a los campesinos españoles, instrumentada por el  maestro Villatoro. El momento cumbre de la noche, el estreno de “Canción a Thaelmann” interpretada conjuntamente por la orquesta y coros: 

 Orquesta y Coros Proletarios dirigidos por Villatoro

  “Bajo la dirección de Villatoro, su autor, que lo hizo de manera insuperable, siendo clamorosamente ovacionados los artistas y obligados a visar. El público entusiasmado se puso en pie, y con el puño en alto vitoreó a autores y ejecutantes y se dieron vivas a Thaelmann”.

   Esta canción proletaria, para orquesta y coros, con letra del poeta Rafael Alberti y musicada conjuntamente por Joaquín Villatoro y P.Olaya, está considerada como la primera canción social española del siglo XX.
   Thaelmann era el secretario del Partido Comunista Alemán cuando llegaron los nazis al poder. Lo encarcelaron, pero era tal su fama a nivel mundial, que no se atrevieron a matarlo. Thaelmann murió finalmente en un campo de concentración en 1943.

   La orquesta y coros terminarán convirtiéndose en un instrumento más de la propaganda comunista. Su presencia era obligada en cuantos actos de carácter político y social se celebraban en Madrid durante aquel verano de 1934.

  Joaquín Villatoro, en alguna de sus visitas a su pueblo natal y en su correspondencia, debió animar a sus amigos y camaradas, que ya venían desarrollando cierta actividad cultural a través del grupo artístico Benito Pérez Galdós, a poner en marcha otras iniciativas de cultura proletaria. Los hermanos Mendoza, jóvenes militantes comunistas, tomando como modelo el “Guiñol Octubre” se adentraron en el mundo de la marioneta y el títere. De ahí que se les terminaría conociendo popularmente como "Los Polichinelas".

   Podemos constatar su presencia el domingo 1 de julio en el festival campestre celebrado en los viveros de la villa organizada por la F.C.D.O (Federación Cultural Deportivo Obrera) en colaboración con el Grupo Deportivo de el Fomento de las Artes. Entre carreras pedestres, de velocidad, tablas de gimnasia y partidos de baloncesto, allí estaba Joaquín Villatoro que se presentó con su coro uniformado para amenizar la jornada deportiva.
   Esta entidad político-deportiva tenía por objetivo acabar con el carácter clasista de la práctica deportiva y extender ésta entre los jóvenes trabajadores (un nuevo instrumento propagandístico).


    Unas semanas después estarán presentes también en el I Congreso Nacional de la FDCO. Los Coros Proletarios interpretaron la Internacional acompañados al piano por el maestro Villatoro y la Canción a Thaelmann.



   Nueva actuación en julio en el Festival celebrado en la plaza de toros de Madrid a beneficio de los campesinos presos por las últimas huelgas:

“Al entrar en el redondel los Coros Proletarios, los 15.000 espectadores allí reunidos puestos en pie les tributaron una ovación formidable, al tiempo que desde un palco caía y se extendía, como una cortina, el gigantesco retrato de Thaelmann, que el público, enardecido, saludo con vivas ensordecedores”.


   El éxito alcanzado por las iniciativas de carácter cultural y deportivo que desde el Fomento de las Artes eran patrocinadas por activos elementos cercanos al PCE, despertó el rápido recelo de la extrema derecha madrileña. Dicha institución empezaría a ser señalada desde la prensa de derechas como “nido de comunistas”. Ya en mayo de 1934 había sido objeto de un asalto perpetrado por elementos fascistas. En la noche del 12 de Agosto de ese mismo año, en el salón de actos de dicha sociedad, un grupo de los habituales y varios desconocidos mantenían una reunión. Por motivos que desconocemos, al ruido de una detonación le siguió una bala que terminaría aloja dándose  en la pierna de uno de los asistentes evacuado con urgencia al hospital. Interviene la policía que procede a realizar un registro. Fueron encontradas cuatro pistolas, varios cargadores y cachiporras de hierro, y tras tomar declaración a varios testigos, se procedió a la detención y puesta a disposición judicial de los allí presentes, entre ellos el músico Joaquín Villatoro y 10 más. El juez encargado decretó el ingreso en prisión de siete de ellos, mientras que Villatoro y otros quedaron en libertad.
   La Sociedad Fomento de las Artes mandó la siguiente carta a la prensa:



   Todo este entramado sociocultural, que emanaba  desde la Sociedad Fomento de las Artes, seguiría funcionando con normalidad, a pesar de las amenazas de la extrema derecha, hasta que la fracasada huelga revolucionaria de octubre de 1934 y la posterior represión  mandó a la izquierda revolucionaria a la clandestinidad.
   No tenemos noticia alguna de Joaquín Villatoro  durante estos años. Seguiría relacionándose con el mundo del arte y la cultura. En la muestra que presenta el escultor Santiago Almela en el Círculo de Bellas Artes (Abril 1935) se  expone un busto suyo lleno de serenidad.
   Las siguientes noticias son ya posteriores al 18 de julio. Como firmante del Manifiesto de Escritores Antifascistas en Defensa de la Cultura (30 de julio) y un poco después como integrante de la sección de música del Altavoz del Frente.

El Sol 5-9-1936


16 diciembre 2010

HISTORIA PARA TIEMPOS DE CRISIS

   
   Recientemente, en un establecimiento de una conocida cadena de supermercados, he sido testigo presencial de un hecho insólito y doloroso. Guardando la cola, un señor que me precedía en el turno, llegado el momento de efectuar el pago, se excuso ante la cajera por no disponer de dinero. Estaba a la espera que le ingresaran el subsidio, de un día para otro, y le ofrecía el DNI como garantía para volver cuando tuviera liquidez.
   La señorita le hizo saber de que no se les permitía fiar, pero se topó con el firme propósito de éste de llevarse el genero, so pretexto de que sus hijos necesitaban alimentarse y no estaba dispuesto a delinquir ni a ejercer de pedigüeño en la vía pública.
   En la cesta llevaba unos cartones de leche, pan, pasta, tomate frito, salchichas, arroz y legumbres. La cajera requirió la presencia del encargado. La mayoría de los allí presentes empezamos a sentirnos incómodos, pero ninguno tuvimos el arrojo suficiente para sacar nuestras carteras. Este hombre se retiro a la oficina con el encargado y desconozco el desenlace final de la historia.
   Este hecho me trae a la memoria aquellas antiguas tiendas de comestibles, más directas y humanizadas, en las que la clientela habitual tenía asegurado el crédito alimenticio, a cuenta de jornales, lo que les permitía superar situaciones de paro y penuria económica. 



   La reciente supresión del PRODI (426 euros) no deja de ser una medida arbitraria y antisocial, ya que los realmente necesitados, los que no dispongan de ahorros ni de respaldo familiar, se verán tristemente condenados a situaciones de exclusión social.
   La palabra hambre, que hoy asociamos a países del tercer mundo o a tiempos pretéritos, la tenemos al acecho.
   Es al pasado al que recurro para denunciar el abuso de aquellos que se han instalado fraudulentamente en el subsidio como ayuda complementaria, frente a la injusticia de quienes necesitándolo verdaderamente se pueden ver privados de él.

   La acción trascurre en la villa cordobesa de Espejo, en el corazón de la campiña cordobesa, durante una coyuntura socioeconómica difícil. En febrero de 1933, los trabajadores agrícolas se verán abocados a una más de las muchas crisis de trabajo que se reprodujeron en el marco de aquella república democrática de trabajadores. La famosa coletilla “que os de de comer la república” ya la venían poniendo en practica los elementos mas reaccionarios de la patronal agraria, que se retraen en la contratación de personal, en un momento en que la desunión entre las diferentes fuerzas que habían traído la república era ya manifiesta.

 Castillo feudal de Espejo

HAMBRE

   Es verdaderamente angustiosa la situación por la que atraviesa la clase trabajadora de este pueblo austero y luchador.
   Bajo su cielo límpido, de un azul purísimo, la tragedia del hambre se hace tangible, amenazando hogares y destruyendo ilusiones. De día en día el número de los parados aumenta considerablemente. Por doquier llegan a nosotros manos implorantes que confían en la caridad ajena para acallar las voces temblorosas de sus hijos hambrientos.
   Niños lívidos, macilentos, luciendo entre harapos la acusación inapelable de sus miembros escuálidos; mujeres jóvenes envejecidas prematuramente; hombres honrados que sufren en silencio la vergüenza ignominiosa de un “ perdóname hermano”, son escenas que vemos todos los días.
   Estallan odios contenidos, se recuerdan injurias y ruge la fiera hambrienta en el cubil de su impotencia. El grito “pan y trabajo” ya no se oye, cansadas las gargantas de repetirlo en vano. Y la crisis obrera culmina en nuestros días.



   Para remediarla se ha establecido un comedor de caridad, pero es insuficiente. Los parados engrosan las listas de manera alarmante y todos no pueden participar de sus beneficios.
   De seguir así, será necesario condimentar alimento para el pueblo entero.
   ¿Es que todos en Espejo gimen bajo las garras fatídicas del hambre?
   ¿Por qué entonces centenares de personas retornan del comedor a sus hogares, con el estomago vacío y el rencor en sus pechos?
   ¿Acaso la tacañería y el abuso pretenden pescar en el rió revuelto del desconcierto actual?

   A mis oídos han llegado dos relatos, opuestos en un todo, que refleja fielmente la situación tristísima de nuestro pueblo.
   Uno de ellos trágico y doloroso, cual la humanidad misma. El otro, cínico como la realidad imperante:

Relato primero:

   Una casa humilde de obrero. Un matrimonio y cinco hijos que piden pan. El marido ha implorado vanamente la caridad de sus semejantes y regresa dolorido, abrumado por el peso de aquel desvió. Las criaturas claman inútilmente, desgarrando con sus gritos las entrañas de su madre que llora. El hombre cavila. En estas circunstancias se dibuja en el dintel de la puerta la silueta de otro trabajador que con su bestia cansina, transporta el hato de un cortijo cercano. Y con él el pan tan ansiado. Corre el padre infeliz. Lo detiene, le pide dos panes y ante la negativa del hatero, los toma por su propia cuenta. A la hora escasa, la guardia civil en cumplimiento de un deber como consecuencia de una denuncia, presentada legalmente, procede a la detención del ladrón, entre los gimoteos de la esposa y los ojos asombrados de los muchachos que se preguntan llorando, que delito ha podido cometer su padre.

Relato segundo:

   Otro hogar humilde. Pero aquí los hijos no lloran, ni piden acuciados por la necesidad. Un matrimonio con idénticas características que el anterior; mas éste ha comido bien y la satisfacción brilla en sus semblantes. ¿La causa? Hace pocos días mataron su marranito y su despensa no está vacía. Además, aún le quedan unas gallinas en el corral para casos extremos. Eso es todo…Llega una vecina. Viene desolada. Se ha terminado la comida en el comedor de caridad y solo dan pan para remediar el hambre. El marido sonríe. Sale y al momento vuelve con dos panes bajo el brazo. A la noche se ahorrarán una peseta con cuarenta céntimos que tanta falta hacen en estos tiempos de penuria. Su mujer le felicita. Ha tenido un buen acuerdo. La guardia civil no va a buscarle como el del anterior relato…

Y los verdaderamente necesitados sufriendo en silencio tanta injusticia.

José de Aris
Espejo. Febrero de 1933.


   No faltará quien, tras leer estos párrafos los tilde de caducos, trasnochados, sensibleros o demagógicos. Pero desde mi punto de vista, con un lenguaje claro y conciso, su autor, intenta y consigue poner en evidencia la condición humana, propensa a la insolidaridad en situaciones de crisis.



   Me apetece terminar la entrada volviendo a la situación actual en la que mandatarios, mandarines y aspirantes a serlo, no terminan de ponerse de acuerdo sobre el como afrontar la crítica situación reinante. Es mas, su acción parece limitarse a  hipócritas y torticeras luchas electoralistas. Parece lo normal, entre una clase política cada vez mas desprestigiada y alejada de la problemática real de la ciudadanía. Su presunta vocación de servicio a la sociedad hace ya bastante tiempo que derivó en una actividad profesional reglada. Señores profesionales de la política,  rentabilicen sus jornales, sean productivos. No vaya a ser, que cualquier día, el empleador ( PUEBLO) por hartazgo o por rebeldía les mande al paro sin subsidio.

12 diciembre 2010

Loterías con Historia.



   Ante la incertidumbre generada por la crisis, el paro, la devaluación salarial, las subidas impositivas y los mensajes catastrofistas con los que nos machacan a diario determinados medios de comunicación, la lotería de navidad se convierte un año mas, en ese impuesto voluntario con el que tradicionalmente contribuimos a generar ingresos para el erario publico a cambio de un porcentaje de ilusión.
   Según los economistas,  la salida de la crisis pasa por un aumento del consumo. Insto, por solidaridad, a los ciudadanos con buen nivel de ingresos y remanentes bancarios que hagan un esfuerzo y se lancen al voraz consumismo navideño. Aunque la mayoría de los españoles tendremos que dejar a un lado el “Mon Cheri” y el “Ferrero Rocher” (a los que estábamos acostumbrados) y retomar el tradicional polvorón navideño (a no ser que nos toque la lotería).

   Fue el año de 1892, el primero en que se utilizó la denominación oficial de “Sorteo de Navidad” en la lista de premios, pero hasta 1897 no se incluyó su nombre en los décimos de lotería. Tuvo gran acogida entre la población y se convirtió pronto en la gran esperanza de los españoles para enriquecerse o salir de situaciones difíciles.
   En 1904 Doña Manolita de Pablo, una bella y carismática mujer de 25 años, abre junto a sus hermanas una administración de loterías en la calle San Bernardo de Madrid. Sus primeros clientes fueron principalmente estudiantes, que antes de partir de vacaciones para sus respectivos domicilios de origen se pasaban por su establecimiento a comprar lotería y de paso reparar en su espectacular belleza.




   En ese mismo sorteo de 1904 el Gordo recayó en el número 15.162 premiado con 5.000.000 millones de pesetas al billete y 500.000 al décimo. Muy repartido entre obreros marítimos y portuarios del Grao de Valencia.



   El Cuarto Premio, 22. 954, también marinero, fue vendido íntegramente en la administración nº 6 establecida en la Cortina del Muelle de Málaga, comprado por los Hermanos Gómez, dueños de un antiguo e importante establecimiento de tejidos de la capital malagueña. Siguiendo la costumbre de la casa se quedaron con dos decimos, otro lo jugaron entre los empleados, otro lo adquirió un representante de la casa Salvatierra de Barcelona, enviando el resto a sus corresponsales. Las provincias de Córdoba y Jaén se iban a beneficiar de las relaciones comerciales de esta casa malagueña: Fernando Ruiz Cano de Martos, Leocadio Santaella de Puente Genil, Gabriel Benítez de la colonia agrícola de San Martín del Tesorillo (Cádiz), Pedro Galán de Adamuz, Francisco S. Ruiz de Castro del Río y Bernabé Galán de Valenzuela fueron los depositarios de los seis décimos restantes premiados respectivamente con veinte mil durazos del ala.


   Aunque he indagado sobre el agraciado castreño no tenemos noticia alguna sobre él. 
   Optaría por la prudencia y el anonimato, no trascendiendo detalles a la prensa provincial.
   Si, de las 100 pesetas jugadas en Valenzuela (Córdoba). Su depositario Bernabé Galán Barcia no era comerciante, sino un joven de 26 años de edad, natural de Adamuz, Doctor en Teología, que acababa de hacerse cargo de la parroquia de esta villa cordobesa. El décimo le llegó a través de su hermano Pedro que trabajaba como dependiente en el susodicho comercio malagueño. Las participaciones se distribuyeron entre parroquianos:
  • Sr. Cura párroco 20 pesetas.
  • Don Manuel Mancilla Arroyo, cura coadjutor, 35 pesetas.
  • Don Juan José Ruiz Cámara, sacristán 1º, 3,75 pesetas.
  • Don Antonio Horcas Montilla, sacristán 2º, 5 pesetas.
  • Don Juan Barcia Serrano (tío del cura), organista ciego, 5 pesetas.
  • Don Juan García Porcuna, ayudante del organista y también ciego, 5 pesetas.
  • Monaguillo 1º 2 pesetas.
  • Monaguillo 2º 1,50 pesetas.
  • Doña Maria Isabel Porcuna Olivan (devota), 5 pesetas.
  • Doña Maria Providencia Susín López (devota), 5 pesetas.
  • Doña Isabel María Montilla Gordillo (devota), 2,50 pesetas.
  • Don Juan Serrano Gallardo, amigo del párroco, 2,50 pesetas.
  • Don Ildefonso Sánchez García, amigo del sacristán 1º, 1,25 pesetas.
  • Asociación de Hijas de María (recién constituida), 6,50 pesetas, procedentes de las limosnas obtenidas por las niñas.

Antigua Iglesia Parroquial de Valenzuela
Demolida a mediados de los años 70

   En la misa del gallo de aquel año en Valenzuela “se cantaron los maitines con alegría inusitada y el Niño Jesús fue mas vitoreado que otros muchos años”.
  
   Para hacernos una idea de la magnitud del premio, el monaguillo segundo que jugaba 1,50 pesetas le correspondieron 1500 (equivalentes a 600 jornales de siega, casi 4000 panes familiares de a kilo o 160 arrobas de aceite fresco).
   El sacristán segundo con sus 5000 pesetas hubiera podido comprar 20 ruchos o 4 yuntas de mulos.

   El sacerdote Bernabé Galán pertenecía a una familia de acaudalados propietarios de Adamuz. Su padre había sido alcalde y jefe local de los conservadores. Al menos, hasta 1919 siguió ejerciendo el sacerdocio y era propietario en su pueblo de un caserío conocido por “Rojano”. En la década de los veinte se desprende de la sotana y contrae matrimonio.
   Ya en la década de los treinta en un contexto de guerra civil le volvería  a tocar la lotería. Detenido en Adamuz por derechista, es conducido junto a un numeroso contingente de paisanos a la Catedral de Jaén, convertida en cárcel.



   El 11 de agosto de 1936 fue incluido en la segunda expedición de “Trenes de la muerte” que partió de Jaén con destino a la prisión de Alcalá de Henares. Dicha expedición fue asaltada en la estación de Santa Catalina (Madrid). La Causa General incluye el testimonio Antonio Galán Pastor, su hijo, superviviente de aquella matanza:
 
   “El que suscribe estuvo formado con su padre Bernabé Galán Barcia el cual al llegar al sitio donde había de ser fusilado dijo: donde me coloco, y le pusieron a mi derecha; fueron montados los fusiles y estando apuntados para matarnos un camarada de los que habían salvado destacándose del tren dijo: ¡Que vais a hacer, si son compañeros nuestros, todos trabajadores! Y entonces dispusieron dejarnos salvos, y a partir de ese instante ya no continuaron la matanza”.


   La historia se presta a la moraleja, pero como no soy demasiado propenso a moralizar, bastante tengo ya con intentar desprenderme de mis propias miserias, me limitaré a recomendar a los supersticiosos aficionados al juego de la lotería, que todavía están a tiempo de hacerse con el 22.954 con el que fueron agraciados, hace ya mas de un siglo, este grupo de vinagorros clericales, coetáneos de aquellos otros que buscaban riqueza y tesoros en el patio del castillo de Torreparedones. Es por si le da la pita al palo. Yo mañana mismo empiezo a buscarlo.